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El rescate, maravillosa expresión de amor y justiciaLa Atalaya 1971 | 15 de septiembre
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también llega a la “grande muchedumbre.” Están disfrutando de los excelentes beneficios de paz con Dios, felicidad, una esperanza y un propósito en la vida, una vida completamente cambiada, con un acercamiento a Jehová Dios y su bendición. También tienen una obra feliz y edificante que hacer para la vindicación de Jehová. En el nuevo orden que tanto se ha acercado, alcanzarán la perfección humana como hijos de Dios.—Rom. 8:21.
EL RESCATE MÁS FUERTE QUE EL PECADO
34. ¿De qué manera es el rescate más fuerte que el pecado de Adán?
34 Resumiendo el asunto, podemos decir que el rescate es más fuerte que el pecado de Adán. El pecado de Adán hizo caer a todos. El rescate, por supuesto, no salva a toda alma humana sin excepción, pero aun así es más fuerte que el pecado innato en nosotros. ¿Cómo? Toda alma sin excepción que quiera libertarse de pecado e imperfección puede conseguir que se le elimine y quedar enteramente limpia. Aun los que serán resucitados de entre los muertos tendrán la oportunidad de aprovecharse del rescate. Los que no consigan vida serán personas que no quieren la soberanía de Jehová. No aman la justicia ni odian el desafuero. Se condenan a sí mismas, añadiendo su propio pecado voluntarioso a su pecado heredado.—Juan 3:17-21.
35. ¿Cómo será borrado —reducido a nada— todo lo que hicieron Adán y Satanás?
35 Por lo tanto, el rescate de Cristo, administrado por el régimen de su Reino, elimina completamente lo que hizo Adán. El último enemigo, la muerte (la muerte acarreada a la humanidad por el pecado de Adán), será reducido a la nada. Cuando se elimine la muerte, entonces nada de lo que hizo Adán —nada de lo que le acarreó a la raza humana— estará aquí en absoluto. No quedará nada en absoluto que pueda señalarse como resultado del pecado de Adán. (1 Cor. 15:26, 56) Y no quedará nada que pueda señalarse como resultado del pecado del Diablo porque, como dice la Biblia: “Con ese propósito el Hijo de Dios fue manifestado, a saber, para desbaratar las obras del Diablo.” (1 Juan 3:8) Satanás habrá desperdiciado completamente su esfuerzo y habrá perdido la vida. La sombra que ha caído sobre el nombre de Jehová y su creación será borrada completamente. El nombre de Dios será vindicado plenamente para toda la eternidad y los que quieran su soberanía estarán allí, vivos, para alabanza de él.—Sal. 150.
36. Después de considerar la provisión del rescate de Jehová, ¿qué exclamación podemos hacer?
36 ¡Qué bondad amorosa de Dios! ¡Y qué amor de parte de nuestro Señor Jesucristo! Podemos decir con el apóstol: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios e ininvestigables sus caminos!” (Rom. 11:33) Teniéndoles verdadero aprecio a estas cosas, podemos exclamar, sin importar qué cosas traiga el mundo para causar dudas y para atacar nuestra fe: ‘¿No es esto motivo suficiente para dar la vida por ello?’—Hech. 20:24; 21:13.
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La resurrecciónLa Atalaya 1971 | 15 de septiembre
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La resurrección
● La idea de una resurrección de los muertos se les hacía particularmente difícil de aceptar a los griegos de sabiduría mundana de tiempos antiguos. Por eso cuando el apóstol Pablo habló a los filósofos atenienses en el cerro de Marte escucharon atentamente hasta que él mencionó la resurrección. (Hech. 17:31-34) En el Octavius de Minucio Félix, de a principios del siglo tercero E.C., hay una interesante defensa de la resurrección en el capítulo 34: “Pero, ¿quién es tan tonto o tan irracional que se atreva a negar que el hombre, tal como al principio pudo ser formado por Dios, así puede ser formado de nuevo; que él no es nada después de la muerte, y que no era nada antes de comenzar a existir; y que tal como de la nada le fue posible nacer, así de la nada le sea posible ser restaurado?”—The Ante-Nicene Fathers, tomo 4, pág. 194.
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