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La belleza pudiera ser solo superficialLa Atalaya 1989 | 1 de febrero
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La belleza pudiera ser solo superficial
PROBABLEMENTE Eva, la primera y única mujer creada por Dios, haya sido la mujer más hermosa que haya existido. Pero ella y su esposo, Adán, se rebelaron contra Jehová. Eso hizo que Eva perdiera su estrecha relación con Dios y contribuyó a una terrible tragedia para la raza humana. No hay duda de que ella siguió siendo hermosa después, pero su belleza era solo superficial.
La belleza es esencialmente una dádiva de Dios, y algunas personas han heredado más de esa dádiva que otras. Hay quienes quisieran aumentar su belleza o hermosura física, y muchos gastan gran cantidad de tiempo y dinero en aprovechar al máximo su belleza. Pero como lo muestra el ejemplo de Eva, la belleza sola carece de valor duradero a menos que la acompañen otras cualidades. ¿Qué otras cualidades? Una experiencia de los días del rey Salomón nos ayudará a contestar eso.
Más que la belleza
El libro bíblico El Cantar de los Cantares nos cuenta de una hermosa campesina, una sulamita, que estaba enamorada de un joven pastor de la localidad. El rey notó la belleza de la joven y, con la esperanza de hacerla su esposa, hizo que la llevaran a Jerusalén. ¡Qué oportunidad para aquella joven! Allí ella podría valerse de su belleza para obtener riquezas y alcanzar un puesto de poder e influencia en el reino. Pero la joven rechazó rotundamente las atenciones y elogios del rey. Dio la espalda al esplendor y la riqueza de Jerusalén y se mantuvo fiel a su joven pastor. En su caso la belleza era mucho más que externa o superficial. La joven no era superficial, oportunista ni codiciosa. Más bien, poseía una belleza interior de la que careció Eva. (El Cantar de los Cantares 1:15; 4:1; 8:4, 6, 10.)
Los lazos de la belleza física
Aunque la belleza física es deseable, puede crear problemas que la belleza interna nunca crea. Por ejemplo, unos 4.000 años atrás el patriarca Jacob tenía una hija llamada Dina que, sin duda, era muy hermosa. Cuando, desplegando falta de buen juicio, ella buscó asociación con “las hijas del país”, un joven llamado Siquem se sintió tan atraído a ella que la violó. (Génesis 34:1, 2.)
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La belleza verdadera... puede ser suyaLa Atalaya 1989 | 1 de febrero
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Acerca de las mujeres la Biblia dice: “El encanto puede ser falso, y la belleza puede ser vana; pero la mujer que teme a Jehová es la que se procura alabanza”. (Proverbios 31:30.) Una joven hermosa y encantadora es compañía deleitable. Pero ¿qué sucedería si hubiera hipocresía y egoísmo vano tras de su encanto físico? Entonces la belleza es solo superficial, y esconde una fealdad interna. Cuando se desvanezca la belleza externa, ¿qué quedará? ¡Mucho mejor es que la belleza externa esté acompañada de la belleza interior que no se desvanece, arraigada en el ‘temor a Jehová’!
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La belleza verdadera... puede ser suyaLa Atalaya 1989 | 1 de febrero
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Y a las esposas la Biblia dice: “Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor [...] La esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo”. (Efesios 5:22, 33.) ¡Cuán atractiva es la vida de familia cuando el esposo cumple sus responsabilidades con amor, altruismo y paciencia! ¡Y cuánto se le facilita al esposo cumplir con su papel cuando la esposa revela su belleza interior mediante darle apoyo amoroso y no competir con él ni criticar cuanta cosa hace! La vida familiar en esas condiciones puede ser verdaderamente deleitable.
Los ejemplos mencionados en el artículo anterior han mostrado algunas de estas cualidades en acción. La sulamita demostró constancia y amor profundo a su pastor cuando rehusó abandonarlo por el esplendor de la corte de Salomón.
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