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El día de Jehová está cercaLa Atalaya 1998 | 1 de mayo
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El día de Jehová está cerca
“Oigan esto, ancianos, y presten oído, todos los habitantes del país.” (JOEL 1:2.)
1, 2. ¿A causa de qué situación que había en Judá inspiró Jehová a Joel a pronunciar su impactante profecía?
“¡AY DEL día; porque el día de Jehová está cerca, y como despojo violento del Todopoderoso vendrá!” Este imponente anuncio fue el mensaje de Dios para su pueblo que pronunció el profeta Joel.
2 El citado pasaje de Joel 1:15 probablemente se escribió en torno al año 820 a.E.C. en la tierra de Judá, que entonces tenía hermosas y verdes colinas, cereales y frutas en abundancia, y amplios y lozanos pastizales. No obstante, algo andaba muy mal. En Jerusalén y en la tierra de Judá estaba en auge el culto a Baal, dios falso ante el cual el pueblo celebraba bacanales (compárese con 2 Crónicas 21:4-6, 11). ¿Consentiría Jehová en que persistiera aquella situación?
3. ¿Sobre qué advirtió Jehová, y para qué deberían prepararse las naciones?
3 El libro bíblico de Joel no deja dudas al respecto. Jehová Dios vindicaría su soberanía y santificaría su sagrado nombre. Estaba cerca el gran día de Jehová, en el que él ejecutaría su sentencia contra todas las naciones en “la llanura baja de Jehosafat” (Joel 3:12). Que se preparen para luchar contra el Todopoderoso, Jehová. Nosotros también nos enfrentamos al gran día de Jehová. Por ello, examinemos con más detalle las expresiones proféticas de Joel para nuestro tiempo y para el pasado.
Una invasión de insectos
4. ¿De qué magnitud sería el suceso de que advirtió Joel?
4 Por boca de su profeta, Jehová dice: “Oigan esto, ancianos, y presten oído, todos los habitantes del país. ¿Ha ocurrido esto en sus días, o siquiera en los días de sus antepasados? Respecto a ello hagan el relato a sus propios hijos, y sus hijos a los hijos de ellos, y los hijos de ellos a la siguiente generación” (Joel 1:2, 3). Los ancianos y todo el pueblo podían esperar algo que nunca habían visto ni ellos ni sus antepasados, algo tan impactante que se relataría hasta a la tercera generación. ¿Qué notable acontecimiento sería ese? Para verlo, remontémonos a la época de Joel.
5, 6. a) Describa la plaga que profetiza Joel. b) ¿Quién enviaría esa plaga?
5 ¡Atención! Joel oye un estruendo lejano. El cielo se nubla, y el aciago sonido aumenta al ir cubriéndose todo de tinieblas; luego desciende un nubarrón, como una humareda. Es un ejército de millones de insectos que va sembrando la ruina a su paso. Centrémonos ahora en Joel 1:4. Los insectos invasores no son solo las langostas migratorias con alas. ¡Oh, no! También hay voraces enjambres de langostas reptantes sin alas. Llevadas por el viento, llegan de súbito, con un fragor como el de carros (Joel 2:5). Tan voraz es su apetito que en poco tiempo pueden transformar en un yermo un verdadero paraíso.
6 También avanzan las orugas, o sea, las larvas de polillas y mariposas. Los enormes batallones de las hambrientas orugas pueden devorar las plantas una a una, hoja por hoja, hasta dejarlas casi peladas. Y la mayor parte de lo que dejan se lo comen las langostas. Y lo que dejan estas lo devorarán las raudas cucarachas. Ahora bien, observemos que en el capítulo 2 vs 11 de Joel, versículo 11, Dios llama al ejército de langostas “su fuerza militar”. En efecto, él enviaría la plaga de langostas para desolar la tierra y causar mucha hambre. ¿Cuándo? Justo antes del “día de Jehová”.
“Despierten, borrachos”
7. a) ¿Cuál era la condición de los guías religiosos de Judá? b) ¿Cómo están hoy los guías de la cristiandad en un estado parecido al de las autoridades religiosas de Judá?
7 La atención se centra en una infame turba, los guías religiosos de Judá, cuando se ordena: “Despierten, borrachos, y lloren; y aúllen, todos ustedes, bebedores de vino, por causa del vino dulce, porque ha sido cortado de sus bocas” (Joel 1:5). Así es: a los borrachos espirituales de Judá se les dijo que ‘despertaran’, es decir, que se despejaran de la embriaguez. Pero no creamos que se trata simplemente de historia antigua. Hoy mismo, antes del gran día de Jehová, el clero de la cristiandad está, en sentido figurado, tan harto de vino dulce, que apenas se percata de la orden del Altísimo. ¡Qué sorpresa se llevará cuando lo saque de la embriaguez espiritual el día de Jehová, grande e inspirador de temor!
8, 9. a) ¿Cómo describe Joel las langostas y el efecto de su plaga? b) ¿A quién representan en la actualidad las langostas?
8 Fijémonos en el gran ejército de langostas: “Hay una nación que ha subido a mi país, poderosa y sin número. Sus dientes son los dientes de un león, y tiene las quijadas de un león. Ha puesto mi vid como objeto de pasmo, y mi higuera como tocón. Positivamente la ha dejado desnuda y la ha desechado. Las ramitas de ella han quedado blancas. Plañe, como una virgen ceñida de saco lo hace por el dueño de su juventud” (Joel 1:6-8).
9 ¿Se reduce todo esto a una profecía sobre “una nación”, o enjambre, de langostas, que invade Judá? No, hay mucho más implicado. Tanto en Joel 1:6 como en Revelación (Apocalipsis) 9:7, las langostas representan al pueblo de Dios. El actual ejército de langostas es, ni más ni menos, la fuerza militar integrada por las langostas ungidas de Jehová, con la que colaboran en la actualidad unos cinco millones seiscientos mil miembros de las “otras ovejas” de Jesús (Juan 10:16). ¿Verdad que nos alegra formar parte de esta multitud de adoradores de Jehová?
10. ¿Cuáles son los efectos de la plaga de langostas en Judá?
