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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1964
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1964
w64 15/8 págs. 488-491

Traducción de la Biblia que honra a Dios

AL Creador, Jehová Dios, le corresponde honra. ¿Por qué? Por lo que es y por lo que ha hecho. Como el Soberano Universal, el Altísimo, el Rey de la Eternidad, el Creador de todas las cosas vistas e invisibles, él es incomparable, sin par, sin parangón.

Adecuadamente, Jehová Dios hizo que su Palabra, la Biblia, se escribiera de tal manera que lo honrara; algo de ella en hebreo, algo en arameo y el resto en griego. Puesto que comparativamente pocas personas hoy en día pueden leer la Biblia en sus lenguas originales, hay que traducirla. Hasta la fecha la Biblia, toda o en parte, ha sido traducida a 1,202 idiomas. Comprendiendo esta necesidad, los publicadores de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en inglés ya han traducido las Escrituras Griegas Cristianas de esa traducción a otros seis idiomas: alemán, español, francés, holandés, italiano y portugués.

Obviamente, mientras mejor es la traducción, más honra a Dios. ¡Qué seria responsabilidad coloca esto sobre todos los que participan en la traducción de la Biblia! Desafortunadamente, no toda la traducción de la Biblia se hace con entendimiento de este hecho. Por ejemplo, la más popular versión de la Biblia en inglés hasta la fecha honra al rey Jaime. Se conoce popularmente como la Versión del Rey Jaime, mientras que sus traductores eliminaron de su texto el nombre de Dios salvo en unos cuantos versículos.

¿Qué se requiere de la traducción de la Biblia para que ella honre a Dios? Entre otras cosas, tiene que ser escrupulosamente honrada. En segundo lugar, tiene que estar libre de prejuicio religioso. Tercero, los que hagan la traducción deben tener acceso a las mejores fuentes posibles y estar capacitados tanto en lo que toca al lenguaje del manuscrito de la Biblia como en lo que toca al lenguaje al cual estén traduciendo. Cuarto, tal traducción también tiene que ser armoniosa y consistente de principio a fin. Y quinto, dado que es imposible que los humanos imperfectos sean enteramente objetivos, se desprende que la traducción de la Biblia que acepta las afirmaciones de la Biblia de que es la Palabra de Dios tiene mucho más probabilidad de estar en lo correcto que la que se basa en el punto de vista de que mucho de la Biblia es pia fraus, es decir, “un fraude piadoso.”

TRADUCCIÓN QUE NO HONRA A DIOS

Al grado que la traducción de la Biblia, debido a prejuicio religioso, exalte indebidamente a criaturas, a ese grado no honra a Dios. La traducción de la Biblia que se muestra expuesta a este cargo es la que se halla tanto en la traducción de Douay (1610) como la traducción de Knox (1948) en Génesis 3:15. Según éstas el texto dice: “Ella te aplastará la cabeza, y tú asecharás el talón de ella.” “Ella te ha de aplastar la cabeza, mientras tú estás en asecho de los talones de ella.” Puesto que tanto la Versión de los Setenta griega como el texto hebreo masorético tienen estos pronombres en género masculino, no hay excusa para traducir este texto así, con la mira de exaltar a la “Virgen María.” No solo reconocen este hecho traducciones judías y otras traducciones no católicas, sino que también lo reconocen aun determinadas traducciones católicas romanas, como la Confraternidad Católica que dice: “Él te aplastará la cabeza, y tú asecharás el talón de él.”

Otro ejemplo de traducción de la Biblia que, al exaltar a una criatura humana, María, no trae honra a Dios es Juan 2:4 según la traduce la versión Confraternidad Católica: “Jesús le dijo: ‘¿Qué quieres que haga yo, mujer?’” Claramente el prejuicio religioso resultó aquí en una traducción que no honra a Dios, porque representa al Hijo de Dios como estando todavía dominado por su madre al emprender su ministerio a la edad de treinta años. Una nota al pie de la página que trata de justificar esta manera de traducir solo hace más manifiesto el prejuicio. Tanto la traducción católica Douay como la traducción Knox concuerdan con las traducciones no católicas en que Jesús le habló a su madre exactamente de manera contraria: “Mujer, ¿qué nos importa eso a mí y a ti?” (Dy) “No, mujer, ¿por qué me molestas con eso?”—Knox.

