Mantenga su posición
“Permanezcan despiertos, pues, todo el tiempo haciendo suplicación para que tengan éxito en escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y para mantener su posición delante del Hijo del hombre.”—Luc. 21:36
1. ¿En qué sentido son singulares las condiciones presentes, y cómo las describió Jesús?
SIN DUDA éstos son días de tensión y tirantez incomparables cuando nada parece mantener una posición segura. Cierto, la historia humana siempre ha sido un registro de condiciones malas, injusticias, dificultades y guerras, pero jamás ha habido tal estado continuo de crisis, a menudo estallando en contienda enconada y derramamiento de sangre, como se ha experimentado desde el estallido de la I Guerra Mundial en 1914. A esto se han aunado tremendos esfuerzos humanos para establecer un orden nuevo y mejor en una posición firme; no obstante, este mismo período está caracterizado por creciente inquietud y violencia, además de una ascendiente ola de crimen y delincuencia en casi todos los países. Sería cerrar los ojos ante los hechos y las cifras inflexibles y un optimismo falso decir que la historia solo se está repitiendo. Más bien, es exactamente como Jesús dijo que sería cuando dio su gran profecía concerniente al tiempo del fin, de que habría “angustia de naciones, no conociendo la salida. . . , mientras que los hombres se desmayan debido al temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la Tierra habitada.”—Luc. 21:25, 26.
2. ¿Qué relación tiene la Palabra de Dios con nuestro día?
2 Dado que hay toda razón para creer que la Biblia en total verdaderamente es “inspirada por Dios y es benéfica para enseñar,” incluyendo lo que Jesús mismo dijo y enseñó, ¿no sería prudente poner atención cuidadosa a las cosas de las Escrituras que tienen una relación directa con los días en los cuales vivimos? Más especialmente será prudente cuando averiguamos que nuestro estudio tendrá una relación directa con un asunto vital de interés personal para cada lector de esta revista. De hecho, Jesús dijo que envolvería sumamente, no solo a sus seguidores, sino a “todos los que moran sobre la haz de toda la Tierra.” No hay excepciones en ninguna parte.—2 Tim. 3:16; Luc. 21:35.
3. (a) ¿A qué punto culminante se enfrenta esta generación? (b) ¿Cómo nos amonestó Jesús tocante a esto?
3 ¿Qué es este asunto vital de interés personal? Considere usted la profecía que Jesús dio y usted lo verá. Después de detallar las muchas cosas que forman la señal compuesta que da prueba segura de su “presencia y de la conclusión del [presente] sistema de cosas,” él dijo entonces: “Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán.” Jesús sabía que su regreso acontecería en la remoción completa del presente sistema de cosas. Él apreció plenamente la magnitud de los acontecimientos que debían tener lugar. Teniendo presente eso, entonces pasó a dar la amonestación expresada con fuertes palabras que forma el punto culminante de la profecía según la registró Lucas, que se debe, ante todo, ‘prestar atención a ustedes mismos’ y ‘permanecer despiertos, pues, todo el tiempo haciendo suplicación para que tengan éxito en escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y para mantener su posición delante del Hijo del hombre.’ Jesús sabía con certeza que cuando “ese día” llegue para la ejecución final de los juicios de Jehová sobre el “cielo y tierra” presentes, solo habrá una cosa que importará en lo que a usted toca, y ésa es, ¿Resultará usted estar entre los que mantengan una posición de favor y aceptación delante del Hijo del hombre? Nada más valdrá.—Mat. 24:3, 35; Luc. 21:34-36.
4. Sobre el tema de posición, ¿qué preguntas surgen?
4 Ahora con nuestra atención enfocada sobre el tema importante de posición, hallaremos de gran ayuda si primero consideramos el punto de vista bíblico sobre esta pregunta en lo que toca a otros en este mismo período. ¿Cuál es la posición de Jehová en este día, y cómo la mantiene él? ¿Qué posición da Jehová a Cristo Jesús? ¿Qué puede decirse de la posición del “dios de este sistema de cosas,” Satanás el Diablo, y de todos los que están bajo su dominio? El obtener la respuesta correcta a estas preguntas nos ayudará a apreciar el punto de vista correcto sobre la última pregunta que queremos considerar, a saber, ¿Cuál es la posición del pueblo de Dios en este día, y cómo puede usted, como individuo, “mantener su posición delante del Hijo del hombre”?—2 Cor. 4:4; Luc. 21:36.
