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  • Resultados de la predicación: “Los campos [...] están blancos para la siega”

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El Reino de Dios ya está gobernando
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CAPÍTULO 9

Resultados de la predicación: “Los campos [...] están blancos para la siega”

IDEA CENTRAL DEL CAPÍTULO

Jehová ha hecho crecer las semillas de la verdad del Reino

1, 2. a) ¿Por qué les cuesta entender a los discípulos lo que Jesús les dice? b) ¿De qué tipo de cosecha les está hablando Jesús?

JESÚS les dice a sus discípulos: “Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega”. Ellos miran hacia donde él les señala y lo único que ven son campos verdes de cebada empezando a brotar, no blancos y maduros para la siega. Dado que todavía faltan meses para que llegue la siega, o cosecha, a los discípulos probablemente les cueste entender las palabras de su Maestro (Juan 4:35).

2 Pero Jesús no les está hablando de la cosecha de la cebada. Él quiere enseñarles dos lecciones importantes relacionadas con una cosecha espiritual, una recolección de personas. Analicemos con más detalle el relato para captar esas dos lecciones.

Un llamado a la acción y una promesa de felicidad

3. a) ¿A qué se refería posiblemente Jesús cuando dijo: “Los campos [...] están blancos para la siega”? (Vea la nota.) b) ¿Cómo aclaró Jesús el significado de sus palabras?

3 Aquella conversación tuvo lugar a finales del año 30, cerca de la ciudad samaritana de Sicar. Mientras los discípulos iban a la ciudad, Jesús se quedó junto a un pozo y le estuvo enseñando verdades espirituales a una mujer, quien captó enseguida el valor de sus enseñanzas. Cuando los discípulos regresaron, ella corrió a Sicar para contarles a sus vecinos las sorprendentes cosas que Jesús le había dicho. Muchos de ellos se interesaron y fueron enseguida al pozo para conocer a Jesús. Posiblemente fue entonces cuando Jesús miró a lo lejos, más allá de los campos, y al ver a la multitud de samaritanos que se acercaba, dijo: “Miren los campos, que están blancos para la siega”.a A continuación, para aclarar que no se refería a una cosecha literal, sino a una espiritual, añadió: “El segador está [...] recogiendo fruto para vida eterna” (Juan 4:5-30, 36).

4. a) ¿Qué dos lecciones sobre la cosecha enseñó Jesús? b) ¿Qué preguntas analizaremos?

4 ¿Qué dos lecciones importantes sobre la cosecha espiritual enseñó Jesús? La primera, que la obra es urgente. Al decir que “los campos [...] están blancos para la siega”, estaba haciendo un llamado a la acción, animando a sus seguidores a poner manos a la obra. Y para que vieran lo urgente que era, agregó: “Ya el segador está recibiendo salario”. En efecto, la cosecha ya había empezado; no había tiempo que perder. La segunda lección era que los obreros se sienten felices. Jesús dijo que los sembradores y los segadores se regocijarían juntos (Juan 4:35b, 36). Tal como Jesús se sintió feliz al ver que “muchos de los samaritanos [...] pusieron fe en él”, sus discípulos también se sentirían felices al realizar con empeño su labor (Juan 4:39-42). Este relato del siglo primero es muy importante para nosotros porque ilustra lo que está sucediendo en nuestros días durante la mayor cosecha espiritual de todos los tiempos. Ahora bien, ¿cuándo empezó esta cosecha? ¿Quiénes participan en ella? ¿Y cuáles han sido los resultados de la cosecha?

Nuestro Rey dirige la mayor cosecha de todos los tiempos

5. ¿Quién dirige la cosecha mundial, y cómo indica la visión de Juan que la labor es urgente?

5 En una visión, Jehová le revela al apóstol Juan que ha asignado a Jesús para dirigir una cosecha mundial: la recolección de una multitud de personas (lea Revelación 14:14-16). Juan ve a Jesús con una corona y una hoz. La “corona de oro sobre su cabeza” confirma que Jesús ocupa el puesto de Rey. La “hoz aguda en su mano” confirma su función de cosechador. Al decir mediante un ángel que “la mies [o cosecha] de la tierra está cabalmente madura”, Jehová pone de relieve que la labor es urgente. Así es, “ha llegado la hora de segar”: hay que actuar sin demora. Jesús recibe este mandato de parte de Dios: “Pon dentro tu hoz”. Él obedece, mete su hoz en la tierra y la tierra queda segada, es decir, recoge como discípulos de él a personas de todo el mundo. Esta emocionante visión nos recuerda que, de nuevo, “los campos [...] están blancos para la siega”. ¿Nos ayuda esta visión a determinar cuándo empezó esta recolección mundial? Sí, veámoslo.

