Empezando la sociedad del nuevo mundo
1. ¿De qué manera tendrá su sociedad el nuevo mundo? ¿De qué manera hemos sido afectados ya por el establecimiento del Reino?
EL VIEJO mundo hace que su sociedad o sus gentes vivan conforme a ciertos arreglos sociales. El nuevo mundo, también, tendrá su sociedad, y todos los miembros de ésta vivirán en armonía con un arreglo justo. Satanás el Diablo, el dios de este presente inicuo sistema de cosas, es el gobernante invisible de la sociedad del viejo mundo, pero no será el dios del nuevo mundo. Su sistema inicuo será arrasado por la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, el Armagedón. (Apo. 16:14-16, NM) Jehová, cuya soberanía universal ha sido desafiada por Satanás, será el único Dios verdadero y viviente del nuevo mundo. Él gobernará por medio del gobierno teocrático de su Hijo fiel, Jesucristo el Rey. Ese reino introducirá nuevos sistemas de cosas, aquellos que la Biblia menciona como todavía venideros. De hecho, el mismo establecimiento del reino de Dios en los cielos que se efectuó por la entronización de su Hijo en 1914 resultó en un cambio radical en lo que concierne a las actividades de los hijos espirituales de Dios que estaban bajo el nuevo pacto. Ha alterado maravillosamente el mensaje que ellos predican en toda la tierra como un testimonio a todas las naciones. Sí, ha puesto un “cántico nuevo” en sus bocas, el cántico manifestando que el reino de Dios por fin ha nacido después de milenios de espera. (Apo. 14:3; 12:1-10) Los sistemas de cosas bajo los cuales hemos vivido en conformidad con el nuevo pacto han sido magníficos, tenemos que admitirlo; pero los que existirán en el nuevo mundo serán mucho más magníficos para toda su sociedad.
2. ¿Por qué será diferente allí? ¿Cuál es la prueba?
2 ¿No hay razón para que sea diferente, sí, mejor? Pues, tendrá nuevos cielos y una tierra nueva. De manera que la destrucción de este viejo mundo con sus cielos y tierra dominados por el Diablo no será una calamidad. Ansiosamente esperamos esto, de acuerdo con lo que dijo el apóstol Pedro: “Aguardando y reteniendo presente en su mente la presencia del día de Jehová, por medio de quien los cielos estando encendidos serán disueltos y los elementos estando intensamente calientes se derretirán. Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:12, 13, NM) El reino de Jesucristo, junto con sus 144,000 seguidores fieles y victoriosos, extenderá su poder sobre todo este globo y formará los “nuevos cielos”. A estos seguidores espirituales Jesús ha dicho: “No hay quien haya dejado casa o esposa o hermanos o padres o hijos por causa del reino de Dios que no esté seguro de recibir muchas veces más en este período de tiempo y en el venidero sistema de cosas; la vida eterna.” (Luc. 18:29, 30, NM; Mar. 10:30) El informe evangélico de Mateo habla del sistema venidero y lo llama la “recreación” o el “nuevo mundo”, diciendo: “En la recreación [nuevo mundo], cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos, juzgando a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado casas o hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o terrenos por causa de mi nombre recibirá muchas veces más y heredará la vida eterna.”—Mat. 19:28, 29, NM, margen.
3. ¿Qué será la “nueva tierra”?
3 Pero ¿qué hay acerca de la “nueva tierra”? Pues, ésta será una sociedad humana, viviendo sobre este mismo planeta, por supuesto, pero organizada conforme a un nuevo y justo sistema de cosas bajo el Reino. Sin duda la mayoría de los que entrarán a la “nueva tierra” tendrán que ser resucitados de entre los muertos para que esto les sea posible. Así como dijo Jesús, al hablar de la resurrección general de la humanidad: “Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, pero los que se han juzgado como dignos de alcanzar ese sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio. De hecho, ni pueden ellos morir más, porque son como los ángeles, y son hijos de Dios por ser ellos hijos de la resurrección.”—Luc. 20:34-36, NM.