10 En Joel 1:9-12 leemos acerca de los efectos de la plaga de langostas. Un enjambre tras otro arrasa la tierra. Como falta el grano, el vino y el aceite, los sacerdotes infieles no pueden seguir desempeñando su oficio. Hasta el terreno está de duelo, pues las langostas le han arrebatado los cereales y los árboles frutales se han quedado sin frutos. Al estar arruinadas las viñas, los bebedores baalistas, que también son borrachos espirituales, ya no tienen más vino.
“Golpéense los pechos, sacerdotes”
11, 12. a) ¿Quiénes dicen ser los sacerdotes de Dios en la actualidad? b) ¿Cómo afecta la plaga de langostas actual a las autoridades religiosas de la cristiandad?
11 Escuchemos el mensaje de Dios a los sacerdotes descarriados: “Cíñanse, y golpéense los pechos, sacerdotes. Aúllen, ministros del altar” (Joel 1:13). En el primer cumplimiento de la profecía de Joel, el altar estaba a cargo del sacerdocio levítico. Pero ¿y en el cumplimiento final? Hoy día, el clero de la cristiandad se ha arrogado la autoridad de servir en el altar de Dios, afirmando ser sus ministros y “sacerdotes”. Sin embargo, ¿qué ocurre ahora que avanzan las actuales langostas de Dios?
12 Cuando los “sacerdotes” de la cristiandad ven en acción al pueblo de Jehová y oyen sus advertencias del juicio de Dios, se ponen frenéticos. Humillados y rabiosos, se golpean el pecho al ver el efecto devastador del mensaje del Reino. Y aúllan al ver que se les escapa la grey. Al írseles quedando pelados los campos, que pasen la noche vestidos de saco y lamentándose por su pérdida de ingresos. No tardarán en perder hasta el empleo. De hecho, Dios les manda estar de duelo toda la noche porque su fin está próximo.
13. ¿Responderá favorablemente a la advertencia de Jehová la cristiandad en su totalidad?
13 Joel 1:14 indica que su único recurso es arrepentirse y clamar “por socorro a Jehová”. ¿Debemos esperar que el clero de la cristiandad se vuelva en pleno a Jehová? Claro que no. Puede que a título individual algunos de sus miembros respondan a la advertencia de Jehová. Pero la desnutrición espiritual de estos guías religiosos y de sus feligreses, como grupo, continuará. El profeta Amós predijo: “¡Mira! Vienen días —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, y ciertamente enviaré un hambre al país, un hambre, no de pan, y una sed, no de agua, sino de oír las palabras de Jehová” (Amós 8:11). Por otro lado, ¡cuánto agradecemos el copioso banquete espiritual que Dios nos brinda amorosamente mediante “el esclavo fiel y discreto”! (Mateo 24:45-47.)
14. ¿A qué antecede la plaga de langostas?
14 Tanto hoy como en el pasado, la plaga de langostas antecede a otro acontecimiento. ¿Cuál? Joel nos lo dice claramente: “¡Ay del día; porque el día de Jehová está cerca, y como despojo violento del Todopoderoso vendrá!” (Joel 1:15). Las incursiones que hoy realiza por todo el mundo el ejército de langostas de Dios indican con claridad que está cerca el día de Jehová, grande e inspirador de temor. No cabe duda de que todas las personas de corazón recto anhelan que llegue ese día especial de ajuste de cuentas, cuando se ejecute la sentencia divina contra los malvados y Jehová salga victorioso como el Soberano Universal.
15. En vista del lamentable estado de la tierra, ¿cómo reaccionan los que prestan atención a las advertencias divinas?
15 Como indica Joel 1:16-20, la antigua Judá se quedó sin alimentos y también sin alegría. Los almacenes yacían desolados y hubo que demoler los graneros. Como las langostas habían acabado con los pastos, las reses deambulaban confusas y los hatos de ovejas perecían. ¡Qué catástrofe! ¿Qué le ocurrió a Joel en tales circunstancias? Según el versículo 19, él dijo: “A ti, oh Jehová, llamaré”. En la actualidad también hay muchas personas que prestan atención a las advertencias divinas y claman a Jehová Dios con fe.
“Viene el día de Jehová”
16. ¿Por qué debían agitarse “los habitantes de la tierra”?
16 Escuchemos lo que ordena Dios: “Toquen un cuerno en Sión, y den un grito de guerra en mi santa montaña. Que todos los habitantes de la tierra se agiten” (Joel 2:1). ¿Por qué esa reacción? La profecía da la respuesta: “¡Porque viene el día de Jehová, porque está cerca! Es día de oscuridad y tenebrosidad, día de nubes y densas tinieblas, como luz del alba extendida sobre las montañas” (Joel 2:1, 2). El gran día de Jehová es, sin duda, muy apremiante.
17. ¿Cómo se vieron afectados la tierra y el pueblo de Judá por la plaga de langostas?
17 Imaginémonos el impacto de la visión profética a medida que las implacables langostas tornan en un yermo desolado todo un Edén. Escuchemos la descripción del ejército de langostas: “Su apariencia es como la apariencia de caballos, y como corceles es la manera como siguen corriendo. Como con el sonido de carros sobre las cimas de las montañas siguen brincando, como con el sonido de un fuego llameante que devora rastrojo. Es como un pueblo poderoso, formado en orden de batalla. Debido a él, los pueblos estarán con fuertes dolores. En cuanto a todos los rostros, ciertamente recogerán un fulgor de excitación” (Joel 2:4-6). Durante la plaga de langostas de la época de Joel, los adoradores de Baal se sumieron en la angustia y sus rostros reflejaron la ansiedad que los embargaba.
18, 19. ¿Cómo se parece a una plaga de langostas la actividad del pueblo de Dios en la actualidad?
18 Nada detenía a las metódicas e incansables langostas. Corrían “como hombres poderosos” y hasta escalaban muros. Si ‘alguna caía entre los proyectiles, las demás no se apartaban de su derrotero’ (Joel 2:7, 8). ¡Con cuánta viveza describe esta profecía al actual ejército de langostas simbólicas! Hoy día, el ejército de langostas de Jehová también marcha siempre adelante. No las detiene ningún “muro” de oposición. En vez de transigir en su integridad para con Dios, están dispuestas a morir, como los miles de Testigos que ‘cayeron entre los proyectiles’ por negarse a aclamar a Hitler durante el régimen nazi de Alemania.