6. a) ¿Cuándo empezó “la época de la siega”? b) ¿Cuándo comenzó a recolectarse “la mies de la tierra”? Explique su respuesta.

6 La visión de Juan registrada en el capítulo 14 de Revelación muestra a Jesús, el cosechador, llevando una corona (versículo 14), por lo que su nombramiento como rey en 1914 ya había tenido lugar (Dan. 7:13, 14). Algún tiempo después de su coronación se le dice a Jesús que empiece a cosechar (versículo 15). Este orden de sucesos es el mismo que se ve en la parábola de Jesús sobre la cosecha del trigo, donde él dice: “La siega es una conclusión de un sistema de cosas”. De modo que la época de la siega y la conclusión de este sistema de cosas empezaron al mismo tiempo: en 1914. Después, una vez ya “en la época de la siega”, empezó la cosecha en sí (Mat. 13:30, 39). Al mirar atrás desde nuestra posición ventajosa en el tiempo, nos damos cuenta de que la cosecha empezó unos años después de que Jesús comenzara a gobernar como rey. Primero, desde 1914 hasta principios de 1919, Jesús efectuó una labor de limpieza entre sus seguidores ungidos (Mal. 3:1-3; 1 Ped. 4:17). Después, en ese mismo año de 1919, comenzó a recolectarse “la mies de la tierra”. Enseguida, y a fin de ayudar a nuestros hermanos a ver la urgencia de la predicación, Jesús utilizó al esclavo fiel recién nombrado. Veamos lo que sucedió.

7. a) ¿Qué ayudó a los hermanos a darse cuenta de la urgencia de la predicación? b) ¿Qué se les animó a hacer?

7 En julio de 1920, la revista Watch Tower comentó: “Al analizar las Escrituras, vemos que a la iglesia [es decir, a la congregación cristiana] se le ha concedido el privilegio de proclamar un mensaje sobre el reino”. Por ejemplo, las palabras proféticas de Isaías ayudaron a los hermanos a ver que se tenían que anunciar las buenas nuevas por todo el mundo (Is. 49:6; 52:7; 61:1-3). Ellos no sabían cómo iban a llevar a cabo aquella obra, pero estaban convencidos de que Jehová les abriría el camino (lea Isaías 59:1). Al entender con más claridad la urgencia de la predicación, se animó a los hermanos a intensificar sus actividades. ¿Cómo respondieron?

8. En 1921, ¿qué dos puntos sobre la predicación captaron nuestros hermanos?

8 En diciembre de 1921, la revista Watch Tower anunció: “Ha sido el mejor año de todos; y muchas más personas han oído el mensaje de la verdad en 1921 que en cualquier otro año”. Y añadió: “Todavía queda mucho por hacer, [...] hagámoslo con un corazón gozoso”. Es obvio que los hermanos habían captado los dos mismos puntos que Jesús enseñó a sus apóstoles sobre la predicación: la obra es urgente y los obreros se sienten felices.

9. a) ¿Qué dijo La Atalaya en 1955 sobre la cosecha, y por qué? b) ¿Qué aumento ha habido en la cantidad de publicadores en los últimos cincuenta años? (Vea la tabla “Aumento mundial”.)

9 Después de que se entendió —durante la década de 1930— que una gran muchedumbre de otras ovejas respondería al mensaje del Reino, la predicación se intensificó aún más (Is. 55:5; Juan 10:16; Rev. 7:9). ¿Con qué resultados? La cantidad de proclamadores del Reino aumentó de 41.000 en 1934 a nada menos que 500.000 en 1953. La Atalaya del 15 de mayo de 1955 reconoció lo siguiente: “Es el espíritu de Jehová y el poder de su Palabra lo que ha logrado esta grande cosecha” (Zac. 4:6).b

