La comunicación dentro de la familia y en la congregación
“Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal.” (COLOSENSES 4:6.)
1. ¿Qué dijo Adán cuando Dios le presentó a Eva?
“NADIE puede vivir aislado... somos parte de la colectividad humana.” Eso escribió un educado observador de siglos atrás. Al expresarse así, simplemente corroboró lo que dijo el Creador acerca de Adán: “No es bueno que el hombre continúe solo”. Adán tenía el don del habla y el lenguaje, pues había dado nombre a todos los animales. Pero no había otra criatura humana con quien Adán pudiera comunicarse. No es de extrañar que, cuando Dios le presentó a la hermosa Eva como esposa, Adán exclamara: ¡“Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne”! Así, desde que se formó la primera familia humana Adán empezó a comunicarse con otra criatura humana. (Génesis 2:18, 23.)
2. ¿Qué daño puede causar la falta de control en ver la televisión?
2 El círculo de la familia es un lugar ideal para la comunicación. En realidad, el éxito mismo de la vida familiar depende de ella. No obstante, el comunicarse requiere tiempo y esfuerzo. Hoy día uno de los mayores ladrones de tiempo es el televisor. Este puede ser un instrumento perjudicial por lo menos de dos maneras. Por un lado, puede ser tan atrayente que los miembros de la familia se hagan adictos a él, y como resultado falte la comunicación. Por otro lado, puede que se use el televisor para evadir a alguien cuando hay malentendidos o sentimientos heridos. En vez de solucionar sus problemas, algunos cónyuges han optado por guardar silencio y ponerse a ver programas de televisión. De modo que el televisor bien puede contribuir a que no haya comunicación, de lo cual se dice que es la causa principal de la desintegración de los matrimonios. Las personas a quienes se les hace difícil controlar debidamente el ver programas de televisión hacen bien en pensar si debieran evitarlos del todo. (Mateo 5:29; 18:9.)
3. ¿Cómo se han beneficiado algunos al limitar el tiempo que pasan viendo programas de televisión?
3 De hecho, se han recibido informes entusiásticos sobre las bendiciones que se han experimentado cuando se ha disminuido o se ha eliminado el uso del televisor. Una familia escribió: “Conversamos más unos con otros [...], hacemos más investigación bíblica [...] Participamos en juegos juntos [...] Todo aspecto de nuestro servicio del campo ha aumentado”. Otra familia, después que se deshizo de su televisor, dijo: “No solo ahorramos dinero [pues se habían suscrito a la televisión por cable], sino que nos hemos unido más como familia y hemos descubierto muchas otras cosas útiles que podemos hacer con nuestro tiempo. Nunca estamos aburridos”.
Mirar, hablar y escuchar
4. ¿Cómo puede una pareja casada comunicarse el aprecio que cada uno le tiene al otro?
4 Hay diversas formas de comunicación dentro de la familia. Algunas no son verbales. Cuando dos personas sencillamente se miran una a otra, eso es una forma de comunicación. El que estén juntas puede comunicar una sensación de afecto mutuo. Los cónyuges deben evitar alejarse el uno del otro por períodos prolongados a menos que haya una razón que lo haga inevitable. Las parejas casadas pueden fomentar la felicidad entre sí mediante disfrutar de la estrecha compañía que tienen dentro del vínculo matrimonial. Por el modo afectuoso, pero respetuoso, como se tratan mutuamente —sea en público o en privado—, y al mostrar la debida dignidad en su vestimenta y modales, pueden comunicar silenciosamente profundo aprecio mutuo. El sabio rey Salomón lo expresó con estas palabras: “Resulte bendita tu fuente de aguas, y regocíjate con la esposa de tu juventud”. (Proverbios 5:18.)
5, 6. ¿Por qué deben estar al tanto de la importancia de comunicarse con sus esposas los esposos?
