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El origen y el propósito del matrimonioLa Atalaya (estudio) 2016 | agosto
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El origen y el propósito del matrimonio
“Jehová Dios pasó a decir: ‘No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante’” (GÉN. 2:18).
1, 2. a) ¿Cómo se originó el matrimonio? b) ¿Qué debieron de entender sobre el matrimonio el primer hombre y la primera mujer? (Vea el dibujo del principio).
EL MATRIMONIO forma parte de la vida de muchas personas. Repasar su origen y por qué fue creado nos ayudará a ver esta unión de la forma correcta y a disfrutar más plenamente de todo lo bueno que puede ofrecer. Dios creó al primer hombre, Adán, y después le llevó los animales para que les pusiera nombre. Pero “para el hombre no se halló ayudante como complemento de él”. Así que Jehová hizo que se quedara profundamente dormido, le quitó una costilla e hizo con ella una mujer. Después, se la presentó a Adán (lea Génesis 2:20-24). De modo que Dios es el Creador del matrimonio.
2 Jesús confirmó que fue Jehová quien dijo: “El hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne” (Mat. 19:4, 5). El que Dios creara a la mujer a partir de una costilla de Adán debió grabar en la primera pareja que su unión era muy fuerte. No era su intención que los matrimonios se divorciaran ni que el hombre o la mujer tuvieran más de un cónyuge al mismo tiempo.
EL MATRIMONIO Y EL PROPÓSITO DE JEHOVÁ
3. ¿Qué importante propósito tenía Dios cuando creó el matrimonio?
3 Adán estaba encantado con su bella esposa, a quien más adelante llamó Eva. Ella era su “complemento” y su “ayudante”. Al cumplir cada uno su papel en el matrimonio, se harían felices el uno al otro (Gén. 2:18). Una de las razones importantes por las que Dios creó el matrimonio fue que se poblara la Tierra (Gén. 1:28). Los hijos e hijas que tuvieran, aunque querrían a sus padres, los dejarían para casarse y formar su propia familia. Los seres humanos llenarían la Tierra, su hogar, a un grado razonable y harían que toda ella fuera un paraíso.
4. ¿Cómo le fue al primer matrimonio?
4 Adán y Eva usaron mal su libre albedrío y desobedecieron a Dios, con terribles consecuencias para su matrimonio. “La serpiente original”, Satanás el Diablo, hizo creer a Eva que comer del “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” le daría un conocimiento especial que le permitiría decidir qué estaba bien y qué estaba mal. Ella no respetó la autoridad de su esposo, pues no le consultó este asunto. Y Adán, por su parte, no obedeció a Dios, sino que aceptó el fruto que Eva le ofreció (Rev. 12:9; Gén. 2:9, 16, 17; 3:1-6).
5. ¿Qué aprendemos de la respuesta de Adán y Eva a Jehová?
5 Cuando Dios le pidió explicaciones a Adán, este culpó a su esposa. Dijo: “La mujer que me diste para que estuviera conmigo, ella me dio fruto del árbol y así es que comí”. Y Eva culpó a la serpiente por haberla engañado (Gén. 3:12, 13). No pudieron dar una razón válida que justificara lo que habían hecho, solo simples excusas. Habían desobedecido a Jehová y él los condenó por rebeldes. Esta es una lección que no debemos olvidar: para ser felices en el matrimonio, ambos cónyuges deben hacerse responsables de sus actos y obedecer a Dios.
6. ¿Cómo explicaría Génesis 3:15?
6 A pesar de lo que Satanás hizo en Edén, Jehová le dio a la humanidad una esperanza en la primera profecía de la Biblia (lea Génesis 3:15). Aquella criatura espiritual rebelde sería aplastada por la “descendencia” de “la mujer”. Con esta profecía, Jehová nos permitió hacernos una idea de la relación especial que existe entre él y la inmensa multitud de criaturas espirituales que le sirven en el cielo, a las que compara con una esposa. La Biblia reveló más tarde que Dios enviaría a una de ellas para aplastar al Diablo y suministrar los medios para que los humanos obedientes vivieran para siempre en la Tierra. Ese era el propósito original de Jehová y el futuro que había perdido la primera pareja (Juan 3:16).