4. ¿Con quién principiará la nueva tierra? ¿En qué sentido son extranjeros?
4 No obstante, ese sistema venidero de cosas es uno que Dios hace por medio de su Hijo glorificado. (Heb. 1:1, 2, NM) La “nueva tierra” que el Reino traerá a la existencia principiará con los sobrevivientes del Armagedón que tienen una esperanza y un destino terrestres. Ellos son las “otras ovejas” del Pastor Propio. Una “grande muchedumbre” de éstas cuyo número sigue aumentando ahora está viviendo junto con el resto de los coherederos del Reino que están bajo el nuevo pacto. Estas “otras ovejas” ahora están gozando muchos de los beneficios del arreglo del nuevo pacto junto con el resto espiritual. De hecho, estas “otras ovejas” del día presente corresponden a los “extranjeros” de buena voluntad que vivían pacífica y armoniosamente dentro de las puertas de las ciudades de los israelitas antiguos que estaban bajo el pacto de la Ley. La ley sabática de los Diez Mandamientos habla de ellos proféticamente como “el extranjero que habita dentro de tus puertas”. Ese viejo pacto hizo muchas provisiones para dichos extranjeros que temían a Dios. En lo que tocaba a muchas cosas las ordenanzas eran iguales para ellos y para los israelitas naturales. (Éxo. 20:8-10; 12:48, 49) La manada de “extranjeros” del día presente que están habitando dentro de las puertas del arreglo del nuevo pacto han sido grandemente bendecidos junto con el resto espiritual debido a que obedecen las mismas ordenanzas divinas.
“PRÍNCIPES EN TODA LA TIERRA”
5. Durante años ¿la aparición de quién hemos estado esperando? ¿Por qué?
5 Ya hace algunos años que tanto el resto como la grande muchedumbre de extranjeros u “otras ovejas” han estado esperando que aparezcan los prometidos “príncipes” de la nueva tierra. Su esperanza se ha basado en la declaración del Salmo 45:16, que se dirige al Rey del nuevo mundo: “En lugar de tus padres serán tus hijos: los establecerás por príncipes en toda la tierra.” En el pasado hemos entendido que esto se aplica exclusivamente a los testigos de Jehová de los tiempos antiguos antes de Cristo, a los hombres que eran los antepasados naturales de Jesucristo, tales como Abrahán, Isaac, Jacob y David, o a los que eran fieles profetas o contestes de éstos. Su línea se extiende desde Abel hasta Juan el Bautista, y los nombres y las hazañas de algunos de éstos se mencionan en Hebreos, capítulo 11. Basándose sobre Hebreos 11:2, 38, las publicaciones de la WATCH TÓWER antes se referían a éstos como los “ancianos aprobados”.
6. ¿Qué hijos tendrá el Rey? ¿Cómo? Por eso ¿qué pregunta surge?
6 Cuando estuvo sobre la tierra Jesucristo murió sin casarse y sin tener hijos, pero el Salmo 45:16 nos asegura que en su gloria celestial como Rey él habrá de tener hijos terrestres, e Isaías 9:6 (Va) habla de su nacimiento y dice que él será llamado el “Padre eterno, Príncipe de paz”. Por medio de conceder vida eterna a los hombres obedientes por cuya vida en el nuevo mundo él murió, él habrá de tener muchos hijos, hijos del Príncipe de Paz. Él será su Padre Eterno. Aquellos que nosotros antes llamábamos “ancianos aprobados” también llegarán a ser sus hijos porque él los levantará de entre los muertos y les concederá la vida debido a su lealtad inquebrantable. De manera que la pregunta ahora es, ¿Se limitarán los hijos a quienes él hace “príncipes en toda la tierra” a los fieles testigos de Jehová Dios que vivieron antes de Cristo? ¿Qué es nuestra respuesta ahora?