19 El actual ejército de langostas da un testimonio exhaustivo en “la ciudad” de la cristiandad (Joel 2:9). Lo hace en el mundo entero. Aún vence todos los obstáculos, entra en millones de hogares, aborda a las personas en las calles, habla con ellas por teléfono y se pone en contacto con ellas por todo medio posible al declarar el mensaje de Jehová. En efecto, ha distribuido miles de millones de publicaciones bíblicas, y distribuirá muchísimas más en su incesante ministerio, que se efectúa públicamente y de casa en casa (Hechos 20:20, 21).
20. ¿Quién apoya a las langostas actuales, y con qué resultados?
20 Joel 2:10 indica que un enorme enjambre de langostas es semejante a una nube capaz de tapar la luz del sol, la luna y las estrellas (compárese con Isaías 60:8). ¿Hay alguna duda de quién está tras esta fuerza militar? Por encima del estruendo de los insectos, escuchamos las siguientes palabras de Joel 2:11: “Jehová mismo ciertamente dará su voz delante de su fuerza militar, porque su campamento es muy numeroso. Porque el que ejecuta su palabra es poderoso; porque el día de Jehová es grande y muy inspirador de temor, ¿y quién puede sostenerse bajo él?”. Efectivamente, es Jehová Dios quien envía hoy su fuerza militar de langostas, antes de su gran día.
“Jehová no es lento”
21. ¿Qué pasará cuando ‘el día de Jehová venga como ladrón’?
21 Al igual que Joel, el apóstol Pedro habló del gran día de Jehová. Escribió: “El día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos, estando intensamente calientes, serán disueltos, y la tierra y las obras que hay en ella serán descubiertas” (2 Pedro 3:10). Bajo el influjo de Satanás el Diablo, los “cielos”, constituidos por los gobiernos malvados, dominan la “tierra”, que representa a la humanidad alejada de Dios (Efesios 6:12; 1 Juan 5:19). Los cielos y la tierra de carácter simbólico no sobrevivirán al calor de la cólera divina durante el gran día de Jehová, sino que los sustituirán “nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar” (2 Pedro 3:13).
22, 23. a) ¿Cuál debe ser nuestra reacción ante la misericordiosa manifestación de paciencia de Jehová? b) ¿Cómo debemos reaccionar ante la cercanía del día de Jehová?
22 Las distracciones actuales y las pruebas a las que se somete nuestra fe, pudieran hacernos olvidar la urgencia del tiempo en que vivimos. Sin embargo, las langostas simbólicas avanzan sin cesar, y muchas personas responden al mensaje del Reino. Es cierto que Dios ha permitido tiempo para ello, pero no debemos confundir su paciencia con lentitud. “Jehová no es lento respecto a su promesa, como algunas personas consideran la lentitud, pero es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9.)
23 Mientras aguardamos el gran día de Jehová, tomemos muy en serio las palabras de Pedro consignadas en 2 Pedro 3:11, 12: “Puesto que todas estas cosas así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa, esperando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová, por el cual los cielos, estando encendidos, serán disueltos, y los elementos, estando intensamente calientes, se derretirán!”. Entre estos actos y hechos figura, sin duda alguna, el que nos mantengamos al paso del ejército de langostas de Jehová participando de forma significativa y regular en la predicación de las buenas nuevas del Reino antes de que llegue el fin (Marcos 13:10).
24, 25. a) ¿Cómo responde usted al privilegio de tomar parte en la obra del ejército de langostas de Jehová? b) ¿Qué importante pregunta plantea Joel?
24 El ejército de langostas de Dios no detendrá su labor hasta que estalle el día de Jehová, grande e inspirador de temor. La mismísima existencia de esta fuerza imparable de langostas es una prueba destacada de que el día de Jehová está cerca. ¿Verdad que nos sentimos dichosos de servir junto con las langostas ungidas de Dios y sus compañeros en el ataque final previo al día de Jehová, grande e inspirador de temor?
25 ¡Qué grande será el día de Jehová! No es de extrañar que se plantee la pregunta: “[¿]Quién puede sostenerse bajo él?” (Joel 2:11). Esta pregunta y muchas otras se comentarán en los próximos dos artículos.
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¿Quién “escapará salvo”?La Atalaya 1998 | 1 de mayo
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¿Quién “escapará salvo”?
“Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo.” (HECHOS 2:21.)
1. ¿Por qué fue el Pentecostés de 33 E.C. un día clave en la historia universal?
EL Pentecostés del año 33 E.C. fue un día clave en la historia universal. ¿Por qué? Porque entonces tuvo lugar el nacimiento de una nueva nación. No era muy grande al principio, pues constaba únicamente de 120 discípulos de Jesús reunidos en un aposento alto de Jerusalén. Pero hoy, cuando han quedado en el olvido la mayoría de las naciones de entonces, aún sigue en existencia la que nació en aquel aposento alto. Este es un hecho importantísimo para todos nosotros, pues Dios designó a esta nación como su testigo ante la humanidad.
2. ¿Qué acontecimientos milagrosos señalaron el nacimiento de la nueva nación?
2 Cuando surgió aquella nueva nación, tuvieron lugar acontecimientos importantes que cumplieron las palabras proféticas de Joel. Leemos de ellos en Hechos 2:2-4: “De repente ocurrió desde el cielo un ruido exactamente como el de una brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa en la cual estaban sentados. Y lenguas como de fuego se les hicieron visibles y fueron distribuidas en derredor, y una se asentó sobre cada uno de ellos, y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse”. De ese modo, aquellos 120 hombres y mujeres fieles pasaron a ser una nación espiritual, los primeros integrantes de lo que el apóstol Pablo denominó después “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16).
3. ¿Qué profecía de Joel se cumplió en Pentecostés de 33 E.C.?
3 Cuando el gentío acudió para averiguar qué era aquella “brisa impetuosa y fuerte”, el apóstol Pedro explicó que se cumplía una profecía de Joel. ¿Cuál? Pues bien, escuchemos lo que dijo: “[‘]En los últimos días —dice Dios— derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños; y aun sobre mis esclavos y sobre mis esclavas derramaré algo de mi espíritu en aquellos días, y profetizarán. Y daré portentos presagiosos en el cielo arriba y señales en la tierra abajo, sangre y fuego y neblina de humo; el sol será convertido en oscuridad y la luna en sangre antes que llegue el grande e ilustre día de Jehová. Y todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo’” (Hechos 2:17-21). El pasaje que citó Pedro se encuentra en Joel 2:28-32, cuyo cumplimiento indicaba que se les acababa el tiempo a los judíos. Se aproximaba “el grande e ilustre día de Jehová”, período en el que se ajustarían las cuentas con el Israel infiel. Ahora bien, ¿quién se salvaría o escaparía salvo? Y ¿qué prefiguró aquello?
