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El matrimonio puede triunfar en el mundo de hoyLa Atalaya 2005 | 1 de marzo
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El matrimonio puede triunfar en el mundo de hoy
“Vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión.” (COLOSENSES 3:14.)
1, 2. a) ¿Qué hecho resulta conmovedor al observar la congregación cristiana? b) ¿Qué supone tener éxito en el matrimonio?
EN LA congregación cristiana abundan los matrimonios que han permanecido unidos por diez, veinte, treinta o más años. Y resulta conmovedor ver que han seguido juntos contra viento y marea (Génesis 2:24).
2 La mayoría admitiría que no siempre fue un camino de rosas. De hecho, cierta analista escribe: “Los matrimonios felices no están exentos de problemas. Han atravesado buenos y malos tiempos [...]. Pero de algún modo [...] han logrado permanecer juntos a pesar de [las vicisitudes] de la vida moderna”. Tales parejas han aprendido a capear los inevitables temporales que ocasionan las presiones de la vida, especialmente si han criado hijos. Han comprobado que el amor verdadero “nunca falla” (1 Corintios 13:8).
3. ¿Qué revelan las estadísticas sobre el matrimonio y el divorcio, y qué preguntas surgen?
3 Por otro lado, millones de matrimonios naufragan. Un informe dice: “Se calcula que la mitad de los matrimonios estadounidenses acabarán en divorcio, en el 50% de los casos antes de transcurridos 7,8 años desde la boda [...]. Del 75% que vuelve a casarse, el 60% se divorciará de nuevo”. El índice de divorcios ha ascendido incluso en países donde era relativamente bajo. Por ejemplo, en Japón casi se ha duplicado en los últimos años. ¿Cuáles son algunas de las presiones que han llevado a esta situación, presiones que a veces afectan a la congregación cristiana? ¿Qué se necesita para tener éxito en el matrimonio pese a los empeños de Satanás por arruinarlo?
Escollos que evitar
4. ¿Cuáles son algunos factores que atentan contra el vínculo matrimonial?
4 La Palabra de Dios nos ayuda a comprender los factores que atentan contra el vínculo matrimonial. Repasemos, por ejemplo, lo que dijo el apóstol Pablo sobre las condiciones que existirían en nuestros tiempos: “En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate” (2 Timoteo 3:1-5).
5. ¿Por qué pone en peligro su matrimonio la persona ‘amadora de sí misma’, y qué aconseja la Biblia al respecto?
5 Entre las características que Pablo menciona, notamos que muchas de ellas podrían ser fatales para el matrimonio. Tomemos por caso a los que son “amadores de sí mismos”, personas egoístas y sin consideración hacia los demás. El cónyuge que solo se ama a sí mismo siempre quiere salirse con la suya; es inflexible e intransigente. Ahora bien, ¿promueve una actitud así la felicidad? De ninguna manera. El apóstol Pablo aconsejó acertadamente a todos los cristianos, sin olvidar a los casados, que ‘no hicieran nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino que consideraran con humildad mental que los demás eran superiores, y que vigilaran con interés personal no solo sus propios asuntos, sino también los de los demás’ (Filipenses 2:3, 4).
6. ¿Cómo puede el amor al dinero minar el vínculo matrimonial?
6 El amor al dinero puede abrir una brecha entre la pareja. Pablo advirtió: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores” (1 Timoteo 6:9, 10). Desgraciadamente, la advertencia de Pablo se ha cumplido en muchos matrimonios. Al ir en busca de riquezas, algunos cónyuges suelen pasar por alto las necesidades fundamentales de su pareja, como el apoyo emocional y el afecto constante.
7. ¿Qué comportamiento ha llevado, en ocasiones, a la deslealtad en el matrimonio?