7. ¿Cómo y por qué son favorecidos algunos con la llamada celestial en este tiempo? ¿Pero cuáles otros han aparecido ahora, y cuán numerosos?
7 El pueblo para el nombre de Jehová, a quien él ha llamado con la vocación celestial para ser del reino celestial y a quien él ha tomado de entre todas las naciones por medio del nuevo pacto, ahora está casi completo. Sólo queda un resto pequeño de éstos sobre la tierra. También de entre los muchos que hoy día se dedican completamente a Dios por medio de Cristo son pocos los que dan evidencia de haber recibido la llamada celestial. Es muy evidente que los pocos que ahora reciben la llamada celestial gozan de ese privilegio sólo para reemplazar a cualquiera de entre el resto espiritual que pierda su oportunidad del Reino debido a infidelidad en medio de este mundo. De manera que la llamada celestial pronto habrá de cesar, porque el número completo de miembros para la clase real por fin se habrá comprado de entre la humanidad y habrán probado que son vencedores fieles, venciendo el mundo de Satanás. Pero ya en este año de 1951 hay centenares de miles de otros que se han dedicado cabalmente a Jehová por medio de Cristo y que han emprendido el servicio importante de ser testigos de Jehová. Antes del año de 1935 nosotros nunca nos habíamos imaginado que habría esta tan “grande muchedumbre” de “otras ovejas” consagradas. ¿Qué hay acerca de éstas? es lo que ahora preguntamos.—Apo. 7:9-17.
8. ¿Qué dijo La Nueva Creación, capítulo 3, acerca de los tales?
8 Allá por 1904 el primer presidente de la Sociedad Watch Tówer escribió el sexto tomo de Scripture Studies (Estudios de las Escrituras), intitulado “La Nueva Creación”. En el capítulo 3, intitulado “La Llamada de la Nueva Creación”, él dijo esto, en la parte superior de la página 157: “Y podemos tener la seguridad de que todos los que se consagran y llevan a cabo un sacrificio cabal de sí mismos en el interés de la causa del Señor después que la llamada celestial se haya completado, hallarán que el Señor tiene todavía muchas bendiciones de alguna otra clase para dar; y que todas sus bendiciones son para aquellos que se consagran, y que se sacrifican a sí mismos. Es posible que ellos sean contados entre los fieles de la antigüedad que manifestaron la disposición sacrificadora que agrada a Dios, antes que principiara la ‘llamada celestial’.”
9. ¿Qué dijo La Atalaya (en inglés) del 1 de septiembre de 1915, acerca de los tales?
9 Años después de aquella publicación The Watchtower (La Atalaya en inglés) dijo esto en su número del 1 de septiembre de 1915, en los párrafos 5, 6 de un artículo acerca de la “obra de la cosecha” (páginas 268, 269): “Nuestro pensamiento es que con el cierre de la ‘puerta’ de esta edad evangélica ya no habrá más engendramiento por el espíritu santo a la naturaleza espiritual. Todo aquel que después se acerque a Dios por medio de la consagración, antes de la inauguración de la obra de restitución, será aceptado por él, no a una posición espiritual, sino a una posición terrenal. Los tales estarían en la misma condición que los ancianos aprobados que fueron aceptados por Dios. Los ancianos aprobados entraron, sin habérseles extendido ninguna llamada—no habiéndose abierto todavía la llamada celestial, . . . Nuestro pensamiento es que cualquiera que se consagra cabalmente al Señor bajo estas condiciones, para dejar todo y seguir en sus caminos, y que cumple esa consagración fiel y lealmente, quizás tenga el privilegio de ser contado entre una clase parecida a la de los que precedieron a esta edad evangélica. No conocemos razón alguna por qué rehusaría el Señor recibir a los que se consagran después del cierre de la llamada celestial de la edad evangélica y antes del principio cabal del Milenio.”
10. ¿Qué hechos tocante a esta clase se han esclarecido desde 1920?
