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Las cristianas fieles: valiosas adoradoras de DiosLa Atalaya 2003 | 1 de noviembre
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Muy valiosas en la actualidad
7, 8. ¿Qué encomiable servicio sagrado prestan hoy día muchas cristianas, y de qué pueden estar seguras?
7 Al igual que en el siglo primero, las cristianas fieles de hoy desempeñan un papel clave en la realización del propósito de Dios, particularmente en la evangelización. ¡Y qué magnífico historial se han labrado! Un ejemplo lo encontramos en Gwen, quien sirvió con fidelidad a Jehová por más de cincuenta años hasta su muerte, acaecida en 2002. Su esposo, con quien estuvo casada sesenta y un años, dice lo siguiente: “Gwen es casi una leyenda en nuestra ciudad por su celo como evangelizadora. Para ella, todo ser humano podía llegar a ser objeto del amor y las promesas de Jehová. Su ejemplo de lealtad a Dios, a su organización y a nuestra familia, sin olvidar sus cariñosas palabras de aliento cuando nos desanimábamos, fue siempre un gran apoyo para mí y para nuestros hijos durante los hermosos y gratificantes años que pasamos juntos. La echamos muchísimo de menos”.
8 Decenas de miles de cristianas, solteras y casadas, sirven de precursoras y misioneras, satisfechas con lo indispensable y entregadas a difundir el mensaje del Reino, ya sea en bulliciosas ciudades o en regiones aisladas (Hechos 1:8). Muchas han renunciado a tener un hogar y a criar una familia a fin de servir a Jehová más de lleno. Un buen número apoya lealmente a sus esposos en su labor de superintendentes viajantes, y miles más sirven en hogares Betel de todo el mundo. Sin lugar a dudas, estas abnegadas hermanas se cuentan entre “las cosas deseables de todas las naciones” que llenan de gloria la casa de Jehová (Ageo 2:7).
9, 10. ¿Cómo han expresado su aprecio algunos hermanos por el buen ejemplo de sus esposas o madres cristianas?
9 Por supuesto, muchas cristianas tienen obligaciones familiares que atender; sin embargo, ponen en primer lugar los intereses del Reino (Mateo 6:33). Una precursora soltera escribió: “El buen ejemplo y la fe inquebrantable de mi madre fueron determinantes en que yo me hiciera precursora regular. De hecho, ella fue una de las mejores compañeras que tuve”. Cierto hermano dice lo siguiente acerca de su esposa, madre de cinco hijas ya adultas: “Nuestra casa siempre estuvo limpia y ordenada. Bonnie se encargó de que nuestro hogar se mantuviera sencillo y sin demasiadas cosas a fin de que la familia pudiera concentrarse en los asuntos espirituales. Su aportación a la administración prudente de nuestra economía hizo posible que yo trabajara a tiempo parcial treinta y dos años, lo que me permitió dedicar más tiempo a la familia y a los asuntos espirituales. Mi esposa también enseñó a nuestras hijas la importancia de trabajar con ahínco. Solo tengo para ella palabras de elogio”. Este matrimonio sirve actualmente en la sede mundial de los testigos de Jehová.
10 Otro hermano, cuyos hijos ya son adultos, escribe lo siguiente respecto a su esposa: “Las cualidades que más admiro de Susan son su amor intenso por Dios y por la gente, así como su comprensión, empatía y honradez. Siempre ha sostenido que Jehová merece lo mejor que podamos darle, un principio que pone en práctica en su servicio a Dios y en su labor de madre”. Gracias al apoyo de su esposa, este hermano ha podido aceptar muchos privilegios espirituales, como servir de anciano, precursor, superintendente de circuito sustituto y miembro del Comité de Enlace con los Hospitales. ¡Cuánto aprecian a estas mujeres sus esposos, sus hermanos en la fe y sobre todo, Jehová! (Proverbios 31:28, 30.)
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Las cristianas fieles: valiosas adoradoras de DiosLa Atalaya 2003 | 1 de noviembre
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12. a) ¿Cómo demuestran su lealtad a Jehová algunas hermanas cristianas? b) ¿Qué sentimientos afrontan algunas de ellas?
12 Pensemos en nuestras hermanas cristianas que no se han casado por obedecer lealmente el consejo de Jehová de hacerlo “solo en el Señor” (1 Corintios 7:39; Proverbios 3:1). La Palabra de Dios les asegura: “Con alguien leal tú [Jehová] actuarás en lealtad” (2 Samuel 22:26). No obstante, para muchas de ellas su situación no es nada fácil. Una hermana dice: “Estoy resuelta a casarme solo en el Señor, pero he llorado mucho al ver que mis amigas se casan con cristianos magníficos mientras yo sigo sola”. Otra hermana señala: “Llevo sirviendo a Jehová veinticinco años. Estoy decidida a seguir siéndole leal, pero muchas veces la soledad me desalienta. Hermanas como yo necesitamos mucho ánimo”.
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Las cristianas fieles: valiosas adoradoras de DiosLa Atalaya 2003 | 1 de noviembre
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16, 17. a) ¿Qué dijo un hermano acerca del amor que le mostró su madre? b) ¿Qué efecto tuvo en los hijos la visión espiritual de aquella madre?
16 Veamos el ejemplo de Olivia, madre de seis hijos. Aunque su esposo no creyente abandonó a la familia cuando nació el más pequeño, ella asumió con gusto la responsabilidad de educar a sus hijos en los caminos de Dios. El varón, Darren, que ahora cuenta 31 años y sirve de anciano cristiano y precursor, tenía en aquel entonces unos cinco años. Las preocupaciones de Olivia aumentaron cuando a Darren le surgió un grave problema de salud que aún le afecta. Al reflexionar en su infancia, Darren escribe: “Todavía recuerdo estar sentado en la cama del hospital esperando impaciente a mamá. Todos los días, cuando llegaba, se sentaba a mi lado y me leía de la Biblia. Después me cantaba el cántico ‘Gracias, Jehová’.b Hasta el día de hoy, ese es mi cántico del Reino preferido”.
17 La confianza de Olivia en Jehová y su amor por él contribuyeron a los buenos resultados que obtuvo al criar sola a sus hijos (Proverbios 3:5, 6). Su buena actitud se reflejó en las metas que puso ante ellos. “Mamá siempre nos animaba a tener la meta del ministerio de tiempo completo —dice Darren—, de modo que lo emprendimos cuatro de mis cinco hermanas y yo. Sin embargo, mamá nunca se jactaba de ello ante los demás. Me esfuerzo mucho por imitar sus maravillosas cualidades.” Es cierto que, a diferencia de la familia de Olivia, no todos los hijos siguen sirviendo a Dios cuando llegan a adultos. Pero cuando una madre hace todo lo que está en su mano por vivir de acuerdo con los principios bíblicos, puede contar con la dirección y el apoyo amoroso de Jehová (Salmo 32:8).
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