7 Pablo también mencionó que en estos últimos días habría individuos “desleales, sin [...] cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo”. Los votos matrimoniales constituyen una promesa solemne que une a la pareja para siempre; no dejan lugar para la traición (Malaquías 2:14-16). Sin embargo, hay quienes han dirigido sus atenciones románticas a personas que no son su cónyuge. Una mujer de unos 30 años cuyo esposo la abandonó explicó que él trataba con demasiado afecto y familiaridad a otras mujeres. No reconocía que su comportamiento era inapropiado para un hombre casado. A ella le dolió mucho cuando vio lo que sucedía, de modo que con tacto trató de advertirle de los peligros que corría; aun así, él cometió adulterio. Aunque se le aconsejó con bondad, no quiso prestar atención y se precipitó en la trampa (Proverbios 6:27-29).
8. ¿Qué puede llevar al adulterio?
8 La Biblia habla muy claro en contra del adulterio. “Cualquiera que comete adulterio con una mujer es falto de corazón; el que lo hace está arruinando su propia alma.” (Proverbios 6:32.) Este pecado no suele ser consecuencia de un acto espontáneo e impulsivo. Tal como señaló el escritor bíblico Santiago, generalmente tiene lugar solo después de que se concibe y acaricia la idea (Santiago 1:14, 15). Poco a poco, la persona deja de ser leal al cónyuge a quien juró fidelidad eterna. Jesús afirmó: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mateo 5:27, 28).
9. ¿Qué sabio consejo hallamos en Proverbios 5:18-20?
9 Por lo tanto, el proceder sabio y leal es el que se recomienda en el libro de Proverbios: “Resulte bendita tu fuente de aguas, y regocíjate con la esposa de tu juventud, una amable cierva y una encantadora cabra montesa. Que sus propios pechos te embriaguen a todo tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente. ¿Por qué, pues, debes tú, hijo mío, estar en un éxtasis con una extraña, o abrazar el seno de una extranjera?” (Proverbios 5:18-20).
La prisa es mala consejera
10. ¿Por qué es sensato dedicar tiempo a conocer al futuro cónyuge?
10 Es posible que surjan dificultades en el matrimonio si dos personas se casan apresuradamente. Tal vez sean muy jóvenes e inexpertas, o quizás no dedicaron suficiente tiempo a conocerse la una a la otra, es decir, a averiguar sus gustos y aversiones, metas en la vida y antecedentes familiares. Por tanto, es más sensato tener paciencia y tomarse el tiempo necesario para conocer al futuro cónyuge. Pensemos en Jacob, el hijo de Isaac. Tuvo que trabajar siete años para quien iba a ser su suegro antes de que se le permitiera casarse con Raquel. No obstante, estuvo dispuesto a hacerlo porque lo que sentía era amor verdadero, no una simple atracción física (Génesis 29:20-30).
11. a) ¿Qué se une bajo el vínculo matrimonial? b) ¿Por qué es primordial hablar con sensatez?
11 El matrimonio es más que una relación romántica. Une a dos personas de diferente entorno familiar, personalidad, constitución emocional y, a menudo, nivel educativo. A veces se mezclan dos culturas y hasta dos idiomas. Como mínimo coloca juntas a dos voces capaces de exponer opiniones dispares sobre toda clase de asuntos, voces que constituyen un componente muy real del matrimonio. Pueden alzarse en críticas y quejas constantes o, por otra parte, expresar con dulzura ánimo y encomio. En efecto, con nuestra forma de hablar podemos herir o sanar a nuestro cónyuge. Las palabras insensatas provocan muchas tensiones en el matrimonio (Proverbios 12:18; 15:1, 2; 16:24; 21:9; 31:26).
12, 13. ¿Por qué hay que ser realistas en cuanto al matrimonio?
12 Por consiguiente, el proceder sabio es tomarse el tiempo necesario para conocer a la otra persona. Una hermana con experiencia aconseja: “Cuando te fijes en un posible cónyuge, piensa en diez requisitos básicos que quisieras que reuniera. Si solo satisface siete, pregúntate: ‘¿Puedo prescindir de los otros tres? ¿Podría tolerar esas carencias todos los días?’. Si tienes dudas, detente y piénsalo de nuevo”. Claro está, hay que ser realistas. Si alguien desea casarse, ha de saber que nunca encontrará a la pareja ideal. Pero, obviamente, la persona con quien uno se case tampoco habrá encontrado al cónyuge perfecto (Lucas 6:41).