5 La comunicación también requiere conversación, diálogo... intercambio de ideas y expresiones. Aunque algunas mujeres superan a los hombres en la expresión de sus sentimientos, eso no es justificación para que los esposos sean compañeros silenciosos. Los esposos cristianos deben reconocer que la falta de comunicación es un problema serio en muchos matrimonios, y por eso deben afanarse por mantener abiertas las líneas de comunicación. En efecto, harán esto si tanto ellos como sus esposas hacen caso del excelente consejo que el apóstol Pablo da en Efesios 5:25-33. Para que el esposo ame a su esposa como a su propio cuerpo, tiene que interesarse en el bienestar y la felicidad de ella, no solo en los suyos. Con ese fin, la comunicación es indispensable.
6 El esposo no debe adoptar la postura de que su esposa debe suponer o imaginarse que él la aprecia. Ella necesita que él le asegure que la ama. Él puede mostrar su aprecio de muchas maneras: mediante expresiones de cariño y regalos inesperados, así como por mantenerla bien informada sobre asuntos que pudieran afectarla. También tiene el desafío de manifestar aprecio por los esfuerzos de su esposa, sean en su adorno personal, en su arduo trabajo para la familia o en su apoyo pleno a las actividades espirituales. Además, para que el esposo preste atención al consejo del apóstol Pedro en 1 Pedro 3:7 —de ‘morar con su esposa de acuerdo con conocimiento’—, tiene que manifestar empatía, algo que se muestra mediante comunicarse con ella sobre todo asunto de interés mutuo, y honrarla como el vaso más débil. (Proverbios 31:28, 29.)
7. ¿Qué obligación de comunicarse con su esposo tiene la esposa?
7 De igual manera, para que la esposa haga caso del consejo de Efesios 5:22-24 sobre la sujeción tiene que interesarse en mantener abiertas las líneas de comunicación con su esposo. Tiene que mostrar a su esposo “profundo respeto”, tanto por habla como por conducta. Nunca debe obrar independientemente ni pasar por alto los deseos de él. (Efesios 5:33.) En todo momento debe haber habla confidencial entre ella y su esposo. (Compárese con Proverbios 15:22.)
8. Para mantener abiertas las líneas de comunicación, ¿qué deben estar dispuestas a hacer las esposas?
8 Además, la esposa debe guardarse de sufrir en silencio en un despliegue de lástima de sí misma. Si ha habido algún malentendido, busque el momento oportuno para hablar del asunto. Sí, aprenda una lección de la reina Ester. Ella tenía que presentar a su esposo una cuestión de vida o muerte. El que ella obrara prestamente con sabiduría y discreción significó salvación para los judíos. Para con nuestro cónyuge y para con nosotros mismos tenemos la obligación de comunicarnos si se nos ha ofendido o se nos está ofendiendo. La discreción y un piadoso sentido del humor pueden facilitar la comunicación. (Ester 4:15–5:8.)
9. ¿Qué papel desempeña en la comunicación el escuchar?
9 Cuando se habla con el fin de mantener abiertas las líneas de comunicación se sobrentiende la obligación individual de escuchar lo que dice la otra persona... y esforzarse por notar lo que se ha dejado sin decir. Eso requiere que uno preste atención a la persona que habla. No solo es necesario comprender las ideas que se expresan, sino también prestar atención a los sentimientos tras las palabras dichas, la manera como se dice algo. A menudo el esposo no hace eso. Puede que las esposas sufran porque sus esposos no escuchan lo que ellas dicen. Y por su parte las esposas deben escuchar cuidadosamente para no sacar conclusiones precipitadas. “El sabio escucha y absorbe más instrucción.” (Proverbios 1:5.)
La comunicación entre padres e hijos
10. Para obrar con rectitud en la comunicación con sus hijos, ¿qué deben estar dispuestos a hacer los padres?
10 También se presenta la situación en que a los padres y su prole se les hace difícil comunicarse entre sí. ‘Entrenar al muchacho conforme al camino para él’ requiere que se establezcan líneas de comunicación. El hacer esto contribuye a asegurar que ‘aun cuando se haga viejo no se desvíe de él’. (Proverbios 22:6.) El que algunos padres pierdan a sus hijos porque estos se van al mundo se relaciona a veces con una brecha en la comunicación que se ha ido desarrollando durante la adolescencia. La obligación de los padres de comunicarse de continuo con sus hijos se destaca en Deuteronomio 6:6, 7: “Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes”. Sí, ¡los padres tienen que pasar tiempo con sus hijos! Tienen que estar dispuestos a sacrificarse por sus hijos.