AUMENTO MUNDIAL

País

1962

1987

2013

Australia

15.927

46.170

66.023

Brasil

26.390

216.216

756.455

Francia

18.452

96.954

124.029

Italia

6.929

149.870

247.251

Japón

2.491

120.722

217.154

México

27.054

222.168

772.628

Nigeria

33.956

133.899

344.342

Filipinas

36.829

101.735

181.236

Estados Unidos

289.135

780.676

1.203.642

Zambia

30.129

67.144

162.370

NÚMERO CRECIENTE DE ESTUDIOS BÍBLICOS

1950

234.952

1960

646.108

1970

1.146.378

1980

1.371.584

1990

3.624.091

2000

4.766.631

2010

8.058.359

Parábolas que predijeron los resultados de la cosecha

10, 11. En la parábola del grano de mostaza, ¿qué aspectos del crecimiento de la semilla se destacan?

10 En sus parábolas del Reino, Jesús predijo de manera muy gráfica los resultados de la cosecha. Examinemos la del grano de mostaza y la de la levadura. Nos centraremos específicamente en el cumplimiento que han tenido durante el tiempo del fin.

11 La parábola del grano de mostaza. Cierto hombre siembra un grano de mostaza. Este crece y llega a ser un árbol en el que se cobijan las aves (lea Mateo 13:31, 32). ¿Qué aspectos del crecimiento de la semilla se destacan en esta parábola? 1) La magnitud del crecimiento es asombrosa. “La más pequeña de todas las semillas” se convierte en un árbol con “grandes ramas” (Mar. 4:31, 32). 2) El crecimiento está garantizado. “Cuando [la semilla] se ha sembrado, sale.” Jesús no dice que tal vez salga; él dice que “sale”. Nadie puede impedir que crezca. 3) El árbol que brota de la semilla ofrece albergue. “Vienen las aves del cielo” y hallan “albergue bajo su sombra”. ¿Cómo se cumplen estos tres aspectos en la cosecha espiritual de hoy día?

12. ¿Qué cumplimiento tiene la parábola del grano de mostaza en la cosecha espiritual de nuestros tiempos? (Vea también la tabla “Número creciente de estudios bíblicos”.)

12 1) La magnitud del crecimiento: La parábola destaca la difusión del mensaje del Reino y el crecimiento de la congregación cristiana. A partir de 1919 fueron entrando cosechadores entusiastas en la congregación cristiana purificada. Al principio eran pocos, pero la cantidad aumentó rápidamente. De hecho, su crecimiento desde principios de la década de 1900 hasta el día de hoy ha sido espectacular (Is. 60:22). 2) El crecimiento está garantizado: Nadie ha podido impedir que la congregación cristiana crezca. A pesar de la gran oposición que los enemigos de Dios han ejercido contra la minúscula semilla, esta ha ido superando los obstáculos y ha seguido creciendo (Is. 54:17). 3) El árbol ofrece albergue: “Las aves del cielo” que hallan albergue en el árbol representan a los millones de personas sinceras de unos 240 países y territorios que han respondido al mensaje del Reino y han llegado a ser miembros de la congregación cristiana (Ezeq. 17:23). En ella encuentran alimento, descanso y protección espirituales (Is. 32:1, 2; 54:13).

Diversidad de aves guarecidas en un árbol de mostaza

La parábola del grano de mostaza muestra que los miembros de la congregación cristiana encuentran en ella albergue y protección (Vea los párrafos 11 y 12)

13. ¿Qué aspectos del crecimiento se destacan en la parábola de la levadura?

13 La parábola de la levadura. Una mujer agrega un poco de levadura a un montón de harina, y toda la masa fermenta (lea Mateo 13:33). ¿Qué aspectos del crecimiento se destacan en esta parábola? Analicemos dos. 1) El crecimiento ocasiona una transformación. La levadura creció “hasta que toda la masa quedó fermentada”. 2) El crecimiento se extiende por toda la masa. La levadura fermenta las “tres grandes medidas de harina”, es decir, toda la masa. ¿Qué cumplimiento tienen estos dos aspectos en la cosecha espiritual de nuestros tiempos?

14. ¿Qué cumplimiento tiene la parábola de la levadura en la cosecha espiritual de nuestros tiempos?

