BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Cuando se esfuma el éxito
    ¡Despertad! 2008 | noviembre
    • Cuando se esfuma el éxito

      A los veintipocos años ya era una acaudalada estrella de la canción —todo un logro, pues poca gente llega a ser rica y famosa tan joven—, pero entonces algo empezó a ir mal. Tras su segundo divorcio, pasó por varios centros de rehabilitación debido a su adicción a las drogas y al alcohol. Su mundo se desmoronaba.

      DESGRACIADAMENTE, historias trágicas como la de esta y otras celebridades son noticia muy a menudo. Incluso en el mundo de las finanzas, que es más conservador, quienes parecen triunfar llevan vidas tormentosas. Refiriéndose a los ejecutivos neoyorquinos de alto nivel, un periódico dijo: “[La] presión por conseguir ganancias históricas arruina trayectorias profesionales, destroza familias y mantiene ocupados a los traficantes de drogas [...]. Mientras que los banqueros de Wall Street se sienten invencibles gracias a los dividendos sin precedentes, a otros la presión para mantenerse al paso los destruye emocionalmente y les hace tocar fondo”.

      ¿Son estos problemas la consecuencia de intentos mal dirigidos por triunfar y ser felices? Hay que admitir que todos necesitamos cierta seguridad económica, pero ¿depende nuestra felicidad de acumular dinero? Todo lo contrario. Por ejemplo, una encuesta realizada en China demostró que, aunque los salarios promedio habían aumentado el 250% en años recientes, la población en realidad estaba más insatisfecha.

      Por tanto, el auténtico éxito no debería medirse simplemente por una profesión, el precio de una casa, un automóvil o un reloj de lujo. Debería reflejar, más bien, lo que es la persona completa, incluidos sus principios y objetivos en la vida. Tal vez alguien sea inteligente y prestigioso, pero carezca de moralidad, amor y verdaderos amigos; o quizás sea famoso y rico, pero se pregunte: “¿De qué me sirve todo esto? ¿Qué sentido tiene la vida?”.

      Es lógico pensar, pues, que quien lleve una vida de éxito tenga hondas convicciones y principios sólidos que lo guíen y que, por ello, goce de paz, de autoestima y del respeto ajeno. Es de esperar que tenga un propósito en la vida que vaya más allá de su ego y que le proporcione sentido y satisfacción. ¿De qué principios y de qué propósito estamos hablando? ¿Se hallan las respuestas en nuestro interior, o hay que buscarlas en otro lugar? Los siguientes artículos abordarán estas cuestiones.

      [Recuadro de la página 3]

      UN CONCEPTO DISTORSIONADO DEL ÉXITO

      Según investigadores médicos, un número cada vez mayor de atletas jóvenes toman sustancias peligrosas para mejorar su rendimiento y destacar en su especialidad. La publicación electrónica Education Update informó: “Cuando se planteó en una encuesta reciente entre universitarios la pregunta ‘¿Tomarías esteroides con tal de ganar o formar parte del equipo de la universidad, aunque enfermaras a los cinco años?’, casi todos dijeron que sí. Al preguntarles si lo harían aunque fueran a morir al cabo de cinco años, el 65% aún contestó afirmativamente”.

  • ¿Dónde podemos hallar consejos?
    ¡Despertad! 2008 | noviembre
    • ¿Dónde podemos hallar consejos?

      ¿EXISTE un secreto para triunfar en la vida, no solo en el campo profesional, sino también en el ámbito personal? Como se dijo en el artículo anterior, el verdadero éxito debe estar vinculado, como mínimo, a principios éticos sólidos y a un propósito noble en la vida, algo que no depende de la fama, la fortuna ni el poder.

      ¿Dónde podemos hallar principios fiables y respuestas a las preguntas sobre el sentido de la vida? ¿Será buscando en nuestro interior? Hemos de admitir que como seres humanos imperfectos nuestras tendencias pueden llevarnos por mal camino (Génesis 8:21). De hecho, millones de personas siguen tras cosas vanas que la Biblia llama “el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno” (1 Juan 2:16). Ese no es el camino al auténtico éxito, sino solo un engaño que conduce a la desilusión y la infelicidad. No es de extrañar, pues, que muchas personas recurran al Creador en busca de respuestas a las preguntas más complejas de la vida.a

      ¿Por qué recurrir a Dios?