POSICIÓN DE JEHOVÁ
5. ¿Cómo nos ayudan la Palabra y nombre de Dios a apreciar su posición?
5 Jehová es el nombre personal del Dios verdadero. El hombre no inventó ni escogió ese nombre, sino que Dios lo escogió para sí mismo, y lo que él dice en cuanto a él en sí mismo indica su posición. “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a nadie más daré mi propia gloria.” “Porque esto es lo que ha dicho el Alto y Excelso, que está residiendo eternamente y cuyo nombre es santo: ‘En lo alto y en el lugar santo es donde resido.’” (Isa. 42:8; 57:15) Jehová es Dios el Creador, pero eso no describe plenamente su posición singular. De hecho, es imposible que el hombre dé una descripción adecuada; de modo que otra vez nos dirigimos a la Palabra de Dios, donde hallamos muchos textos que hablan de su posición como el Gobernante Soberano del universo, incluyendo esta Tierra menuda y al hombre sobre ella. Por ejemplo, leemos: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Los cielos son mi trono, y la Tierra es el estrado de mis pies.’” Él es el “Rey de la eternidad, incorruptible, invisible, [el] único Dios.” Él es “Jehová de los ejércitos—él es el Rey glorioso.”—Isa. 66:1; 1 Tim. 1:17; Sal. 24:10.
6. ¿Ha sido amenazada alguna vez la posición de Jehová por rebelión?
6 Sin embargo, esto no significa que su posición legítima la reconocen todas las criaturas en el cielo y en la Tierra. La Palabra de Dios habla de traición y rebelión, que primero estalló en el cielo, luego en la Tierra. (Eze. 28:13-16) Esto jamás ha debilitado realmente ni amenazado seriamente la posición de Jehová. Más bien, tenemos que decir que la permitió por un período estrictamente limitado y con ciertas finalidades sabias que tenía en mira. Cuando se llegue a ese límite de tiempo, como creemos que ya es el caso, Jehová no necesita cambiar su posición, sino solo hacer valer la autoridad de ella con términos inequívocos al llevar a cabo su propósito. Sí, Jehová tiene un propósito definido así como una posición definida, y hacemos bien en considerar la pregunta más directa: ¿Cuáles son el propósito y posición en particular de Jehová en este día nuestro, y cómo los mantiene él?
7. (a) ¿Por qué nunca obtendrá el hombre la posición de dominio culminante? (b) ¿Qué visión recibió Juan tocante a esto?
7 Primero, sin embargo, podemos indicar que hoy el hombre mismo se encuentra en una posición asombrosa. Pasando por alto a Dios a un grado grande en cuanto a todo propósito práctico, y lleno de un sentimiento de logro al conquistar el espacio sideral, como a él le gusta pensar, el hombre ve la posibilidad de llegar a lo que él llama la “posición culminante,” es decir, al punto en alguna parte del espacio sideral que proporcione al que lo posea dominio, dominio total, sobre toda la Tierra. Pero no tema usted. Como se explicó previamente en esta revista, solo Jehová es quien ocupa la “posición culminante” como el Supremo sobre todo el universo, mucho más allá del alcance del hombre; y al apóstol Juan se le dio una visión conmovedora con términos simbólicos de esta “posición culminante” y de Aquel que la ocupa. Muy significativamente, la primera cosa que Juan ve y describe en esta visión es un trono: “Y, ¡mire! un trono estaba en su posición en el cielo, y hay uno sentado sobre el trono.” Esto nos impresiona profundamente con el hecho de que la soberanía legítima de Jehová como el Altísimo debe recibir el primer lugar por sobre todo lo demás. También puede decirse que el reconocer ese hecho le ayudará a usted ante todo lo demás a “mantener su posición” en el día de juicio final.—Apo. Rev. 4:2; Sal. 47:2; Vea La Atalaya, 1959, págs. 8-10.
8. ¿Sobre qué base mantiene su posición Jehová, y qué falsa comparación debe evitarse?
