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ColombiaAnuario de los testigos de Jehová 1990
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Las obras de construcción empezaron a principios de 1987. Muchos trabajadores voluntarios para la obra de construcción internacional vinieron a Bogotá y en seguida se adaptaron a la vida en La Granja de Faca (Facatativá). Durante 1989 han estado trabajando unos setenta y cinco de ellos. También engrosaron el tamaño de la familia muchos hermanos voluntarios colombianos. Cerca de allí, en Faca, los habitantes de la ciudad contemplaban con curiosidad y admiración cómo se restauraba una gran casa de huéspedes derruida que la Sociedad había comprado, hasta transformarla en Las Torres, donde se suministraría alojamiento confortable a otros ochenta trabajadores.
Con el zumbido del equipo de excavación y el rítmico sonido metálico del martillo pilón como ruidos de fondo, el proyecto empezó a tomar forma. Los fines de semana y días festivos llegaban a La Granja entusiásticos voluntarios de las cien congregaciones de Bogotá y sus alrededores para trabajar moviendo toneladas de arena y hormigón, o dando forma y atando las barras de acero sobre las que luego se construirían los pilotes de hormigón y las gruesas paredes que después las grúas levantarían y fijarían en su lugar. En la cocina, otros voluntarios ayudaban a preparar comidas para estos trabajadores hambrientos.
Cientos de trabajadores temporales para la obra de construcción internacional asignados por la Sociedad se costean el viaje a Colombia y pasan entre dos semanas y dos meses en la obra. Al volver a casa, uno de estos trabajadores voluntarios escribió a la sucursal: “Disfruté de las dos mejores semanas de mi vida mientras trabajé en las obras de Facatativá (Colombia). Tuve la oportunidad de ver que algo muy especial e insólito estaba ocurriendo allí”.
Asimismo, cuando visitantes colombianos ven Betel y el lugar de construcción de Faca, se quedan impresionados y sorprendidos ante la organización y la magnitud de la obra de los testigos de Jehová en Colombia. Les resulta inconcebible que todas esas personas se hayan pagado su viaje hasta allí y sean trabajadores voluntarios. Cierto ejecutivo de una empresa dijo que su familia ‘tenía que ver eso’. Después de comer y visitar el lugar de construcción, el alcalde y los concejales de la ciudad dijeron que les gustaría que sus empleados “vinieran y aprendieran lo que es trabajar de verdad”.
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ColombiaAnuario de los testigos de Jehová 1990
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Cientos de trabajadores temporales para la obra de construcción internacional asignados por la Sociedad se costean el viaje a Colombia y pasan entre dos semanas y dos meses en la obra. Al volver a casa, uno de estos trabajadores voluntarios escribió a la sucursal: “Disfruté de las dos mejores semanas de mi vida mientras trabajé en las obras de Facatativá (Colombia). Tuve la oportunidad de ver que algo muy especial e insólito estaba ocurriendo allí”.
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