      ¿Por qué es lógico recurrir a nuestro Creador? Pues bien, él sabe por qué nos hizo y cuál debería ser nuestro objetivo en la vida. Conoce nuestra constitución física, mental y emocional; de ahí que sepa qué normas nos convienen. Además, Dios es el amor en persona, y por tal razón desea que seamos completamente felices (1 Juan 4:8). ¿Dónde podemos hallar sus consejos? En la Santa Biblia, el libro que escribieron más de cuarenta hombres bajo su guía (2 Timoteo 3:16, 17).b Ahora bien, ¿podemos fiarnos de lo que dice la Biblia?

      Jesucristo, el representante de Dios más destacado, dijo que “la sabiduría queda probada justa por sus obras”, o resultados (Mateo 11:19; Juan 7:29). La sabiduría divina nos lleva por el camino del éxito y la felicidad duraderos —“el derrotero entero de lo que es bueno”—, mientras que la sabiduría humana que pasa por alto a Dios conduce al fracaso y la infelicidad (Proverbios 2:8, 9; Jeremías 8:9).

      Veamos el caso del movimiento hippie, que surgió en los años sesenta del siglo pasado. Su ideología rechazaba las normas y la autoridad de generaciones anteriores y fomentaba las drogas, el amor libre y la filosofía de vivir el presente. Ahora bien, ¿fue sabio aquel estilo de vida? ¿Proporcionó objetivos y normas morales que generaran auténtica paz interior y felicidad perdurable? La historia indica que tales influencias no contribuyeron a la mejora de la sociedad, sino a su deterioro moral (2 Timoteo 3:1-5).

      En contraste con las filosofías humanas, la sabiduría bíblica siempre ha producido buenos frutos (Isaías 40:8). Descubra la razón en el próximo artículo, donde se analizarán seis principios que ya han ayudado a millones de personas de todo el mundo a triunfar en la vida, independientemente de su situación económica o estrato social.

      [Notas]

      a Véase el recuadro “Filosofías que degradan el concepto del éxito”.

      b Véase el número especial de noviembre de 2007 de esta revista, titulado “¿Se puede confiar en la Biblia?”, donde se presentaron pruebas arqueológicas, históricas y científicas, entre otras, de que la Biblia es inspirada por Dios.

      [Recuadro de la página 5]

      FILOSOFÍAS QUE DEGRADAN EL CONCEPTO DEL ÉXITO

      Mucha gente afirma que no hay Dios y que somos el producto de la evolución. Si esta opinión fuera cierta, la vida sería el resultado de una cadena de accidentes bioquímicos, y nuestra búsqueda del sentido de la vida y de principios universales sería totalmente inútil.

      Otros creen que Dios nos creó y nos abandonó a nuestra suerte, lo que nos dejaría huérfanos en sentido espiritual y, una vez más, sin propósito y normas. Pero pensemos: si el Creador dotó a cada especie animal del instinto necesario para desempeñar sus funciones en el ecosistema, ¿dejaría desamparado al ser humano ese mismo Creador tan sabio? ¡De ninguna manera! (Romanos 1:19, 20.)

      Al hacer que parezca inútil la búsqueda del sentido de la vida y de los principios universales, las filosofías ateas degradan el concepto real del éxito.

      [Ilustración de la página 5]

      La sabiduría bíblica produce buenos frutos

  • Seis consejos para alcanzar el éxito personal
    ¡Despertad! 2008 | noviembre
    • Seis consejos para alcanzar el éxito personal

      EL VERDADERO éxito se logra rigiéndose por las normas divinas y viviendo en armonía con el propósito de Dios para el ser humano. Tanto es así que la Biblia dice que quien lleve ese tipo de vida será “como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y cuyo follaje no se marchita, y todo lo que haga tendrá éxito” (Salmo 1:3).