Luego, también, hay razón para concluir que la mayor parte de 1 Juan 5:7, 8, que se usa para enseñar un concepto babilónico pagano de Dios, se introdujo furtivamente en determinadas versiones latinas de las Escrituras Cristianas por error. Sin embargo, sea como fuere, patentemente no es honrado, en vista de toda la evidencia que tenemos a la mano hoy en día en contra de que esto sea parte de la carta inspirada de Juan, el continuar publicando Biblias que contengan esta materia espuria, que dice: “En el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno. Y hay tres que dan testimonio en la tierra.”—VA.

Según A Catholic Commentary on Holy Scripture, esto “no se halla en todos los M.SS., salvo en los muy recientes; en todas las antiguas versiones, salvo las latinas; en unos cincuenta M.SS. de la Vulgata, incluyendo los mejores, igualmente en la mayoría de los padres griegos y latinos. . . . Ahora se considera generalmente que este pasaje, llamado el Comma Johanneum, es un comentario que se introdujo furtivamente en el texto del Latín Antiguo y la Vulgata en una fecha temprana, pero se introdujo en el texto griego solo en los siglos 15 y 16.” No obstante, este versículo todavía se halla en muchas versiones católicas modernas, inglesas, portuguesas, españolas, italianas, etcétera, así como en algunas versiones no católicas. El retener este pasaje espurio en la Biblia no honra a Dios, pues le quita su posición singular de Altísimo.

La traducción de la Biblia que se está preparando bajo los auspicios de la Sociedad de Publicaciones Judías de Norteamérica también está incluida entre las que no honran a Dios en todas sus maneras de traducir. Entre otras cosas, interpreta el tercero de los Diez Mandamientos de modo que aplique solo al perjurio, basándose en que el tomar el nombre de Jehová de manera indigna no es de suficiente importancia como para ser prohibido en el Decálogo. Pero si ése es el caso, ¿por qué invocó Jehová pena de muerte para el que sí tomó su nombre de manera indigna en los días de Moisés? (Lev. 24:10-23) Esta nueva traducción también quiere quitarle a Dios la fama que consiguió para sí en el mar Rojo al indicar que los israelitas cruzaron un mar de cañas en vez del mar Rojo; ¡como si Faraón y todos sus carros, caballos y soldados de caballería hubieran perecido en un pantano que abundara en cañas! No sorprende, por lo tanto, que esta clase de traducción haya sido atacada por determinados rabinos ortodoxos.

Al pretender desprenderse de mucho “desatino” de la Biblia, a los eruditos que están trabajando en la porción de las Escrituras Hebreas de la Nueva Biblia Inglesa también se les tiene que acusar de traducción de la Biblia que no honra a Dios. Según ellos el nombre “Jehová” se incluye en tal “desatino.” Pero si, para examinar el argumento, se concede que Jehová no es la manera más aproximadamente correcta en que pudieran traducirse los cuatro caracteres hebreos יהוה, conocidos como el tetragrámaton, ¿es ésa alguna razón para quitarle al único Dios verdadero un nombre distintivo? Entonces llámesele Yahweh, Javeh o Yavé, como lo hacen varias traducciones en diferentes idiomas, pero no se esconda su nombre distintivo bajo tal título menor como “Señor,” que hasta puede aplicarse al que es cabeza de una familia, como cuando Sara llamaba a su esposo “señor.”