8 También podemos aprender algo de esa visión en cuanto a cómo Jehová mantiene su posición. Que no se haga ninguna comparación falsa. Los gobernantes de este mundo buscan mantener su posición principalmente por medio de la fuerza, fuerza combatiente. Sabiduría, sagacidad y diplomacia, todas estas cosas entran en ello, pero abrumadoramente es una cuestión de poder. Cierto, “Jehová de los ejércitos” es todopoderoso, pero no deberíamos pensar que él mantiene su posición solo por la fuerza. Note la razón del porqué esas simbólicas “criaturas vivientes ofrecen gloria y honra y acción de gracias al que está sentado sobre el trono” en adoración agradecida, junto con las “veinticuatro personas de edad avanzada,” que simbolizan la entera congregación cristiana. Unánimemente dicen a Jehová Dios: “Tú eres digno.” No hay coerción. No son atemorizadas para que lo digan. No hay nada aterrador en esa descripción hermosa y excelsa de Aquel que ocupa el trono, que lo asemeja a gemas preciosas y exquisitas, sumamente agradables y atractivas, que causan admiración y asombro infinitos. Jehová es un Dios de excelencia moral, un Dios de amor; y es el amor lo que es la fuerza enlazadora que une a todas las criaturas de Dios que vivirán para siempre en su universo, atribuyendo a él la gloria y el honor que se le deben a su posición incomparable cual Centro creativo de todas las cosas. Igualmente, es amor a Jehová, ese vínculo irrompible, el deleitarse en hacer su voluntad con todo el corazón y con devoción altruista, lo que lo capacitará a usted a ser considerado digno de mantener su posición en la prueba crucial.—Apo. Rev. 4:3, 9-11.
9. ¿Habla la Biblia de que Dios asume poder regio, y cómo puede entenderse esto únicamente?
9 Aunque la posición de Jehová nunca cambia, hay muchas expresiones en la Biblia que hablan de él cuando asume poder regio en cierto tiempo. Por ejemplo, a las veinticuatro personas que se acaban de mencionar Juan las oyó, en una visión posterior, decir: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a gobernar como rey.” Para obtener el entendimiento correcto de esto debemos tomar en consideración la posición que Jehová da a su amado Hijo, Jesucristo.—Apo. Rev. 11:17; vea también Salmos 93:1; 96:10; 97:1.
LA POSICIÓN DADA A JESUCRISTO
10. ¿Cómo nos ayudan las Escrituras a definir la posición presente de Cristo?
10 Como parte de la señal compuesta mencionada antes, Jesús dijo: “Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria.” Esto sería en cumplimiento de la visión dada al profeta Daniel, en que él vio venir “con las nubes de los cielos” a un “hijo del hombre,” a quien Jehová, el entronizado “Anciano de Días,” da “gobernación y dignidad y reino.” Como se ha mostrado a menudo con las Escrituras en estas columnas, esto se cumplió en 1914 d. de J.C., al acabarse los “tiempos señalados de las naciones,” cuando Cristo comenzó a gobernar como rey. Es de esta manera y por medio de este reino bajo Cristo que se puede decir que Jehová asumió poder regio, y es por este medio que él hará valer su autoridad con términos no inciertos. Cuando estuvo en la Tierra Jesús dijo: “Porque el Padre absolutamente no juzga a nadie, sino que él ha encomendado todo el juicio al Hijo,” y poco después de su resurrección él dijo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la Tierra.” Pero sabía que primero tendría que sentarse y aguardar a la diestra de su Padre hasta el debido tiempo para recibir la soberanía y reino antes de ejercer esa autoridad y ejecutar ese juicio.—Luc. 21:27; Dan. 7:13, 14; Juan 5:22; Mat. 28:18; Sal. 110:1.
11. ¿Sobre qué base se considera a Jesús digno de tan excelente posición?
11 ¡Cuán honorable y responsable posición! Con razón Jesús se expresó tan enérgicamente y con tan grande interés sobre la necesidad de “mantener su posición delante del Hijo del hombre” como el juez y rey debidamente nombrado de Dios. ¿Por qué se le da esta posición? Escuche otra vez a los que asisten de cerca en el trono de Jehová al verlo como el Cordero tomar el rollo “de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.” Juan los oye que “cantan un nuevo cántico, diciendo: ‘Eres digno.’” ¿Cómo se probó digno? Porque con devoción amorosa, altruista, se deleitó en hacer la voluntad de su Padre, aun hasta venir a esta Tierra a entregar su vida humana perfecta en sacrificio como portador de pecados, llegando a ser así el “Cordero que fue degollado.” Como resultado, entre otras cosas, fue capacitado por el mérito de su sangre derramada a comprar para Dios de entre la humanidad un pueblo que es hecho “coherederos con Cristo,” “un reino y sacerdotes para nuestro Dios,” y los cuales, con Cristo, “reinarán como reyes sobre la Tierra.”—Apo. Rev. 5: 6-12; Rom. 8:17; vea también Isaías 53:5-12.
