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Testigos de Jehová. Informe del Anuario de 1995Anuario de los testigos de Jehová 1995
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Construcción a escala mundial para satisfacer necesidades urgentes
Hace mucho tiempo, Jehová se dirigió proféticamente a su organización, semejante a una mujer, diciéndole por boca de Isaías: “Haz más espacioso el lugar de tu tienda. [...] No te retengas. Alarga tus cuerdas de tienda, y haz fuertes aquellas estacas de tienda tuyas”. (Isa. 54:2.) Lo que ocurrió en respuesta a estas palabras puso el fundamento para el crecimiento que su organización está experimentando en estos tiempos. Otra vez se necesita más espacio. Existe una necesidad urgente de tener más salones en los que las personas puedan reunirse para recibir instrucción de la Palabra de Dios. Para ello hay que edificar, y ese es un campo en el que se logró mucho el año pasado.
En Malaui, después de muchos años de proscripción, los hermanos acaban de empezar a organizarse, pero ya tienen una gran asistencia a las reuniones. Se necesitan muchos Salones del Reino. En las zonas rurales pueden construir sus salones con ladrillos de barro y techo de paja. En las ciudades todavía se reúnen en los hogares de los hermanos, en centros sociales o al aire libre.
Por otra parte, en África del Sur, después de décadas de reunirse en hogares particulares y aulas de escuelas, las congregaciones ya están construyendo sus propios salones. Y los nuevos salones suelen contribuir a grandes aumentos de asistencia. Cuando parecía que la violencia había disminuido tras celebrarse las elecciones de abril de 1994, el Comité Regional de Construcción programó hacer un salón de construcción rápida para acomodar a las dos congregaciones de Tokoza. Aunque volvió a estallar la violencia, todos los voluntarios, de diversas razas, pudieron entrar en el municipio y terminar el hermoso Salón del Reino en cuestión de unos días. Se dio un excelente testimonio.
Durante los pasados cuatro años se formaron 657 congregaciones en Nigeria. No es algo insólito que siete congregaciones compartan el mismo Salón del Reino. El elevado índice de inflación ha dificultado que los hermanos reúnan fondos suficientes para comprar un terreno y materiales de construcción. Pero en 1994 la sucursal pudo proporcionar ayuda técnica y préstamos para la construcción o renovación de 709 Salones del Reino. Gracias a esta ayuda, los hermanos están construyendo Salones del Reino atractivos y permanentes.
En la parte oriental de Alemania también se están construyendo muchos Salones del Reino. Después de más de cuarenta años de régimen comunista, en julio de 1992 se dedicó el primer Salón del Reino en esa zona de Alemania. En los pasados dos años se construyeron 36 Salones del Reino para 94 congregaciones, lo que significa que el 37% de todas las congregaciones de esa parte del país se reúnen en Salones nuevos.
Ante la atónita mirada del público, los testigos de Jehová de Estonia levantaron su primer Salón del Reino en Maardu, con alojamiento en el piso de arriba para cuatro parejas de misioneros. Algunos hermanos y hermanas de Finlandia, Suecia, Noruega, Canadá y Estados Unidos trabajaron junto a los del lugar para realizar la tarea en tres meses.
A nuestros hermanos de Grecia se les ha negado por décadas el derecho de tener Salones del Reino, pero la situación ha cambiado bastante. En Atenas, el edificio donde había estado Betel ha sido convertido en un complejo de seis Salones del Reino, donde se reúnen dieciocho congregaciones. La prensa y los vecinos de Halkida contemplaron con asombro las obras del primer Salón del Reino de construcción rápida de Grecia, levantado con la ayuda de hermanos de todas partes del país.
En Panamá se edificaron el año pasado siete Salones del Reino con la ayuda del Departamento de Construcción, formado recientemente en la sucursal. Con la colaboración de 40 voluntarios de tiempo completo, pueden terminar un salón nuevo en un mes. En Colombia los hermanos han ideado un método de construcción de Salones del Reino prefabricados. Las distintas partes se fabrican en la sucursal y luego se montan en el lugar de las obras. Con este método se han construido durante el año 37 Salones del Reino nuevos.
