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  • Viviendo ahora para el nuevo mundo de Dios

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  • Viviendo ahora para el nuevo mundo de Dios
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
w62 1/9 págs. 515-516

Viviendo ahora para el nuevo mundo de Dios

SOLAMENTE el Todopoderoso Dios podría colocar delante de hombres y mujeres justos la esperanza segura de vida eterna en el nuevo mundo. El nuevo mundo prometido de Dios no será como este mundo que está lleno de incertidumbre, iniquidad, desilusión, dolor y sufrimiento. Puesto que el nuevo mundo se ha acercado, este mundo está limitado, sus días están contados. Empero los días del nuevo mundo, que Jehová Dios está creando, serán innumerables. Para gozar de él uno tendrá que vivir para siempre; pero para eso uno tiene que comenzar a vivir ahora para el nuevo mundo.

Pero, ¿cómo se hace esto? Comience por medio de averiguar qué es lo que Dios quiere que usted haga. Muchas personas esquivan informarse con exactitud respecto a lo que Dios quiere que hagan. Esa no es ninguna manera de vivir para el nuevo mundo de Dios. Los que quisieran vivir ahora para el nuevo mundo tienen que comenzar a informarse acerca de los requisitos de Dios y vivir en armonía con esos requisitos.

Uno que vive ahora para el nuevo mundo se separa de este mundo de manera bien definida por medio de no usarlo como modelo de su conducta: “Dejen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos la buena y la aceptable y la perfecta voluntad de Dios.” (Rom. 12:2) Para vivir para el nuevo mundo, uno no puede ser semejante a este mundo. Pero puesto que este mundo se opone a que uno cambie, se necesita un esfuerzo personal vigoroso.

Para vivir para el nuevo mundo tenemos que probar para nosotros mismos “la buena y la aceptable y la perfecta voluntad de Dios.” De modo que es preciso que sepamos qué clase de personas Dios quiere que seamos. Los cristianos verdaderos deberían ser imágenes de Jehová Dios y copias de Jesucristo. Esto requiere que uno rehaga su mente, porque no puede estar siguiendo el proceder del mundo y a la vez vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y las normas del nuevo mundo. Tenemos que hacer como dice Pedro en el cuarto capítulo de su primera carta: “Ármense con la misma disposición mental [de Cristo]; porque la persona que ha sufrido en la carne ha desistido de los pecados, con el fin de vivir el resto de su tiempo en la carne, ya no para los deseos de los hombres, sino para la voluntad de Dios.”—1 Ped. 4:1, 2.

Aquí Pedro manifiesta que el verdadero propósito para el cual vive el hombre es el de hacer la voluntad de Dios, en contraste con la voluntad de los hombres y de las naciones. Pedro manifiesta, también, que si estamos viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios, sufriremos. Hoy día hay muchísimo sufrimiento en el mundo, pero la mayor parte de éste se debe a iniquidad. Debido a vidas inicuas muchas personas están sufriendo. Pero Pedro dice que los que rehacen su mente y que viven para el nuevo mundo han desistido de los pecados y ahora tienen que armarse con la mentalidad de Cristo. Eso significa adquirir conocimiento de lo que Jesuscristo enseñó y luego vivir de acuerdo con esos principios, los cuales en realidad son normas del nuevo mundo.

Bastante malo es el que uno se haya gratificado y haya servido al pecado en lo pasado, sin hablar de seguir haciéndolo en lo futuro hasta ser detenido en el Armagedón. De modo que Pedro continúa en los dos versículos subsiguientes: “Porque el tiempo que ha pasado basta para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en obras de conducta inmoral, concupiscencias, excesos con vino, orgías, partidas de borrachera, e idolatrías ilegales. Porque ustedes no siguen corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de libertinaje, ellos están perplejos y siguen hablando abusivamente de ustedes.”—1 Ped. 4:3, 4.

A los que quieren vivir para el nuevo mundo de Dios no les conviene temer lo que hombres de este mundo tal vez piensen de ellos y les hagan. La popularidad con el mundo nunca ha traído vida ni puede traerla; al contrario, trae enemistad con Dios. (Sant. 4:4) Cuando uno abandona el proceder de este mundo y camina en los senderos del nuevo mundo, el viejo mundo se alza en contra de uno con ridículo y hostilidad. Debido a que uno no sigue el proceder del mundo, los mundanos tal vez hablen abusivamente de uno. Sin embargo, este proceder de vivir al modo del nuevo mundo es el correcto y gana la amistad de Dios.

Viva para el nuevo mundo ahora por medio de redimir el tiempo, comprándolo a costa de cosas no esenciales. Los que no compran el tiempo para vivir según la voluntad divina sino que continúan ‘viviendo el resto de su tiempo para los deseos de los hombres’ no están viviendo para el nuevo mundo y no tendrán la protección divina para sobrevivir a la guerra del Armagedón y entrar en el justo nuevo mundo.

Haga tiempo, entonces, para estudiar la Palabra de Dios. Haga esto en asociación con los que creen en las promesas del nuevo mundo y que viven ahora para el nuevo mundo; a saber, la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. Aproveche la oportunidad de tener un estudio bíblico de casa, sin costo alguno para usted. Los testigos de Jehová en su comunidad están dispuestos a ayudarle a progresar en el vivir al modo del nuevo mundo.

Ahora es el tiempo de entre todos los tiempos para mantenerse equilibrado, despejado de mente, andando en la luz progresiva del nuevo mundo. Manténgase vigilante para que el fin cabal, en el Armagedón, no le sorprenda desprevenido. Viene como un lazo sobre este mundo, como advirtió Jesucristo: “Presten atención a ustedes mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con demasía y por beber excesivamente y por las ansiedades de la vida, y repentinamente esté sobre ustedes al instante ese día como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra. Permanezcan despiertos, pues.”—Luc. 21:34-36.

Miembros de esta generación que anhelan ganar el premio de la vida en el nuevo mundo tienen que permanecer despiertos a la voluntad de Dios, separándose de este viejo mundo antes de su fin desastroso. Todos los cristianos profesos y personas de buena voluntad tienen que probar ahora si están viviendo para este mundo condenado a destrucción o para el justo nuevo mundo de éxito interminable. El tiempo pasado en la vida de los cristianos basta para que ellos hayan hecho la voluntad de las naciones, siguiendo el proceder de la mayoría mundana. El nuevo mundo se ha acercado. Vuelva usted la atención y las esperanzas de tantos como usted pueda hacia el nuevo mundo. Viva para él ahora y asegúrese de la vida eterna en él después del fin de este mundo.

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