Dos cumplimientos de la profecía
4, 5. En vista de los sucesos que se avecinaban, ¿qué consejo dio Pedro, y por qué fue aplicable ese consejo después de sus días?
4 En los años posteriores a 33 E.C. floreció el Israel espiritual de Dios, pero no el Israel natural. En 66 E.C., este Israel estaba en guerra con Roma, y en 70 casi había desaparecido, con Jerusalén y su templo arrasados por el fuego. En Pentecostés de 33 E.C., Pedro dio un magnífico consejo en vista de la catástrofe que se avecinaba. Una vez más citó de Joel y dijo: “Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”. Todo judío tenía que decidir por sí mismo si iba a invocar el nombre de Jehová o no, lo cual incluía obedecer las instrucciones que agregó Pedro: “Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados” (Hechos 2:38). Los que escuchaban a Pedro tenían que aceptar a Jesús como el Mesías, a quien la nación de Israel había rechazado.
5 Aunque aquella profecía de Joel tuvo gran repercusión en la gente mansa del siglo primero, su impacto es aún mayor hoy, pues los sucesos del siglo XX indican que ha tenido un segundo cumplimiento. Veamos cómo.
6. ¿Cómo empezó a hacerse patente la identidad del Israel de Dios al acercarse 1914?
6 Tras la muerte de los apóstoles, el Israel de Dios quedó oculto entre la mala hierba del cristianismo falso. Pero durante el tiempo del fin, que se inició en 1914, volvió a ser patente la identidad de la nación espiritual. Todo ello en cumplimiento de la parábola de Jesús del trigo y la mala hierba (Mateo 13:24-30, 36-43). Al acercarse 1914, los cristianos ungidos empezaron a separarse de la infiel cristiandad, rechazando con valor sus doctrinas falsas y predicando el fin venidero de “los tiempos señalados de las naciones” (Lucas 21:24). Pero la I Guerra Mundial, que estalló en 1914, suscitó cuestiones para las que no estaban preparados. Sometidos a intensas presiones, muchos aminoraron el paso y algunos transigieron. Para 1918 casi había cesado la predicación.
7. a) ¿Qué suceso parecido al de Pentecostés de 33 E.C. tuvo lugar en 1919? b) ¿Qué efecto tuvo el derramamiento del espíritu de Dios sobre Sus siervos a partir de 1919?
7 Pero no por mucho tiempo. En 1919 Jehová comenzó a derramar su espíritu sobre su pueblo de una forma que recordaba lo ocurrido en Pentecostés de 33 E.C. Claro, en 1919 no hubo dones de lenguas ni una brisa impetuosa y fuerte, pues, como vemos por las palabras de Pablo en 1 Corintios 13:8, la época de los milagros ya había pasado. No obstante, el espíritu de Dios se evidenció claramente en 1919, cuando se dio nuevos bríos a los cristianos fieles en la asamblea de Cedar Point (Ohio, E.U.A.) y estos reemprendieron la obra de predicar las buenas nuevas del Reino. En 1922 regresaron a Cedar Point, donde los entusiasmó el llamamiento: “Anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino”. Como en el siglo primero, el mundo no pudo menos que observar los efectos del derramamiento del espíritu de Dios. Todos los cristianos dedicados —hombres y mujeres, viejos y jóvenes— se pusieron a ‘profetizar’, o sea, a declarar “las cosas magníficas de Dios” (Hechos 2:11). Como Pedro, exhortaron a los mansos: “Sálvense de esta generación torcida” (Hechos 2:40). ¿Cómo podían seguir este consejo las personas receptivas? Haciendo caso de las palabras del profeta recogidas en Joel 2:32: “Todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo”.
8. ¿Qué progreso se ha visto respecto al Israel de Dios desde 1919?
8 Desde aquellos primeros años, los asuntos del Israel de Dios han prosperado. La obra de sellar a los ungidos parece estar muy adelantada, y desde los años treinta ha entrado en escena una gran muchedumbre de personas mansas que esperan vivir en la Tierra (Revelación 7:3, 9). Todos entienden la urgencia de los tiempos, pues el segundo cumplimiento de Joel 2:28, 29 indica que está próximo un día de Jehová aún más grande e inspirador de temor, un día en el que se destruirá el sistema religioso, político y comercial de todo el mundo. Tenemos buenas razones para ‘invocar el nombre de Jehová’ con fe absoluta en que nos librará.
¿Cómo invocamos el nombre de Jehová?
9. ¿Cuáles son algunas de las cosas que implica invocar el nombre de Jehová?
9 ¿Qué implica invocar el nombre de Jehová? El contexto de Joel 2:28, 29 nos permite contestar la pregunta. Por ejemplo, Jehová no escucha a todos cuantos lo invocan. Mediante otro profeta, Isaías, Jehová dijo a Israel: “Cuando ustedes extienden las palmas de las manos, escondo de ustedes los ojos. Aunque hagan muchas oraciones, no escucho”. ¿Por qué rehusaba escuchar a su propia nación? Él mismo lo explica: “Sus mismas manos se han llenado de derramamiento de sangre” (Isaías 1:15). Jehová no escuchará a los culpables de derramamiento de sangre ni a los que practican el pecado. Por eso Pedro dijo a los judíos en Pentecostés que se arrepintieran. En el contexto de Joel 2:28, 29, vemos que Joel también recalca el arrepentimiento. Por ejemplo, en Joel 2:12, 13 leemos: “‘Y ahora también —la expresión de Jehová es— vuelvan a mí con todo su corazón, y con ayuno y con lloro y con plañido. Y rasguen su corazón, y no sus prendas de vestir; y vuelvan a Jehová su Dios, porque él es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa’”. Desde 1919, los cristianos ungidos han actuado conforme a estas palabras. Se arrepintieron de sus errores y se resolvieron a no volver a transigir ni a aminorar la marcha. Así abrieron el camino para que se derramara el espíritu de Dios. Toda persona que desee que Jehová la escuche cuando invoque su nombre debe hacer lo mismo.