14 1) Transformación: La levadura representa el mensaje del Reino, y la masa de harina representa a la humanidad. Tal como la harina se transforma cuando se le añade levadura, el mensaje del Reino hace que el corazón de quienes lo aceptan se transforme (Rom. 12:2). 2) Propagación: El proceso de fermentación simboliza la difusión del mensaje del Reino. Tal como la levadura tiene un efecto sobre toda la masa, el mensaje del Reino se ha difundido “hasta la parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8). Este aspecto de la parábola nos ayuda a ver que el mensaje del Reino se difundirá incluso en países en los que nuestra obra está prohibida y tiene que efectuarse con mucha discreción.

15. ¿Cómo se han cumplido las palabras registradas en Isaías 60:5, 22? (Vea también los recuadros “Jehová lo hizo posible”, y “Cómo se ha convertido ‘el chico’ en ‘una nación poderosa’”.)

15 Unos ochocientos años antes de que Jesús narrara esas parábolas, Jehová utilizó a su profeta Isaías para predecir de manera memorable el alcance de la cosecha espiritual de nuestros días y la alegría que esta produciría.c Jehová indica que muchas personas acuden “desde lejos” a su organización. Y dirigiéndose a una “mujer”, que hoy día está representada por los cristianos ungidos que aún viven en la Tierra, añade: “Verás, y ciertamente te pondrás radiante, y realmente se estremecerá tu corazón y se ensanchará, porque a ti se dirigirá la riqueza del mar; los recursos mismos de las naciones vendrán a ti” (Is. 60:1, 4, 5, 9). ¡Qué ciertas son esas palabras! Hoy día, cristianos con muchos años de servicio a sus espaldas están radiantes de alegría al ver que el número de publicadores del Reino en sus respectivos países ha aumentado de un simple puñado a muchos miles.

Por qué pueden sentirse felices todos los siervos de Jehová

16, 17. ¿Cuál es una de las razones que hacen que “el sembrador y el segador se regocijen juntos”? (Vea también el recuadro “Dos tratados tocan dos corazones en la Amazonia”.)

16 Seguramente recordará que Jesús les dijo a sus apóstoles: “El segador está [...] recogiendo fruto para vida eterna, a fin de que el sembrador y el segador se regocijen juntos” (Juan 4:36). ¿Cómo nos regocijamos juntos en la cosecha mundial, tanto los sembradores como los cosechadores? De varias maneras. Centrémonos en tres de ellas.

17 En primer lugar, nos regocija ver el papel que desempeña Jehová en la predicación. Cuando proclamamos el mensaje del Reino, estamos sembrando semillas (Mat. 13:18, 19). Cuando ayudamos a alguien a hacerse cristiano, cosechamos el fruto. Y todos nos admiramos y alegramos de ver cómo la semilla del Reino “brota y crece alta” con la ayuda de Jehová (Mar. 4:27, 28). Algunas de las semillas que esparcimos brotan más tarde, y otros hermanos cosechan el fruto. Puede que a usted le haya sucedido algo parecido a lo que contó Joan, una cristiana de Gran Bretaña que se bautizó hace sesenta años: “He encontrado a personas que me han dicho que les prediqué hace años y planté una semilla en su corazón. Sin yo saberlo, otros Testigos les dieron clases de la Biblia y les ayudaron a hacerse siervos de Jehová. Me hace muy feliz saber que la semilla que planté en su día ha crecido y que se ha cosechado su fruto” (lea 1 Corintios 3:6, 7).

JEHOVÁ LO HIZO POSIBLE

JESÚS dijo: “Las cosas que son imposibles para los hombres son posibles para Dios” (Luc. 18:27). Muchos de nosotros hemos experimentado la veracidad de esas palabras. Hemos visto que a pesar de todo el empeño de nuestros adversarios por detener la predicación, Jehová nos ha ayudado a llevarla a cabo.

Zacharie

Zacharie Elegbe (de 66 años y bautizado en 1963) nos cuenta que una prohibición contra las actividades de los testigos de Jehová en Benín resultó a la larga en una ayuda para los hermanos: “En 1976, cuando teníamos 2.300 publicadores, el gobierno prohibió nuestra obra y ordenó algo insólito: que la noticia se retransmitiera en todos los idiomas del país. Aunque en Benín se hablan más de 60 idiomas, en aquel entonces los programas de radio solo se emitían en cinco idiomas. Así que cuando la prohibición se emitió en todos los idiomas del país, miles de personas que vivían en zonas aisladas oyeron de nosotros por primera vez y se preguntaban: ‘¿Quiénes son los testigos de Jehová, y por qué está prohibida su obra?’. Cuando tiempo después llegamos a aquellas zonas, muchos aceptaron la verdad enseguida”. Actualmente hay más de 11.500 Testigos en Benín.

