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Las plumas: maravilla del diseño¡Despertad! 2007 | julio
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[Ilustraciones de la página 23]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Barba
Bárbula
Raquis
[Ilustración de la página 24]
Coberteras
[Ilustración de la página 24]
Filopluma
[Ilustración de la página 25]
Plumón de polvo
[Ilustración de la página 25]
Plumón
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Las plumas: maravilla del diseño¡Despertad! 2007 | julio
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Las plumas: maravilla del diseño
UNA gaviota se impulsa hacia el cielo batiendo las alas. Cuando alcanza cierta altura, gira y gira elevándose sin esfuerzo en brazos del viento. Con leves ajustes en la posición de las alas y la cola, queda suspendida, casi inmóvil, en el aire. ¿Cómo logra ejecutar estas gráciles maniobras con tal perfección? En gran medida, gracias a sus plumas.
Las aves son los únicos animales a los que les crecen plumas, y en la mayoría de los casos las tienen de varios tipos. Las más visibles son las coberteras, que se superponen para darle al ave su perfil terso y aerodinámico. De ellas, las más importantes para el vuelo son las remeras y las timoneras, situadas en las alas y la cola, respectivamente. El colibrí puede tener menos de mil de estas plumas, mientras que el cisne, más de veinticinco mil.
Las plumas son una maravilla del diseño. Su eje central, el raquis, es flexible y muy resistente. De él surgen hileras de barbas que forman el suave vexilo, o plano, de la pluma. Estas, a su vez, se unen entre sí mediante cientos de diminutas bárbulas, que se enganchan unas con otras a modo de cremallera. Cuando las bárbulas se separan, el ave simplemente las traba de nuevo con el pico. De hecho, usted puede hacer lo mismo deslizando con suavidad la pluma entre los dedos.
Las plumas remeras son asimétricas, es decir, el vexilo es más estrecho en la sección anterior que en la posterior. Este típico diseño aerodinámico las convierte, por así decirlo, en pequeñas alas individuales. Y si observa más de cerca una pluma remera de buen tamaño, podrá advertir una hendidura a lo largo de la parte inferior del raquis. Este sencillo diseño le confiere tal fortaleza al eje que le permite doblarse y retorcerse sin quebrarse.
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