10. a) ¿Qué es arrepentimiento verdadero? b) ¿Cómo reacciona Jehová ante el arrepentimiento verdadero?
10 Recordemos que el arrepentimiento verdadero no se limita a pedir disculpas. Los israelitas se rasgaban las vestiduras para mostrar la intensidad de sus sentimientos. Pero Jehová dice: “Rasguen su corazón, y no sus prendas de vestir”. El auténtico arrepentimiento viene del corazón, de lo más hondo del ser. Conlleva repudiar el mal, como indica Isaías 55:7: “Deje el inicuo su camino, y el hombre dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová”. Implica odiar el pecado, como hizo Jesús (Hebreos 1:9). Luego confiamos en que Jehová nos perdone en virtud del sacrificio redentor, pues Jehová es “benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa”. Aceptará nuestra adoración, la ofrenda de grano y la libación espirituales. Nos escuchará cuando invoquemos su nombre (Joel 2:14).
11. ¿Qué lugar debe tener la adoración verdadera en nuestra vida?
11 En el Sermón del Monte, Jesús indicó algo más que debemos tener presente, al decir: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios” (Mateo 6:33). No debemos tomar a la ligera la adoración a Dios, verla como un formulismo con el que calmamos la conciencia. El servicio que damos a Dios merece el primer lugar en nuestra vida. Por ello, Jehová sigue diciendo por boca de Joel: “Toquen un cuerno en Sión. [...] Reúnan al pueblo. Santifiquen una congregación. Junten a los viejos. Reúnan a los niños y a los que maman los pechos. Que salga el novio de su cuarto interior, y la novia de su cámara nupcial” (Joel 2:15, 16). Es natural que los recién casados estén distraídos y solo tengan ojos el uno para el otro. Pero hasta para ellos debe venir primero el servicio a Jehová. Nada es más importante que el que se nos reúna para adorar a Dios e invocar su nombre.
12. ¿Qué potencial de crecimiento revela el informe de la Conmemoración del año pasado?
12 Con estas ideas presentes, analicemos una de las estadísticas del Informe de los testigos de Jehová del año de servicio de 1997. El año pasado tuvimos un máximo de 5.599.931 publicadores del Reino, verdaderamente una gran muchedumbre de alabadores. La asistencia a la Conmemoración fue de 14.322.226 personas, una cantidad que sobrepasa en ocho millones y medio la de publicadores. Esa cifra revela un magnífico potencial de crecimiento. Muchos de esos ocho millones y medio eran personas interesadas en la verdad o hijos de padres bautizados que ya estaban estudiando la Biblia con los testigos de Jehová. Buena parte de ellos asistían a una reunión por primera vez. Su presencia dio a los testigos de Jehová una magnífica oportunidad de conocerlos mejor y ofrecerles ayuda para que siguieran progresando. También estuvieron los que asisten a la Conmemoración todos los años y puede que a algunas otras reuniones, pero que no progresan más. Aunque, por supuesto, estamos muy contentos de que asistan a las reuniones, los instamos a meditar cuidadosamente en las expresiones proféticas de Joel y a pensar en qué otros pasos deben dar para asegurarse de que Jehová los escuche cuando invoquen su nombre.
13. Si ya invocamos el nombre de Jehová, ¿qué obligación tenemos para con el prójimo?
13 El apóstol Pablo subrayó otro aspecto implicado en invocar el nombre de Dios. En su carta a los Romanos, citó de las profecías de Joel: “Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”. Y luego razonó: “¿Cómo invocarán a aquel en quien no han puesto fe? ¿Cómo, a su vez, pondrán fe en aquel de quien no han oído? ¿Cómo, a su vez, oirán sin alguien que predique?” (Romanos 10:13, 14). En efecto, muchas otras personas que no han llegado a conocer a Jehová hasta el presente tienen que invocar su nombre. Quienes ya conocen a Jehová no solo tienen la obligación de predicarles, sino también de ir a ayudarles a hacerlo.
Un paraíso espiritual
14, 15. ¿De qué bendiciones paradisíacas disfruta el pueblo de Jehová debido a que invoca su nombre de un modo que a él le agrada?
14 Así ven las cosas tanto los ungidos como las otras ovejas, lo que les ha granjeado la bendición de Jehová. “Jehová será celoso por su tierra y mostrará compasión a su pueblo.” (Joel 2:18.) En 1919, Jehová demostró celo y compasión a su pueblo al restaurarlo e introducirlo en Su dominio de actividad espiritual. Este es verdaderamente un paraíso espiritual, que describe bien Joel con estas palabras: “No estés temeroso, oh suelo. Goza y regocíjate; porque Jehová realmente hará una cosa grande en lo que Él hace. No estén temerosas, ustedes las bestias del campo abierto, porque los pastos del desierto ciertamente se harán verdes. Porque el árbol realmente dará su fruto. La higuera y la vid tienen que dar su energía vital. Y ustedes, hijos de Sión, gocen y regocíjense en Jehová su Dios; porque de seguro les dará la lluvia de otoño en la medida correcta, y hará bajar sobre ustedes un aguacero, lluvia de otoño y lluvia de primavera, como al principio. Y las eras tienen que estar llenas de grano limpio, y las tinas de lagar tienen que desbordarse de vino nuevo y aceite” (Joel 2:21-24).
15 ¡Qué hermosa escena! Tres alimentos básicos de Israel —los cereales, el aceite de oliva y el vino— se proveen en abundancia junto con nutridos rebaños. En nuestro tiempo, esta profecía ciertamente se cumple en sentido espiritual. Jehová nos da todo el alimento espiritual que precisamos. ¿Verdad que estamos contentísimos por la abundancia que nos da Dios? Como predijo Malaquías, realmente nuestro Dios ha ‘abierto las compuertas de los cielos y ha vaciado una bendición hasta que no ha habido más carencia’ (Malaquías 3:10).
El fin de un sistema de cosas
16. a) ¿Qué significa para nuestro tiempo el derramamiento del espíritu de Jehová? b) ¿Qué nos depara el futuro?
