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La espiritualidad y nuestro bienestarLa Atalaya 2004 | 1 de febrero
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La espiritualidad y nuestro bienestar
TODOS dedicamos bastante tiempo a cuidarnos. Cada día pasamos unas ocho horas durmiendo, varias cocinando y comiendo, y otras ocho, como mínimo, trabajando para mantenernos. Si enfermamos, es probable que invirtamos tiempo y dinero en acudir a un profesional médico o en preparar un remedio casero. Además, limpiamos la casa, nos lavamos y quizás hagamos ejercicio regularmente, todo en aras de la buena salud.
Sin embargo, el cuidado de la salud no se limita a satisfacer las necesidades físicas. Existe algo más que ejerce una influencia muy importante en nuestro bienestar. Las investigaciones médicas indican que la salud física está muy vinculada a la salud espiritual, es decir, a la espiritualidad.
Una vinculación directa
“La mayoría de los artículos de investigación sobre el tema establecen una relación directa entre el aumento de la espiritualidad y una mejor salud”, dijo el profesor Hedley G. Peach, de la Universidad de Melbourne (Australia). La revista médica The Medical Journal of Australia dijo al respecto: “Las personas con inclinaciones religiosas suelen tener [...] menos colesterol, la presión arterial más baja [...] y un índice menor de cáncer de colon”.
Así mismo, en Estados Unidos, la Universidad de California en Berkeley realizó en el año 2002 un estudio con 6.545 personas, en el que se observó que “quienes acudían a oficios religiosos una vez a la semana vivían mucho más que quienes asistían con menos frecuencia o nunca lo hacían”. Doug Oman, autor principal del informe y profesor de la Facultad de Sanidad Pública de la mencionada universidad, dijo: “Hallamos esta diferencia incluso después de considerar factores como las relaciones sociales y los hábitos que influyen en la salud, entre ellos el tabaquismo y el ejercicio”.
La revista citada anteriormente también señala otros beneficios de mantener una actitud espiritual ante la vida. “Las investigaciones efectuadas en Australia —dice— han demostrado que las personas religiosas disfrutan de mayor estabilidad en el matrimonio, consumen menos alcohol y estupefacientes, tienen un menor índice de suicidios y un mayor rechazo a pensar en ello, y manifiestan menos ansiedad y depresión, y mayor altruismo.” Además, la revista BMJ (The British Medical Journal) informa: “Las personas con firmes creencias religiosas tienden a superar el dolor de la muerte de un ser querido más rápido y mejor que las que carecen de convicciones espirituales”.
Existen diversas opiniones sobre qué es la auténtica espiritualidad. Pero lo que está claro es que la espiritualidad repercute en la salud mental y física. Hace casi dos mil años, el propio Jesucristo corroboró esta idea al decir: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Puesto que nuestra espiritualidad influye en nuestra salud y felicidad, es conveniente preguntarse: “¿Dónde puedo encontrar guía espiritual confiable? ¿Qué significa ser una persona espiritual?”.
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Cómo satisfacer las necesidades espiritualesLa Atalaya 2004 | 1 de febrero
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Cómo satisfacer las necesidades espirituales
“EN LA última década han inundado las librerías más de trescientos títulos sobre la espiritualidad en el campo laboral, que van desde Jesús CEO a Tao del liderazgo”, dice la revista U.S.News & World Report. Esta tendencia editorial es solo un indicativo de que en muchos países prósperos aumenta la necesidad de orientación espiritual. La publicación económica Training & Development comenta al respecto: “En una época en que la tecnología acabará gobernando casi todo aspecto de nuestra existencia, nosotros tratamos de encontrar en la vida más sentido, un objetivo y mayor satisfacción personal”.
Pero ¿dónde hallar orientación espiritual satisfactoria? En el pasado se recurría a la religión establecida en busca de “más sentido” y “un objetivo” en la vida. En la actualidad, mucha gente le ha dado la espalda a la religión organizada. La publicación Training & Development informa que un sondeo, en el que se entrevistó a noventa altos cargos y directivos, reveló que “los encuestados establecían una marcada diferencia entre religión y espiritualidad”. Veían la religión como “intolerante y divisiva”, mientras que consideraban que la espiritualidad es “universal y sumamente abarcadora”.
En algunas de las sociedades más secularizadas, como Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido y Europa, muchos jóvenes también perciben una diferencia entre religión y espiritualidad. La profesora Ruth Webber, colaboradora de la revista Youth Studies Australia, afirma: “La mayoría de los jóvenes creen en Dios, o en cierto tipo de fuerza sobrenatural, pero opinan que la iglesia no es ni importante ni útil a la hora de expresar su espiritualidad”.
La religión verdadera fomenta la espiritualidad
No sorprende que haya quienes adopten un punto de vista escéptico sobre la religión, pues numerosas organizaciones religiosas se han involucrado en intrigas políticas, manifiestan hipocresía moral y son culpables de la sangre inocente derramada en innumerables guerras religiosas. No obstante, al rechazar a las confesiones religiosas manchadas de hipocresía y engaño, algunas personas han cometido el error de desdeñar también a la Biblia, pensando que aprueba tales prácticas.
Pero lo cierto es que la Biblia condena la hipocresía y el desafuero. Jesús dijo de los caudillos religiosos de su tiempo: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque se asemejan a sepulcros blanqueados, que por fuera realmente parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia. Así ustedes, también, por fuera realmente parecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de desafuero” (Mateo 23:27, 28).