En el año de servicio de 1993, el último del que disponemos de cifras totales, se construyeron o restauraron en Italia 50 Salones del Reino. Entre septiembre de 1993 y mayo de 1994 se empezó el papeleo para levantar o renovar unos sesenta salones más, y se calculaba que para finales de agosto de 1994 se sumarían a esa cifra otros treinta proyectos adicionales.
En muchos países se han construido también espaciosos Salones de Asambleas. En Brasil se dedicaron a Jehová en el transcurso del año seis Salones de Asambleas, dos en el norte del país (Recife y Fortaleza), dos en el sur (Pôrto Alegre y Curitiba), uno en Niterói y uno en Pindamonhangaba, cerca de São Paulo. Cinco de ellos se dedicaron el mismo fin de semana: los días 11 y 12 de septiembre de 1993. Los dos salones del norte, región de clima tropical, se dejaron abiertos por tres lados para aprovechar las brisas del mar. A finales del año ya se estaban utilizando quince Salones de Asambleas; dos de ellos (el de Queimados [RJ] y el de Vargem Grande [SP]) pueden dar cabida cómodamente a 7.000 personas cada uno.
Suecia tiene actualmente cinco Salones de Asambleas. El último, el de Strängnäs, antes un centro deportivo y de exposiciones, ha sido transformado en un Salón de Asambleas con capacidad para 10.000 personas en la sala principal. Cerca de allí los hermanos también compraron un hotel de 156 habitaciones para ofrecer alojamiento durante las asambleas, particularmente a los hermanos de más edad. Con este gran Salón de Asambleas en el centro del país y otros más pequeños en el norte y el sur, ahora los hermanos no solo pueden utilizar sus propios salones para las asambleas de circuito y los días especiales de asamblea, sino también para las asambleas de distrito. Fue una gran alegría para ellos que acudieran al programa de dedicación C. W. Barber y T. Jaracz, del Cuerpo Gobernante, y otros cuatrocientos invitados de países vecinos.
Alemania cuenta con otro Salón de Asambleas, este en Glauchau, en el antiguo territorio comunista de Alemania oriental.
En Nigeria están avanzados los planos, y en algunos casos la construcción en sí, de once nuevos edificios para asambleas de circuito y distrito. Uno de ellos, el de Akure, terminó de habilitarse durante el año, y tiene un aforo de 5.500 personas. Cuando un juez del Tribunal Supremo que visitaba las obras se enteró de que todos los trabajadores eran voluntarios no remunerados, dijo: “Si mi religión realizara un proyecto como este, el contratista se haría millonario. Los trabajadores robarían todo el material. Como hay tanta corrupción, cuando mi Iglesia tiene un proyecto valorado en diez millones de nairas, presupuestamos veinte millones”. Al observar que los hermanos trabajaban con verdadero entusiasmo, un joven visitante preguntó a su padre: “¿Leen ellos la misma Biblia que nosotros?”. Su padre respondió: “Es la misma Biblia. Solo que ellos la siguen de manera diferente de como lo hacemos nosotros”. En efecto, el contraste entre la religión verdadera y la falsa se pone de manifiesto de muchas formas.
Este informe no está completo. De permitirlo el espacio, nos gustaría relatar algunos detalles sobre el precioso Salón de Asambleas que acaban de levantar los hermanos de South Auckland (Nueva Zelanda); el primer Salón de Asambleas de Noruega, cuya ubicación hace posible que puedan utilizarlo aproximadamente la mitad de los publicadores del país; el sexto Salón de Asambleas de Japón, construido con el método tilt-up (paneles prefabricados de hormigón armado); el nuevo salón de la segunda ciudad más grande de Portugal, con un gran aforo y posibilidades de aumentarlo para las asambleas de distrito; el complejo de cuatro Salones del Reino de la provincia de Transcarpacia, en el sur de Ucrania, con paredes que pueden desplazarse para formar un Salón de Asambleas; el salón de Trinidad, tan necesario que se celebraron en él nueve asambleas antes de finalizar las obras; el salón con los lados abiertos que se construyó en diez días en Sinamoga (Samoa Occidental) con cooperación internacional; el pequeño Salón de Asambleas que los hermanos levantaron en Belén (Israel) tras comprar los derechos para edificar un segundo piso sobre el techo de un edificio nuevo; el nuevo Salón de Asambleas de la isla italiana de Cerdeña, con instalaciones adicionales para celebrar asambleas de distrito; el espacio que se añadió al Salón de Asambleas de Prato (Italia) para celebrar asambleas de distrito; el quinto Salón de Asambleas de Colombia, que permitirá acoger a los más de ocho mil nuevos que se bautizaron este año; el espacioso Salón de Asambleas construido en la Guayana Francesa, además de los cuatro Salones del Reino acondicionados con viviendas para precursores especiales y misioneros, todo ello edificado con la ayuda de 761 hermanos que sufragaron sus propios gastos y que viajaron en avión desde Francia por turnos para terminar las obras en tan solo dos meses.