16 Después de predecir el estado paradisíaco del pueblo de Dios, Joel profetiza el derramamiento del espíritu de Jehová. Cuando Pedro citó esta profecía el día de Pentecostés, indicó que se cumplía “en los últimos días” (Hechos 2:17). En aquel entonces, el derramamiento del espíritu santo señaló el comienzo de los últimos días del sistema de cosas judío. En el siglo XX, el derramamiento del espíritu de Dios sobre el Israel de Dios significa que nos hallamos en los últimos días de este sistema de cosas mundial. Por tanto, ¿qué nos depara el futuro? La profecía de Joel sigue diciéndonos: “Y ciertamente daré portentos presagiosos en los cielos y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo. El sol mismo será convertido en oscuridad, y la luna en sangre, antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor” (Joel 2:30, 31).
17, 18. a) ¿Qué imponente día de Jehová le sobrevino a Jerusalén? b) ¿Qué nos mueve a hacer la seguridad de que vendrá en el futuro el imponente día de Jehová?
17 En el año 66 E.C. comenzó a cumplirse esta profecía en Judea al avanzar inexorablemente los sucesos hacia el apogeo del imponente día de Jehová del año 70. La situación fue entonces terrible para quienes no invocaban el nombre de Jehová. Hoy se avecinan sucesos igual de espantosos, cuando Jehová destruya a todo este sistema de cosas mundial. Pese a todo, es posible escapar. La profecía pasa a decir: “Tiene que ocurrir que todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén resultarán estar los escapados, tal como ha dicho Jehová, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová llama” (Joel 2:32). Los testigos de Jehová están realmente agradecidos de conocer el nombre de Jehová, y tienen total confianza en que él los salvará cuando lo invoquen.
18 Ahora bien, ¿qué ocurrirá cuando el grande e ilustre día de Jehová golpee este mundo con toda su furia? Este punto se tratará en el último artículo de estudio.
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El juicio de la llanura baja de la decisiónLa Atalaya 1998 | 1 de mayo
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El juicio de la llanura baja de la decisión
“Que las naciones [...] suban a la llanura baja de Jehosafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones.” (JOEL 3:12.)
1. ¿Por qué ve Joel muchedumbres reunidas en “la llanura baja de la decisión”?
“MUCHEDUMBRES, muchedumbres están en la llanura baja de la decisión.” Leemos esta emocionante declaración en Joel 3:14. ¿Por qué están reunidas estas muchedumbres? Joel da la respuesta: “El día de Jehová está cerca”. Se trata del gran día de la vindicación de Jehová, el día en que él ejecutará la sentencia divina contra las multitudes que han rechazado el Reino instaurado de Dios bajo Cristo Jesús. Por fin, los “cuatro ángeles” del capítulo 7 de Revelación soltarán “los cuatro vientos de la tierra”, que han contenido con firmeza, lo que dará lugar a una “gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder” (Revelación 7:1; Mateo 24:21).
2. a) ¿Por qué es “la llanura baja de Jehosafat” una designación idónea para el lugar donde Jehová ejecutará su sentencia? b) ¿Cómo reaccionó debidamente Jehosafat cuando se encontró bajo ataque?
2 En Joel 3:12, a la sede del juicio se la denomina “la llanura baja de Jehosafat”. Es una designación idónea, pues durante una época turbulenta de la historia de Judá, Jehová juzgó y dictó sentencia a favor del buen rey Jehosafat, cuyo nombre significa “Jehová Es Juez”. El examen de aquellos sucesos nos permitirá entender mejor lo que está a punto de ocurrir en nuestro tiempo. El relato se encuentra en el capítulo 20 de 2 Crónicas. En el versículo 1 de ese capítulo leemos que “los hijos de Moab y los hijos de Ammón y con ellos algunos de los ammonim vinieron contra Jehosafat en guerra”. ¿Cómo reaccionó Jehosafat? Hizo lo que todos los siervos fieles de Jehová que afrontan una crisis: imploró en una oración ferviente la guía divina: “Oh Dios nuestro, ¿no ejecutarás juicio contra ellos? Porque no hay en nosotros poder delante de esta gran muchedumbre que viene contra nosotros; y nosotros mismos no sabemos qué debemos hacer, pero nuestros ojos están hacia ti” (2 Crónicas 20:12).
Jehová contesta la oración
3. ¿Qué instrucciones dio Jehová a Judá cuando esta se enfrentó a la invasión de las naciones vecinas?
3 Mientras “todos los de Judá estaban de pie delante de Jehová, hasta sus pequeñuelos, sus esposas y sus hijos”, Jehová respondió (2 Crónicas 20:13). Igual que hoy se vale del “esclavo fiel y discreto”, el Gran Oidor de la oración facultó al profeta levita Jahaziel para comunicar Su respuesta a la multitud congregada (Mateo 24:45). Leemos: “Aquí está lo que Jehová les ha dicho a ustedes: ‘No tengan miedo ni se aterroricen a causa de esta gran muchedumbre; porque la batalla no es de ustedes, sino de Dios. [...] No tendrán que pelear en esta ocasión. Tomen su posición, esténse quietos y vean la salvación de Jehová a favor de ustedes. [...], no tengan miedo ni se aterroricen. Mañana salgan contra ellos, y Jehová estará con ustedes’” (2 Crónicas 20:15-17).
4. ¿De qué modo pidió Jehová a su pueblo una actitud activa, no pasiva, ante el reto del enemigo?
4 Jehová pidió al rey Jehosafat y a sus súbditos más que sentarse a aguardar la liberación milagrosa cruzados de brazos. Tendrían que iniciar la acción frente al reto del enemigo. El rey y ‘todos los de Judá, hasta sus pequeñuelos, sus esposas y sus hijos’, obedecieron con fe firme: madrugaron y fueron al encuentro de las hordas invasoras. De camino, el rey siguió dándoles instrucción teocrática y ánimo, exhortándolos así: “Pongan fe en Jehová su Dios para que resulten de larga duración. Pongan fe en sus profetas y así logren éxito” (2 Crónicas 20:20). Fe en Jehová y fe en sus profetas: esa era la clave para tener éxito. Hoy, igualmente, sigamos activos en el servicio a Jehová, sin dudar nunca de que gracias a él nuestra fe saldrá victoriosa.
5. ¿Cómo están ocupados hoy los testigos de Jehová en la alabanza a él?