12. (a) ¿Hay razón para temer que el Hijo del hombre pudiera ser un juez duro? (b) ¿A quién más debe considerarse en conexión con este asunto?
12 Quizás al pensar en las dificultades envueltas en mantener su posición delante del Hijo del hombre usted tema que él pudiera resultar ser un juez algo duro y severo. Sin embargo él no es así. Lea usted mismo la propia descripción de él de las ricas bendiciones y el magnífico resultado de su obra de juicio según se registra en Juan 5:24-29, bendiciones de victoria sobre la muerte y de vida eterna. Luego note el excelente fundamento sobre el cual él mantiene su posición como juez, cuando dice: “No puedo hacer ni una sola cosa de mi propia iniciativa; así como oigo, juzgo, y el juicio que yo dicto es justo, porque yo busco, no mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió.” (Juan 5:30) No, la verdadera razón de las dificultades envueltas se debe a algún otro, a Satanás, el Diablo, y a aquellos también a quienes se les hace obrar bajo su influencia y dominio. Veamos este lado del cuadro.
POSICIÓN INENVIDIABLE DE SATANÁS
13. ¿Cómo y por qué perdió Satanás su posición original, resultando en qué ambición inicua?
13 ¡Qué espectáculo lamentable! ¡El tema de una canción de vituperio! No sería cierto decir que Satanás es un usurpador, dando a entender el que se apodera de una posición sin autoridad. Más bien, él traicionó el depósito sagrado conectado con su posición original dada por Dios como “el querubín ungido que está cubriendo,” es decir, el tener la superintendencia de los intereses de Jehová, así como los intereses del hombre, “en Edén, el jardín de Dios.” Pero, como dice el registro al acusarlo. “Comenzaste a pecar. . . . Tu corazón se hizo arrogante a causa de tu belleza.” Más tarde, en 607 a. de J.C., cuando Jerusalén y su dominio fueron desolados completamente por Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando el reino de Dios típico o en escala pequeña fue hecho una ruina, entonces fue cuando Satanás llegó a ser en el sentido más completo el indisputable “dios de este sistema de cosas.” Entonces fue cuando pensó que al fin se hallaba realmente en camino de lograr esa subida desesperada y por encima de todas las otras posiciones—pero que la Palabra de Dios misma describa esa ambición sumamente inicua y orgullosa: “En cuanto a ti, has dicho en tu corazón: ‘A los cielos subiré. Sobre las estrellas de Dios levantaré mi trono. . .Subiré por encima de los lugares encumbrados de las nubes; me haré semejante al Altísimo.’”—Eze. 28:13, 14, 16, 17; Isa. 14:13, 14; 2 Cor. 4:4.
14. (a) ¿Qué degradación se predice para Satanás? (b) ¿Cómo y cuándo se cumplirá esto?
14 ¿Resultaría con éxito Satanás? ¡Jamás! Pudiera cegarse él mismo como ciega a los incrédulos, pero en esa misma palabra segura de profecía su caída terrífica, desde tan alta hasta tan baja y degradada posición, también se describe vívidamente en Isaías 14:12, 15-20. Esto comenzó a cumplirse en 1914 cuando Cristo Jesús, como Miguel a la cabeza de sus fuerzas celestiales, a favor del Dios verdadero Jehová, peleó contra Satanás el dragón, el dios mímico, y sus fuerzas, y, como resultado, “fue arrojado hacia abajo el gran dragón, . . . arrojado a la Tierra, y sus ángeles fueron arrojados junto con él.” Cuando el significado de esta visión fue dado a los siervos de Dios sobre la Tierra, entonces fue cuando comenzó a cantarse la canción de vituperio, o “dicho proverbial,” contra Satanás.—Apo. Rev. 12:9; Isa. 14:4.
PUNTO EN CUESTIÓN DE SOBERANÍA Y ADORACIÓN
15. (a) ¿Qué punto en cuestión hizo surgir la ambición de Satanás? (b) ¿Cómo puede definirse adoración bíblicamente?