Dedicación de sucursales
El rápido crecimiento en el campo también ha creado la necesidad de contar con sucursales nuevas o más amplias. Algunas de estas se dedicaron durante el pasado año de servicio.
Canadá
El 25 de septiembre de 1993 se dedicaron los anexos de la sucursal de Canadá. A las instalaciones existentes se añadieron un gran edificio administrativo, una sección de dos plantas de 60 x 60 metros cada una como parte de la sección de impresión y distribución, un nuevo inmueble de viviendas que dará alojamiento a unos trescientos treinta voluntarios de Betel y varios edificios de servicios. Entre los muchos siervos veteranos de Jehová presentes en el programa de dedicación hubo dos miembros del Cuerpo Gobernante: Milton Henschel y John Barr.
¿A qué se debe tanta expansión? La sucursal de Canadá supervisa la predicación de las buenas nuevas en un inmenso territorio que se extiende por más de 5.100 kilómetros de este a oeste, y hacia el norte desde el río San Lorenzo y los Grandes Lagos hasta la misma región ártica. Es uno de los países más grandes del mundo. Desde que en 1981 se trasladó la sucursal a su actual ubicación, en Halton Hills, la cantidad de Testigos canadienses ha aumentado en un 59%. Hacía falta más espacio en la sucursal para atender las necesidades de esta creciente multitud. Aunque las buenas nuevas se han predicado en Canadá durante unos ciento diez años, en los últimos años esta obra ha adquirido nuevas dimensiones debido a la atención especial que se ha prestado a los grupos de habla extranjera. Actualmente hay congregaciones que celebran reuniones regulares en una docena de idiomas además del inglés y el francés.
Tahití
El 11 de diciembre de 1993 se dedicó una nueva y encantadora sucursal en pleno Pacífico Sur. Milton Henschel, un miembro del Cuerpo Gobernante que participó en el programa de dedicación, recordó a todos los presentes que lo más importante no era la belleza del lugar, sino el trabajo que se efectuaría en el interior del edificio.
La construcción de semejante edificio con contribuciones y mano de obra voluntarias era ciertamente un tema de interés periodístico, y la televisión ofreció la noticia para su retransmisión en el extranjero. Sesenta y dos años antes, en 1931, un testigo de Jehová llamado Sydney Shepherd había llegado a Tahití con el propósito de predicar. Le siguió Frank Dewar. Pero a ninguno de los dos se le permitió quedarse por mucho tiempo. Sin embargo, actualmente hay más de mil setecientos Testigos en Tahití y otras islas de la Polinesia Francesa.
Samoa Occidental
La recolección de las cosas deseables de las naciones no se limita a los países más grandes del mundo, sino que se produce también en los pequeños archipiélagos del inmenso océano Pacífico. A partir de la década de los cincuenta, cuando la obra empezó de manera organizada en esa zona, en los cinco países supervisados por la sucursal de Samoa Occidental han servido veintiséis graduados de Galaad y otros veinticuatro misioneros y precursores especiales extranjeros. El fruto de su labor lo constituyen los 650 publicadores que hay actualmente en estas islas remotas. Unos cinco años atrás surgió la urgente necesidad de disponer de nuevas instalaciones. ¿Por qué?