Mariya

Mariya Zinich (de 74 años y bautizada en 1957): “Cuando tenía 12 años, toda mi familia fue deportada de Ucrania a Siberia (Rusia). Pese a todos los esfuerzos del gobierno de la ex Unión Soviética por acallarnos, los Testigos seguimos aumentando. Ver aquel asombroso aumento a pesar de la cruel oposición me convenció de que la obra es de Jehová. ¡Nadie puede detenerla!”. Otra hermana llamada también Mariya (de 73 años y bautizada en 1960) comentó: “Al deportar a nuestros hermanos a Siberia, el gobierno hizo posible que muchas personas de aquella región aislada tuvieran la oportunidad de escuchar la verdad”.

Jesús

Jesús Martín (de 77 años y bautizado en 1955) recuerda: “Cuando aprendí la verdad, había 300 Testigos en España. En 1960, la represión contra nosotros era brutal. El gobierno ordenó a la policía que acabara con los testigos de Jehová. En aquel tiempo no veíamos cómo íbamos a poder predicar las buenas nuevas por todo el país. Todo parecía estar en contra nuestra. Pero ahora ya hay casi 111.000 Testigos en España. El hecho de haber presenciado ese gran crecimiento a pesar de la oposición refuerza mi convicción de que, teniendo a Jehová de nuestro lado, nada es imposible”.

18. ¿Qué motivo para regocijarnos se menciona en 1 Corintios 3:8?

18 En segundo lugar, nos mantendremos felices si no olvidamos lo que dijo Pablo: “Cada persona recibirá su propio galardón según su propia labor” (1 Cor. 3:8). El galardón, o premio, se concede según la labor que efectuamos. No depende de los resultados de esa labor, es decir, la cantidad de personas que ayudamos a aceptar la verdad. ¡Qué animadoras son estas palabras para quienes predican en territorios donde pocos responden al mensaje! A los ojos de Dios, cada Testigo que siembra la semilla con entusiasmo está “llevando mucho fruto” y, por consiguiente, tiene motivo para regocijarse (Juan 15:8; Mat. 13:23).

19. a) ¿Cómo contribuye a que nos regocijemos la profecía de Jesús registrada en Mateo 24:14? b) ¿Qué debemos recordar aunque no consigamos hacer ningún discípulo?

19 En tercer lugar, nos regocija ver que nuestra labor cumple una profecía. Veamos lo que Jesús respondió a sus apóstoles cuando estos le preguntaron: “[¿]Qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. Él les dijo que un rasgo de aquella señal sería una labor de predicación mundial. ¿Se refería a la obra de hacer discípulos? No. Jesús dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio” (Mat. 24:3, 14). De modo que un rasgo de la señal es la predicación del Reino: la acción de sembrar semillas. Así que cuando predicamos las buenas nuevas, debemos recordar que, aunque no consigamos hacer ningún discípulo, sí conseguimos dar testimonio.d En efecto, sin importar cómo responda la gente, estamos participando en el cumplimiento de la profecía de Jesús y tenemos el honor de ser “colaboradores de Dios” (1 Cor. 3:9). ¡Qué buena razón para regocijarse!

“Desde el nacimiento del sol aun hasta su puesta”

20, 21. a) ¿Cómo se están cumpliendo las palabras de Malaquías 1:11? b) ¿Qué ha decidido usted hacer con relación a la cosecha, y por qué?

20 En el siglo primero, Jesús ayudó a sus apóstoles a ver que la labor de cosechar era urgente. Desde 1919 ha estado ayudando a sus discípulos a captar esa misma verdad, y en respuesta, el pueblo de Dios ha intensificado sus actividades. De hecho, nadie ha podido detener la cosecha. Como predijo el profeta Malaquías, hoy día se está llevando a cabo la predicación “desde el nacimiento del sol aun hasta su puesta” (Mal. 1:11). En sentido geográfico, esta expresión significa de este a oeste. Sin importar en qué lugar del planeta se encuentren, los sembradores y los cosechadores trabajan y se regocijan juntos. Las palabras de Malaquías también significan que efectuamos nuestra labor con un sentido de urgencia desde la mañana hasta la noche, es decir, durante todo el día.

