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Babilonia la Grande... su ejecuciónLa Atalaya 1989 | 15 de mayo
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La historia no cristiana de la cristiandad
Cuando consideramos la historia documentada de la religión falsa, bien podemos recordar la antigua expresión profética: “Es viento lo que siguen sembrando, y un viento de tempestad es lo que segarán”. (Oseas 8:7.) Esto concuerda con el principio que expresó Pablo, el apóstol cristiano: “No se extravíen: de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará”. (Gálatas 6:7.) Por eso, ¿qué ha sembrado la religión falsa en escala mundial? ¿Y qué segará?
Jesucristo enseñó que sus seguidores no deberían amar solamente a su prójimo, sino también a sus enemigos. (Mateo 5:43, 44.) Con una cita de las Escrituras Hebreas, Pablo describió claramente cómo deben tratar a sus enemigos los cristianos. Dijo: “‘Si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo; si tiene sed, dale algo de beber; porque haciendo esto amontonarás brasas ardientes sobre su cabeza’. No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien”. (Romanos 12:20, 21.)
Sin embargo, la historia de las religiones de la cristiandad es una historia de odio y derramamiento de sangre. Las cruzadas antiguas y modernas que han envuelto saqueo, violación y muerte han sido bendecidas y aprobadas tácitamente. Por ejemplo, el ultraje de Abisinia por la Italia fascista (1935) y la “cruzada” de Franco en la Guerra Civil Española (1936-1939) fueron bendecidos por dignatarios de la Iglesia Católica.
Diferencias teológicas se resolvieron quemando a algunos en la hoguera. En 1536, William Tyndale, traductor de la Biblia, fue estrangulado después de la publicación del “Nuevo Testamento” que él tradujo al inglés; su cadáver fue quemado en la hoguera. Antes, por solicitud del papa Martín V, 44 años después de la muerte de Wiclef, traductor de la Biblia, las autoridades religiosas sedientas de venganza habían desenterrado sus huesos para tener el placer de quemarlos. Durante la Inquisición católica, miles de judíos y “herejes” fueron privados de sus posesiones, y se les torturó y quemó en la hoguera... ¡todo supuestamente en el nombre de Cristo! El teólogo español Miguel Servet, perseguido tanto por católicos romanos como por protestantes, fue quemado en la hoguera por orden del protestante Juan Calvino. En las dos guerras mundiales de este siglo los ejércitos han sido bendecidos por clérigos “cristianos”, y capellanes nacionalistas han instado a los soldados a matar.
¡Qué contraste con el cristianismo verdadero! El apóstol Pablo escribió: “Como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes. Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión”. (Colosenses 3:12-14.)
A cristianos de Roma, Pablo escribió: “No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová’”. (Romanos 12:17-19.) Como se ve, a la luz de los principios cristianos la cristiandad ha fracasado. Ha sembrado odio e hipocresía, y segará destrucción.
Las religiones no cristianas ...lo que han hecho
Pero Babilonia la Grande no está compuesta solo de las religiones de la cristiandad. Todas las religiones principales de este mundo comparten la culpa de derramamiento de sangre de esa infame ramera. Por ejemplo, el sintoísmo del Japón tiene que compartir la culpa por la mentalidad fanática y sádica que manifestó la oficialidad militar japonesa en la II Guerra Mundial. El historiador Paul Johnson sostiene que “para fortalecerse en un mundo rígido, de competencias entre unos y otros”, dominado por normas de conducta europeas, a los japoneses se les hizo necesario inventar “una religión estatal y una moralidad gubernativa, conocidas como sintoísmo y bushido [el “camino del guerrero”]. [...] Se estableció la adoración regular del emperador, especialmente en las fuerzas armadas, y desde los años veinte en adelante en todas las escuelas se enseñó un código de ética nacional, kokumin dotoku”. ¿Qué resultado tuvo todo esto? Para 1941, cuando Japón bombardeó a Pearl Harbor y así entró en la II Guerra Mundial, “el sintoísmo [...] había pasado de ser un culto primitivo, en desuso y minoritario a ser respaldo para un estado moderno y totalitario; de esa forma, por ironía particularmente odiosa, la religión, que debería haber servido para resistir los horrores seglares de la era, se usó para santificarlos”.
Sobre la partición de la India en 1947, en la cual las diferencias religiosas fueron un factor, el historiador Johnson dice: “De cinco a seis millones de personas corrieron en toda dirección para salvarse la vida. [...] Se calculó que en aquel tiempo murieron de un millón a dos millones de personas. Cálculos más recientes dicen que murieron de 200.000 a 600.000 personas”. Hasta este día, en la sociedad hindú se mata y humilla a la gente por motivos religiosos. Muchas veces los harijans o parias, antes conocidos como intocables, son asesinados por grupos organizados por terratenientes acaudalados.
