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Un problema verdadero¡Despertad! 1979 | 8 de abril
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es propietario de su casa y emplea a muchos hombres en su taller. Pero no está satisfecho con su porción en la vida. En un esfuerzo por acumular más riquezas, paga una buena suma por una paloma que supuestamente puede multiplicar el dinero de manera milagrosa. Pero sus esperanzas se hacen añicos cuando el ave se le escapa, y nunca regresa. Para compensar por su pérdida el carpintero le paga a un mago para que por medio de magia éste haga aparecer una suma considerable que se pueda depositar en un banco antes que desaparezca. El mago recibe su paga. Pero antes de llegar al banco, el carpintero se desalienta al descubrir que solamente lleva pedazos de papel, no dinero. Más tarde, debido a que repetidas veces rehúsa presentarse ante los tribunales para explicar por qué no ha pagado los impuestos, se emite una orden de detención contra él. Atemorizado, el carpintero huye, dejando tras sí su casa, familia y taller.
Estos no son cuentos. Son realidades trágicas. ¿Hay de veras una fuente que provea pautas sanas y la motivación necesaria para evitar consecuencias tan tristes como éstas? Sí, consiste en una colección de escritos que han sido traducidos, por lo menos en parte, a más de 1.600 idiomas. La porción más reciente de esta colección fue terminada hace casi 1.900 años. En el siglo XX se han impreso y distribuido por toda la Tierra centenares de millones de ejemplares de la obra completa. Este extraordinario libro es la Biblia. Lo invitamos a examinar con nosotros la certeza de que el seguir los elevados principios contenidos en la Biblia puede ayudarlo a poner pan en su mesa.
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Evite una “vida de vana ostentación”¡Despertad! 1979 | 8 de abril
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Evite una “vida de vana ostentación”
LA Biblia provee una pauta muy sana: Evite una “vida de vana ostentación.” (1 Juan 2:16, The New American Bible) ¡Cuántas veces se pasa por alto este consejo!
En muchas partes del mundo la gente compra televisores en colores y otros costosos artículos de lujo, y descuida cosas más importantes. Es posible que la familia vista mal. Quizás no tengan un cuarto de baño y un inodoro adecuados e higiénicos. Las reparaciones esenciales de la casa, incluso el reemplazo de las ventanas rotas, se posponen por falta de fondos. Especialmente a las personas que compran artículos de lujo a crédito les queda muy poco dinero para los artículos que verdaderamente son de primera necesidad.
Es común el que la gente gaste más de lo que tiene. Quizás traten de mantener una segunda casa en la playa o en el campo meramente como símbolo de su nivel social. Debido a que creen que obtendrán un aumento en el salario o una entrada adicional de otra fuente, muchos se endeudan a pesar de no tener seguridad de que sus esperanzas se materializarán.
Sin embargo, cuando vienen reveses financieros, como a menudo sucede, los problemas de familia crecen. Puede que entonces la esposa y los hijos acusen al que gana el sustento de la familia de ser un fracaso debido a que ya no puede satisfacer sus deseos de tener artículos de lujo. Quizás lo comparen desfavorablemente con parientes o conocidos que están en mejor situación financiera. Cuando esto sucede muchos hombres se desesperan. Por ejemplo, un judío que vivía en una casa grande y hermosa en una zona residencial excelente de São Paulo, Brasil, le dijo lleno de lágrimas a un perfecto desconocido: ‘Estoy a punto de suicidarme o volverme loco.’ ¿Por qué? Su esposa ya no estaba satisfecha con los ingresos de él, pues otros parientes ganaban el doble de lo que él ganaba.
Una “vida de vana ostentación” ha significado completa ruina familiar para algunas personas. Así le sucedió a un granjero africano de corta estatura y de edad, de Rodesia. Aunque entrado en años, quería que otros pensaran que era joven. Debido a que tenía muchos deseos de ser propietario de un automóvil, vendió varias de sus reses y compró un automóvil de segunda mano. Puesto que no tenía matrícula para conducir, el granjero tuvo que depender de otra persona para transportar el automóvil a su hogar. Pronto descubrió que había asumido un gasto tremendo. Para mantener el vehículo en función, pagó más en reparaciones que todo el costo inicial del automóvil. Por lo tanto, dejó su granja y se fue a trabajar en la ciudad, sin llevar consigo a su esposa y familia. Cada fin de semana regresaba al hogar, pero con el tiempo esto cesó y llegó a envolverse en una vida inmoral. ¡Qué precio tan alto pagó por un automóvil de segunda mano!
Si usted quiere disfrutar del pan de cada día, trate de atenerse a las pautas bíblicas. Tenga presente que las cosas materiales no son duraderas. El atribuirles excesiva importancia puede llevarlo a la ruina. La Biblia expresa esto bien al decir: “Atracciones carnales, seducciones para el ojo, una vida de vana ostentación... todas éstas son cosas del mundo. Y el mundo con sus seducciones está pasando.”—1 Juan 2:16, 17 NAB.
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