7. a) ¿Qué les ha ocurrido a los matrimonios desde la rebelión de Adán y Eva? b) ¿Qué les manda la Biblia a los esposos y las esposas?
7 La rebelión de Adán y Eva perjudicó a todos los matrimonios, incluido el de ellos. Por ejemplo, el parto sería muy doloroso para Eva y sus descendientes. Las mujeres sentirían un “deseo vehemente” por sus esposos y estos las dominarían, incluso las maltratarían, como tristemente ocurre en muchos matrimonios hoy (Gén. 3:16). La Biblia manda a los esposos que ejerzan su autoridad con cariño y les dice a las esposas que respeten la autoridad del esposo (Efes. 5:33). Cuando ambos cónyuges colaboran como Dios indica, rara vez se producen situaciones que provocan roces en el matrimonio, o puede que nunca.
DESDE ADÁN HASTA EL DILUVIO
8. Explique la historia del matrimonio desde Adán hasta el Diluvio.
8 Antes de morir por causa del pecado y la imperfección, Adán y Eva tuvieron hijos e hijas (Gén. 5:4). Su primer hijo, Caín, se casó con una de sus familiares. Y Lamec, descendiente de Caín, fue el primero del que se dice que tuvo dos esposas (Gén. 4:17, 19). Desde Adán hasta el diluvio de los días de Noé, se sabe de muy pocos que adoraran a Jehová. Algunos de ellos fueron Abel, Enoc y Noé y su familia. La Biblia explica que en el tiempo de Noé “los hijos del Dios verdadero empezaron a fijarse en las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron”. Los hijos de aquella unión antinatural entre ángeles y mujeres fueron los nefilim, unos seres híbridos muy violentos. Además, “la maldad del hombre abundaba en la tierra, y [...] toda inclinación de los pensamientos del corazón de este era solamente mala todo el tiempo” (Gén. 6:1-5).
9. a) ¿Qué hizo Jehová con la gente mala de los días de Noé? b) ¿Cuál es la lección para nosotros?
9 Jehová trajo el Diluvio para destruir a las personas malas. Noé, “predicador de justicia”, les había advertido de la inminente destrucción. Pero ellas estaban tan ocupadas en sus asuntos cotidianos y normales, incluido casarse, que no le hicieron caso (2 Ped. 2:5). Jesús comparó las circunstancias de aquel tiempo a las de hoy (lea Mateo 24:37-39). En la actualidad, la mayoría de la gente no quiere escuchar el mensaje del Reino que se predica por toda la Tierra para testimonio a todas las naciones antes de que venga el fin. Por eso, tomemos muy en serio esta lección: no permitamos que ni siquiera los asuntos familiares, como el matrimonio o la crianza de los hijos, nos hagan perder el sentido de urgencia y olvidemos que el día de Jehová está cerca.
DESDE EL DILUVIO HASTA EL TIEMPO DE JESÚS
10. a) ¿Cómo veían muchas culturas la inmoralidad sexual? b) ¿Qué buen ejemplo pusieron Abrahán y Sara en su matrimonio?
10 Noé y sus tres hijos tuvieron una sola esposa, pero la poligamia ya se practicaba en el tiempo de los patriarcas. En muchas culturas, la inmoralidad sexual era tan común que incluso formaba parte de los ritos religiosos. Cuando Abrán (Abrahán) y Sarai (Sara) obedecieron a Jehová y se mudaron a Canaán, en la región abundaban costumbres que mostraban una absoluta falta de respeto por el matrimonio. Por ejemplo, los habitantes de Sodoma y Gomorra cometían o toleraban prácticas sexuales repugnantes, y por eso Jehová destruyó aquellas ciudades. Abrahán y Sara eran muy diferentes. Él dirigió bien a su familia y ella puso un buen ejemplo al respetar la autoridad de su esposo (lea 1 Pedro 3:3-6). Abrahán se aseguró de que su hijo Isaac se casara con una sierva de Dios. Y la misma preocupación por la adoración verdadera guió la elección de esposa de Jacob, uno de los hijos de Isaac. Él fue el padre de los antepasados de las 12 tribus de Israel.