15 Con estas posiciones respectivas en mientes podemos obtener un cuadro claro del punto en cuestión envuelto en la situación del día presente y la razón de la fuerte amonestación de Jesús dada para nuestro provecho. ¿Notó usted que la ambición orgullosa de Satanás no solo fue escalar él mismo alturas prohibidas, sino también ensalzar su trono? Donde hay un trono necesariamente debe haber un reino con sus súbditos siendo gobernados por quien ocupa el trono. Y, aunque no siempre sea así, no hay duda en este caso de que la adoración está envuelta, lo cual significa el rendir homenaje reverencial y respeto y adoración. No piense usted en esto como lo limitado a aquel que asiste a un lugar de adoración y practica alguna forma de servicio o ejercicio religiosos. Si una persona rinde servicio obediente a alguno o a alguna organización, sea voluntariamente o bajo compulsión, considerando a tal individuo u organización como poseyendo una posición de soberanía superior y gran autoridad, entonces puede decirse bíblicamente que tal persona es un adorador.
16. ¿Cuál ha sido la norma de Satanás y de las organizaciones que están bajo su dominio?
16 Sin detenernos ahora mismo a discutir los muchos detalles, nada se pone de relieve más plenamente que el punto en cuestión de soberanía y adoración como se registra en los capítulos trece al quince de Apocalipsis. Observe, primero, que a todos en la Tierra se les hace adorar a Satanás el dragón, también a la “bestia salvaje,” que representa a la entera organización gobernante visible de Satanás. La norma reconocida de esta “bestia salvaje” es blasfemar a Dios, “su nombre y su residencia.” El blasfemar significa proferir lenguaje crasamente profano e irreverente hacia Dios y las cosas sagradas. Blasfemia es la antítesis de adoración. (Apo. Rev. 13:4-6) Observe, luego, a la “imagen de la bestia salvaje,” que representa el esfuerzo coronador del hombre para mantener en posición al presente sistema de cosas, como se ve en las Naciones Unidas (anteriormente la Sociedad de las Naciones). Esta organización también tiene la misma norma de demandar adoración por fuerza, “pone bajo compulsión a todas las personas,” haciendo la existencia poco menos que imposible a menos que se identifiquen abiertamente como sostenedores y adoradores de la organización de Satanás.—Apo. Rev. 13:15-17.
17. (a) ¿Cómo resalta la organización de Jehová en contraste? (b) ¿Cuál es el valor de los mensajes de Apocalipsis Rev. 14:6-12?
17 Luego, en contraste pronunciado, en Apocalipsis Rev. 14:1-5, se describe a la organización de Jehová, con Cristo el rey entronizado en posición como “el Cordero de pie sobre el monte de Sión,” la ciudad de Dios, y con él la iglesia verdadera, identificada abiertamente como adoradores de Jehová, “el nombre de su Padre escrito en sus frentes.” “No se halló en sus labios falsedad [o blasfemia].” Luego siguen las “buenas nuevas,” que forman parte de “estas buenas nuevas del reino” que ahora se proclaman en todo el mundo por los testigos de Jehová, anunciando el derrotero correcto, que todos deben seguir si quieren mantener su posición: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha venido la hora del juicio mediante él, y por eso adoren al que hizo el cielo y la Tierra y el mar y los manantiales de aguas.” Inmediatamente después de esto se anuncia el juicio, mencionado dos veces a modo de énfasis como viniendo sobre los que adoran “a la bestia salvaje y a su imagen,” los moradores de la Babilonia caída, la ciudad u organización de Satanás. ¡Ninguna posición de favor o aceptación para ellos! En vez de ello claman a sus propias organizaciones tambaleantes: “Caigan sobre nosotros y escóndannos del rostro del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque el gran día de la ira de ellos ha llegado, y ¿quién puede estar en pie?”—Apo. Rev. 14:6-12; 6:16, 17.
18. ¿Por qué es digno Jehová de la soberanía y de la adoración?
18 Como escena concluyente, lea las palabras del gran cántico que cantan los que “salen victoriosos de la bestia salvaje y de su imagen,” diciendo: “Grandes y maravillosas son tus obras, Jehová Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad. ¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, [¿por qué?] porque solamente tú eres leal? Porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus justos decretos han sido manifestados.” Verdaderamente Jehová es digno de mantener la soberanía y de recibir la adoración.—Apo.Rev. 15:2-4.