13 El matrimonio exige sacrificios. Pablo recalcó este hecho al decir: “Quiero que estén libres de inquietud. El hombre no casado se inquieta por las cosas del Señor, en cuanto a cómo ganar la aprobación del Señor. Pero el hombre casado se inquieta por las cosas del mundo, en cuanto a cómo ganar la aprobación de su esposa, y está dividido. Además, la mujer no casada —y la virgen— se inquieta por las cosas del Señor, para ser santa tanto en su cuerpo como en su espíritu. Sin embargo, la mujer casada se inquieta por las cosas del mundo, en cuanto a cómo ganar la aprobación de su esposo” (1 Corintios 7:32-34).
Por qué fracasan algunos
14, 15. ¿Qué factores pueden intervenir en el debilitamiento del vínculo matrimonial?
14 Una cristiana pasó recientemente por la traumática experiencia del divorcio cuando, tras doce años de casada, su marido la dejó por otra mujer. ¿Se percató ella de alguna señal de alerta antes de la ruptura? He aquí sus comentarios: “Mi esposo llegó al punto de dejar de orar. Buscaba excusas para perderse las reuniones cristianas y no salir a predicar. Decía que estaba muy ocupado o muy cansado para dedicarme tiempo. Apenas me hablaba. Se produjo un distanciamiento espiritual. Fue una verdadera lástima. Ya no era el hombre con quien me había casado”.
15 Otros informes coinciden en varios síntomas, como abandono del estudio personal, la oración o la asistencia a las reuniones cristianas. En suma, muchas de las personas que acabaron separándose de sus cónyuges permitieron que se debilitara su relación con Jehová. En consecuencia, se enturbió su visión espiritual. Jehová ya no era para ellos el Dios vivo, y el prometido nuevo mundo de justicia dejó de ser una realidad. En algunos casos, todo esto se produjo aun antes de que el cónyuge infiel tuviera una relación extramarital (Hebreos 10:38, 39; 11:6; 2 Pedro 3:13, 14).
16. ¿Qué consolida el matrimonio?
16 Por otro lado, una pareja felizmente casada atribuye el éxito de su matrimonio a los fuertes vínculos espirituales. Oran y estudian juntos. El esposo dice: “Leemos la Biblia juntos. Salimos al ministerio juntos. Nos gusta hacer cosas juntos”. La lección está clara: mantener una buena relación con Jehová contribuye muchísimo a consolidar el matrimonio.
Una actitud realista y la comunicación
17. a) ¿Qué dos aspectos contribuyen a la felicidad del matrimonio? b) ¿Cómo describe Pablo el amor cristiano?
17 Dos aspectos más que contribuyen a la felicidad del matrimonio son el amor cristiano y la comunicación. Cuando dos personas se enamoran, tienden a pasarse por alto los defectos. Es posible que se casen abrigando expectativas irreales, tal vez basadas en novelas o películas románticas. Pero tarde o temprano han de afrontar la realidad, y los pequeños defectos o las costumbres un tanto irritantes pueden convertirse en graves problemas. En tal caso, los cristianos deben manifestar el fruto del espíritu, uno de cuyos rasgos es el amor (Gálatas 5:22, 23). Este amor es muy poderoso, pues se trata del amor cristiano, y no el romántico. Pablo lo describió así: “El amor es sufrido y bondadoso [...], no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. [...] Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta” (1 Corintios 13:4-7). Obviamente, el amor verdadero tolera las flaquezas humanas, ya que es realista y no espera perfección (Proverbios 10:12).
18. ¿Cómo puede la comunicación fortalecer el matrimonio?
18 La comunicación también es esencial. Sin importar los años que lleven juntos, los cónyuges deben hablarse y prestarse atención. Un esposo dijo: “Expresamos nuestros sentimientos sincera pero amablemente”. Con la experiencia, los casados aprenden a escuchar no solo lo que se dice, sino también lo que se calla. Así, con los años, un matrimonio feliz aprende a reconocer las ideas y emociones no expresadas. Hay mujeres que se quejan de que sus esposos en realidad no las escuchan. Por otra parte, los maridos argumentan que ellas eligen el peor momento para hablar. La buena comunicación requiere compasión y comprensión, algo que beneficia a ambos cónyuges (Santiago 1:19).