11. ¿Cómo protegía la Ley mosaica a los israelitas?
11 Tiempo después, Jehová hizo un pacto con los descendientes de Jacob (Israel). La Ley de Moisés reguló las costumbres sobre el matrimonio de la época patriarcal, como la poligamia. Además, protegió la espiritualidad de los israelitas al prohibirles casarse con quienes no adoraban a Jehová (lea Deuteronomio 7:3, 4). Los ancianos ayudaban a solucionar los problemas graves que surgían en los matrimonios. Había normas sobre los casos de infidelidad, los celos y las sospechas de adulterio. Se permitía el divorcio, pero estaba regulado. Un hombre podía divorciarse de su esposa si encontraba “algo indecente” (Deut. 24:1). ¿Qué era “indecente”? La Ley no lo decía, pero es razonable pensar que no eran cosas sin importancia (Lev. 19:18b).
NUNCA TRAICIONE A SU CÓNYUGE
12, 13. a) ¿Cómo trataban a sus esposas algunos judíos del tiempo de Malaquías? b) ¿Qué pasa si alguien bautizado comete adulterio con una persona casada y se casa con ella?
12 En el tiempo del profeta Malaquías, muchos judíos traicionaban a sus esposas. Ponían cualquier pretexto para divorciarse de ellas. Se libraban de la esposa de su juventud, quizás para casarse con una mujer más joven o con una pagana. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, los judíos seguían traicionando a sus esposas divorciándose “por toda suerte de motivo” (Mat. 19:3). Jehová odiaba esa clase de divorcio (lea Malaquías 2:13-16).
13 Hoy día, tampoco se tolera este tipo de traición en el pueblo de Dios. Ahora bien, supongamos que alguien bautizado comete adulterio con una persona casada, se divorcia y se casa con esa persona. Si no se arrepiente, es expulsado para mantener la pureza espiritual de la congregación (1 Cor. 5:11-13). Antes de ser aceptado de nuevo en la congregación, tiene que producir “frutos propios del arrepentimiento” (Luc. 3:8; 2 Cor. 2:5-10). Este tipo de traición, que ocurre rara vez en el pueblo de Dios, no puede pasarse por alto. No hay un plazo establecido para que el expulsado pueda ser readmitido. Pero podría tomarle bastante tiempo —un año o más— demostrar que está arrepentido de verdad. Y, aunque la persona sea readmitida, todavía deberá rendir cuentas “ante el tribunal de Dios” en cuanto a si su arrepentimiento es sincero (Rom. 14:10-12; vea La Atalaya del 15 de febrero de 1980, páginas 29-31).
EL MATRIMONIO Y LOS CRISTIANOS
14. En términos generales, ¿para qué sirvió la Ley?
14 La Ley mosaica estuvo vigente durante más de mil quinientos años. Ayudó a los israelitas a obedecer los justos principios de Dios en la familia y en otros campos. Además, fue el tutor que los condujo al Mesías (Gál. 3:23, 24). Al morir Jesús, la Ley fue abolida y Jehová estableció un nuevo sistema de adoración (Heb. 8:6). Desde entonces, dejaron de permitirse algunas cosas que la Ley toleraba.
15. a) ¿Cuál es la norma para el matrimonio dentro de la congregación cristiana? b) ¿Qué factores debe tomar en cuenta un cristiano que está pensando en divorciarse?
15 Cuando los fariseos le preguntaron a Jesús sobre el divorcio, él les dijo que la Ley mosaica había hecho esa concesión, pero que no había sido así “desde el principio” (Mat. 19:6-8). De esta forma indicó que en la congregación cristiana debía respetarse la norma divina para el matrimonio que se había establecido en Edén (1 Tim. 3:2, 12). Los cónyuges deben mantenerse unidos y permitir que el amor que sienten por Dios y el uno por el otro fortalezca su matrimonio, pues son “una sola carne”. El cristiano no está libre para casarse de nuevo a menos que el matrimonio se haya roto por inmoralidad sexual, aunque su divorcio sea legal (Mat. 19:9). Claro, una persona puede perdonar el adulterio de su cónyuge arrepentido. El profeta Oseas perdonó el comportamiento inmoral de su esposa, Gómer. Y Jehová también mostró misericordia a Israel cuando se arrepintió de su adulterio espiritual (Os. 3:1-5). Por otro lado, si alguien sabe que su cónyuge ha cometido adulterio y decide reanudar las relaciones sexuales con él, demuestra que lo ha perdonado y deja de tener base bíblica para divorciarse.
