Cómo se compra la felicidad... sin dinero
ABRASADO de sed después de haber caminado una considerable distancia bajo el sol tropical, usted llega a una pequeña aldea. Entusiasmado, divisa un letrero en el que se anuncia que hay bebidas frías. Pero entonces se da cuenta de que no lleva dinero para pagar el refresco.
Al ver sus apuros, el tendero le dice: “Vamos, compre la bebida... no le costará nada de dinero”. En ese momento, usted siente una profunda gratitud por ese amable ofrecimiento. No obstante, se pregunta: “¿Cómo puede ser? ¿Cómo puedo comprar sin dinero?”.
Comprar sin dinero
Por fantástico que parezca, tanto Karel como Julián, mencionados en la página 3, tuvieron una experiencia parecida. Habían pensado que el dinero les traería la felicidad. Pero como Karel explica, “un estudio de la Biblia cambió mi punto de vista en cuanto al dinero. Me dio una esperanza de vida eterna en una Tierra paradisiaca, algo de mucho más valor que cualquier cosa que el dinero pueda comprar”. Julián, que antes aspiraba a ser millonario, relata: “Ya estaba casi a punto de conseguir mi meta cuando aprendí la verdad de la Biblia”.
De igual manera, Kiyoshi Tomomitsu, anterior gerente de un supermercado de Japón, solía poner su trabajo en primer lugar en su vida, mientras que el cuidar de su familia lo consideraba tan solo algo “secundario”. Razonaba así: “Pensaba que podía hacer feliz a mi familia si les proveía suficientes cosas materiales para su futuro”. Cuando se le preguntó qué fue lo que cambió su punto de vista en cuanto al dinero y las cosas materiales, Kiyoshi respondió: “Ciertos textos de la Biblia, como Proverbios 23:23, donde dice: ‘Compra la verdad misma y no la vendas’”.
“Pero —quizás pregunte usted—, ¿cómo puedo ‘comprar la verdad’?”
El precio de la felicidad
Para conseguir la felicidad, tendrá que invertir parte de su tiempo. ‘Cómprense todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos’, dice el apóstol cristiano Pablo. (Efesios 5:15-17.) Los testigos de Jehová de su localidad tendrán mucho gusto de hablar con usted sobre las verdades de la Palabra de Dios, la Biblia, totalmente gratis cuando le sea más conveniente.
¿Prefiere ‘no complicarse’? Si piensa así, cobre ánimo de las palabras de Jesús: “Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que ellos serán saciados”. Dirigiendo la atención de sus oyentes al medio por el cual podrían conseguir la felicidad, Jesús dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos”. (Mateo 5:3, 6.) Este gobierno celestial, el Reino de Dios, es la única autoridad capaz de concederle su “pasaporte hacia la felicidad”.
Entonces, ¿qué papel debería desempeñar el dinero en su vida? Le será de provecho considerar las directrices prácticas que la Biblia ofrece al respecto.
Cómo usar ahora el dinero de manera juiciosa
“Honra a Jehová con tus cosas valiosas”, aconseja la Palabra de Dios. (Proverbios 3:9.) En consecuencia, los que recurren a Dios para hallar la verdadera felicidad usan su dinero de una manera que le complazca a Él. Procuran atender adecuadamente las necesidades materiales de su familia. (1 Timoteo 5:8.) También ayudan razonablemente a otros que están relacionados con ellos en la fe. Además, ofrecen contribuciones voluntarias para apoyar la obra de difundir información edificante en sentido espiritual en la forma de Biblias y publicaciones basadas en la Biblia, como es el caso de esta revista.
Al saber que el Reino de Dios librará a la sociedad humana de sus elementos comerciales materialistas y egoístas, no se dejan extraviar invirtiendo dinero en proyectos que ya están destinados al fracaso. (Daniel 2:44.) ‘Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirse’, están contentos con un estilo de vida que pone en primer lugar las cosas que son prioritarias. (1 Timoteo 6:8.)
El hallar felicidad ahora no es un imposible
“Una de las primeras cosas que observé al conocer a los testigos de Jehová —relata Sue, de Inglaterra— fue que aquellos que vivían en armonía con los principios bíblicos, los que estaban totalmente dedicados a su adoración, parecían tener lo que necesitaban.” John, su marido, observó lo mismo. Él explica:
“Ha sido únicamente debido a que conozco las verdades de la Biblia que puedo ver lo que le está sucediendo a la mayoría de la gente. Las cosas por las que las personas se esfuerzan dependen totalmente del dinero. La Biblia me ayudó a aprender que así no se consigue la felicidad. Ahora me doy cuenta de que la felicidad viene como consecuencia de hacer cosas por otros y que no es un fin en sí misma.”
John y Sue son tan solo dos de los más de tres millones de testigos de Jehová que dan testimonio de la veracidad de la promesa de Jesús según la cual, si se busca primero el Reino de Dios y su justicia, todas las necesidades materiales de la vida “serán añadidas”. (Mateo 6:33.)
¿Está usted buscando las aguas de la verdad que pueden aplacarle la sed? Sin importar que sea una persona acaudalada o pobre, la felicidad puede ser suya si presta atención a este llamamiento profético de Dios: “¡Oigan, todos ustedes los sedientos! Vengan al agua. ¡Y los que no tienen dinero! Vengan, compren [...] hasta sin dinero y sin precio”. (Isaías 55:1.) Esta oferta sigue vigente. Aprovéchese de ella mientras pueda.
[Fotografías en la página 10]
La felicidad resulta de utilizar el dinero con el fin de proveer para nuestra familia y ayudar a otros