-
Podemos tener fe verdaderaLa Atalaya 2001 | 1 de octubre
-
-
Podemos tener fe verdadera
Cuando Sarah Jayne tenía 19 años, descubrió que padecía cáncer de ovario. Después de su operación, comenzó a sentirse bien y a mirar al futuro con optimismo. Con tanto optimismo, que al cumplir los 20 se comprometió y empezó a hacer planes para casarse. Pero ese mismo año sufrió una recaída y le comunicaron que solo le quedaban unas semanas de vida. Murió en junio de 2000, justo antes de cumplir 21 años.
LO QUE impresionaba a quienes la visitaban en el hospital era su tranquilidad y confianza en el futuro junto con su profunda fe en Dios y su Palabra, la Biblia. Pese a la terrible situación por la que estaba pasando, creía firmemente en la esperanza de la resurrección y en que, por tanto, volvería a estar con sus amigos (Juan 5:28, 29). “Los veré a todos en el nuevo mundo de Dios”, decía.
-
-
Podemos tener fe verdaderaLa Atalaya 2001 | 1 de octubre
-
-
Sarah Jayne llegó a creer que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios (1 Tesalonicenses 2:13; 2 Pedro 1:19-21). ¿Por qué? No solo porque sus padres se lo dijeron, sino porque dedicó tiempo a examinar con honradez todas las pruebas que demuestran que las Santas Escrituras son una revelación excepcional que proviene de Dios (Romanos 12:2). Se percató, por ejemplo, de la poderosa influencia que estas ejercen en la vida de quienes se atienen a sus principios. También analizó cuidadosamente, con ayuda de publicaciones como La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?,b la multitud de pruebas que las mismas Escrituras aportan y que evidencian su inspiración divina.
-
-
Podemos tener fe verdaderaLa Atalaya 2001 | 1 de octubre
-
-
Sarah Jayne fue persuadida de la misma forma. Como los bereanos del siglo primero, recibió “la palabra con suma prontitud de ánimo”, solo que a través de sus padres y otros maestros. Es probable que de pequeña confiara instintivamente en lo que le decían en casa. Sin embargo, al hacerse mayor, no se limitó simplemente a aceptar de manera ciega o pasiva todo cuanto se le enseñaba. Más bien, ‘examinó con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así’ (Hechos 17:11).
-
-
Podemos tener fe verdaderaLa Atalaya 2001 | 1 de octubre
-
-
Sarah Jayne comprobó la veracidad de este hecho, por lo que siempre animaba a quienes la visitaban en el hospital a edificar su propia fe. “Hagan suya la verdad —les decía—. Estudien la Palabra de Dios. Permanezcan cerca de su organización. Oren constantemente. Manténganse activos en el servicio de Jehová.” (Santiago 2:17, 26.)
Al observar su fe en Dios y en la resurrección, una de sus enfermeras le dijo: “Realmente crees en ello, ¿verdad?”. Cuando se le preguntó qué le ayudaba a conservar el optimismo a pesar de su difícil situación, contestó: “Mi fe en Jehová. Él es un verdadero amigo para mí, y lo amo muchísimo”.
-