Una asamblea internacional de vencedores del mundo
EL 20 de junio de 1973, se inició en Detroit, Michigan, la Asamblea Internacional de los Testigos de Jehová “Victoria Divina.” Fue la primera de una serie de asambleas que se celebrarían en las ciudades principales por todo el globo terráqueo. Se había hecho planes para unas cuarenta de esas reuniones que se celebrarían hasta agosto en el territorio continental de los Estados Unidos, el Canadá, Europa y Asia. Desde septiembre hasta enero, a la América Central y del Sur, las islas del Pacífico, Australia y África les tocaba ser anfitriones de otras treinta reuniones.
La internacionalidad de la asamblea fue bien ilustrada por las sesiones en el Estadio Yankee de la ciudad de Nueva York, del 6 al 10 de julio. Asistieron personas de todas las edades y antecedentes de la mayor parte de los continentes. (Cientos de los delegados extranjeros se detuvieron solo de pasada en Nueva York en camino a otras asambleas norteamericanas.) Entre el 19 y el 29 de junio vinieron treinta y tres vuelos fletados con 179 pasajeros cada uno al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy procedentes de toda Europa. También hubo otros grupos más pequeños de lugares tan lejanos como la India, Etiopía, Turquía y el Brasil. En conjunto, la concurrencia máxima de Nueva York de 79.256 incluyó a delegados de más de sesenta países.
Por todo el mundo se apoya la paz y la hermandad solo de dientes afuera. Pero los delegados que viajaron a estas asambleas mostraron que esto puede ser y es una realidad. Aunque eran de muchos países diferentes, no estaban separados por fuerzas divisivas, sino que estaban unidos en hermandad cristiana. Con la ayuda de Dios son vencedores del mundo, triunfadores sobre estas fuertes presiones mundanas.
Victoriosos sobre las presiones nacionalistas
Por ejemplo, uno de los más fuertes factores divisivos en acción en el mundo hoy día es el nacionalismo. A medida que más y más naciones asumen autogobierno, este problema se intensifica. Jesús, que dijo de sí mismo: “Yo he vencido al mundo,” también dijo en oración que sus seguidores “no son parte del mundo.” (Juan 16:33; 17:14) Los testigos de Jehová, prescindiendo de su país natal, toman estas palabras a pecho.
Considere a Irlanda del norte. Centenares de personas han muerto en la guerra entre católicos y protestantes. Pero los testigos de Jehová no toman parte en esa lucha. “La gente respeta a los testigos de Jehová en Irlanda del norte porque somos neutrales,” declaró un representante especial de Belfast. “Verdaderamente se nos conoce por ser diferentes.” También señaló que debido a las condiciones en Irlanda del norte muchas personas de corazón honrado se han percatado de la falta de seguridad en el mundo. Ahora están un poco más dispuestas a escuchar el mensaje que les llevan los Testigos.
Los Testigos que visitaron la asamblea de Nueva York desde varias partes del África también han superado el nacionalismo. En ese continente algunos que tenían la perspectiva de llegar a ser jefes tribuales han renunciado a esta oportunidad y a los privilegios y al prestigio relacionados con ello.
Algunos delegados han estado resistiendo el nacionalismo por veintenas de años. Uno que reside cerca de Londres, Inglaterra, recuerda las luchas que el pueblo de Dios ha tenido a través de dos guerras mundiales. Miembros de su propia familia perdieron sus empleos y fueron encarcelados por mantener una posición neutral. Durante la II Guerra Mundial él y su esposa consolaron con verdades bíblicas a los que vivían en las zonas bombardeadas de su país. Las muchas pruebas y dificultades a través de los años no han debilitado a este matrimonio. Más bien, dicen: “La oposición verdaderamente lo fortalece a uno.” Obviamente sus más de cien años de servicio cristiano combinado prueba que el mundo no los ha vencido.
Pero otras fuerzas además del nacionalismo han obrado para destruir la unidad y fe del pueblo actual de Dios.
Venciendo al materialismo
Cuando el apóstol Juan les escribió a los cristianos que habían “vencido al inicuo,” advirtió: “No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo.” Esto incluye el materialismo. Los cristianos modernos han estado resistiendo las presiones del materialismo.—1 Juan 2:14-17.
Un inglés que, junto con su familia, vino de la asamblea de Nueva York, en un tiempo fue un administrador de una gran compañía de alimentos. Su trabajo era desafiante, pero también consumía mucho de su tiempo. Frecuentemente razonaba que estaba trabajando duro para ganar dinero “por el bien de mi familia.” Pero, dice que un día recapacitó que lo mejor que el mundo podía ofrecer a su familia era algo mediocre. El ceder al materialismo no le daría a su familia vida eterna y felicidad. Se preguntó: “¿Cómo puedo predicar que está cerca el fin del sistema mientras yo mismo me apoyo firmemente en el sistema?” Así es que renunció al trabajo y vendió su casa y los muebles. Ahora él y su familia sirven en otra zona donde tienen una mayor participación en ayudar a otros a llegar a conocer la voluntad de Dios.
El materialismo también existe en las naciones que no han sido extensamente industrializadas. Un delegado misionero de Papuasia dice que el país ha prosperado materialmente desde que comenzó a cultivar café en gran escala hace diez o quince años. ¿Están las personas ahora verdaderamente en mejor condición? Ciertamente no lo están los que usan el dinero añadido para comprar alcohol. Los hechos muestran que la borrachera, el crimen y otros problemas sociales están aumentando.
