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¿Quiénes deben participar?

EL 29 de marzo, después de la puesta del Sol, alrededor del mundo se celebrarán miles de reuniones como la que se ilustra arriba. Esta es la celebración del Memorial o la Conmemoración de la muerte de Jesucristo. Note el pan y el vino que se pasarán entre los concurrentes. ¿Quiénes deben participar de estos emblemas?

Lo que Jesús dijo a sus 11 apóstoles fieles cuando instituyó esta cena conmemorativa nos ayuda a contestar esta pregunta. Cuando pasó la copa de vino a sus apóstoles, dijo: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre, que ha de ser derramada a favor de ustedes” (Lucas 22:20). Así, mediante la muerte sacrificatoria de Jesucristo, se puso en vigor un “nuevo pacto”. ¿Qué pacto ‘antiguo’ o “anterior” fue reemplazado? (Hebreos 8:13.)

Fue el pacto de la Ley. Este se hizo con la nación de Israel poco después que ésta escapó de su cautiverio en Egipto. Moisés fue el intermediario, o mediador, de aquel pacto entre Jehová Dios y los israelitas (así como Jesús es el “mediador de un nuevo pacto”). El sacrificio de animales, en el monte Sinaí, puso en vigor el pacto de la Ley (Hebreos 9:15-20). Pero es interesante el hecho de que una vasta compañía mixta, compuesta de personas no israelitas, escapó de Egipto con los israelitas. Y aunque disfrutaba de ciertos beneficios como resultado de aquel pacto, no estaba incluida en él. (Éxodo 12:38, 43-45, 48, 49.)

En cuanto al nuevo pacto, la situación es similar. Solamente los cristianos a quienes se identifica como “el Israel de Dios” están en este pacto con Jehová Dios (Gálatas 6:16). Jesús comparó a esta cantidad limitada de cristianos a un “rebaño pequeño” (Lucas 12:32). No obstante, hay una “grande muchedumbre” de otros cristianos a quienes Jesús identificó como sus “otras ovejas” (Revelación 7:9, 10, 14; Juan 10:16). Aunque estos cristianos se benefician del nuevo pacto, no están incluidos en él.

El apóstol Juan mostró la diferencia que hay entre estos dos grupos que se benefician del sacrificio de Jesús al explicar lo siguiente acerca de Cristo: “Él es un sacrificio propiciatorio [que cubre los pecados] por nuestros pecados [los pecados del “rebaño pequeño”], empero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”. (1 Juan 2:2.)

Por lo tanto, en la celebración del memorial o la conmemoración de la muerte de Cristo, solo los que componen “el Israel de Dios” deben participar del pan y del vino emblemáticos. La cantidad de los que componen este cuerpo de israelitas espirituales asciende a 144.000, quienes gobernarán con Cristo en su Reino celestial (Revelación 14:1). Por otro lado, los que componen la vasta compañía internacional de “otras ovejas”, quienes no participan de los emblemas, disfrutarán de vida eterna en el Paraíso terrestre y recibirán los beneficios de la gobernación del Reino.

[Ilustraciones en la página 21]

“OTRAS OVEJAS” Y “REBAÑO PEQUEÑO”