16. ¿Qué dijo Jesús sobre la soltería?
16 Después de decir que los cristianos no pueden divorciarse excepto por inmoralidad sexual, Jesús habló de “los que tienen el don” de permanecer solteros y dijo: “Quien pueda hacer lugar para ello, haga lugar para ello” (Mat. 19:10-12). Muchos han decidido quedarse solteros para servir a Jehová sin distracción, y merecen que los felicitemos por ello.
17. ¿Qué ayudará a un cristiano a decidir si casarse o no?
17 El cristiano que se plantea si quedarse soltero o casarse tiene que examinar su corazón y ver si puede cultivar el don de la soltería. Es cierto que el apóstol Pablo recomendó permanecer soltero, pero también dijo: “A causa de la ocurrencia común de la fornicación, que cada hombre tenga su propia esposa y que cada mujer tenga su propio esposo”. Y añadió: “Si no tienen autodominio, cásense, porque mejor es casarse que estar encendidos de pasión”. Casarse puede ayudar a una persona a no caer en la masturbación o la inmoralidad. Otro factor a tomar en cuenta es la edad. Pablo dijo: “Si alguno piensa que se está portando impropiamente para con su virginidad, si esta ha pasado la flor de la juventud, y esa es la manera como debe efectuarse, que haga lo que quiera; no peca. Que se casen” (1 Cor. 7:2, 9, 36; 1 Tim. 4:1-3). Ahora bien, los jóvenes no deben darse prisa en casarse solo porque sus deseos sexuales sean muy fuertes. Puede que no sean suficientemente maduros para asumir las responsabilidades del matrimonio.
18, 19. a) ¿Entre quiénes debe celebrarse el matrimonio cristiano? b) ¿Qué se analizará en el próximo artículo?
18 El matrimonio cristiano debe celebrarse entre un hombre y una mujer que estén dedicados a Jehová y que lo amen con todo el corazón. Desde luego, también han llegado a sentir un amor tan fuerte el uno por el otro que desean unir sus vidas. Jehová bendecirá a quienes obedezcan el mandato de casarse “solo en el Señor” (1 Cor. 7:39). Los cristianos casados comprobarán que la Biblia ofrece los mejores consejos para tener un matrimonio feliz.
19 Vivimos en la parte final de los últimos días, cuando las características de las personas no contribuyen a la felicidad en el matrimonio (2 Tim. 3:1-5). En el siguiente artículo se analizarán valiosas ideas bíblicas que pueden ayudar a los cristianos casados a hacer frente a las dificultades. Jehová nos ha dado en su Palabra todo lo que necesitamos para tener un matrimonio feliz y seguir andando con su pueblo en el camino a la vida eterna (Mat. 7:13, 14).
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Cómo lograr que le vaya bien al matrimonio cristianoLa Atalaya (estudio) 2016 | agosto
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Cómo lograr que le vaya bien al matrimonio cristiano
“Que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo” (EFES. 5:33).
1. Aunque el matrimonio normalmente empieza con mucha alegría, ¿qué pueden esperar los que se casen? (Vea la foto del principio).
CUANDO los novios se ven por primera vez el día de su boda, sienten una alegría que no se puede describir con palabras. El amor que se tienen el uno al otro se ha hecho tan intenso durante el noviazgo que están listos para prometerse fidelidad. Como es natural, ambos tendrán que hacer cambios al unir sus vidas y formar un nuevo hogar. Y Jehová les da a todos los que se casan sabios consejos mediante su Palabra, porque es el Creador del matrimonio y quiere que les vaya bien y vivan felices (Prov. 18:22). Ahora bien, la Biblia dice claramente que los seres humanos imperfectos que se casen tendrán “tribulación en la carne”, es decir, dificultades (1 Cor. 7:28). ¿Cómo lograr que esas dificultades sean las menos posibles? ¿Qué pueden hacer los cristianos para que les vaya bien en el matrimonio?