11. ¿Cuáles son algunas cosas que los padres deben comunicar a sus hijos?
11 Padres, comuniquen a sus hijos que Jehová los ama y que ustedes también los aman. (Proverbios 4:1-4.) Demuéstrenles que están dispuestos a sacrificar comodidades y placeres por el desarrollo mental, emocional, físico y espiritual de ellos. En cuanto a esto es importante la empatía, o sea, el que los padres puedan ver las cosas como a través de los ojos de sus hijos. Al desplegar amor abnegado, ustedes los padres pueden edificar un fuerte vínculo de unión con sus hijos y animarlos a confiar en ustedes más bien que en otros jóvenes como ellos. (Colosenses 3:14.)
12. ¿Por qué deben comunicarse libremente con sus padres los jóvenes?
12 Por otra parte, ustedes los jóvenes tienen la obligación de comunicarse con sus padres. El comprender y apreciar lo que ellos han hecho por ustedes contribuirá a que confíen en ellos. Ustedes necesitan la ayuda y el apoyo de sus padres, y facilitarán el que ellos les den esa ayuda si se comunican libremente con ellos. ¿Por qué hacer de otros jóvenes su fuente principal de consejo? Esos jóvenes probablemente han hecho poco por ustedes en comparación con lo que han hecho sus padres. No tienen más experiencia en la vida que ustedes y, si no son parte de la congregación, en realidad no se interesan en su bienestar duradero.
La comunicación dentro de la congregación
13, 14. ¿Qué principios bíblicos muestran que debe haber comunicación entre los cristianos?
13 Otro desafío es mantener abiertas las líneas de comunicación con sus hermanos de la congregación. Se nos exhorta vigorosamente a no abandonar “el reunirnos”. ¿Con qué fin nos reunimos? “Para incitarnos al amor y a las obras excelentes.” Eso requiere comunicación. (Hebreos 10:24, 25.) Si alguien le ofende, esa no es razón válida para dejar de asistir a las reuniones. Mantenga abiertas las líneas de comunicación mediante seguir en principio el consejo que nos dio Jesús en Mateo 18:15-17. Hable con la persona que usted cree que le causa infelicidad.
14 Cuando tenga dificultades con alguno de sus hermanos, haga caso de consejo bíblico como el que aparece en Colosenses 3:13: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes”. Eso implica comunicación, más bien que negarse a hablar con alguien. Y si notara que alguien parece tratarle con frialdad, haga caso del consejo que se encuentra en Mateo 5:23, 24. Comuníquese, y trate de hacer las paces con su hermano. Esto requiere de usted amor y humildad, pero usted tiene para consigo y para con su hermano la obligación de prestar atención al consejo de Jesús.
Consejo y estímulo
15. ¿Por qué no deben los cristianos dejar de comunicar consejo si pueden hacerlo?
15 La obligación de comunicarse también está relacionada con hacer caso del consejo de Pablo en Gálatas 6:1: “Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado”. La modestia debe inducirnos a recibir bien el que alguien nos señale algún error en nuestra habla o conducta. En realidad, todos debemos tener la actitud del salmista David cuando escribió: “Si me golpeara el justo, sería una bondad amorosa; y si me censurara, sería aceite sobre la cabeza, que mi cabeza no querría rehusar”. (Salmo 141:5.) En particular los ancianos deben ser ejemplos sobresalientes de humildad al no insistir en un punto de vista personal, sino estar prestos a aceptar reajuste, mientras tienen presente que ‘las heridas infligidas por un amigo amoroso son fieles’. (Proverbios 27:6.)
16. ¿Qué clase de comunicación deben recibir bien los oradores jóvenes?
