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Prestemos atención a las maravillosas obras de DiosLa Atalaya 2001 | 15 de abril
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3. ¿Sobre qué preguntó Dios, según Job 38:22, 23, 25-29?
3 En un determinado momento, Dios formuló esta pregunta a Job: “¿Has entrado en los almacenes de la nieve, o ves siquiera los almacenes del granizo, que yo he retenido para el tiempo de angustia, para el día de pelea y guerra?”. La nieve y el granizo son parte de la vida en muchos lugares.
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Prestemos atención a las maravillosas obras de DiosLa Atalaya 2001 | 15 de abril
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4-6. ¿En qué sentido es incompleto el conocimiento del hombre sobre la nieve?
4 Puede que quienes vivan en una sociedad acelerada y tengan que viajar vean la nieve como un simple estorbo. No obstante, muchas otras personas disfrutan de las magníficas oportunidades que ofrece para actividades invernales. Teniendo presente la pregunta de Dios, ¿conocemos a fondo la nieve o siquiera su apariencia? Bueno, sabemos qué apariencia tiene mucha nieve acumulada, bien porque hayamos visto fotos de paisajes nevados o porque los hayamos contemplado personalmente. Pero ¿qué puede decirse de cada uno de los copos que la componen? ¿Sabemos cómo son, y tal vez los hemos examinado en el lugar donde se originan?
5 Algunos hombres han pasado décadas estudiando y fotografiando copos de nieve. Uno solo puede estar compuesto de 100 delicados cristales de hielo en una ilimitada variedad de hermosos diseños. El libro Atmosphere (Atmósfera) explica: “La infinita variedad de copos de nieve es legendaria, y aunque los científicos dicen que ninguna ley de la naturaleza impide su repetición, nunca se han encontrado dos idénticos. Una investigación a gran escala fue dirigida por [...] Wilson A. Bentley, quien pasó más de cuarenta años examinando y fotografiando copos de nieve a través de un microscopio sin hallar jamás dos exactamente iguales”. Y aun si se diera el improbable caso de que se encontraran dos que parecieran idénticos, ¿cambiaría eso el asombroso hecho de que hay una sorprendente variedad de copos de nieve?
6 Recordemos la pregunta que Dios formuló: “¿Has entrado en los almacenes de la nieve[?]”. Muchos quizá vean las nubes como el almacén de la nieve. ¿Podemos imaginarnos yendo a ese almacén para hacer un inventario de los copos de nieve en su infinita variedad y estudiar cómo se forman? Una enciclopedia científica dice: “Todavía no están claros la naturaleza y el origen de los núcleos de hielo, necesarios para provocar la congelación de las gotitas de agua de las nubes a temperaturas de unos 40 °C bajo cero” (Salmo 147:16, 17; Isaías 55:9, 10).
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