2. ¿Qué tipos de amor debe haber en un matrimonio?
2 La Biblia destaca la importancia del amor. En el matrimonio son necesarios tanto el cariño (en griego, filía) como el amor romántico; y el amor por la familia (storgué) es indispensable cuando llegan los hijos. Pero es el amor basado en principios (agápe) el que hace que un matrimonio sea realmente feliz. El apóstol Pablo escribió sobre este tipo de amor: “Que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo” (Efes. 5:33).
ANALICEMOS EL PAPEL DE CADA UNO
3. ¿Hasta qué grado debe amarse un matrimonio?
3 Pablo escribió: “Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efes. 5:25). Los discípulos de Jesús lo imitan cuando se aman tal como él los amó (lea Juan 13:34, 35; 15:12, 13). El amor en un matrimonio cristiano debe ser tan fuerte que los cónyuges tienen que estar dispuestos a dar la vida el uno por el otro si es necesario. Claro, cuando hay desacuerdos graves, tal vez esto sea lo último en lo que piensen. Sin embargo, el amor agápe “todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta. El amor nunca falla” (1 Cor. 13:7, 8). Si los cristianos casados recuerdan su promesa de amarse y ser fieles, se esforzarán por poner en práctica los elevados principios de Jehová para solucionar los problemas que surjan.
4, 5. a) ¿Qué responsabilidad tiene el esposo? b) ¿Cómo debe ver la esposa su papel en la familia? c) ¿Qué cambios tuvo que hacer un matrimonio?
4 Hablando específicamente de las responsabilidades de cada uno de los cónyuges, Pablo escribió: “Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor, porque el esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación” (Efes. 5:22, 23). Esto no significa que la esposa sea inferior al esposo. De hecho, este mandato la ayuda a cumplir el papel que Jehová tenía pensado para ella: “No es bueno que el hombre [Adán] continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él” (Gén. 2:18). Por su parte, el esposo cristiano ejerce su autoridad en la familia con amor, tal como lo hizo Jesús, la “cabeza de la congregación”. La esposa del hombre que actúa así se siente más segura. Además, encuentra más fácil respetarlo, apoyarlo y aceptar su autoridad.
5 La persona que se casa tiene que hacer cambios. Por ejemplo, Cathy[1] dice: “De soltera, era independiente y cuidaba de mí misma. Pero, cuando me casé, tuve que aprender a contar con mi marido. Aunque esto no siempre ha sido fácil, hacer las cosas a la manera de Jehová nos ha unido más”. Su esposo, Fred, dice: “Siempre me ha costado tomar decisiones. Y en el matrimonio es más complicado, pues hay que tener en cuenta a dos personas. Pero cada día me resulta más fácil porque le pido ayuda a Jehová y escucho con atención la opinión de mi esposa. Siento que somos un verdadero equipo”.
6. ¿Por qué es el amor “un vínculo perfecto de unión” cuando hay problemas en el matrimonio?
6 Los matrimonios sólidos están formados por dos personas que son comprensivas con las imperfecciones de su cónyuge. Siguen este consejo bíblico: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente”. Así que es inevitable que cometan errores. Sin embargo, los ven como una oportunidad para aprender de ellos, para perdonar y para dejar que prevalezca el amor, “un vínculo perfecto de unión” (Col. 3:13, 14). Además, “el amor es sufrido y bondadoso” y “no lleva cuenta del daño” (1 Cor. 13:4, 5). Los desacuerdos y malentendidos deben resolverse lo más pronto posible, antes de que acabe el día (Efes. 4:26, 27). Para ser capaz de decir con sinceridad “lo siento”, hay que ser humilde y valiente. Pero esto es fundamental para solucionar los problemas y unir más a la pareja.
LA TERNURA ES INDISPENSABLE
7, 8. a) ¿Qué consejos da la Biblia sobre las relaciones sexuales en el matrimonio? b) ¿Por qué deben tratarse con ternura los casados?