Además de los hermanos diseminados por las 59 islas habitadas que están bajo la supervisión de la sucursal, entre las grandes comunidades expatriadas que se han afincado en Australia, Nueva Zelanda, Hawai y California, se han formado congregaciones que hablan idiomas de diferentes islas del Pacífico. Aunque estas queridas personas sean pocas, su alimentación espiritual es importante. (Isa. 42:10, 12.) Jehová se interesa por sus siervos sin importar dónde se encuentren. Reflejando esa misma actitud, el Cuerpo Gobernante se ha esforzado por reforzar la traducción a los cuatro idiomas polinesios que se hablan en estas islas, a saber, el samoano, el tokelauano, el tongano y el tuvaluense. Se ha preparado a varios hermanos y hermanas para la traducción, corrección de pruebas y composición informática de las diferentes publicaciones.
Aunque la cantidad de ejemplares que se imprimen en estos idiomas sea reducida, traducir las publicaciones requiere el mismo trabajo, la misma cantidad de personal e instalaciones semejantes a las que se necesitan para traducir a los idiomas hablados por millones de personas. En 1990 el espacio disponible en la antigua sucursal (un hogar misional transformado) era muy escaso. Hacía falta un edificio mucho mayor, y el Cuerpo Gobernante dio permiso para construirlo.
Ahora bien, ¿cómo iba a efectuarse la construcción? Las casas samoanas tradicionales se fabrican con materiales de la zona y carecen de paredes, solo cuentan con unos postes para sujetar el techo, por lo que la mayoría de los hermanos locales desconocen por completo los métodos que se utilizan para edificar una sucursal moderna.
El problema se solucionó gracias a la hermandad internacional. La Oficina de Construcción de Brooklyn y la Oficina Regional de Ingeniería de Australia prepararon los planos, diseñando un edificio que pudiera resistir terremotos y ciclones. Hubo 44 siervos internacionales y 69 voluntarios internacionales que aportaron su pericia en este campo durante los tres años y medio que duraron los trabajos. No solo enseñaron a los 38 hermanos y hermanas locales que trabajaron de jornada completa en las obras y a los muchos que trabajaron media jornada, sino que contribuyeron a aumentar la espiritualidad de las congregaciones locales. Los hermanos de la zona ya se han valido de la experiencia y las habilidades adquiridas en la construcción de la sucursal para edificar Salones del Reino.
El 20 de noviembre de 1993 se dedicaron las instalaciones; John Barr, del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso de dedicación. Todos los asistentes respondieron con entusiasmo a la resolución de dedicar la sucursal al servicio de Jehová.
Alemania
Las mayores obras de ampliación de sucursal que se concluyeron el pasado año de servicio fueron las de Selters/Taunus (Alemania). Con la participación de más de dieciocho mil seiscientos voluntarios durante tres años y medio, se aumentó a más del doble el tamaño de la que ya era la mayor sucursal con imprenta de la Sociedad.
En el programa de dedicación, celebrado los días 14 y 15 de mayo, estuvieron presentes cuatro miembros del Cuerpo Gobernante: Carey Barber, Milton Henschel, Karl Klein y Daniel Sydlik. En el auditorio estuvieron representadas 55 nacionalidades. El hermano Barber señaló en su discurso que la agitación política vivida en la Europa oriental había resultado en mayor libertad para los hermanos. “Pero les habría sido imposible proveer todos los libros y revistas que se necesitan” para satisfacer el hambre espiritual de las personas de esa zona, explicó, y añadió: “De modo que la sucursal de Alemania les suministra las publicaciones y así ellos pueden concentrarse en la predicación”. ¡Qué apropiado fue que muchos de los invitados a la dedicación fuesen precisamente hermanos de esos países de Europa oriental! Les encantó visitar los edificios, ver la sección de encuadernación y la nueva y enorme prensa offset en funcionamiento. La ampliación efectuada permitirá que la sucursal de Alemania produzca hasta 1.600.000 revistas y 80.000 libros al día. En dicha sucursal ya se imprimen publicaciones en 42 idiomas para 58 países.
Al programa de dedicación del sábado en la sucursal solo pudieron asistir 3.658 personas. Pero como la totalidad de los Testigos de Alemania habían contribuido de una forma u otra a la construcción, todos deseaban beneficiarse de la edificación espiritual de aquella ocasión. Así que el domingo continuó el programa tanto en Betel como en seis estadios deportivos por todo el país, con una asistencia conjunta de 177.902 personas que dieron alabanza y gracias a Jehová. El hermano Sydlik resumió el sentir de los presentes diciendo: “Esta ha sido la dedicación de las dedicaciones. La recordaremos por mucho tiempo”.
