A una Testigo se le quitó la custodia de su hijo de tres años y se le prohibió que siquiera mencionara la religión cuando hiciera valer sus derechos de visita. El Departamento de Asuntos Legales de la Sociedad Watchtower apeló contra esta sentencia, pero perdió el caso en el Tribunal de Apelación. Después se presentó la apelación ante el Tribunal Supremo del estado de Ohio (E.U.A.) y, felizmente, el 15 de abril de 1992 dicho Tribunal falló en favor de la libertad de la Testigo. El dictamen de 11 páginas dio un severo golpe al supuesto experto que testificó en el juicio, el cual había sido expulsado de la organización de los testigos de Jehová y afirmaba ser psicólogo. El Tribunal dijo que él “testificó, sobre la base de una disertación que había escrito, que entre los testigos de Jehová son más comunes las enfermedades mentales que entre la población en general. Este testimonio fue un intento descarado de estereotipar a una religión entera. [...] [Esta] prueba en particular carece de sentido”.

El Tribunal ordenó un nuevo juicio, diciendo: “No se puede negar la custodia a una madre únicamente porque no animará a su hijo a saludar la bandera, a celebrar fiestas o a participar en actividades extracurriculares. Revocamos la decisión del Tribunal de Primera Instancia respecto a la custodia y los derechos de visita porque tal decisión se basó erróneamente en las creencias religiosas de [la madre]”. Como resultado, el 17 de abril esta madre pudo asistir a la Conmemoración de la muerte de Cristo en el Salón del Reino acompañada de su hijo.

La cuestión de la sangre

Otra cuestión que están afrontando los Testigos es la de la sangre. A pesar de las recientes victorias para la libertad religiosa y la autonomía personal de los testigos de Jehová obtenidas en los tribunales supremos de Florida, Illinois, Massachusetts y Nueva York, y a pesar de los incansables esfuerzos del Servicio de Información sobre Hospitales y de los muchos comités de enlace de los testigos de Jehová con los hospitales de todo Estados Unidos, esta desagradable cuestión surge una y otra vez. Sin embargo, el personal sanitario está recibiendo un testimonio, y algunos hospitales tratan de identificar rápida y claramente a los pacientes que son testigos de Jehová.

En la audiencia del Tribunal de Primera Instancia de San Diego (California, E.U.A.) se respetó la postura de una Testigo japonesa de California con respecto a la sangre. Ella sufrió un aneurisma cerebral y estaba inconsciente. Pero su documento Directriz Médica debidamente firmado y el testimonio de una pediatra que había hecho muchas preguntas a la Testigo sobre la cuestión de la sangre cuando esta la había visitado en la obra de casa en casa, fueron suficientes para convencer al juez de que la Testigo inconsciente no habría aceptado sangre en medio de ninguna circunstancia.

El Departamento de Asuntos Legales de la Sociedad Watchtower ha presentado ante el Tribunal Supremo de Nueva York un caso ocurrido en Long Island, donde se ató y transfundió sangre a una Testigo mientras a su marido se lo llevaban esposado. Se ha conseguido una resolución a favor de los derechos personales de los testigos de Jehová, y ahora el caso sigue su curso en un proceso preliminar para un pleito civil. Hay otro pleito en favor de un muchacho de dieciséis años y su madre que ha sido presentado al Tribunal Federal de Atlanta y que se encuentra en espera de juicio. Ataron al muchacho y le transfundieron sangre durante ocho horas. La audiencia para obtener una orden judicial que autorizara dicha acción se celebró en el mismo hospital y no se notificó de ello ni al muchacho ni a su madre. Hay muchos otros casos pendientes en los tribunales de apelación y todos los días surgen casos nuevos. Las batallas se van ganando, pero la lucha por los derechos humanos no ha terminado. Los testigos de Jehová están convencidos de que a su debido tiempo Jehová Dios vindicará su ley sobre esta cuestión.