5 Nosotros, igual que los habitantes de Judá de la época de Jehosafat, hemos de “[dar] alabanza a Jehová, porque hasta tiempo indefinido es su bondad amorosa”. ¿Cómo lo alabamos? Predicando el Reino con fervor. Igual que los habitantes de Judá, que “dieron comienzo con el clamor gozoso y alabanza”, así respaldemos nuestra fe con obras (2 Crónicas 20:21, 22). Sí, demostremos la misma fe inquebrantable mientras Jehová se dispone a intervenir contra sus enemigos. Aunque el camino se haga largo, decidámonos a aguantar, con fe activa, como hace en la actualidad su pueblo victorioso en regiones conflictivas de la Tierra. En algunos países azotados por la persecución, la violencia, el hambre y las penurias económicas, los siervos fieles de Dios disfrutan de resultados sobresalientes, como informa el Anuario de los testigos de Jehová 1998.
Jehová salva a su pueblo
6. ¿Cómo nos ayuda la fe firme a mantenernos leales hoy día?
6 Las naciones impías que rodeaban a Judá trataron de aplastar al pueblo de Dios, pero los siervos de Jehová reaccionaron con fe ejemplar cantándole alabanzas. Hoy podemos demostrar la misma fe. Si nuestra vida está repleta de obras que alaban a Jehová, se fortalecerá nuestra armadura espiritual, y así no podrán atravesarla las artimañas de Satanás (Efesios 6:11). La fe firme impedirá que nos distraigan de nuestro objetivo el entretenimiento degradante, el materialismo y la indiferencia de este sistema moribundo. Gracias a esta fe invencible, seguiremos en el servicio leal junto al “esclavo fiel y discreto”, a la vez que nos nutriremos del alimento espiritual que se nos suministra “al tiempo apropiado” (Mateo 24:45).
7. ¿Cómo han reaccionado los testigos de Jehová a los diversos ataques que han sufrido?
7 La fe bíblica nos fortalecerá para mantenernos firmes contra las campañas de odio instigadas por quienes tienen el espíritu del “esclavo malo” de Mateo 24:48-51. Los apóstatas, en notable cumplimiento de esta profecía, andan hoy muy ocupados en muchos países diseminando su propaganda mentirosa en confabulación con personas que tienen autoridad en las naciones. Si es conveniente, los testigos de Jehová han respondido, como dice Filipenses 1:7, ‘defendiendo y estableciendo legalmente las buenas nuevas’. Por ejemplo, el 26 de septiembre de 1996, los nueve jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, reafirmaron unánimemente en una causa referida por Grecia que “los testigos de Jehová encajan muy bien con la definición de ‘religión conocida’”, lo que ampara sus derechos a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, y a divulgar su fe. En cuanto a los apóstatas, tienen el juicio de Dios: “Les ha sucedido el dicho del proverbio verdadero: ‘El perro ha vuelto a su propio vómito, y la cerda bañada a revolcarse en el fango’” (2 Pedro 2:22).
8. En los días de Jehosafat, ¿cómo ejecutó Jehová la sentencia que dictó contra los enemigos de Su pueblo?
8 En los días de Jehosafat, Jehová ejecutó la sentencia que dictó contra los que querían hacer daño a Su pueblo. Leemos: “Jehová colocó hombres en emboscada contra los hijos de Ammón, Moab y la región montañosa de Seír que venían para entrar en Judá, y estos se pusieron a herirse unos a otros. Y los hijos de Ammón y Moab procedieron a levantarse contra los habitantes de la región montañosa de Seír para darlos por entero a la destrucción y aniquilarlos; y tan pronto como acabaron con los habitantes de Seír, ayudaron a arruinar cada cual a su propio compañero” (2 Crónicas 20:22, 23). Los habitantes de Judá llamaron al lugar llanura baja de Beracá, nombre que significa “Bendición”. En nuestro tiempo, el pueblo de Jehová también recibirá grandes bendiciones cuando él ejecute su veredicto contra sus enemigos.
9, 10. ¿Quiénes han demostrado ser merecedores del fallo adverso de Jehová?
9 ¿Quiénes recibirán un fallo adverso de Jehová en la actualidad?, tal vez nos preguntemos. Para responder a esta pregunta, hemos de volver a la profecía de Joel. Joel 3:3 habla de los enemigos de su pueblo que “daban un niño varón por una prostituta, y a una niña la vendían por vino”. En efecto, consideran que los siervos de Dios son muy inferiores a ellos, y que sus hijos no valen más que el alquiler de una prostituta o el precio de una jarra de vino. Tendrán que rendir cuentas por su actitud.
10 Igual de censurables son aquellos que cometen prostitución espiritual (Revelación 17:3-6). Y especialmente reprobables son los que incitan a la autoridad civil a perseguir a los testigos de Jehová y obstaculizar su labor, como han hecho recientemente en Europa oriental algunos guías religiosos agitadores. Jehová expresa su decisión de actuar en contra de tales obradores de la maldad (Joel 3:4-8).
“¡Santifiquen guerra!”
11. ¿Cómo desafía Jehová a sus enemigos para que entren en guerra?
11 A continuación, Jehová convoca a su pueblo para que proclame por las naciones este desafío: “¡Santifiquen guerra! ¡Despierten a los hombres poderosos! ¡Que se acerquen! ¡Que suban, todos los hombres de guerra!” (Joel 3:9). Así declara una guerra de naturaleza insólita: guerra justa. Los leales testigos de Jehová confían en las armas espirituales al responder a la propaganda mentirosa, contrarrestando la falsedad con la verdad (2 Corintios 10:4; Efesios 6:17). Pronto, Dios santificará “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” (Revelación 16:14). Esta eliminará de la Tierra a todos los enemigos de la soberanía de Dios. Su pueblo no combatirá físicamente en la Tierra, pues ha ‘batido sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas’ literal y figurativamente (Isaías 2:4). Pero Jehová desafía a las naciones enemigas a hacer lo contrario: “Batan sus rejas de arado en espadas, y sus podaderas en lanzas” (Joel 3:10). Las invita a utilizar todo su arsenal de maquinaria bélica y armamento moderno. Pero no triunfarán, pues la batalla y la victoria pertenecen a Jehová.
12, 13. a) Pese al fin de la Guerra Fría, ¿cómo han demostrado muchas naciones que aún son belicosas? b) ¿Para qué no están preparadas las naciones?
