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‘Defendiendo y estableciendo legalmente las buenas nuevas’Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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Como un mes después —el 14 de junio, día de la Bandera—, el Tribunal Supremo dio marcha atrás nuevamente, esta vez en lo tocante al fallo que había dictado en el asunto Gobitis, al pronunciarse sobre el caso denominado Consejo de Enseñanza de West Virginia contra Barnette.c Dictaminó que “ningún funcionario, de mayor o menor rango, puede prescribir lo que es ortodoxo en la política, el nacionalismo, la religión u otros asuntos de opinión, ni obligar a los ciudadanos a confesar por acción o palabra su fe en ello”. Gran parte del razonamiento que se expuso en esta decisión fue adoptado después en Canadá por el Tribunal de Apelaciones de Ontario en el proceso Donald contra la Junta de Educación de Hamilton, sentencia que el Tribunal Supremo de Canadá rehusó revocar.
De acuerdo con la sentencia dictada en el caso Barnette, el mismo día el Tribunal Supremo de Estados Unidos sostuvo en Taylor contra el Estado de Mississippid que no se podía acusar válidamente de sedición a los testigos de Jehová por explicar sus razones para no saludar la bandera y por enseñar que todas las naciones están del lado perdedor al oponerse al Reino de Dios. Estas decisiones también prepararon el terreno para que, posteriormente, otros tribunales dictaran fallos favorables en los procesos de padres Testigos cuyos hijos habían rehusado saludar la bandera en la escuela, así como en los relacionados con el empleo y la custodia de los hijos. Estaba claro que el curso de los acontecimientos había cambiado.e
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‘Defendiendo y estableciendo legalmente las buenas nuevas’Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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[Recuadro en la página 687]
Se prepara el escenario para un cambio radical de postura
Cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó en 1940, en el caso “Distrito Escolar de Minersville contra Gobitis”, que a los niños de edad escolar se les podía exigir que saludaran la bandera, ocho de los nueve magistrados estuvieron de acuerdo. Solo el magistrado Stone disintió. Pero dos años después, otros tres magistrados (Black, Douglas y Murphy) aprovecharon la ocasión en que expresaban su disconformidad en el proceso “Jones contra Opelika” para decir que creían que el fallo dictado en el proceso “Gobitis” estaba equivocado porque había puesto la libertad religiosa en una posición subordinada. Esto quiso decir que cuatro de los nueve magistrados eran partidarios de revocar aquel fallo. Dos de los otros cinco que le habían restado importancia a la libertad religiosa se habían jubilado. Había dos magistrados nuevos (Rutledge y Jackson) cuando se presentó el siguiente caso tocante al saludo de la bandera ante el Tribunal Supremo. En 1943, en el proceso “Consejo de Enseñanza de West Virginia contra Barnette”, estos dos votaron en favor de la libertad religiosa y en contra del saludo obligatorio a la bandera. Así pues, con seis votos a favor y tres en contra, el tribunal cambió la postura que había adoptado en cinco pleitos anteriores (“Gobitis”, “Leoles”, “Hering”, “Gabrielli” y “Johnson”), de cuyas sentencias se había apelado a este tribunal.
Es de interés notar lo que el magistrado Frankfurter dijo al disentir del fallo del proceso “Barnette”: “Como ha sucedido en el pasado, el tribunal cambiará de vez en cuando su postura. Pero creo que nunca antes de estos litigios de los testigos de Jehová (salvo en desviaciones menores corregidas posteriormente) el tribunal ha desautorizado fallos con el fin de restringir las facultades del gobierno democrático”.
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[Fotografías en la página 686]
Magistrados del Tribunal Supremo de Estados Unidos que, con seis votos a favor y tres en contra en el proceso “Barnette”, rechazaron el saludo obligatorio a la bandera en favor de la libertad de cultos. Este fallo revocó el fallo que el tribunal había dictado anteriormente en el proceso “Gobitis”
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