19. a) ¿Por qué resulta difícil pedir perdón? b) ¿Qué nos impulsará a disculparnos?
19 A veces habrá que pedir perdón, lo cual no siempre es fácil. Se precisa humildad para admitir los errores, pero hacerlo es primordial en el matrimonio. Una disculpa sincera puede eliminar un posible motivo de disputa y allanar el camino para llegar al verdadero perdón y a la solución del problema. Pablo exhortó: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes. Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión” (Colosenses 3:13, 14).
20. ¿Cómo debe tratar el cristiano a su cónyuge tanto en privado como en público?
20 Igualmente importante es el apoyo mutuo. Los esposos cristianos deben poder confiar el uno en el otro. No deberían desprestigiar a su pareja ni rebajar su dignidad. Los cristianos elogiamos con cariño a nuestros cónyuges y no los criticamos con aspereza (Proverbios 31:28b). Y, por supuesto, no los humillamos haciéndolos objeto de bromas de mal gusto (Colosenses 4:6). Tal apoyo se ve reforzado con expresiones continuas de afecto. Una caricia o unas palabras tiernas pueden decir: “Te sigo queriendo. Me alegro de estar contigo”. En este artículo hemos visto solo algunos factores que pueden ayudar a los matrimonios a triunfar en el mundo de hoy. El próximo ofrecerá más pautas bíblicas para ello.a
[Nota]
a Si se desea información más detallada, véase el libro El secreto de la felicidad familiar, editado por los testigos de Jehová.
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Consejos sabios para los casadosLa Atalaya 2005 | 1 de marzo
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Consejos sabios para los casados
“Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor [...]. Esposos, continúen amando a sus esposas.” (EFESIOS 5:22, 25.)
1. ¿Cuál es la forma correcta de ver el matrimonio?
JESÚS indicó que el matrimonio es la institución divina que une al hombre y a la mujer convirtiéndolos en “una sola carne” (Mateo 19:5, 6). Supone, por tanto, que dos individuos de diferentes personalidades aprendan a cultivar intereses comunes y persigan los mismos objetivos. Se trata de un compromiso para toda la vida, no un acuerdo temporal que pueda romperse a la ligera. Aunque en muchos países no es difícil obtener el divorcio, a los ojos del cristiano el vínculo conyugal es sagrado, y solo puede ponérsele fin por una razón muy seria (Mateo 19:9).
2. a) ¿Con qué ayuda cuentan los matrimonios? b) ¿Por qué es importante esforzarse por tener un buen matrimonio?
2 Cierta consejera matrimonial dijo: “El buen matrimonio experimenta cambios continuos, pues refleja las nuevas situaciones, se encara a los problemas que surgen y se vale de los recursos a su alcance en cada etapa de la vida”. Entre los recursos de que disponen los cónyuges cristianos figuran los sabios consejos de la Biblia, el apoyo de los hermanos espirituales y una estrecha relación con Jehová basada en la oración. El buen matrimonio perdura, y a lo largo de los años, reporta felicidad y satisfacción. Y lo que es más importante, honra a su Fundador, Jehová Dios (Génesis 2:18, 21-24; 1 Corintios 10:31; Efesios 3:15; 1 Tesalonicenses 5:17).
Imitemos a Jesús y a su congregación
3. a) ¿Cómo resumiríamos el consejo de Pablo a los matrimonios? b) ¿Qué buen ejemplo nos dio Jesús?
3 Hace dos mil años, el apóstol Pablo ofreció este sabio consejo a las parejas cristianas: “Como la congregación está en sujeción al Cristo, así también lo estén las esposas a sus esposos en todo. Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efesios 5:24, 25). ¡Qué comparaciones tan bellas! Las mujeres cristianas que se sujetan humildemente a sus maridos imitan a la congregación al reconocer y acatar el principio de autoridad que enseña la Biblia. Por otra parte, los esposos creyentes que no dejan de querer a sus esposas, tanto en las épocas favorables como en las adversas, demuestran que siguen con esmero el ejemplo de Cristo, que amó y cuidó a la congregación.
