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¿Quién fue Jesús?La Atalaya 2012 | 1 de abril
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¿Quién fue Jesús?
“Todo el mundo tiene su propia opinión de [Jesús]. Y es que todos —devotos y escépticos por igual— nos hemos preguntado alguna vez quién fue él en realidad.” (STAN GUTHRIE, ESCRITOR)
JESÚS es un personaje que despierta mucha curiosidad. Eso explica los éxitos de ventas de libros sobre él, así como los récords de taquilla de algunas películas. Pero la gente sigue haciéndose preguntas, y no hay una única opinión acerca de quién fue.
Hace unos cuantos años, dos periodistas realizaron una encuesta por Internet. Los internautas tenían que responder a la pregunta “¿Quién fue Jesús?”. Veamos algunas respuestas.
● “Por lo visto fue un rabino (maestro espiritual) que llevó una vida ejemplar caracterizada por la caridad.”
● “Fue un hombre normal con una vida fuera de lo común.”
● “No hay pruebas de que existiera.”
● “Es el Hijo de Dios que nació, murió y resucitó para librarnos de nuestros pecados. Jesús vive hoy y va a volver a la Tierra.”
● “Creo que es el único hijo de Dios plenamente humano y plenamente divino al mismo tiempo.”
● “Es el protagonista de un cuento de hadas para niños grandes.”
¿Cuál de estas opiniones es la correcta? Es obvio que no todas pueden serlo. Entonces, ¿dónde podemos hallar información confiable sobre Jesús? Los editores de esta revista creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y que, por tanto, solo ella puede revelarnos la verdad acerca de él (2 Timoteo 3:16).a
En el siguiente artículo veremos algunas preguntas que la gente se hace sobre Jesús y qué dice la Biblia al respecto. El propio Jesús enseñó que la salvación está al alcance de “todo el que ejerce fe en él” (Juan 3:16). Así pues, lo animamos a conocer las respuestas bíblicas. Luego podrá decidir por usted mismo si quiere aprender más acerca de Jesús a fin de ejercer fe en él.
[Nota]
a Hallará más información en el capítulo 2, “La Biblia proviene de Dios”, del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por los testigos de Jehová.
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Jesucristo: preguntas y respuestasLa Atalaya 2012 | 1 de abril
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Jesucristo: preguntas y respuestas
“¿Quién dicen las muchedumbres que soy?” (LUCAS 9:18)
JESÚS quería saber la opinión de sus discípulos porque muchas personas no tenían claro quién era él. Sin embargo, esas dudas no tenían justificación. Él no vivía aislado ni se ocultaba tras un velo de misterio. Al contrario, siempre estaba rodeado de gente. Quería que lo conocieran, y por eso predicó sus enseñanzas a todo el que quisiera escucharlo dondequiera que estuviera (Lucas 8:1).
Desde luego, no hay mejor forma de conocer a Jesús que a través de sus palabras y sus acciones. De ahí la utilidad de los cuatro Evangelios inspirados por Dios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Solo en estos registros bíblicos de la vida de Jesús podemos encontrar la verdad sobre él (Juan 17:17).a
PREGUNTA: ¿Hay pruebas históricas de que existió?
RESPUESTA: Sí las hay. Diversos historiadores, como Josefo y Tácito del siglo I, confirman su existencia. Más importante aún, los Evangelios aportan datos muy específicos —fechas y lugares, entre otros— que prueban de forma convincente que fue un personaje real, y no inventado. Un buen ejemplo es el de Lucas: para indicar el año en que Jesús comenzó su ministerio, citó a siete personajes que estaban en el poder. Los registros históricos confirman que todos estos hombres existieron (Lucas 3:1, 2, 23).
Las pruebas de que Jesús sí existió son abrumadoras. Como explica el libro Evidence for the Historical Jesus (Pruebas históricas de la existencia de Jesús), “la mayoría de los expertos acepta que un tal Jesús de Nazaret vivió durante el siglo I”.
PREGUNTA: ¿Son Jesús y Dios el mismo ser?
RESPUESTA: No. Jesús nunca se consideró igual que Dios. En repetidas ocasiones demostró que le debía obediencia a Jehová.b Por eso lo llamaba “mi Dios” y decía que era “el único Dios verdadero” (Juan 20:17; 17:3). Hablaba como el trabajador que llama “mi jefe” o “el único encargado” a la persona que está por encima de él y a la que debe rendirle cuentas.
Jesús también mostró que él y Dios eran seres distintos. En cierta ocasión, cuando sus enemigos pusieron en duda su autoridad, les dijo: “En la propia Ley de ustedes está escrito: ‘El testimonio de dos hombres es verdadero’. Yo soy quien doy testimonio acerca de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio acerca de mí” (Juan 8:17, 18). Para considerar su testimonio y el de Jehová como dos testimonios, es obvio que no podían ser un mismo ser.c
PREGUNTA: ¿Fue Jesús solo un hombre bueno?
RESPUESTA: No, fue mucho más que eso. Jesús desempeñó importantes funciones en el cumplimiento de la voluntad de Dios. Veamos algunas de esas funciones.