El vocablo “lepra” también se está quitando de esta traducción como desatino, y a veces el vocablo psoríasis se usa como sustituto de él. Pero un experto sobre enfermedades de la piel, el Dr. Federico Levit, dice que los escritores de la Biblia “trataban de descubrir la lepra en sus primeras etapas. Se entiende perfectamente que pudieran haber confundido casos tempranos de lepra debido al insuficiente conocimiento de la enfermedad, pero si uno usa como sustituto la palabra ‘psoríasis’ para ‘lepra’ en las Escrituras no sale mejor librado.”

Incluidas en la traducción de la Biblia que no honra a Dios también tienen que estar las abreviaciones que omiten los Diez Mandamientos y las versiones que ponen la Biblia en la jerga de los adolescentes modernos. Ciertamente lo que se necesita para hacer que estos adolescentes comprendan la Palabra de Dios no es reducir la Biblia a jerga, sino enseñarles a entender y apreciar el buen lenguaje. ¿Se reducen a jerga los libros de texto que tratan de las diversas ciencias y artes para beneficio de los adolescentes con mente retrasada?

USANDO EL NOMBRE DISTINTIVO DE DIOS

La traducción de la Biblia que honra a Dios, sobre todo, tiene que dar prominencia justa a su nombre distintivo, que desde tan temprano como el año 1100 se ha traducido “Jehová.” Y por eso leemos: “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a ningún otro daré mi propia gloria, ni mi alabanza a las imágenes esculpidas.” Ahora bien, sin duda no tiene sentido el leer: “Yo soy el Señor, ése es mi nombre.” ¿Qué hay de distintivo, de singular en cuanto a “Señor”? Ni siquiera es un nombre, sino un simple título.—Isa. 42:8.

Lo seriamente que Jehová consideró su nombre distintivo se puede ver por el mismísimo número de veces que aparece en las Escrituras Hebreas, un 50 por ciento más a menudo que todas las otras menciones de todas las deidades, verdaderas y falsas, combinadas. Bien declararon los traductores de la Versión Americana Normal allá en 1901: “Este Nombre Conmemorativo . . . designa a Dios como el Dios personal, como el Dios del pacto, el Dios de la Revelación, el Libertador, el Amigo de su pueblo, . . . el Ayudador inmortal de los que se encuentran en dificultad.”

Aunque la mayoría de las traducciones de la Biblia, judías, católicas y protestantes, no dan a Dios la honra de su nombre distintivo, hay otras excepciones notables además de las supracitadas. Entre ellas están Young y Rotherham (Yahweh) en inglés; Elberfelder, La Biblia de Paralelos en alemán; Moderna, Valera, Bover-Cantera, Nácar-Colunga, Straubinger en español. Pero la más notable de todas en esto así como en muchos otros respectos es la Traducción del Nuevo Mundo en los siete idiomas en los cuales se imprime.

LA “TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO”

Además de usar “Jehová” siempre que aparece el tetragrámaton en el texto masorético o hebreo normal, la Traducción del Nuevo Mundo también lo da en aquellos casos en que los escribas judíos por una razón u otra se tomaron la libertad de desprenderse del tetragrámaton. Hasta tiene el nombre Jehová 237 veces en las Escrituras Griegas Cristianas (o el Nuevo Testamento).

¿Por qué también en el “Nuevo Testamento”? Porque tiene derecho a estar allí. En primer lugar, dado que Mateo citó directamente del texto hebreo, se desprende que todas las veces que se encontró con el nombre Jehová lo trasladó a su Evangelio. Además, en vista del énfasis que Jesús puso en el nombre Jehová,a no podemos imaginarnos que en él o cualquiera de sus apóstoles influyera la tradición judía en este asunto, especialmente en vista de que fustigaron repetidamente las tradiciones judías. Además, los más primitivos fragmentos existentes de la Versión de los Setenta griega muestran que, al principio, los escribas judíos tampoco estuvieron atados por esta tradición, pues copiaron el tetragrámaton en vez de usar un sustituto. Se desprende, entonces, que en los días de Jesús y sus apóstoles el nombre distintivo de Jehová recibió la honra que le corresponde al tener que haber aparecido el nombre en los autógrafos originales de la Biblia. Pero la Traducción del Nuevo Mundo no es singular en esto. El nombre de Jehová aparece en diecinueve versiones judías así como en casi cuarenta versiones misionales del “Nuevo Testamento.”