El hinduismo está enlazado con prácticas espiritistas. (Revelación 18:23.) El escritor indio Sudhir Kakar menciona “la fascinación y el respeto del hindú promedio con relación al ocultismo y los que lo practican”, y añade: “A astrólogos, adivinos, videntes, así como a sadhus [“santos” ascéticos], faquires [mendigos que ejecutan actos de magia] y otros piadosos se les estima mucho porque se cree que están en contacto íntimo con la realidad superior” (India Today, 30 de abril de 1988).
Además, hay conflictos constantes entre hindúes, sikhs y miembros de otras religiones orientales. A estos conflictos cada religión añade su parte de odios, contiendas y asesinatos. Este es simplemente otro aspecto del fruto de Babilonia la Grande.
Se puede añadir que la historia moderna de guerras, asesinatos y represiones no dice mucho a favor del judaísmo. La violencia manifestada a veces por miembros de la secta hasídica del judaísmo hacia adherentes de otras sectas judías y de religiones no judías difícilmente pudiera tener la aprobación de Dios.
Cuando estudiamos la historia del imperio mundial religioso, fácilmente podemos ver por qué el Juez Supremo tiene base para ejecutar a Babilonia la Grande. “Sí, en ella se halló la sangre de profetas y de santos y de todos los que han sido degollados en la tierra.” (Revelación 18:24.) La complicidad de la religión falsa en guerras regionales y mundiales la ha hecho culpable, a la vista de Dios, de la sangre de ‘todos los que han sido degollados en la tierra’.
Según la acusación bíblica, se ha juzgado merecedora de destrucción a Babilonia la Grande debido a su historia de fornicación religiosa con gobernantes mundanos, su culpa en las guerras y sus prácticas espiritistas. Por lo tanto, Jehová Dios ha determinado judicialmente que se pondrá fin al imperio mundial de la religión falsa dominado por Satanás. (Revelación 18:3, 23, 24.)
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Babilonia la Grande... su ejecuciónLa Atalaya 1989 | 15 de mayo
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El tiempo dirá precisamente qué otras cuestiones harán que por todo el mundo los elementos políticos tomen acción contra la religión falsa. Pero una cosa es segura: la ejecución de Babilonia la Grande por estos elementos no será solo por la voluntad de ellos, sino también por la voluntad de Dios. Revelación 17:17 declara: “Dios puso en sus corazones llevar a cabo Su pensamiento, aun llevar a cabo el solo pensamiento de ellos al dar ellos su reino a la bestia salvaje, hasta que se hayan realizado las palabras de Dios”. (Compárese con Jeremías 51:12, 13.)
No se equivoque. La ejecución de Babilonia la Grande no será sencillamente la expresión de enemistad política contra la arrogancia y el entremetimiento religiosos. Los gobernantes políticos serán los instrumentos involuntarios de Dios para destruir por todo el mundo la religión falsa. Sí, “sus pecados se han amontonado hasta llegar al cielo, y Dios ha recordado sus actos de injusticia”. (Revelación 18:5.)
Jehová ha decretado que la religión falsa tiene que ser humillada. La profecía dice: “Al grado que ella se glorificó a sí misma y vivió en lujo desvergonzado, a ese grado denle tormento y lamento. Porque sigue diciendo en su corazón: ‘Estoy sentada como reina, y no soy viuda, y nunca veré lamento’. Por eso, en un solo día vendrán sus plagas: muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó”. (Revelación 18:7, 8.)
¿Cuándo será la ejecución?
Ese “un solo día”, o poco tiempo de ejecución rápida, se ha acercado ahora. De hecho, la destrucción de Babilonia la Grande introduce “el día de la venganza de parte de nuestro Dios”. (Isaías 61:2.) Después de eso, vendrá la justa guerra de Armagedón procedente de Dios. Toda la prueba de los acontecimientos mundiales desde 1914 indica que se le está acabando el tiempo al sistema de cosas de Satanás. Por lo tanto, se ha acercado la gobernación del Reino de Dios. (Lucas 21:32-36; Revelación 16:14-16.)
¿Cómo reaccionarán los adoradores verdaderos a la destrucción de Babilonia la Grande? Revelación dice: “¡Alégrate sobre ella, oh cielo, y también ustedes los santos y los apóstoles y los profetas, porque, judicialmente, Dios le ha impuesto castigo a ella por ustedes!”. (Revelación 18:20.) Habrá regocijo universal a medida que el propósito de Jehová se lleva a cabo y su nombre es santificado. La profecía declara: “Después de estas cosas oí lo que era como una voz fuerte de una gran muchedumbre en el cielo. Decían: ‘¡Alaben a Jah! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, porque verdaderos y justos son sus juicios. Porque ha ejecutado juicios sobre la gran ramera que corrompió la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus esclavos de la mano de ella’”. (Revelación 19:1, 2.)
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