● “Hijo unigénito de Dios.” (Juan 3:18.) Jesús conocía su verdadero origen. Sabía que su vida había comenzado mucho antes de nacer en la Tierra. “He bajado del cielo”, dijo (Juan 6:38). Él fue lo primero que Dios creó, y después ayudó a su Padre a crear todo lo demás. Por ser el único ser creado directamente por Dios se le llama “hijo unigénito” (Juan 1:3, 14; Colosenses 1:15, 16).
● “Hijo del hombre.” (Mateo 8:20.) Jesús utilizó muchas veces esta expresión —que aparece unas ochenta veces en los Evangelios— para referirse a sí mismo. De ese modo destacaba que era un ser humano en el pleno sentido de la palabra, y no una encarnación de Dios. Ahora bien, ¿cómo fue posible que el Hijo unigénito de Dios naciera como ser humano? Mediante el espíritu santo, Jehová transfirió la vida de su Hijo a la matriz de una virgen judía llamada María. Como resultado, Jesús nació perfecto, sin pecado (Mateo 1:18; Lucas 1:35; Juan 8:46).
● “Maestro.” (Juan 13:13.) Jesús dejó muy claro que su comisión divina era enseñar y predicar las buenas nuevas del Reino de Dios (Mateo 4:23; Lucas 4:43). De forma increíblemente sencilla y clara explicó qué era ese Reino y cómo contribuirá este al cumplimiento de la voluntad divina (Mateo 6:9, 10).
● “La Palabra.” (Juan 1:1.) Jesús fue portavoz de Dios, quien lo utilizó para transmitir información e instrucciones a otros, así como para dar a conocer su mensaje en la Tierra (Juan 7:16, 17).
PREGUNTA: ¿Fue Jesús el Mesías prometido?
RESPUESTA: Así es. En la Biblia se había predicho la llegada de un personaje clave para el cumplimiento del propósito de Dios. Se trataba del prometido Mesías, o Cristo, dos títulos que significan “ungido”. Cierta mujer de Samaria le dijo una vez a Jesús: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo”. ¿Cuál fue su reacción? “Yo, el que habla contigo, soy ese”, admitió sin rodeos (Juan 4:25, 26).
Pero ¿hay pruebas de que realmente fuera el Mesías? Contamos con tres importantes factores que, combinados, permiten determinar, como si de una huella digital se tratara, quién fue el Mesías prometido. Veamos si Jesús podía serlo.
● Su línea genealógica. En la Biblia se dijo que el Mesías descendería de Abrahán por la línea de David (Génesis 22:18; Salmo 132:11, 12). Jesús fue descendiente de ambos (Mateo 1:1-16; Lucas 3:23-38).
● Las profecías que cumpliría. Las Escrituras Hebreas adelantaron multitud de detalles acerca de cómo sería la vida del Mesías en la Tierra. Jesús los cumplió absolutamente todos. ¡Hasta algunos que tenían que ver con su nacimiento y muerte! Por ejemplo, se profetizó que nacería en Belén (Miqueas 5:2; Lucas 2:4-11), que Dios lo haría salir de Egipto (Oseas 11:1; Mateo 2:15) y que no le quebrarían ningún hueso durante su ejecución (Salmo 34:20; Juan 19:33, 36). Jesús no pudo haber manipulado los acontecimientos de su vida para cumplir todas las profecías mesiánicas.d
● El propio testimonio de Dios. Cuando Jesús nació, Dios hizo que unos ángeles anunciaran a un grupo de pastores que el Mesías había nacido (Lucas 2:10-14). Después, durante el ministerio de Jesús, Dios habló varias veces desde el cielo para demostrar que aprobaba a su Hijo (Mateo 3:16, 17; 17:1-5). Otra prueba más de que Jesús era el Mesías prometido es que Dios le dio el poder necesario para realizar impresionantes milagros (Hechos 10:38).
PREGUNTA: ¿Por qué tuvo que sufrir y morir?
RESPUESTA: Al haber nacido sin pecado, Jesús no merecía sufrir. Tampoco merecía ser clavado en un madero, como si fuera un criminal. Él sabía lo que le esperaba y, aun así, estuvo dispuesto a sufrir esa vergonzosa muerte (Mateo 20:17-19; 1 Pedro 2:21-23).
De acuerdo con las profecías, el Mesías tenía que sufrir y morir para expiar, o quitar, los pecados del ser humano (Isaías 53:5; Daniel 9:24, 26). Jesús mismo explicó que había venido a la Tierra “para dar su alma en rescate en cambio por muchos” (Mateo 20:28). Por eso, quienes demuestran fe en el valor expiatorio de la muerte de Jesús tienen la posibilidad de ser liberados del pecado y la muerte y de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca (Juan 3:16; 1 Juan 4:9, 10).e
PREGUNTA: ¿Qué razones tenemos para creer que Jesús fue resucitado?