Entre las otras diversas maneras en que la Traducción del Nuevo Mundo honra a Dios es por medio de mantenerse limpia de prejuicio trinitario. Por eso traduce la locución polemística de Juan 1:1: “La Palabra era un dios,”b así como otras traducciones incluyen el artículo “un” al traducir un pasaje semejante en Hechos 28:6, a saber, “Es un dios.” (Nueva Biblia Inglesa) Y, por supuesto, ésta no incluye el pasaje espurio de 1 Juan 5:7, 8, por las razones dadas antes.

Hebreos 1:8, que se dirige al Hijo de Dios, puede traducirse ya sea: “Tu trono, oh Dios, es por siempre jamás,” o, “Dios es tu trono por siempre jamás,” puesto que no hay verbo “es” ya sea en el griego o en el hebreo en el Salmo 45:6, del cual es una cita esto. En armonía con sus principios de honrar a Dios y permanecer consistente con el resto de las Escrituras, la Traducción del Nuevo Mundo dice aquí: “Dios es tu trono para siempre.”

Se ha suscitado objeción porque la Traducción del Nuevo Mundo en Filipenses 2:9 declara que “Dios . . . bondadosamente le dio [a Jesús] el nombre que está por encima de todo otro nombre,” porque esto denota que Jesús es inferior y es un recipiente de un favor. No obstante, éste solo es otro ejemplo de que la Traducción del Nuevo Mundo honra a Dios, porque la palabra griega aquí en cuestión es charizomai, que significa “conceder un favor, i.e., gratuitamente, en bondad, perdón o rescate.” Y aunque más de veinte versiones inglesas dicen “dio,” “concedió,” y cosas semejantes, hay unas cuantas que muestran que charizomai significa más que simplemente “dar.” Por ejemplo: “Dio gratuitamente,” Fenton, Diaglott; “favoreció,” Rotherham; “gracia,” Verkuyl; “concedió benignamente,” Wuest; “otorgó,” Nácar-Colunga.

Entre otras maneras en que la Traducción del Nuevo Mundo muestra que es una traducción sobresaliente es en su consistencia y exactitud. Entre otras cosas, hace distinción entre gnosis (conocimiento) y epignosis (conocimiento exacto [completo]); entre makarios, que significa “sumamente bendito, . . . afortunado, acomodado,” y eulogetós, que significa “bendecido.”

La Traducción del Nuevo Mundo también honra a Dios por su exactitud al hacer distinción entre las diversas palabras griegas para “amor,” “tierra” y “mundo,” para mencionar unas cuantas. De la misma manera hace distinción entre las diversas palabras hebreas para “hombre” y “muerte.”

Tampoco han de pasarse por alto las ayudas valiosas que la Traducción del Nuevo Mundo en inglés tiene en su Apéndice. Del mayor valor para los amadores de la Biblia es su concordancia de 104 páginas. Muy útiles también son sus consideraciones de temas y textos polemísticos, y sus mapas. También da hechos interesantes en cuanto a cada libro de la Biblia: el escritor, el tiempo de su escritura, lugar donde fue escrito y el período de tiempo abarcado.

Sí, para que la traducción de la Biblia honre a Dios tiene que ser honrada, informada, libre de prejuicio religioso, armoniosa y consistente, y tiene que aceptar la Biblia por lo que afirma ser: la Palabra de Dios. Aunque muchas traducciones dejan mucho que desear de tantas maneras, verdaderamente puede decirse que la Traducción del Nuevo Mundo, en todos los idiomas en que se ha publicado, honra a Jehová Dios.

[Notas]

a Vea Mateo 6:9; Juan 5:43; 12:28; 17:6, 11, 12, 26.

b La Una Traducción Americana dice aquí: “El Verbo era divino.”

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