10 En su número del 15 de enero de 1920, (páginas 21-28) en un artículo intitulado “Fieles—Antiguos y Modernos”, The Watchtower discutió el asunto de los “fieles modernos” de acuerdo con la información y los hechos que entonces se tenían a la mano y dijo ¡No! tocante a dicha clase. Pero eso fué quince años antes que se revelara la identidad de la “grande muchedumbre” que se simboliza en Apocalipsis 7:9-17. Eso fué años antes de que los miembros de esta grande muchedumbre de “otras ovejas” empezaran a reunirse en grandes números al lado del resto espiritual. Eso fué años antes de que se apreciara que era propio que esta grande muchedumbre se dedicara cabalmente a Dios por medio de Cristo. Pero, según hemos visto, los que ya forman parte de esta grande muchedumbre creciente se han dedicado a Dios por medio de Cristo tan cabalmente como lo han hecho los del resto espiritual. Igual que el resto, ellos han simbolizado esa dedicación de sí mismos por medio del bautismo en agua. Y desde ese entonces ellos han tratado de probar que es genuina esa dedicación de sí mismos haciendo la voluntad de Dios y sometiéndose a las responsabilidades de los testigos de Jehová.
11. En cuanto a su fe ¿cómo se comparan éstos a los fieles de la antigüedad?
11 ¿Son éstos, hombres y mujeres de fe como Abel, Enoc, Noé, Abrahán y Sara? Sí, y ellos han avanzado aun más que aquellos de la antigüedad en cuanto a creencia. Aquellas personas de la antigüedad nada más esperaron a Cristo la Simiente de Abrahán por medio de la fe. Pero estas “otras ovejas” del día presente han aceptado de hecho a Jesús como el Mesías su Salvador y Rey. Muchos hombres y reyes de la antigüedad deseaban ver las cosas que estas “otras ovejas” ahora están viendo y oyendo. Hoy, en vez de señalar hacia el futuro indefinido en dirección al Reino, estas ovejas declaran que el Reino ya se ha establecido y que ahora está listo para introducir el nuevo mundo.—Mat. 13:17.
12. ¿Han sufrido por causa de su fe como aquellos de la antigüedad? ¿Ya ha llegado a su fin todo eso?
12 Pero ¿han sufrido estas otras ovejas por causa de su fe como testigos de Jehová, como sufrieron los hombres y mujeres aprobados de la antigüedad? ¿Han soportado “pruebas por burlas y azotes, verdaderamente, aun más que eso, por cadenas y prisiones”? ¿Han sido apedreados, degollados con la espada, andando de aquí para allá en pieles de animales, estando necesitados, en tribulación y maltratados, y vagando por los desiertos, las montañas y cuevas y los refugios subterráneos de la tierra? (Heb. 11:36-38) ¿Se ha portado este mismo viejo mundo indigno de estos testigos modernos de Jehová? AHÍ está el registro de los años recientes. Consúltelo usted. ¡La evidencia ya es abrumadora! Pero todavía faltan muchas demostraciones de fe e integridad, falta todavía mucha testificación, todavía mucho sufrimiento intenso, antes de entrar victoriosos al nuevo mundo. De manera que estas “otras ovejas” del día presente ciertamente están probando que son testigos verdaderos del Dios Altísimo, así como lo hicieron sus fieles predecesores de los tiempos precristianos; pero tienen que seguir probando su devoción cabal hasta el fin durante el tiempo que todavía queda hasta el Armagedón y el nacimiento glorioso del nuevo mundo.
13. ¿Dice el Salmo 45:16 que únicamente los “padres” serán hechos “príncipes”? ¿Cuál es el sentido de ese pasaje?