Otras obras de construcción
La edificación continúa a paso acelerado en la central mundial de Nueva York, tanto en los nuevos edificios de Brooklyn como en Patterson y Wallkill. En estos tres lugares hay actualmente más de mil cuarenta hermanos y hermanas trabajando en la construcción. Para marzo de 1995 se espera trasladar la Escuela de Galaad al Centro Educativo de la Watchtower, ubicado en Patterson.
La Sociedad también tiene una sucursal en la República Checa. Se ha renovado un edificio de diez pisos en Praga que fue donado recientemente a la Sociedad, y ya se utiliza como Hogar Betel y sucursal. En Maseru (Lesoto) se ha construido un complejo que consta de Salón del Reino, hogar misional, una oficina y un almacén para las publicaciones.
En las Islas Salomón se necesitaban tres hogares misionales nuevos, que pudieron erigirse gracias a la cooperación internacional. Grupos de hermanos de Australia prefabricaron algunas de las partes esenciales y la sucursal de ese país se encargó de reunir todo el material y enviarlo a las Islas Salomón. Mientras tanto, los hermanos de estas islas prepararon los terrenos y fueron a los bosques a talar más de 40 toneladas de árboles maderables, todo ello a mano. Acabaron justo a tiempo para la llegada de los 96 hermanos de Australia, Nueva Zelanda y Hawai que ofrecieron voluntariamente su tiempo y hasta pagaron su propio pasaje para colaborar en la construcción rápida que iba a efectuarse en dos de las islas. Los tres hogares quedaron terminados en solo tres semanas.
Este año pasado también se trabajó mucho para terminar las sucursales de Corea, Taiwan, Ecuador, Surinam y Sri Lanka. Además, hay otras muchas obras en marcha. Se está llevando a cabo un gran trabajo de construcción en las sucursales de México (véanse las páginas 244, 245), España, República Dominicana, Australia, Madagascar, Sierra Leona, Irlanda, Nicaragua, Paraguay, Perú, Jamaica y Nueva Caledonia. Después de los muchos retrasos ocasionados por la oposición, los hermanos de Francia siguen adelante con la ampliación de las instalaciones de la sucursal de Louviers. Cerca de San Petersburgo (Rusia), más de trescientos voluntarios —de Escandinavia y de todas partes de la ex Unión Soviética— están trabajando arduamente con miras a disponer de un Centro Administrativo para la Organización Religiosa de los Testigos de Jehová de Rusia.
En el sur de África también se está construyendo mucho. Actualmente hay obras en marcha en las sucursales de África del Sur, Kenia, Mozambique, Madagascar y Zaire. Como África del Sur está en posición de proporcionar maquinaria y materiales de construcción a varios de estos países, cuenta con grandes departamentos de compras, exportación y transporte que le permiten atender tanto sus propias necesidades como las de otras sucursales.
En la sucursal de Japón, está en fase de planeamiento y diseño un enorme edificio adicional de trece plantas. Además de las obras que se están llevando a cabo en Cesário Lange (Brasil), también se efectúan trabajos preliminares con miras a la construcción de una oficina, un almacén y viviendas en São Paulo. Y hay muchos otros proyectos, en fases más o menos avanzadas de planeamiento, que contribuirán a que se atiendan las necesidades espirituales de la gran multitud de personas que actualmente abrazan la adoración verdadera.
¿Cómo es posible llevar adelante todas estas obras? Gracias al espíritu de Jehová. En respuesta a la actuación de dicho espíritu, los miembros del pueblo de Jehová —tanto los poco acaudalados como los más pudientes— dan generosamente de sí mismos y de sus recursos económicos para el progreso de los intereses del Reino. ¡Y qué alegría les da ver que Jehová bendice sus esfuerzos!
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Testigos de Jehová. Informe del Anuario de 1995Anuario de los testigos de Jehová 1995
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[Fotografías en la página 21]
Salón de Asambleas de Strängnäs (Suecia), cuya sala principal tiene un aforo de 10.000 personas
[Fotografías en la página 27]
Nuevas sucursales (en el sentido de las manecillas del reloj, comenzando desde arriba): Canadá, Samoa Occidental, Tahití, Alemania (con su última rotativa)
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