-
Jehová gobierna con compasiónLa Atalaya 1997 | 15 de diciembre
-
-
Ningún ser humano ha imitado la compasión de Jehová como Jesús. La compasión piadosa fue el motivo de muchos de sus milagros. En cierta ocasión, un leproso le suplicó: “Si tan solo quieres, puedes limpiarme”. Movido a compasión, Jesús lo tocó y le dijo: “Quiero. Sé limpio”. (Marcos 1:40-42.) En otra ocasión lo seguía una gran muchedumbre. En medio del tumulto, Jesús reparó en dos ciegos que gritaban: “‘¡Señor, ten misericordia de nosotros, Hijo de David!’ [...] Enternecido, Jesús les tocó los ojos, y ellos inmediatamente recibieron la vista”. (Mateo 20:29-34.)
Las grandes multitudes no insensibilizaron a Jesús. “Me compadezco de la muchedumbre”, dijo en una ocasión porque aquellas personas no habían comido por algún tiempo; así que las alimentó milagrosamente. (Marcos 8:1-8.) Cuando recorría los pueblos y aldeas no solo enseñaba a las muchedumbres, sino que reparaba en sus necesidades. (Mateo 9:35, 36.) Al final de uno de sus recorridos, Jesús y sus discípulos no habían tenido tiempo ni para comer. La Biblia relata: “De modo que se fueron en la barca a un lugar solitario donde estuvieran solos. Pero la gente los vio ir y muchos llegaron a saberlo, y de todas las ciudades concurrieron allá a pie, y se adelantaron a ellos. Pues, al salir, él vio una muchedumbre grande, y se enterneció por ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Y comenzó a enseñarles muchas cosas”. (Marcos 6:31-34.)
No fueron solo las enfermedades y la pobreza del pueblo lo que conmovió a Jesús, sino su estado espiritual. Los caudillos religiosos se habían aprovechado de los individuos, y por eso Jesús “se enterneció por ellos”. La palabra griega traducida por “enterneció” significa “sentir que las entrañas anhelan vivamente”. Jesús fue verdaderamente un hombre compasivo.
-
-
Jehová gobierna con compasiónLa Atalaya 1997 | 15 de diciembre
-
-
Puesto que Jesús se apiadó tanto de la gente durante su ministerio terrestre, podemos estar seguros de que aún es y seguirá siendo un Gobernante compasivo. El Salmo 72 profetiza de él: “Juzgue él a los afligidos del pueblo, salve a los hijos del pobre, y aplaste al defraudador. Y tendrá súbditos de mar a mar y desde el Río hasta los cabos de la tierra. Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, y las almas de los pobres salvará”. (Salmo 72:4, 8, 13.)
La Palabra de Dios predice: “Con justicia tiene que juzgar a los de condición humilde, y con rectitud tiene que administrar censura a favor de los mansos de la tierra. [...] Dará muerte al inicuo”. Tras describir cómo hasta personas crueles, semejantes a bestias, cambiarían su forma de ser, la profecía añade: “No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar”. (Isaías 11:4-9.) Esta profecía anuncia nada menos que la existencia de una sociedad mundial integrada por personas que conozcan a Jehová e imiten su proceder compasivo.
-