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Un nuevo cielo y una nueva tierraApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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Y me dijo: ‘¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin’”. (Revelación 21:5, 6a.)
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Un nuevo cielo y una nueva tierraApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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De hecho, estas promesas de Jehová son tan seguras que él habla como si ya se hubieran cumplido: “¡Han acontecido!”. ¿Acaso no es Jehová “el Alfa y la Omega [...], Aquel que es y que era y que viene, el Todopoderoso”? (Revelación 1:8.) ¡Claro que lo es! Él mismo declara: “Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios”. (Isaías 44:6.) Por eso, puede inspirar profecías y cumplirlas con todo detalle. ¡Cuán fortalecedor para la fe!
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Un nuevo cielo y una nueva tierraApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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“Agua” para los sedientos
10. ¿Qué “agua” ofrece Jehová, y qué representa esta?
10 Es Jehová mismo quien declara: “A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis”. (Revelación 21:6b.) Para aplacar esa sed, uno tiene que tener conciencia de su necesidad espiritual y estar dispuesto a aceptar “el agua” que Jehová provee. (Isaías 55:1; Mateo 5:3.) ¿Qué “agua”? Jesús mismo contestó esa pregunta cuando dio testimonio a una mujer al lado de un pozo en Samaria. Él le dijo: “A cualquiera que beba del agua que yo le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”. Esa “fuente del agua de la vida” fluye desde Dios mediante Cristo como Su provisión para rehabilitar a la humanidad y llevarla a la vida perfecta. Como la samaritana, ¡cuán deseosos debemos estar de beber a satisfacción de esa fuente! Y como aquella mujer, ¡cuán dispuestos debemos estar a abandonar los intereses mundanos para valernos de la oportunidad de proclamar a otros las buenas nuevas! (Juan 4:14, 15, 28, 29.)
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