7 La Biblia da buenos consejos para que el esposo y la esposa tengan un punto de vista equilibrado sobre el débito conyugal (lea 1 Corintios 7:3-5). Es imprescindible que se traten con cariño y tengan en cuenta los sentimientos y necesidades del otro. A la esposa le puede resultar difícil disfrutar de las relaciones sexuales si no se le muestra ternura. La Biblia manda al esposo que trate a su esposa “de acuerdo con conocimiento” (1 Ped. 3:7). Las relaciones sexuales no se deben exigir ni forzar, sino que tienen que surgir de forma natural. La respuesta física del hombre suele ser más rápida que la de la mujer, pero debe buscarse el momento en que ambos estén emocionalmente preparados.
8 Aunque la Biblia no da normas específicas sobre cómo debe ser la estimulación erótica en las relaciones sexuales ni pone límites concretos, sí habla de algunas muestras de cariño entre la pareja (Cant. de Cant. 1:2; 2:6). Los casados tienen que tratarse con ternura.
9. ¿Por qué es inaceptable mostrar interés sexual por alguien que no es nuestro cónyuge?
9 Nada ni nadie se interpondrá entre el esposo y la esposa si los dos aman profundamente a Dios y al prójimo. Hay matrimonios a los que les ha hecho mucho daño la adicción de uno de los cónyuges a la pornografía, y otros hasta han acabado rotos por este motivo. Tenemos que rechazar con firmeza hasta el más mínimo deseo de ver pornografía o de buscar algún tipo de satisfacción sexual fuera del matrimonio. Y no debemos ni siquiera dar la apariencia de que estamos coqueteando con alguien que no es nuestro cónyuge. Eso demostraría falta de amor. Si recordamos que Dios conoce todos nuestros pensamientos y acciones, desearemos con más fuerza agradarle y permanecer castos (lea Mateo 5:27, 28; Hebreos 4:13).
CUANDO HAY TENSIÓN EN EL MATRIMONIO
10, 11. a) ¿Hasta qué punto es común el divorcio? b) ¿Qué dice la Biblia sobre la separación? c) ¿Qué ayudará a los casados a no tomar a la ligera la decisión de separarse?
10 Cuando no se resuelven los problemas graves en el matrimonio, es posible que uno de los cónyuges o ambos piensen en separarse o divorciarse. En algunos países, más de la mitad de las parejas se divorcian. Aunque los divorcios no son tan frecuentes en la congregación cristiana, es preocupante ver que cada vez más hermanos tienen problemas maritales.
11 La Biblia nos manda: “La esposa no debe irse de su esposo; pero si de hecho se fuera, que permanezca sin casarse, o, si no, que se reconcilie con su esposo; y el esposo no debe dejar a su esposa” (1 Cor. 7:10, 11). La decisión de separarse no debe tomarse a la ligera. Y aunque puede parecer que es la solución cuando surgen problemas graves, a menudo causa más dificultades. En respuesta a una pregunta de los fariseos, Jesús les recordó que Dios dijo que el hombre dejaría a su padre y a su madre y se adheriría a su esposa, y añadió: “Lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre” (Mat. 19:3-6; Gén. 2:24). Esto significa que ni siquiera los cónyuges deberían separar lo que Dios ha unido. Jehová ve el matrimonio como una unión para toda la vida (1 Cor. 7:39). Recordar que todos rendiremos cuentas a Jehová impulsará a los casados a hacer lo posible por resolver los problemas enseguida, antes de que empeoren.
12. ¿Por qué podría un matrimonio llegar a pensar en separarse?
12 Tener expectativas poco realistas puede ser la causa de algunos problemas. Alguien podría sentirse decepcionado, engañado e incluso amargado si su matrimonio no es como lo soñó. También es posible que las diferencias emocionales y de crianza provoquen discusiones. Y pueden surgir desacuerdos por causa del dinero, los parientes y la educación de los hijos. La mayoría de las parejas cristianas merecen que se las felicite porque siguen la guía de Dios y por eso logran encontrar soluciones que satisfacen a ambos.