12 A comienzos de los años noventa, las naciones dieron por finalizada la Guerra Fría. En vista de eso, ¿se ha logrado la meta principal de la ONU, la paz y la seguridad? No. ¿Qué aprendemos de los sucesos acaecidos en Burundi, Irak, Liberia, la República Democrática del Congo, Ruanda, Somalia y la anterior Yugoslavia? En palabras de Jeremías 6:14, están diciendo: “‘¡Hay paz! ¡Hay paz!’, cuando no hay paz”.
13 Aunque en algunos lugares la guerra abierta ha terminado, las naciones de la ONU aún compiten entre sí para fabricar armamento cada vez más avanzado. Algunas mantienen todavía arsenales atómicos. Otras desarrollan armas químicas y bacteriológicas de destrucción masiva. Al tiempo que las naciones se reúnen en el lugar simbólico llamado Armagedón, les lanza este desafío: “En cuanto al débil, que diga: ‘Soy hombre poderoso’. Presten su ayuda y vengan, todas las naciones de en derredor, y júntense”. Joel interrumpe con su propia petición: “A aquel lugar, oh Jehová, haz bajar a tus poderosos” (Joel 3:10, 11).
Jehová protege a los suyos
14. ¿Quiénes son los poderosos de Jehová?
14 ¿Quiénes son los poderosos de Jehová? En la Biblia, al Dios verdadero se le llama unas doscientas ochenta veces “Jehová de los ejércitos” (2 Reyes 3:14). Estos ejércitos son las huestes angélicas del cielo que están listas para hacer la voluntad divina. Cuando los sirios trataron de atrapar a Eliseo, Jehová acabó abriendo los ojos del servidor de Eliseo para que viera por qué no iban a triunfar: “¡Mire!, la región montañosa estaba llena de caballos y carros de guerra de fuego todo en derredor de Eliseo” (2 Reyes 6:17). Jesús dijo que él podía haber pedido a su Padre “más de doce legiones de ángeles” (Mateo 26:53). Al explicar que Jesús cabalga para ejecutar la sentencia divina en Armagedón, Revelación dice: “Los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos, y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio. Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones, y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso” (Revelación 19:14, 15). A aquel lagar simbólico se le denomina vívidamente “el gran lagar de la cólera de Dios” (Revelación 14:17-20).
15. ¿Cómo describe Joel la guerra de Jehová contra las naciones?
15 Entonces, ¿cómo responde Jehová a la petición de Joel de que haga bajar a los propios poderosos de Dios? La contestación se da con estas gráficas palabras: “Que las naciones sean despertadas y suban a la llanura baja de Jehosafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de en derredor. Metan una hoz, porque la mies ha madurado. Vengan, desciendan, porque el lagar se ha llenado. Las tinas del lagar realmente rebosan; porque la maldad de ellos se ha hecho abundante. Muchedumbres, muchedumbres están en la llanura baja de la decisión, porque el día de Jehová está cerca en la llanura baja de la decisión. El sol y la luna mismos ciertamente se oscurecerán, y las estrellas mismas realmente retirarán su resplandor. Y desde Sión Jehová mismo rugirá, y desde Jerusalén dará su voz. Y el cielo y la tierra ciertamente se mecerán” (Joel 3:12-16).
16. ¿Quiénes estarán entre aquellos contra quienes Jehová ejecuta su sentencia?
16 Tan seguro como que el nombre Jehosafat significa “Jehová Es Juez” es que Dios, Jehová, vindicará plenamente su soberanía cuando ejecute su sentencia. La profecía llama a los que reciben la sentencia adversa ‘muchedumbres, muchedumbres en la llanura baja de la decisión’. De quedar algún defensor de la religión falsa, estará entre ellas, así como quienes menciona el Salmo segundo: naciones, grupos nacionales, reyes de la tierra y altos funcionarios, los cuales prefieren el sistema corrupto de este mundo a ‘servir a Jehová con temor’. Rehúsan ‘besar al hijo’ (Salmo 2:1, 2, 11, 12). No admiten que Jesús es el Rey asociado de Jehová. Además, las muchedumbres marcadas para la destrucción incluirán a todas las personas a las que el Rey glorioso juzgue que son “cabras” (Mateo 25:33, 41). En el momento fijado por Jehová para rugir desde la Jerusalén celestial, su Rey de reyes nombrado cabalgará para ejecutar esa sentencia. El cielo y la tierra tendrán que mecerse. No obstante, se nos asegura: “Jehová será un refugio para su pueblo, y una plaza fuerte para los hijos de Israel” (Joel 3:16).
17, 18. ¿A quiénes se identifica como supervivientes de la gran tribulación, y de qué condiciones disfrutarán?
17 Revelación 7:9-17 identifica a los que sobreviven a la gran tribulación como “una gran muchedumbre” compuesta de los que tienen fe en el poder redentor de la sangre de Jesús. Estos encuentran protección en el día de Jehová, mientras que los tropeles de la profecía de Joel se encaran a un veredicto adverso. Joel dice a los supervivientes: “Ustedes tendrán que saber que yo soy Jehová su Dios, que resido en Sión, mi santa montaña”, la morada celestial de Jehová (Joel 3:17a).
18 La profecía nos dice luego que el ámbito del Reino celestial de Dios “tiene que llegar a ser un lugar santo; y en lo que respecta a extraños, ya no pasarán por ella” (Joel 3:17b). Ni en el cielo ni en los dominios terrenales del Reino celestial habrá extraños, pues todos estarán unidos en la adoración pura.
19. ¿Cómo describe Joel la felicidad paradisíaca de que disfruta el pueblo de Dios hoy?
19 Hoy ya abunda la paz en la Tierra entre el pueblo de Jehová. Este pueblo proclama unido los juicios divinos en más de doscientos treinta países y en más de trescientos idiomas distintos. Joel profetizó de manera hermosa su prosperidad: “Tiene que ocurrir que las montañas gotearán vino dulce, y las colinas mismas manarán leche, y los cauces mismos de Judá manarán agua” (Joel 3:18). En efecto, Jehová continuará derramando sobre sus alabadores terrenales incesantes bendiciones, gozo, prosperidad y un creciente río de preciosas verdades. La soberanía de Jehová se habrá vindicado plenamente en la llanura baja de la decisión, y habrá regocijo porque él residirá para siempre entre su pueblo redimido (Revelación 21:3, 4).
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