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¿Es creíble el “Antiguo Testamento”?La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?
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Gleason L. Archer, hijo, muestra otro fallo en el razonamiento de la alta crítica. Dice que la dificultad está en que “la escuela de Wellhausen empezó con la suposición pura (que difícilmente se han molestado en demostrar) de que la religión de Israel era solo de origen humano como cualquier otra, y que tenía que ser explicada como un simple producto de la evolución”6. En otras palabras, Wellhausen y sus seguidores comenzaron por suponer que la Biblia era solo palabra del hombre, y en eso basaron sus razonamientos.
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¿Es creíble el “Antiguo Testamento”?La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?
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En vista del débil apoyo con que cuenta la alta crítica, ¿por qué es tan popular entre los intelectuales de hoy? Porque les dice lo que quieren oír. Cierto erudito del siglo XIX explicó: “Personalmente acogí mejor este libro de Wellhausen que casi todos los demás; pues me pareció que al fin el problema apremiante de la historia del Antiguo Testamento se había resuelto en conformidad con el principio de la evolución humana, que me veo obligado a aplicar a la historia de toda religión”7. Está claro que la alta crítica concordaba con sus prejuicios de evolucionista. Y en realidad ambas teorías tienen un propósito similar. Tal como si se acepta la evolución no hay que creer en la existencia de un Creador, así el aceptar la alta crítica de Wellhausen significa no tener que creer que la Biblia fue inspirada por Dios.
14 En este siglo XX de tendencia racionalista, el suponer que la Biblia no es palabra de Dios, sino del hombre, les parece plausible a los intelectualesc. A ellos se les hace mucho más fácil creer que las profecías se escribieron después del tiempo de su cumplimiento que aceptarlas como genuinas. Prefieren explicar como mitos, leyendas o cuentos populares los relatos bíblicos de milagros, más bien que considerar la posibilidad de que realmente sucedieran. Pero ese punto de vista manifiesta prejuicio y no da razón sólida para rechazar la veracidad de la Biblia.
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