¿Nos preparará para el matrimonio irnos a vivir juntos?

Algunos dicen que sí. Piensan que para conocerse bien hay que compartir las tareas del hogar y observar los hábitos diarios del otro. Sin embargo, uno de los principales ingredientes para un matrimonio feliz es el sentido de compromiso.

¿Cómo puede una pareja aprender a permanecer unida en las buenas y en las malas? Esto no se consigue viviendo juntos sin estar casados como en un “periodo de prueba” al que cualquiera de los dos puede poner fin en cualquier momento. Más bien, para que una relación tenga éxito, los dos deben sentirse verdaderamente comprometidos el uno con el otro y deben trabajar juntos para superar los problemas.

En pocas palabras: Cuando una pareja vive junta sin estar casada, en realidad no se está preparando para el matrimonio, se está preparando para separarse.

Texto bíblico clave: “Lo que uno esté sembrando es lo que cosechará” (Gálatas 6:7).

Si no quiero casarme con la persona equivocada, ¿deberíamos vivir juntos primero?

Algunos dicen que sí. Sin embargo, “a las personas que viven juntas antes de casarse se les hace más difícil romper la relación”, como dice el libro Fighting for Your Marriage (Luche por salvar su matrimonio). ¿Por qué? Algunas parejas descubren que son incompatibles y no se llevan bien. Pero cuando eso ocurre ya comparten ciertas responsabilidades, como el cuidado de una mascota o el pago de un alquiler, o tienen que cuidar de un bebé con el que no contaban. Por todo eso, desarrollan lo que algunos investigadores llaman la “inercia de la convivencia”.b En otras palabras, “hay personas que, en vez de romper la relación, terminan casándose sencillamente porque era lo más fácil”, añade el libro Fighting for Your Marriage.

En pocas palabras: Vivir juntos antes de casarse en realidad hace que resulte más difícil poner fin a una relación que no funciona.

Texto bíblico clave: “El prudente ve el peligro y se esconde, pero los inexpertos siguen adelante y sufren las consecuencias” (Proverbios 22:3).