Además, la Biblia exhorta a los cristianos a ser neutrales en asuntos políticos. En vez de incitarlos a matarse unos a otros, les dice que deberían estar dispuestos a morir por sus hermanos en la fe (Juan 15:12, 13; 18:36; 1 Juan 3:10-12). En lugar de ser “intolerante y divisiva”, la religión verdadera, basada en la Biblia, es “sumamente abarcadora”. El apóstol Pedro dijo: “Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto” (Hechos 10:34, 35).
La Biblia: una guía confiable para lograr bienestar espiritual
La Biblia nos dice que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26, 27). Esto no significa que los seres humanos nos parezcamos físicamente a él, sino que podemos manifestar los rasgos de su personalidad, incluida la espiritualidad, es decir, la inclinación hacia los asuntos espirituales.
Por lo tanto, es lógico pensar que Dios habría de suministrarnos los medios para satisfacer nuestras necesidades espirituales, así como la orientación apropiada que nos ayudara a distinguir entre lo que es beneficioso y lo que es perjudicial para nuestra espiritualidad. Tal como Dios dotó el organismo humano de un magnífico sistema inmunológico, que nos protege de las enfermedades y nos mantiene sanos, nos ha dado una conciencia, o voz interior, que contribuye a que tomemos decisiones acertadas y evitemos prácticas que nos perjudican física y espiritualmente (Romanos 2:14, 15). Como es normal, para que nuestro sistema inmunológico funcione, hemos de nutrirlo bien. De igual modo, para que nuestra conciencia funcione, tenemos que alimentarla con valores espirituales sanos.
Jesús mencionó la clase de alimento que nos mantendría saludables al decir: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová” (Mateo 4:4). Los dichos de Jehová se recogen en su Palabra, la Biblia, y son “provechos[os] para enseñar, para censurar [y] para rectificar las cosas” (2 Timoteo 3:16). Así pues, nos corresponde a nosotros esforzarnos por asimilar ese alimento espiritual. Cuanto más conozcamos la Biblia y nos esforcemos por atenernos a sus principios, más nos beneficiaremos física y espiritualmente (Isaías 48:17, 18).
¿Vale la pena el esfuerzo?
Es cierto, toma tiempo mejorar la salud espiritual mediante el estudio de la Biblia, y el tiempo se ha convertido para muchos en un lujo. Pero los beneficios bien valen la pena. Veamos las razones por las que algunos profesionales que llevan vidas ocupadas consideran importante cuidar de su salud espiritual.
Marina, doctora en medicina, dice: “Nunca había pensado en serio en mi espiritualidad hasta que entré a trabajar en un hospital y empezó a afectarme el sufrimiento ajeno. Entonces me di cuenta de que tenía que reconocer y saciar mi necesidad espiritual si quería conservar la satisfacción y la serenidad, puesto que el ritmo de vida y el deber de atender las preocupaciones de los pacientes pueden abrumar a uno.
”Ahora estudio la Biblia con los testigos de Jehová, lo que me ayuda a examinar mis actos y motivos de forma constructiva y hace que piense más positivamente, de modo que puedo mantener mi vida en la debida perspectiva. Estoy muy satisfecha con mi profesión, pero ha sido el estudio de la Biblia lo que ha mejorado mi salud emocional y me ha ayudado a controlar los sentimientos negativos, reducir la tensión y ser más paciente y compasiva con la gente. Además, mi matrimonio se ha beneficiado al poner por obra los principios bíblicos. Y lo más importante, he llegado a conocer a Jehová y he percibido, en pequeña escala, el libre fluir de su espíritu, lo que ha dado mayor sentido a mi vida.”
Nicholas, proyectista, dice: “Antes de estudiar la Biblia con los Testigos, no tenía ningún interés espiritual y mi único objetivo en la vida era triunfar en mi carrera. Ahora sé que hay cosas más importantes que el trabajo y, sobre todo, que cumplir con la voluntad de Jehová reporta auténtica y duradera felicidad.
”Me siento realizado con mi profesión, pero es la Biblia la que me ha enseñado la importancia de llevar una vida sencilla, centrada en los asuntos espirituales. Gracias a ello, mi esposa y yo nos hemos ahorrado gran parte de la tensión que produce un estilo de vida materialista. También contamos con muchos amigos verdaderos que comparten el mismo enfoque espiritual.”
Vincent, abogado, dice: “Un buen empleo puede suministrar cierta satisfacción, pero he constatado que se necesita mucho más para disfrutar de paz y felicidad. Antes de conocer lo que la Biblia enseña sobre el particular, recuerdo haber reflexionado en el sinsentido de la existencia: nacer, crecer, casarse, trabajar para sostener a la familia, enseñar a los hijos a seguir ese mismo ciclo y finalmente envejecer y morir.
”Solo después de estudiar la Biblia con los testigos de Jehová recibí respuestas satisfactorias a mis preguntas sobre el sentido de la vida. El estudio me ha permitido conocer la personalidad de Jehová y cultivar un profundo amor por él, lo que sienta las bases para mantener un punto de vista espiritual saludable mientras procuro vivir de acuerdo con su propósito. Tanto mi esposa como yo tenemos la satisfacción de saber que estamos utilizando nuestra vida de la mejor manera posible.”
Usted también puede hallar el sentido de la vida y un objetivo en ella estudiando la Biblia. Si lo desea, los testigos de Jehová se complacerán en ayudarle. Como a Marina, Nicholas y Vincent, se le ofrece la oportunidad de disfrutar de la satisfacción que produce aprender de Jehová y su propósito para la humanidad en general y para usted en particular. Además de sentirse satisfecho por saciar su necesidad espiritual ahora, tendrá la perspectiva de gozar de vida sin fin en salud perfecta, algo que solo está al alcance de quienes “tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3).
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