Pero, ¿qué están haciendo los cristianos verdaderos en esas naciones? Este misionero informa que la mayoría no ha sido afectada por el pensar materialista. Estas personas sí mejoran su condición sin hacerse esclavos del materialismo. ¿Cómo? Aprendiendo a usar sus recursos de una manera consistente con principios cristianos. Ahora, en vez de gastar todo su dinero en beber, lo gastan para sostener a su familia.
A la larga, por supuesto, depende de Dios el remover el entero sistema materialista en todo el mundo. Dice un matrimonio de la América del Sur: “Los hermanos están pasándola lo mejor que pueden con los bienes materiales que sí tienen y están esperando pacientemente por la ‘victoria’ de Jehová sobre este mundo.”
No vencidos por la inmoralidad
Desde el primer siglo a los cristianos también se les ha advertido que no deben ser vencidos por la impureza y la inmoralidad sexual. (Rev. 2:20-26) Entre los delegados a la asamblea de Nueva York se hallaban personas que habían resistido con buen éxito los caminos inmorales e impuros del mundo.
Un grupo de tres delegados de Beirut, Líbano, en un tiempo fue miembro de una orquesta de cinco músicos. Aprendieron la verdad acerca de la Biblia con los testigos de Jehová y comprendieron que tenían que cambiar su modo de vivir. Pero no fue fácil cambiar sus hábitos. Uno de los delegados recuerda: “Jehová me ayudó a sobreponerme a hábitos que creía que nunca podría dejar... como usar hachís, fumar tabaco y vivir una vida inmoral.” Sí, con la ayuda divina, se le ayudó a triunfar sobre la suciedad del mundo.
Estos delegados y decenas de miles que se reunieron con ellos no se doblegaron bajo las presiones nacionalistas, materialistas e inmorales; ellos han “vencido al mundo.” El programa de la asamblea los fortaleció mucho para mantener su fe. ¿Cómo fue esto?
El programa enfatiza la Victoria Divina
A los delegados se les recordó en conferencias, demostraciones y dramas bíblicos de la veracidad de las palabras del apóstol Juan: “La victoria que derrota al mundo es nuestra fe, pues, ¿quién es vencedor del mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5:4, New English Bible) Un orador señaló: “La pregunta para el discípulo es: ¿Lo vencerá a él el mundo, o vencerá él al mundo?”
En la asamblea de Nueva York los visitantes que hablaban otro idioma recibieron un programa especial en tres mañanas de su visita. Hubo breves conferencias por los miembros de más antigüedad de la central mundial de la Sociedad Watch Tower.
Giras y arreglos de alojamiento
Miles de los visitantes también fueron a ver personalmente la central mundial de la Sociedad Watchtower. Vieron producir Biblias, libros y revistas que más tarde quizás ellos mismos usen. También se visitó “Betel,” el hogar para los 1.300 ministros voluntarios que laboran en la fábrica y las oficinas y hacen trabajo relacionado en Brooklyn. El Departamento de Información de la Asamblea reservó más de cien autobuses completos para viajes con el fin de dar giras para ir a ver la Hacienda de la Watchtower. En ésa se producen las hortalizas, las frutas, la carne y los productos lácteos, que se usan para alimentar al personal de Betel. También se hace alguna impresión de la revista Watchtower en una fábrica recientemente construida.
Pero, ¿cómo se atendió a todos estos visitantes mientras estuvieron en Nueva York? Con meses de anticipación los departamentos de Alojamiento e Información de la Asamblea hicieron arreglos especiales. Se reservó una gran sección de la nueva terminal aérea de la Pan Am en el Aeropuerto Kennedy para recibir a los delegados especiales que llegaban. Los autobuses recogían a los delegados en el aeropuerto para transportarlos a un centro de distribución central. Allí un “conjunto de automóviles” de más de 500 conductores voluntarios llevaba a los visitantes a sus alojamientos. Alrededor del 90 por ciento de los extranjeros fueron alojados con norteamericanos que son testigos de Jehová o con personas interesadas en su trabajo. Donde fue posible, los visitantes que hablaban alemán fueron alojados con norteamericanos que hablaban alemán, francés con norteamericanos que hablaban francés, así por el estilo. Sin embargo, en algunos casos los delegados y los anfitriones tenían que comunicarse con el lenguaje de ademanes y señas o con las pocas palabras del otro idioma que cada uno entendía. Sin embargo, los unían lazos de genuina hermandad.
La Asamblea Internacional “Victoria Divina” de los Testigos de Jehová es una evidencia más de que los Testigos se han demostrado victoriosos sobre las influencias divisivas del mundo. El pueblo de Dios aguarda el tiempo, que vendrá pronto, cuando el Señor Jesucristo ‘complete su victoria’ sobre todos sus enemigos. Para entonces habrán desaparecido completamente los principales impedimentos para la paz y una gran muchedumbre de sobrevivientes exclamará jubilosamente: “¡Victoria a nuestro Dios que se sienta en el trono, y al Cordero!”—Rev. 6:2; 7:9, 10, NE.
[Ilustración de la página 13]
Ninguna división nacional o racial echa a perder el placer de verdadera hermandad cristiana entre los testigos de Jehová
[Ilustración de la página 15]
La visita a la central impresora de la Sociedad Watchtower fue una de las experiencias sobresalientes de su visita a Nueva York
[Ilustración de la página 16]
Testigos españoles disfrutan de las experiencias de los que han mantenido neutralidad cristiana por muchos años
[Ilustraciones de la página 14]
Testigos locales reciben afectuosamente a delegados en el aeropuerto
Testigos del extranjero son bienvenidos en los hogares de otros Testigos durante la asamblea