13 Los que manifiestan su fe e integridad cabalmente llegarán a ser hijos del Rey Jesucristo, el Padre Eterno, así como los fieles de la antigüedad que precedieron a Cristo. Siendo que manifiestan una fe parecida, no hay cosa alguna que impida bíblicamente que él tome a cuantos él requiera de estas “otras ovejas” para hacerlos “príncipes en toda la tierra”. Cuando examinamos el Salmo 45:16 notamos que no dice que únicamente los que fueron los “padres” terrestres del Rey ungido serán los hijos a quienes él hará príncipes visibles terrestres para representar el Reino celestial. Para dar el sentido la traducción de la Biblia por Móffatt traduce el Salmo 45:16: “Tus hijos ocuparán el lugar de tus padres, y se levantarán para ser príncipes por sobre toda la tierra.” La traducción católica romana francesa por Crampon lo traduce: “Tus hijos tomarán el lugar de tus padres; los constituirás por príncipes sobre toda la tierra.” La traducción católica romana española por Nácar-Colunga lo traduce de una manera parecida.
14. ¿Cómo se aplica el término hebreo Sar? y por eso, ¿qué indica para los fieles en cuanto a oportunidades futuras?
14 Y cuando consideramos el término príncipe, traducido de la palabra hebrea Sar (femenino, Sara), vemos que no se aplica siempre ni necesariamente al hijo de un rey, a un príncipe de nacimiento real que es hecho un oficial del estado o un funcionario gubernamental. Significa primero, el delantero o el principal de cualquier clase, la cabeza de cualquier compañía o grupo. Por esto en la Biblia este término hebreo Sar, que a veces se traduce príncipe, también se aplica al mismo Jesús, al arcángel Miguel, a los príncipes de las tribus de Israel, a los príncipes de las provincias, a los gobernadores de ciudades, y a los jefes o capitanes de la guardia, a capitanes de miles, de centenas, de cincuentenas, de decenas. Por esto, el ser hechos príncipes, según el sentido hebreo de la palabra Sar, en la sociedad del nuevo mundo, en la “nueva tierra”, ofrece muchas oportunidades de servicio con diferentes grados de responsabilidad; y habrá muchos de esos privilegios. En la nueva tierra no llevarán títulos en conexión con sus nombres, tales como “príncipe Carlos”, “príncipe Abrahán,” “príncipe Alberto,” etc. No; estaremos viviendo entonces bajo un gobierno CRISTIANO. Ya estamos viviendo bajo ese gobierno divino, y no tenemos cosa parecida a esos títulos en la organización teocrática ahora. Por eso sería inconsistente pensar que en ese tiempo usaremos cualquier clase de título para dirigirnos a persona alguna. Pero así como ahora podemos referirnos a oficiales como siervos o directores de la Sociedad, en ese entonces podremos referirnos a ellos como sarim (príncipes) en el sentido hebreo de la palabra. Todo lo que podemos decir ahora es que las “otras ovejas” que han recibido posiciones de responsabilidad en la organización teocrática visible de este día, aunque sea sobre un grupo de diez que se junta en la vecindad para el estudio de la Biblia y para el servicio unido, deben de cumplir bien con sus responsabilidades ahora. Acuérdese de la regla declarada por Jesús: “La persona que es fiel en lo muy poco es fiel también en lo mucho.” (Luc. 16:10, NM) Únicamente si usted se prueba fiel en lo que se le encomienda ahora cuando este viejo mundo está desapareciéndose podrá usted tener esperanza alguna de ser hecho un príncipe en la nueva tierra junto con los fieles testigos resucitados de los tiempos antiguos de antes de Cristo.
PARA UNA SALIDA ORGANIZADA
15. ¿Por qué vivimos diferentes ahora a la sociedad de este mundo?