13. ¿Qué razones justificarían la separación?
13 Los matrimonios que tengan problemas serios deberían pedir ayuda a los ancianos. Estos hermanos maduros pueden ayudarlos a poner en práctica los consejos de la Biblia. Y, cuando surgen dificultades, todos debemos pedir a Jehová su espíritu y que nos ayude a seguir los principios bíblicos y a demostrar las cualidades del fruto del espíritu (Gál. 5:22, 23). A veces, la separación podría estar justificada. Algunos hermanos han considerado que las siguientes situaciones excepcionales son razones válidas para separarse: la negativa a mantener a la familia, el maltrato físico muy grave y poner en peligro muy grave la vida espiritual del cristiano.[2]
14. ¿Qué les dice la Biblia a los hermanos que están casados con alguien no Testigo?
14 Hay cristianos que están casados con personas que aún no sirven a Jehová. La Biblia les da buenas razones para que continúen juntos (lea 1 Corintios 7:12-14). El cónyuge no Testigo es “santificado”, se dé cuenta de ello o no, porque está casado con un siervo de Dios. Y sus hijos también son considerados “santos”, así que cuentan con la protección de Dios. Pablo dice: “Esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?” (1 Cor. 7:16). En casi todas las congregaciones hay parejas en las que el Testigo ha contribuido decisivamente a “salvar” a su cónyuge.
15, 16. a) ¿Qué aconseja la Biblia a la esposa de alguien que no sirve a Jehová? b) ¿En qué situación está el cristiano “si el incrédulo procede a irse”?
15 El apóstol Pedro les aconsejó a las esposas cristianas que “estén en sujeción” a sus esposos, “a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto”. La esposa que es demasiado insistente con sus creencias tiene menos probabilidades de ayudar a su esposo a aceptar la verdad que aquella cuya conducta refleja un “espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios” (1 Ped. 3:1-4).
16 ¿Y si el no Testigo decide separarse? La Biblia dice: “Si el incrédulo procede a irse, que se vaya; el hermano o la hermana no está en servidumbre en tales circunstancias; antes bien, Dios los ha llamado a ustedes a la paz” (1 Cor. 7:15). Estas palabras no quieren decir que se le dé libertad al cristiano para casarse con otra persona. Significan que no tiene que obligar a su cónyuge a quedarse. La separación quizás traiga cierta paz al hogar. Y el cristiano puede tener la esperanza de que su cónyuge regrese algún día dispuesto a salvar el matrimonio y con el tiempo llegue a servir a Dios.
QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE PARA EL MATRIMONIO
Las personas casadas son más felices cuando ponen en primer lugar las cosas espirituales. (Vea el párrafo 17).
17. ¿Qué debe ser lo más importante para los cristianos casados?
17 Vivimos en la parte final de los “últimos días” y por eso los tiempos son “críticos, difíciles de manejar” (2 Tim. 3:1-5). Si mantenemos una buena salud espiritual, podremos rechazar las malas influencias del mundo. “El tiempo que queda está reducido —escribió Pablo—. En adelante, los que tienen esposas sean como si no tuvieran, [...] y los que hacen uso del mundo, como los que no lo usan a plenitud” (1 Cor. 7:29-31). Pablo no quería decir que los casados debían descuidar sus obligaciones matrimoniales. Pero en vista del poco tiempo que quedaba, tenían que dar prioridad a las cosas espirituales (Mat. 6:33).
18. ¿Cómo pueden los cristianos tener un matrimonio feliz?
18 Aunque estos tiempos son muy difíciles y vemos que muchos matrimonios fracasan, podemos tener un matrimonio feliz. En efecto, los cristianos casados que permanecen en el pueblo de Jehová, que siguen los consejos de la Biblia y que aceptan la guía del espíritu santo de Dios no separarán “lo que Dios ha unido bajo un yugo” (Mar. 10:9).
^ [1] (párrafo 5): Se han cambiado los nombres.
^ [2] (párrafo 13): Vea el libro “Manténganse en el amor de Dios”, apéndice “¿Qué dice la Biblia sobre el divorcio y la separación?”.
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