RESPUESTA: Jesús estaba convencido de que sería levantado de entre los muertos (Mateo 16:21). Sin embargo, ni él ni ningún escritor bíblico declararon en ningún momento que resucitaría por sus propios medios. Algo así sería imposible. Más bien, fue “Dios [quien] lo resucitó desatando los dolores de la muerte” (Hechos 2:24). Así pues, si creemos que Dios existe y que él creó todas las cosas, tenemos razones de sobra para creer que podía resucitar a su Hijo (Hebreos 3:4).
Pero ¿hay pruebas de que lo hizo? Analicemos algunas.
● Testigos oculares. Veintidós años después de la muerte de Jesús, el apóstol Pablo escribió que más de 500 discípulos habían visto a Jesús resucitado y que la mayoría de ellos todavía estaban vivos (1 Corintios 15:6). Tal vez haya quien cuestione el testimonio de uno o dos testigos, pero no el de 500.
● Testigos creíbles. Nadie estaba en mejor situación que los primeros discípulos de Jesús para saber lo que realmente había pasado. ¿Qué decían ellos? Proclamaron con valor que su Maestro había resucitado (Hechos 2:29-32; 3:13-15). De hecho, creían que la resurrección de Jesús era una doctrina clave de la fe cristiana (1 Corintios 15:12-19). Aunque su vida estuviera en juego, no renegaban de su fe en Jesús (Hechos 7:51-60; 12:1, 2). ¿Verdad que usted no estaría dispuesto a morir por algo que sabe que es mentira? Pues ellos tampoco.
Gracias a todas estas respuestas bíblicas, ya podemos saber quién fue Jesús. Ahora bien, ¿importa saber la verdad? O lo que es lo mismo, ¿importa lo que decidamos creer?
[Notas]
a Hallará más información sobre la diferencia entre los Evangelios bíblicos y otras obras espurias sobre Jesús en el artículo “Los evangelios apócrifos: ¿contienen verdades ocultas sobre Jesús?”, en las páginas 18 y 19.
b La Biblia enseña que Jehová es el nombre de Dios.
c Hallará más información en el artículo “Conversaciones con un testigo de Jehová: ¿Es Jesús Dios?”, en las páginas 20 a 22.
d Encontrará una lista de profecías que Jesús cumplió en la página 200 del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?
e Hallará más información sobre el valor del rescate en el capítulo 5 del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?
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¿Importa saber quién fue Jesús?La Atalaya 2012 | 1 de abril
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¿Importa saber quién fue Jesús?
“Conocerán la verdad, y la verdad los libertará.” (JUAN 8:32)
LA Biblia contiene la verdad que puede liberarnos de creencias confusas o engañosas acerca de Jesús. Pero ¿importa lo que creemos? Pues sí importa. Le importa a Jehová. Le importa al propio Jesús. Y también debería importarnos a nosotros.
● ¿Por qué le importa a Jehová? En pocas palabras, porque él “es amor” (1 Juan 4:8). Dios quiere que vivamos felices para siempre. Como se explica en Juan 3:16, “tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él [...] tenga vida eterna”. Él mandó a su Hijo a la Tierra para pagar nuestro rescate. Así nos da la oportunidad de vivir para siempre en nuestro planeta convertido en un paraíso, tal como se lo propuso desde el principio (Génesis 1:28). Su deseo es premiar con vida eterna a todos los que aprendan la verdad sobre su Hijo y actúen de acuerdo con ese conocimiento (Romanos 6:23).
● ¿Por qué le importa a Jesús? Porque él también ama a los seres humanos, como bien demostró al dar su vida en sacrificio por todos nosotros (Juan 15:13). Él sabía que solo de ese modo tendríamos la oportunidad de salvarnos (Juan 14:6). ¡Con razón quiere que el mayor número de personas posible se beneficie del sacrificio que hizo! Por eso encargó a sus discípulos que proclamaran la voluntad y el propósito de Dios a los cuatro vientos (Mateo 24:14; 28:19, 20).
● ¿Por qué debería importarnos a nosotros? Piense en cosas tan importantes en la vida como la salud y la familia. ¿Verdad que usted quiere estar sano y disfrutar de una vida feliz con sus seres queridos? Pues mediante Jesús, Jehová nos ofrece a todos salud perfecta y vida sin fin en un nuevo mundo donde no habrá dolor ni sufrimiento (Salmo 37:11, 29; Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4). ¿Le atrae la perspectiva de vivir en ese mundo? Pues tiene que hacer algo a cambio.
¿Recuerda el versículo bíblico citado al principio del artículo? “Conocerán la verdad, y la verdad los libertará.” Pues es la verdad acerca de Jesús y de cómo contribuye él al cumplimiento del propósito divino lo que nos libertará de la peor esclavitud posible: la esclavitud al pecado y la muerte. Claro, si deseamos disfrutar de tal libertad, tenemos que conocer la verdad. ¿Le gustaría saber más sobre Jesús y sobre cómo usted y su familia pueden beneficiarse de conocer la verdad acerca de él? Los testigos de Jehová le ayudarán con gusto.
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