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Libro bíblico número 28: Oseas“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Jehová le iba a mostrar que sus posesiones materiales no provenían de Baal, y por eso envió a Oseas a advertir a Israel lo que significaría el que no se arrepintiera. Israel afrontó su período más terrible después que murió Jeroboán II. Hubo un reinado de terror en el cual varios gobernantes fueron asesinados, y que continuó hasta que los habitantes de Israel fueron llevados cautivos a Asiria en 740 a.E.C.
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Libro bíblico número 28: Oseas“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Juicios proféticos contra Efraín (y Judá) (4:1–14:9). El primer versículo del capítulo 4 presenta el marco de circunstancias en que se dan las siguientes advertencias proféticas: “Jehová tiene una causa judicial con los habitantes de la tierra, porque no hay verdad ni bondad amorosa ni conocimiento de Dios en la tierra”. ¿Qué resultado tendrá esta condición? “Porque el conocimiento es lo que tú mismo has rechazado, yo también te rechazaré de servirme como sacerdote; y porque sigues olvidando la ley de tu Dios, yo me olvidaré de tus hijos, aun yo”, dice Jehová (4:1, 6). El espíritu mismo de fornicación ha hecho que Israel se vaya vagando. Israel y Judá —asemejadas a rameras— tendrán que rendir cuentas, pero buscarán a Jehová cuando se encuentren en “grave aprieto” (5:15).
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Libro bíblico número 28: Oseas“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Eso significa ¡ay! para ellos. ¿Por qué? Están holgazaneando, tramando lo que es malo, traspasando el pacto de Jehová y transgrediendo Su ley. “Porque es viento lo que siguen sembrando, y un viento de tempestad es lo que segarán” (8:7). Jehová recordará el error de ellos y les pedirá cuentas por sus pecados. “Llegarán a ser fugitivos entre las naciones” (9:17).
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Libro bíblico número 28: Oseas“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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El libro de Oseas fortalece la fe en las profecías inspiradas de Jehová. Todo lo que Oseas profetizó respecto a Israel y Judá se realizó. Israel fue abandonada por las naciones vecinas idólatras que habían sido sus amantes y segó el viento de tempestad de la destrucción a manos de Asiria en 740 a.E.C. (Ose. 8:7-10; 2 Rey. 15:20; 17:3-6, 18.)
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