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  • ¿Por qué cree usted en la trinidad?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1960
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1960
w60 15/10 págs. 637-639

¿Por qué cree usted en la trinidad?

DURANTE siglos millones de personas han creído en la doctrina de la trinidad, la cual enseña que “en la unidad de la Divinidad hay Tres Personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas una de otra. Así en las palabras del Credo Atanasio: ‘El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, y sin embargo no hay tres Dioses, sino un Dios.’” (The Catholic Encyclopedia) ¿Cree usted en esta doctrina? ¿Por qué?

Muchas personas creen que la trinidad es una enseñanza cristiana que se basa en la Palabra de Dios, la Biblia. Sin embargo, escritores católicos romanos primitivos no vacilaban en admitir que no podía probarse la trinidad usando las Escrituras y nada más. Al cardenal Hosio se le atribuye haber dicho: “Creemos en la doctrina de un Dios trino, porque la hemos recibido por medio de la tradición, aunque no se menciona ninguna vez en las Escrituras.” (Conf. Cathol. Fidei, Cap. XXVI) Otras personas son igualmente francas en cuanto a declarar que la trinidad es de origen pagano. Arturo Weigall, en su libro The Paganism in Our Christianity, declara: “Jesucristo nunca mencionó semejante fenómeno, y no se halla la palabra ‘Trinidad’ en ninguna parte del Nuevo Testamento.” Él dice que la idea de una trinidad coigual “sólo fue adoptada por la Iglesia [católica romana] trescientos años después de la muerte de nuestro Señor; y el origen del concepto es enteramente pagano.”

En la página 198 de su libro Weigall da una breve historia de la doctrina de la trinidad, diciendo: “En el cuarto siglo a. de J.C. Aristóteles escribió: ‘Todas las cosas son tres, y tres veces es todo: y usemos este número en la adoración de los dioses; porque, como dicen los pitagóricos, todo y todas las cosas se enlazan de a tres, porque el final, el medio, y el principio tienen este número en todo, y éstos componen el número de la Trinidad.’ Los antiguos egipcios, cuya influencia en el modo de pensar religioso primitivo fue profunda, generalmente arreglaban a sus dioses o diosas en trinidades: hubo la trinidad de Osiris, Isis y Horus, la trinidad de Amen, Mut y Khonsu, la trinidad de Khnum, Sati y Anuké, y así sucesivamente. La trinidad indostánica de Brahma, Siva y Vichnú es otro de los muchos y esparcidos casos de este concepto teológico. Los cristianos primitivos, sin embargo, en el principio no pensaron en aplicar la idea a su propia fe. Ellos tributaban sus devociones a Dios el Padre y a Jesucristo, el Hijo de Dios, y reconocían la existencia misteriosa e indefinida del Espíritu Santo; pero no existía idea alguna de que estos tres fueran una verdadera Trinidad, coiguales y unidos en Uno, y el Credo Apostólico, que es el más primitivo de los artículos formulados de la fe cristiana, no la menciona.”

Aun así, hay personas que insisten en que la doctrina de la trinidad es una doctrina cristiana que se basa en las Sagradas Escrituras. Examinemos brevemente y veamos.

En primer lugar, las palabras “trinidad,” “trino,” “hombre-Dios,” “primera persona,” “segunda persona,” “tercera persona,” “tres personas,” no se hallan en ninguna parte del texto inspirado ni de Biblias católicas ni de Biblias protestantes. No hallamos en ninguna parte de la Biblia términos tales como “Dios el Hijo,” o “Dios el Espíritu Santo,” sino que leemos más bien “el Hijo de Dios,” “el espíritu de Dios,” o simplemente “espíritu santo.” Dios no se revela en ninguna parte de las Escrituras como tres personas, sino siempre como un solo Dios. Ahora bien, si las mismísimas palabras que son necesarias para expresar la doctrina de la trinidad no se hallan en las Sagradas Escrituras, ¿cómo podemos suponer que la doctrina se halle o se enseñe en ellas? Imposible.

Hay tres pasajes (1 Juan 5:7, Val; Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14) que hablan del Padre, del Hijo y del espíritu santo en relación formal, pero ninguno de éstos dice cosa alguna acerca de una trinidad. Si la doctrina de la trinidad es la doctrina central de la religión “cristiana,” ¿por qué, de entre 31,173 versículos que hay en la Biblia, será que sólo tres usan Padre, Hijo y espíritu santo en relación formal, y uno de éstos, es decir, 1 Juan 5:7 es admitidamente espurio? Juan escribió esta carta en griego en el primer siglo, pero 1 Juan 5:7 no puede hallarse en ningún manuscrito griego escrito antes del siglo quince. Respecto al versículo, el obispo Lowth dice: “Creo que entre nosotros no hay ninguno, que en el grado más mínimo esté versado en la crítica sagrada, y que tenga el uso de su entendimiento, que estuviera dispuesto a contender por la autenticidad del versículo 1 Juan 5:7.” El Dr. Adán Clarke, en su Commentary, cierra con estas palabras una larga disertación acerca de este versículo: “Brevemente, no se apoya en ninguna autoridad que baste para autenticar parte alguna de una revelación que afirme haber provenido de Dios.” Por lo tanto, 1 Juan 5:7 queda rechazado por todos los eruditos imparciales de la Palabra de Dios.

En cuanto a Mateo 28:19 y 2 Corintios 13:14, éstos no dicen nada acerca de que haya tres personas coiguales en un solo Dios. No dicen que cada uno de estos mencionados es un Dios. No dicen que los tres son iguales en substancia, poder y eternidad. No dicen que todos éstos han de ser adorados. Puesto que no dicen estas cosas, entonces no enseñan la trinidad, porque todas esas cosas se afirman concerniente a la trinidad. Peabody, escritor altamente honrado, en sus Lectures on Christian Doctrine, en la página 41, dice: “Estoy preparado para declarar, sin temor de contradicción, que la doctrina de la igualdad del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo no puede hallarse en ninguna obra cristiana genuina de los primeros tres siglos, y que no puede hallarse, con referencia a la naturaleza Divina, en ninguna obra cristiana genuina de los primeros dos siglos, ninguna declaración de doctrina equivalente o que se acerque o se conforme a la doctrina moderna de la Trinidad.” ¿A qué se debe esto? A que la doctrina de la trinidad es de origen pagano, como señalan los historiadores. Los cristianos primitivos del primer siglo no creían en ella. No adoraban a un dios trino. No hay absolutamente ninguna base bíblica para creer en la trinidad. La tradición en sí misma no es motivo suficiente, porque Jesús declaró que la ‘palabra de Dios se hacía inválida debido a la tradición.’—Mat. 15:6.

Fieles siervos de Dios creían que Dios era uno solo: “Jehová nuestro Dios es un Jehová,” dijo Moisés. (Deu. 6:4) Jesucristo dijo la misma cosa en Marcos 12:29. Es serio el que adoremos al verdadero Dios Jehová, porque no hay salvación en ningún otro: “Cualquiera que invoque el nombre de Jehová será salvado,” dijo Pedro. Invóquelo usted, adore a Jehová, adquiera conocimiento del Dios verdadero y de Jesucristo, porque esto significa vida eterna.—Hech. 2:21; Juan 17:3.

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