      De hecho, aunque cometamos errores, nuestra vida en general puede ser un rotundo éxito. ¿Le atrae la idea? Si así es, los siguientes seis principios bíblicos le ayudarán a alcanzar su objetivo, lo que demostrará sin duda que las enseñanzas de la Biblia contienen la sabiduría de Dios (Santiago 3:17).

      1 Tener un punto de vista equilibrado del dinero

      “El amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos [...] se han acribillado con muchos dolores.” (1 Timoteo 6:10.) Tengamos presente que no se condena el dinero —elemento necesario para cuidar de nosotros y de nuestras familias—, sino el amor al dinero, amor que, en realidad, convertiría al dinero en un amo, o dios.

      Tal como vimos en el primer artículo de esta serie, quien va en pos del dinero pensando que es la clave de la felicidad persigue un espejismo. No solo quedará desilusionado, sino que tendrá muchos problemas. Por ejemplo, en su búsqueda desesperada de riquezas, hay quienes sacrifican las relaciones familiares y los amigos. Otros no descansan lo suficiente, ya sea por el trabajo o por la ansiedad y las preocupaciones que se acarrean. “El trabajador duerme tranquilo, coma mucho o coma poco. Al rico sus muchas riquezas no lo dejan dormir”, dice Eclesiastés 5:12 (Nueva Versión Internacional).

      El dinero no solo es un amo cruel, sino engañoso. De hecho, Jesucristo hizo referencia al “poder engañoso de las riquezas” (Marcos 4:19). Es decir, el dinero promete la felicidad, pero no la da; lo que hace es avivar el deseo de acumular más. Ya lo dice Eclesiastés 5:10: “Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente” (Nueva Versión Internacional).

      En esencia, el amor al dinero es perjudicial y es origen de desilusiones, frustraciones o actos viles (Proverbios 28:20). En cambio, la generosidad, el perdón, la limpieza moral, el amor y la espiritualidad contribuyen a la felicidad y al éxito.

      2 Cultivar la generosidad

      “Hay más felicidad en dar que en recibir.” (Hechos 20:35.) Si bien hacer algún regalo de vez en cuando produce cierta satisfacción, una actitud generosa puede engendrar felicidad duradera. Claro está, la generosidad tiene múltiples formas de expresión. Una de las mejores y más apreciadas es la dedicación personal.

      Tras estudiar varios trabajos sobre la relación del altruismo con la felicidad y la salud, el profesor Stephen G. Post llegó a la conclusión de que ser altruista y servicial ayuda a vivir más, a aumentar el estado de bienestar, a mejorar la salud física y mental, así como a reducir la depresión.

      Además, quienes son generosos según sus posibilidades no sufren pérdidas. Proverbios 11:25 dice: “El generoso prosperará; el que ayuda será ayudado” (La Palabra de Dios para Todos). En armonía con estas palabras, los generosos de corazón —que dan sin esperar nada a cambio— se ganan el cariño y el amor de los demás, especialmente el de Dios (Hebreos 13:16).

      3 Perdonar sin límite

      “Continúen [...] perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes.” (Colosenses 3:13.) En nuestra sociedad se descarta el perdón; se prefiere la venganza a la misericordia. ¿Y cuál es el resultado? Las afrentas se multiplican, y la violencia engendra más violencia.

      Pero el daño quizás no se quede ahí. El diario The Gazette de Montreal (Canadá) informó: “Un estudio realizado con más de 4.600 personas de entre 18 y 30 años demostró que cuanto más hostil, insatisfecha y ruin era la persona”, peor estaban sus pulmones. De hecho, algunas secuelas eran peores que las de los fumadores habituales. Queda claro, pues, que el perdón no solo es un buen lubricante social, sino una buena medicina.

