-
¿Por qué permite Dios el sufrimiento humano?La Atalaya 1994 | 1 de noviembre
-
-
La cuestión era la gobernación de Dios contra la de Satanás, y esta seguía vibrante en los días de Job. Este hombre fiel demostró por su conducta que prefería la gobernación justa del Creador a la independencia satánica, al igual que otros hombres temerosos de Dios anteriores a él, como Abel, Enoc, Noé, Abrahán, Isaac, Jacob y José. Job fue tema de una conversación que tuvo lugar en el cielo ante los ángeles fieles de Dios. Jehová dijo a Satanás, en apoyo de la justicia de su gobernación: “¿Has fijado tu corazón en mi siervo Job, que no hay ninguno como él en la tierra, un hombre sin culpa y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?”. (Job 1:6-8.)
No queriendo admitir la derrota, Satanás alegó que Job servía a Dios solo por razones egoístas, pues Dios le había bendecido con abundante prosperidad material. De modo que Satanás propuso: “Para variar, sírvete alargar la mano, y toca todo lo que tiene, y ve si no te maldice en tu misma cara”. (Job 1:11.) Satanás aún fue más lejos, poniendo en tela de juicio la integridad de todas las criaturas de Dios. “Todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma”, reiteró. (Job 2:4.) Este ataque calumnioso no solo afectó a Job, sino también a todos los adoradores fieles de Dios en el cielo y en la Tierra. Satanás dio a entender que abandonarían a Jehová si se ponía en peligro su vida.
Jehová Dios tenía plena confianza en la integridad de Job. Por ello, permitió que Satanás hiciera sufrir a Job. La fidelidad de Job no solo limpió de oprobio su nombre, sino que, más importante aún, sostuvo la justicia de la soberanía de Jehová. Probó que el Diablo era un mentiroso. (Job 2:10; 42:7.)
-
-
¿Por qué permite Dios el sufrimiento humano?La Atalaya 1994 | 1 de noviembre
-
-
Los beneficios de amar a Dios y serle fiel pesan mucho más que el sufrimiento temporal provocado por el Diablo. El caso de Job lo ilustra. Jehová Dios sanó a Job de la enfermedad que el Diablo le había ocasionado. Además, Dios “bendijo el fin de Job después más que su principio”. Finalmente, tras otros ciento cuarenta años de vida, “murió Job, viejo y satisfecho de días”. (Job 42:10-17.)
Santiago, uno de los escritores cristianos de la Biblia, hace referencia a este hecho al decir: “Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño, y compasivo”. (Santiago 5:11, nota.)
-