16 El proceder sabio y modesto para los jóvenes es buscar el consejo y la guía de cristianos maduros, quienes muy probablemente tienen algo constructivo que ofrecer. Hasta los ancianos pueden beneficiarse de tal proceder. Por ejemplo, cierto anciano dijo en un discurso que las bendiciones mencionadas en Revelación 7:16, 17 —respecto a que ya no habría hambre ni sed— eran cosas que las otras ovejas podían esperar que se realizaran en el nuevo mundo. Sin embargo, se ha señalado que ese texto bíblico aplica principalmente en la actualidad. (Véase Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, páginas 126-128.) Un anciano que estaba en el auditorio pensó que debía mencionárselo, pero, antes de que tuviera la oportunidad de hacer aquello, el orador mismo lo llamó por teléfono y le preguntó si tenía alguna sugerencia para mejorar su discurso. Sí, facilitemos los esfuerzos de los que quisieran ayudarnos mediante comunicarles nuestro deseo de recibir consejo. No nos ofendamos fácilmente ni seamos demasiado sensibles.
17. ¿Cómo puede edificar a nuestros hermanos la comunicación?
17 El rey Salomón declaró un principio que bien puede aplicarse a lo que estamos considerando. Dijo: “No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacerlo”. (Proverbios 3:27.) Debemos amor a nuestros hermanos. Pablo dijo: “No deban a nadie ni una sola cosa, salvo el amarse unos a otros; porque el que ama a su semejante ha cumplido la ley”. (Romanos 13:8.) Por lo tanto, sea generoso al comunicar sus palabras de estímulo. ¿Acaba de dar su primer discurso público un siervo ministerial joven? Encómielo. ¿Se ha afanado una hermana por efectuar su asignación en la Escuela del Ministerio Teocrático, o la ha hecho muy bien? Dígale cuánto disfrutó de sus esfuerzos. En general nuestros hermanos y hermanas se afanan por dar lo mejor, y una amorosa expresión de aprecio los anima.
18. Cuando se manifiesta confianza excesiva, ¿qué sería bondadoso hacer?
18 En contraste con eso, puede que un orador joven sea muy hábil, pero manifieste más confianza en sí mismo de la que debe demostrar en vista de que es joven. ¿Qué clase de comunicación exigiría esta situación? ¿No sería bondadoso que un anciano maduro lo encomiara por los puntos excelentes de su presentación, pero que a la misma vez le sugiriera amablemente algunas maneras de cultivar modestia en el futuro? Esa clase de comunicación mostraría amor fraternal y ayudaría a los jóvenes a deshacerse temprano de malas actitudes, antes de que estas se arraiguen.
19. ¿Por qué deben ser comunicantes los ancianos y los cabezas de familia?
19 Los ancianos comunican unos a otros y a la congregación cosas beneficiosas; por supuesto, sin revelar asuntos confidenciales, como los relacionados con problemas judiciales. Sin embargo, el ser demasiado sigilosos redunda en desconfianza y desánimo, y puede perjudicar el espíritu afectuoso de la congregación... o de la familia. Por ejemplo, a todos nos gusta oír un informe edificante. Tal como el apóstol Pablo anhelaba comunicar dones espirituales, los ancianos deben estar muy deseosos de impartir información edificante a otros. (Proverbios 15:30; 25:25; Romanos 1:11, 12.)
20. ¿Qué aspecto de la comunicación se tratará en el artículo que sigue?
20 Sí, la comunicación es esencial tanto en la congregación cristiana como en la familia cristiana. Además, es indispensable en otra esfera. ¿En cuál? En la del ministerio cristiano. En el artículo que sigue consideraremos maneras de mejorar nuestra destreza de comunicantes en esta importantísima actividad.
¿Cómo contestaría usted?
◻ ¿Cómo se puede vencer un obstáculo frecuente en la comunicación familiar?
◻ ¿Cómo pueden los esposos y las esposas hacer frente al desafío de la comunicación?
◻ ¿Cómo pueden padres e hijos evitar la brecha entre generaciones?
◻ ¿Cómo puede resultar edificante la comunicación en las congregaciones y en las familias?
[Fotografía en la página 23]
La buena comunicación promueve el bienestar y la felicidad de la familia