4. ¿Cómo pueden seguir los esposos el ejemplo de Jesús?
4 El esposo cristiano es cabeza de su familia, pero no puede olvidar que Jesús es, a la vez, su cabeza (1 Corintios 11:3). Por consiguiente, en imitación de Cristo, quien cuidó a la congregación, el esposo atiende con cariño a su casa de manera espiritual y física, aun cuando ello implique sacrificio personal. Antepone el bienestar de los suyos a sus propios deseos y preferencias. Jesús dijo: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos” (Mateo 7:12). Esta máxima es aplicable sobre todo en el matrimonio. Pablo así lo subrayó al decir: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos [...], porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia” (Efesios 5:28, 29). El hombre ha de alimentar y cuidar a la mujer con la misma diligencia con la que se atiende a sí mismo.
5. ¿Cómo puede la esposa imitar a la congregación cristiana?
5 Las mujeres devotas tienen como referente a la congregación cristiana. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, sus discípulos no dudaron en poner a un lado sus intereses y seguirlo. Tras la muerte de su Maestro continuaron sujetos a él, y durante los pasados dos mil años, la auténtica congregación cristiana ha permanecido sujeta a Cristo y ha acatado su guía en todas las cosas. La esposa cristiana, de igual modo, no desdeña a su cónyuge ni resta importancia al principio de autoridad que establece la Biblia para los matrimonios. Al contrario, es sumisa a su esposo, lo apoya, coopera con él y, por ende, lo anima. Si ambas partes se comportan de forma tan amorosa, sin duda disfrutarán de un matrimonio feliz.
“Continúen morando con ellas”
6. ¿Qué aconsejó Pedro a los esposos, y por qué es importante?
6 El apóstol Pedro también aconsejó a los matrimonios, en especial a los esposos, al decirles: “Continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas” (1 Pedro 3:7). De las últimas palabras del versículo se desprende la seriedad de su exhortación: si el esposo no honra a su esposa, se perjudicará su relación con Jehová y se obstaculizarán sus oraciones.
7. ¿Cómo debe el esposo honrar a su esposa?
7 ¿Cómo puede el esposo honrar a su esposa? Tratándola con amor, respeto y dignidad. Esta forma cariñosa de atenderla sería nueva para muchas personas del siglo primero. Un helenista escribe al respecto: “Bajo las leyes romanas la mujer no tenía derechos. Legalmente era siempre una niña [...,] enteramente sujeta al esposo y [...] a merced de éste”. ¡Qué gran contraste con las enseñanzas bíblicas! El cristiano daba el debido honor a su esposa. La trataba según los principios cristianos, y no a su antojo. Aún más, era considerado con ella “de acuerdo con conocimiento” y tomaba en cuenta que era un vaso más débil.
¿En qué sentido es “un vaso más débil”?
8, 9. ¿En qué sentidos es la mujer igual al hombre?
8 Al decir que la mujer es “un vaso más débil”, Pedro no dio a entender que el sexo femenino era menor que el masculino en sentido intelectual o espiritual. Es cierto que muchos cristianos tienen privilegios de servicio en la congregación a los que las cristianas no aspiran, y que en la familia ellas están sujetas a sus esposos (1 Corintios 14:35; 1 Timoteo 2:12). Sin embargo, todos, hombres y mujeres, deben tener la misma fe y el mismo aguante, y deben seguir las mismas elevadas normas morales. Como lo expresó el apóstol, ambos son “herederos [...] del favor inmerecido de la vida”. En cuanto a la salvación, son iguales ante Jehová Dios (Gálatas 3:28). Pedro se dirigía a los cristianos ungidos del siglo primero, de ahí que sus palabras recordaran a los esposos cristianos que, como “coherederos con Cristo”, tanto ellos como sus esposas tenían la misma esperanza celestial (Romanos 8:17). En el futuro, servirían de sacerdotes y reyes en el Reino celestial de Dios (Revelación [Apocalipsis] 5:10).