      ¿Desea mejorar su capacidad de perdón? Comience por hacerse un examen honrado. ¿Verdad que en ocasiones ofende a otros? ¿Y verdad que agradece que lo perdonen? Entonces, ¿por qué no ser misericordioso con los demás? (Mateo 18:21-35.) Para obrar así, es importante controlarse. Cuente hasta diez o de alguna manera permítase tiempo para calmarse. Recuerde que el autodominio es una virtud. “El que es tardo para la cólera es mejor que un hombre poderoso”, dice Proverbios 16:32. Y la expresión “mejor que un hombre poderoso” denota éxito, ¿no le parece?

      4 Vivir según las normas de Dios

      “El mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos.” (Salmo 19:8.) En pocas palabras, las normas de Dios nos benefician física, mental y emocionalmente. Nos protegen de prácticas dañinas como la drogadicción, la borrachera, la inmoralidad sexual y la pornografía, así como de sus dolorosas repercusiones, como la delincuencia, la pobreza, el abuso de la confianza, las rupturas familiares, los problemas mentales y emocionales, las enfermedades e incluso la muerte prematura (2 Corintios 7:1; Colosenses 3:5).

      Por otro lado, los que obedecen las normas divinas propician relaciones sanas y estables, además de la autoestima y la paz interior. Isaías 48:17, 18 dice: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar. ¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría a ser justamente como un río, y tu justicia como las olas del mar”. Así es, nuestro Creador desea lo mejor para nosotros, que andemos “en el camino” del auténtico éxito.

      5 Manifestar amor altruista

      “El amor edifica.” (1 Corintios 8:1.) ¿Concibe la vida sin amor? ¿No sería una existencia vacía? “Si [...] no tengo amor, nada soy [...], de nada absolutamente me aprovecha”, afirmó el apóstol Pablo por inspiración divina (1 Corintios 13:2, 3).

      Este amor no es el amor erótico, que, por supuesto, tiene su lugar. Se trata de un amor más abarcador, más duradero, regulado por los principios divinos (Mateo 22:37-39).a No es pasivo, sino activo, pues se manifiesta al prójimo. Pablo también dijo que es paciente y bondadoso; no es celoso, ni se vanagloria ni se hincha de orgullo; altruistamente antepone los intereses ajenos a los suyos y no se ofende enseguida, sino que es indulgente. Esta clase de amor edifica y contribuye al éxito en nuestras relaciones humanas, en especial con la familia (1 Corintios 13:4-8).

      Para los padres, el amor implica demostrar cariño a sus hijos y establecerles claros límites morales y de conducta mediante la Biblia. Los niños que crecen en un ambiente así no solo disfrutan de un sentido de seguridad y de estabilidad familiar, sino que se sienten amados (Efesios 5:33–6:4; Colosenses 3:20).

      Jack, un joven de Estados Unidos, se crió en una familia que aplicaba los principios bíblicos. Tras dejar el hogar, escribió una carta a sus padres que decía en parte: “Siempre he tratado de seguir el mandato bíblico de ‘honrar a mi padre y a mi madre para que me vaya bien’ (Deuteronomio 5:16). Y no me ha ido nada mal. Ahora más que nunca me doy cuenta de que ha sido gracias a su constante y tierno cuidado. Gracias por todo su arduo trabajo y apoyo”. Si usted fuera padre, ¿cómo se sentiría si recibiera una carta así? ¿No se sentiría feliz?

      Además, el amor basado en principios “se regocija con la verdad”, es decir, la verdad espiritual de la Biblia (1 Corintios 13:6; Juan 17:17). A modo de ejemplo: una pareja que tiene problemas leen juntos las palabras de Jesús en Marcos 10:9: “Lo que Dios ha unido [en matrimonio], no lo separe ningún hombre”. Ahora han de examinarse con sinceridad. ¿Se “regocija[n] con la verdad” bíblica? ¿Considerarán sagrado su matrimonio, como lo hace Dios? ¿Desean esforzarse por resolver sus problemas con amor? En tal caso, lograrán un matrimonio de éxito y se regocijarán con los resultados.

