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  • ¿Por qué decir no a las drogas?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas
    • ¿Pueden arruinarme la salud las drogas?

      Este es otro aspecto que merece consideración. La mayoría de los jóvenes saben que las drogas potentes pueden matar. Pero ¿qué hay de las drogas de efecto supuestamente leve, como la marihuana? ¿Es lo que se dice sobre ellas algo que solo se use para asustar a la gente? Para saber eso, concentrémonos en la marihuana.

      La marihuana (conocida también como mariguana, marijuana, hachís, cáñamo índico, grifa o hierba) ha sido el foco de atención de mucha controversia entre los expertos. Y hay que admitir que se sabe poco sobre esta popular droga. En primer lugar, la marihuana es extremadamente compleja; el humo de un cigarrillo de marihuana contiene más de 400 compuestos químicos. A un grupo de médicos le tomó más de 60 años descubrir que el humo del cigarrillo corriente causa cáncer. También pudiera tomar décadas el saber de seguro cómo pueden afectar al cuerpo humano los 400 compuestos químicos de la marihuana.

      Sin embargo, después de una investigación que resultó en miles de papeles de información, un grupo de expertos del prestigioso Instituto de Medicina de los Estados Unidos llegó a esta conclusión: “La prueba científica publicada hasta el momento indica que la marihuana tiene una amplia gama de efectos sicológicos y biológicos, algunos de los cuales son, por lo menos en ciertas condiciones, perjudiciales a la salud humana”. ¿Cuáles son algunos de esos efectos dañinos?

      La marihuana... lo que le hace al cuerpo

      Por ejemplo, considera cómo afecta los pulmones. Hasta los más firmes defensores de la marihuana admiten que el inhalar humo no beneficia a nadie. El humo de la marihuana, como el del tabaco, está compuesto de varias sustancias tóxicas, entre ellas alquitranes o breas.

      El Dr. Forest S. Tennant, hijo, efectuó un estudio entre 492 soldados del ejército estadounidense que habían usado marihuana. Casi el 25% de ellos “padecían de dolor de garganta por haber fumado el cáñamo índico, y alrededor del 6% informó que habían padecido de bronquitis”. En otro estudio se halló que, de 30 usuarios de marihuana, 24 tenían las “lesiones [bronquiales] que caracterizan las etapas iniciales del cáncer”.

      Es cierto que nadie puede asegurar que estos usuarios desarrollarán cáncer más adelante. Pero ¿quisieras arriesgarte así? Además, la Biblia dice que Dios “da a toda persona vida y aliento”. (Hechos 17:25.) ¿Estarías mostrando respeto al Dador de la vida si a propósito inhalaras alguna sustancia que causara daño a los pulmones y la garganta?

      En Eclesiastés 12:6 se llama poéticamente al cerebro humano “el tazón de oro”. El cerebro, que es poco mayor que el puño y pesa escasamente 1,4 kilogramos (3 libras), no solo es el receptáculo precioso de tus recuerdos, sino también el centro de mando de todo tu sistema nervioso. Con esto presente, nota la advertencia que da el Instituto de Medicina: “Podemos decir con certeza que la marihuana produce graves efectos en el cerebro, incluso cambios químicos y electrofisiológicos”. En la actualidad no hay prueba concluyente de que la marihuana cause daño permanente al cerebro. Con todo, no se puede descartar a la ligera la posibilidad de que cause daño al “tazón de oro”.

      ¿Y qué hay de la posibilidad de que algún día te cases y tengas hijos? El Instituto de Medicina informó que se sabe que la marihuana “causa defectos congénitos cuando se administra en grandes dosis a los animales usados en experimentos”. Todavía no se ha probado que produzca los mismos efectos en seres humanos. Sin embargo, recuerda que los defectos congénitos (como los que causa la hormona DES [dietilestilbestrol]) pudieran tomar años para manifestarse. Por eso, todavía queda por verse lo que les espera en el futuro a los hijos —y a los nietos— de los usuarios de la marihuana. El Dr. Gabriel Nahas dice que el fumar marihuana pudiera ser una “ruleta [rusa] genética”. ¿Aceptaría tales riesgos alguien que viera a los hijos como “una herencia de parte de Jehová”? (Salmo 127:3.)

      Las drogas y el punto de vista bíblico

      Por supuesto, la marihuana es solo una de las muchas drogas populares. Pero es buena ilustración de que hay buen motivo para no tomar sólo por placer sustancias que afectan la mente. La Biblia dice: “La hermosura de los jóvenes es su poder”. (Proverbios 20:29.) Puesto que eres joven, probablemente disfrutas de buena salud. ¿Por qué arriesgarte a perderla?

      Pero más importante aún es que tenemos el punto de vista bíblico al respecto. La Biblia dice que ‘salvaguardemos la capacidad de pensar’, que no la arruinemos mediante abusar de sustancias químicas. (Proverbios 3:21.) También exhorta: “Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. En realidad, es solo a los que ‘se han limpiado de toda contaminación’, al evitar prácticas como el abuso de las drogas, a quienes Dios promete: “‘Yo los recibiré.’ ‘Y yo seré para ustedes padre’”. (2 Corintios 6:17–7:1.)

  • ¿Por qué decir no a las drogas?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas
    • [Recuadro en la página 278]

      La marihuana... ¿nueva droga maravillosa?

      Se ha oído mucho con relación a que la marihuana pudiera servir para tratar el glaucoma y el asma, y para aliviar las náuseas que atacan durante la quimioterapia a los pacientes que padecen de cáncer. Un informe del Instituto de Medicina de los Estados Unidos reconoce que hay alguna verdad en esas afirmaciones. Pero ¿significa eso que dentro de poco los médicos estarán recetando cigarrillos de marihuana?

      No parece probable, pues aunque algunos de los más de 400 compuestos químicos de la marihuana puedan resultar útiles, el fumarla difícilmente sería la manera lógica de ingerir como medicina esos compuestos. “El usar la marihuana —dice el Dr. Carlton Turner— sería como dar de comer a las personas pan enmohecido para administrarles penicilina.” Por eso, si compuestos que se hallan en la marihuana llegan a ser alguna vez medicinas auténticas, lo que los médicos recetarán será los “derivados o sustancias análogas”, compuestos químicos similares a esos. No sorprende, pues, que el Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos haya escrito: “Hay que recalcar que los posibles beneficios terapéuticos de ningún modo modifican la importancia de los efectos perjudiciales de la marihuana en la salud”.

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