9 Las cristianas ungidas no eran en absoluto inferiores a sus esposos ungidos. Y, por extensión, puede decirse lo mismo de quienes tienen la esperanza terrenal. Los miembros de la “gran muchedumbre”, tanto hombres como mujeres, lavan sus ropas y las emblanquecen en la sangre del Cordero. Tanto hombres como mujeres alaban a Jehová “día y noche” en todo el mundo (Revelación 7:9, 10, 14, 15). Tanto hombres como mujeres anhelan disfrutar de “la gloriosa libertad de los hijos de Dios” y así hallar deleite en “la vida que realmente lo es” (Romanos 8:21; 1 Timoteo 6:19). Sea que pertenezcan a los ungidos o a las otras ovejas, los cristianos sirven a Jehová unidos como “un solo rebaño” bajo “un solo pastor” (Juan 10:16). ¿Verdad que es una razón más que convincente para que los cónyuges cristianos se muestren el debido respeto?
10. ¿En qué sentido es la mujer “un vaso más débil”?
10 ¿En qué sentido, entonces, es la mujer “un vaso más débil”? Pedro se refería posiblemente al hecho de que, por término medio, es de menor tamaño y posee menos fuerza física que el hombre. Además, en nuestro estado imperfecto, el maravilloso don de la procreación le supone un considerable desgaste. La mujer en edad fértil sufre molestias físicas periódicas. Es obvio que requiere atención y consideración especial cuando pasa por esos momentos o por la agotadora experiencia del embarazo y el parto. El hombre que honra a su esposa y reconoce que ella necesita apoyo contribuye muchísimo a la felicidad del matrimonio.
En un hogar dividido en materia religiosa
11. ¿De qué manera puede un matrimonio tener éxito aunque los cónyuges profesen diferentes religiones?
11 ¿Y si los cónyuges profesan diferentes creencias religiosas porque uno de ellos aceptó la verdad cristiana tiempo después de casarse? ¿Pueden ser felices? Innumerables casos indican que sí. Pese a sus diferencias de opinión, pueden lograr un matrimonio de éxito y duradero que les reporte felicidad. Además, su unión es válida a los ojos de Jehová; aún son “una sola carne”. Por lo tanto, se aconseja a los cristianos que permanezcan con su cónyuge no creyente si este concuerda con ello. Además, en caso de haber hijos, estos se benefician de la fidelidad del padre cristiano (1 Corintios 7:12-14).
12, 13. ¿Cómo ayuda a su esposo no creyente la esposa cristiana que sigue el consejo de Pedro?
12 Pedro da afectuosos consejos a las cristianas que viven en un hogar dividido en materia religiosa, consejos que pueden aplicar, en esencia, los hombres cristianos que se hallan en la misma situación. El apóstol escribe: “Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto” (1 Pedro 3:1, 2).
13 Habrá ocasiones en las que la mujer pueda exponer con tacto su fe al esposo. Pero ¿y si él no quiere escuchar? Está en su derecho. Con todo, aún queda esperanza, ya que la conducta cristiana también da un contundente testimonio. Muchos hombres que al principio no mostraban interés, o que incluso se oponían a la fe de su esposa, han llegado a estar “correctamente dispuestos para vida eterna” al ver la buena conducta de ella (Hechos 13:48). Aunque no acepten la verdad cristiana, tal vez el comportamiento de su mujer los impresione, lo que producirá buenos resultados en su matrimonio. Cierto señor cuya esposa es testigo de Jehová admitió que nunca podría estar a la altura de las altas normas de los Testigos. Sin embargo, se definió como “el feliz esposo de una encantadora mujer” y elogió efusivamente tanto a ella como a los demás Testigos en una carta dirigida a un periódico.
14. ¿Cómo puede ayudar el esposo a su esposa no creyente?
14 Hay varones cristianos que han aplicado el espíritu de las palabras de Pedro y se han ganado a sus esposas no creyentes con su conducta. Ellas los han visto hacerse más responsables, dejar de gastar dinero en tabaco, bebidas y juego, así como abandonar el lenguaje grosero. Algunas mujeres, al conocer a otros miembros de la congregación cristiana, han quedado tan impresionadas con la afectuosa hermandad que se han sentido atraídas a Jehová (Juan 13:34, 35).