      6 Tener conciencia de la necesidad espiritual

      “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual.” (Mateo 5:3.) A diferencia de los animales, los seres humanos tenemos la capacidad de valorar los asuntos espirituales. Por eso, nos planteamos preguntas como “¿Qué sentido tiene la vida? ¿Existe un Creador? ¿Qué nos sucede cuando morimos? ¿Qué nos depara el futuro?”.

      Millones de personas sinceras de todo el mundo han hallado las respuestas a tales cuestiones en la Biblia. La última pregunta, por ejemplo, apunta al propósito que Dios tiene para la humanidad. ¿De qué se trata? Él desea que la Tierra se convierta en un paraíso habitado para siempre por personas que lo amen y respeten sus normas. Salmo 37:29 asegura: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella”.

      Queda claro que nuestro Creador no desea para nosotros un éxito que dure apenas 70 u 80 años; más bien, desea que dure toda la eternidad. Así que ahora es el momento de conocer al Creador. Jesús dijo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). Conforme vaya adquiriendo este conocimiento y vaya aplicándolo en su vida, descubrirá por usted mismo que “la bendición de Jehová [...] es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella” (Proverbios 10:22).

      [Nota]

      a En las Escrituras Griegas Cristianas, o el Nuevo Testamento, la palabra amor casi siempre traduce el término griego a·gá·pe. Se trata de un amor de orden moral, un ejercicio de la voluntad, una cuestión de principios, del sentido del deber y la corrección. Sin embargo, no carece de sentimientos, sino que puede ser afectuoso e intenso (1 Pedro 1:22).

      [Recuadro de la página 7]

      OTROS CONSEJOS QUE FOMENTAN EL ÉXITO

      ◼ Tener un sano temor de Dios. “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría.” (Proverbios 9:10)

      ◼ Elegir bien los amigos. “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Proverbios 13:20)

      ◼ Evitar los excesos. “El borracho y el glotón vendrán a parar en la pobreza.” (Proverbios 23:21)

      ◼ No vengarse. “No devuelvan mal por mal a nadie.” (Romanos 12:17)

      ◼ Trabajar duro. “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma.” (2 Tesalonicenses 3:10)

      ◼ Seguir la Regla de Oro. “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos.” (Mateo 7:12)

      ◼ Dominar la lengua. “El que quiera amar la vida y ver días buenos, reprima su lengua de lo que es malo.” (1 Pedro 3:10)

      [Ilustración y recuadro de la página 8]

      EL AMOR ES UNA BUENA MEDICINA

      El médico y escritor Dean Ornish dice: “El amor y la intimidad influyen de manera esencial en lo que nos enferma y lo que nos hace bien, lo que nos causa tristeza y lo que nos da alegría, lo que nos hace sufrir y lo que nos lleva a la curación. Si una nueva droga tuviera el mismo impacto, prácticamente todos los médicos del país la recomendarían a sus pacientes; no prescribirla sería un acto contrario a la ética de la profesión”.

      [Ilustraciones y recuadro de la página 9]

      DEL FRACASO AL ÉXITO

      Cuando estalló la guerra en la región de los Balcanes, Milanko se enroló en el ejército de su país. Por sus hazañas lo apodaron Rambo, en recuerdo de un personaje violento del cine. Pasado el tiempo, la corrupción y la hipocresía que vio entre los militares lo desilusionaron. “Caí en muchos vicios: bebida, tabaco, drogas, juego, mujeres... Iba cuesta abajo y no encontraba la manera de evitarlo”, dice.

      En aquel momento crítico, Milanko comenzó a leer la Biblia. Más adelante vio una revista La Atalaya —editada por los testigos de Jehová— en casa de un familiar. Le gustó lo que leyó, y al poco tiempo inició un estudio de la Biblia con los Testigos. Las enseñanzas bíblicas lo llevaron al camino de la felicidad y el éxito verdadero. “Me dieron nuevos bríos —cuenta—. Abandoné todos los vicios, me convertí en una nueva persona y me hice testigo de Jehová. Quien me conoce de antes ya no me llama Rambo, sino que usa mi apodo de niño que alude a mi carácter pacífico.”

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir