RUSIA: La dedicación de las instalaciones de la nueva sucursal rusa atrajo especialmente la atención internacional. En esta parte del mundo se han producido sobresalientes acontecimientos en el campo de la teocracia. Al programa de dedicación, que tuvo lugar el 21 de junio de 1997, asistieron representantes de 42 países.

En 1972 había 10.000 Testigos en toda la Unión Soviética. En 1991, cuando por fin se otorgó el reconocimiento legal a la obra de los testigos de Jehová, 49.171 informaron en las quince repúblicas soviéticas. En mayo de 1997 hubo más de doscientos quince mil Testigos activos en toda esa zona, y unas seiscientas mil personas asistieron en marzo a la Conmemoración.

La sucursal de Rusia supervisa la obra en ese país y en nueve de las antiguas repúblicas. A fin de coordinar sus actividades y traducir las publicaciones para esa zona, se ha construido la nueva sucursal a unos 40 kilómetros [25 millas] al noroeste de San Petersburgo, cerca de la localidad de Solnechnoye. Todo se efectuó en conformidad con los estatutos del Centro Administrativo de la Organización Regional Religiosa de los testigos de Jehová de la Federación Rusa. El hermoso conjunto incluye siete edificios de viviendas, que albergan a unas doscientas cincuenta personas, así como un Salón del Reino y un comedor con capacidad para más de quinientas personas y un espacioso conjunto de oficinas y almacén.

Theodore Jaracz, miembro del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso principal del programa de dedicación, con el tema “Construimos para el futuro”. Otros participantes relataron interesantes acontecimientos históricos. Fijadas a amplios paneles colocados en la recepción había fotos y experiencias que documentaban las actividades de los testigos de Jehová en Rusia durante más de cien años. Quienes miraron los paneles se enteraron de que ya en 1892, a instancias del metropolitano ortodoxo de Moscú, desterraron a un hombre a lo que ahora es Kazajstán por hablar a otras personas de lo que había aprendido de los Estudiantes de la Biblia (como entonces se conocía a los testigos de Jehová). Leyeron sobre los cientos de rusos que aprendieron la verdad de labios de los testigos de Jehová, cuando estuvieron prisioneros en los campos de concentración nazis durante la II Guerra Mundial, así como experiencias de los miles de Testigos deportados en 1951 a Siberia y al extremo oriental de Rusia durante la dictadura de Stalin.

Entre los presentes en la dedicación hubo muchos hermanos que debido a su fe habían aguantado largos años en prisiones y campos de trabajo de Siberia. ¿Puede usted imaginarse el absoluto asombro y el gozo que sintieron estos Testigos con tantos años de servicio, al recorrer las hermosas instalaciones enclavadas en una extensión ajardinada de 7 hectáreas [17 acres]? Los ojos de muchos hermanos se llenaron de lágrimas, sobre todo al reconocer a otros Testigos a los que no habían visto desde que estuvieron en prisión. Fue una gran alegría estar allí cuando en el amplio patio los hermanos y las hermanas se pusieron a cantar espontáneamente, a cuatro voces, canciones del Reino que habían cantado décadas atrás, durante su destierro en Siberia.

Muchos trabajadores de construcción de unos veinte países trabajaron juntos por más de cuatro años para edificar el complejo. Algunos dejaron sus hogares e hicieron cambios radicales en su vida a fin de ayudar a los hermanos de Rusia. La dedicación fue un acontecimiento intensamente emotivo para ellos, que ya se estaban preparando para ir a otras asignaciones teocráticas.

1) Rusia