“La persona secreta del corazón”
15, 16. ¿Con qué tipo de conducta puede ganarse a un esposo no creyente la esposa cristiana?
15 ¿Con qué tipo de conducta se gana al esposo? Con la que generalmente siguen las mujeres cristianas. Pedro dice: “Que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de prendas de vestir exteriores, sino que sea la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. Porque así, también, se adornaban en otros tiempos las mujeres santas que esperaban en Dios, sujetándose a sus propios esposos, como Sara obedecía a Abrahán, llamándolo ‘señor’. Y ustedes han llegado a ser hijas de ella, con tal que sigan haciendo el bien y no teman a ninguna causa de terror” (1 Pedro 3:3-6).
16 Pedro recomienda a la cristiana que no se centre en la apariencia externa, sino que deje que el esposo perciba el efecto que las enseñanzas bíblicas han tenido en ella. Que le muestre su nueva personalidad para que la pueda comparar con la anterior (Efesios 4:22-24). Sin duda, el esposo hallará un “espíritu quieto y apacible”, reconfortante y atrayente, un espíritu que no solo lo complacerá a él, sino que será “de gran valor a los ojos de Dios” (Colosenses 3:12).
17. ¿De qué manera es Sara un buen ejemplo para las esposas cristianas?
17 Pedro presenta el ejemplo de Sara, un modelo digno de imitar tanto si el esposo es creyente como si no lo es. Es indudable que Sara siempre consideró que Abrahán era su cabeza. Incluso en su corazón lo llamó “señor” (Génesis 18:12). Sin embargo, eso no la degradó. Está claro que era una mujer de gran fortaleza espiritual, con una fe firme en Jehová. Tanto es así que se le incluye en la gran “nube de testigos”, cuyos ejemplos de fe deberían impulsarnos a correr “con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros” (Hebreos 11:11; 12:1). Imitar a Sara no rebaja en modo alguno a una cristiana.
18. ¿Qué principios hay que tener presentes en un hogar dividido?
18 Aunque haya división religiosa en el hogar, el marido sigue siendo el cabeza. Si él es el creyente, ha de tomar en consideración las creencias de su esposa, pero sin ceder en las suyas. Si la esposa es la creyente, tampoco debe ella hacer concesiones respecto a su fe (Hechos 5:29). No obstante, no querrá desafiar la autoridad de su cabeza. Respetará su posición y permanecerá bajo “la ley de su esposo” (Romanos 7:2).
El sabio consejo bíblico
19. ¿Qué situaciones producen tensión en el matrimonio, y cómo pueden sobrellevarse?
19 En la actualidad abundan las situaciones que producen tensión en el matrimonio. Hay hombres que no asumen sus responsabilidades, y mujeres que no aceptan la autoridad de su esposo. Otros cónyuges son víctimas de maltrato. Además, las lealtades de los cristianos se ven puestas a prueba por los apuros económicos, la imperfección humana y el espíritu del mundo con su inmoralidad y su distorsionado sistema de valores. Sin embargo, los hombres y mujeres fieles que en toda circunstancia se rigen por los principios bíblicos reciben la bendición de Jehová. Aunque solo uno de ellos aplique tales principios en el matrimonio, siempre les irá mejor que si ninguno lo hace. Es más, Jehová ama y apoya a sus siervos que cumplen fielmente con sus votos matrimoniales pese a las dificultades. No olvida su lealtad (Salmo 18:25; Hebreos 6:10; 1 Pedro 3:12).
20. ¿Qué consejo imparte Pedro a todos los cristianos?
20 Tras las exhortaciones a ambos cónyuges, el apóstol Pedro concluye con afectuosas palabras de ánimo: “Finalmente, todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros, teniendo cariño fraternal, siendo tiernamente compasivos, de mente humilde, no pagando daño por daño ni injuria por injuria, sino, al contrario, confiriendo una bendición, porque ustedes fueron llamados a este derrotero, para que hereden una bendición” (1 Pedro 3:8, 9). ¿No es este un magnífico consejo para todos, y en especial para los casados?
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