15 Gloriosa, pues, es la expectativa para todos nosotros que continuamos fieles. Por virtud del nuevo pacto de Dios por medio de Cristo ya estamos entre el nuevo sistema de cosas. Pero estamos progresando hacia más nuevos sistemas de cosas debido a la recreación de un mundo entero de justicia, con nuevos cielos y una tierra nueva. No formamos parte de este viejo mundo y no nos mezclamos en sus asuntos. Ese hecho testifica que estamos bajo el sistema del nuevo pacto y que estamos de parte del nuevo mundo. Que Jehová Dios está tratando con nosotros de esta manera añade a la prueba de que el nuevo mundo está acercándose. Dios no nos está preparando ahora en vano. No; sino que él tiene un nuevo mundo reservado para nosotros. Sabiendo lo que está a la mano, Dios ahora está preparando una sociedad del nuevo mundo. Esa es la razón por la cual estamos viviendo de una manera diferente, como un pueblo que no forma parte de la sociedad de este viejo mundo. Él no está preparando solamente a su resto de israelitas espirituales que serán los miembros del reino celestial de los nuevos cielos. Él también está preparando a nuestros compañeros de buena voluntad, a la grande muchedumbre de “otras ovejas”, para formar la sociedad visible de la nueva tierra. Proverbios 14:28 declara: “En la muchedumbre de su pueblo está la gloria del rey; y en la escasez de gente, la ruina del príncipe.” Conforme a este principio el Rey Jesucristo, el Príncipe de Paz, ahora está juntando un rebaño grande y sin número de sus “otras ovejas” terrestres dentro de una sola manada.
16. ¿Por qué tienen la seguridad de sobrevivir al Armagedón el resto y las “otras ovejas”?
16 El resto y las “otras ovejas” entrarán juntos al nuevo mundo con seguridad, no importa qué desesperadamente trate de destruirnos este viejo mundo de Satanás. Este no puede impedir que nosotros sobrevivamos la batalla del Armagedón para entrar al nuevo mundo así como no puede estorbar o destruir los nuevos cielos y la nueva tierra. “Porque,” para citar de Isaías 66:22, “así como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer, permanecerán delante de mí, dice Jehová, así también permanecerá vuestro linaje y vuestro nombre.” La preparación que él ahora hace de un núcleo de la sociedad del nuevo mundo nunca será en vano. Escondido por la mano poderosa de Jehová durante los días de su ira contra el viejo mundo condenado, este núcleo pasará a través del Armagedón, así como Noé y su familia pasaron a través del Diluvio, escondidos en el arca. Ustedes sobrevivientes del Armagedón serán los primeros que entrarán al campo de acción en la “nueva tierra”.
17. ¿Cómo deseamos salir? ¿Qué seguirá?
17 Pero nuestro deseo es que, después del Armagedón, cuando salgamos del arca de refugio salgamos organizados. Quizás el enemigo todavía nos tome dentro de su poder para esparcirnos físicamente o para forzarnos a la clandestinidad. Pero cuando él sea destruído en el Armagedón y nosotros salgamos de los lugares arruinados donde nos había detenido, marcharemos adelante teocráticamente organizados, conociendo el proceder de la organización. Y nos volveremos a juntar y trabajaremos, por sobre todo este globo, como la sociedad libre del nuevo mundo teocrático. Al debido tiempo el fiel resto recibirá su cambio por medio de la muerte y la resurrección y será juntado a los nuevos cielos invisibles, pero las “otras ovejas” seguirán adelante formando la nueva tierra junto con los “príncipes” visibles. Esa “nueva tierra” justa crecerá de este pequeño núcleo hasta que incluya a todos los muertos que serán resucitados de los sepulcros y que obedezcan al Reino. Cuando el Reino haya cumplido el propósito de Dios para con la humanidad al fin de los mil años, entonces ese arreglo terminará. Entonces seguirán nuevos sistemas de cosas para el deleite y la bendición de la humanidad fiel de la nueva tierra para toda la eternidad.—1 Cor. 15:24-28.
18. ¿Cuál, pues, es nuestra determinación de aquí en adelante?
18 Con estas expectativas admirables tan cerca de nosotros, mantengamos la organización teocrática y dejemos que Dios siga mejorándola como la sociedad del nuevo mundo. Que nunca miremos hacia atrás a esta Sodoma moderna que está reservada para la destrucción; sino que sigamos con nuestras caras hacia el frente ejerciendo una fe completa. ¡Adelante, pues, firmemente, todos juntos, como la sociedad del nuevo mundo!