21 Cuando vemos que el puñado de siervos de Dios que había hace más de cien años se ha convertido en “una nación poderosa”, nuestro corazón se estremece y se ensancha de alegría (Is. 60:5, 22). Que esa alegría y el amor que sentimos por Jehová, el “Amo de la mies”, nos impulse a seguir poniendo de nuestra parte para terminar la mayor cosecha de todos los tiempos (Luc. 10:2).

a Al decir que los campos estaban blancos, Jesús posiblemente se refería a las vestiduras blancas de los samaritanos que venían hacia él.

b Para saber más acerca de aquellos años y las décadas posteriores, lo animamos a leer las páginas 425 a 520 del libro Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios, donde se relata lo que se consiguió en la obra de la recolección desde 1919 a 1992.

c Para más detalles sobre esta hermosa profecía, consulte el libro Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II, páginas 303 a 320.

d Los primeros Estudiantes de la Biblia ya comprendían esta verdad fundamental. La revista Watch Tower del 15 de noviembre de 1895 reconoció: “Aunque solo se pueda recoger un poco de trigo, por lo menos se puede dar un gran testimonio de la verdad. [...] Todos podemos predicar el evangelio”.

¿Es el Reino de Dios real para usted?

  • ¿Qué ha logrado el Reino con relación a la cosecha espiritual?

  • ¿Qué detalles de las parábolas del grano de mostaza y de la levadura lo animan a llevar a cabo su ministerio?

  • ¿Qué razones tiene para regocijarse en el ministerio?

DOS TRATADOS TOCAN DOS CORAZONES EN LA AMAZONIA

Antônio Simões

Antônio Simões

ANTÔNIO SIMÕES, un anciano cristiano de 91 años, recuerda con cariño cómo su padre y su tío hallaron la verdad gracias a dos tratados publicados por los testigos de Jehová. “¿Quieren que se lo cuente?”, pregunta al matrimonio que lo está visitando. “Nos encantaría”, responden ellos. Los ojos de Antônio se iluminan, y con una amable sonrisa en los labios se sienta a narrar la historia.

“Mi padre se llamaba Zeno, y era un predicador bautista. En 1931 viajó a una región aislada de la selva amazónica para visitar a una mujer que era miembro de su iglesia. En su casa vio dos tratados bíblicos que ella había encontrado en la iglesia, pero no sabía quién los había dejado allí. Uno trataba del infierno, y el otro, de la resurrección. Mi padre los leyó, y le gustaron mucho. Inmediatamente pensó en su cuñado Guilherme, quien varias veces le había dicho: ‘No creo en el infierno. Un Dios de amor no puede haber creado semejante lugar’. Deseoso de enseñarle los tratados a Guilherme, mi padre subió a su piragua y remó ocho horas hasta Manaquiri, un municipio cerca de Manaos, donde vivía Guilherme.

Antônio Simões sostiene en su mano dos fotos de la primera congregación en Manaquiri, (estado de Amazonas, Brasil)

La primera congregación del estado brasileño de Amazonas

”Después de examinar los tratados, mi padre y mi tío Guilherme exclamaron: ‘¡Esta es la verdad!’. Enseguida escribieron a la sucursal de Brasil y pidieron publicaciones. Mi padre renunció a su cargo de pastor y junto con mi tío empezó a predicar el mensaje de la Biblia en aquella región aislada. La gente respondió tan bien que en el plazo de un año se formó una congregación en Manaquiri. En poco tiempo ya asistían a las reuniones 70 personas, con lo que aquella llegó a ser por un tiempo la mayor congregación de Brasil.” Antônio hace una pausa y pregunta: “¿No es maravilloso ver cómo llegó el mensaje del Reino a la Amazonia?”. Desde luego que sí. Dos semillitas dispersas —dos tratados bíblicos— arraigaron en la vasta selva amazónica y brotaron hasta producir una floreciente congregación. Actualmente, ochenta y tres años después de formarse la congregación de Manaquiri, ya hay nada menos que 143 congregaciones en el estado brasileño de Amazonas.

CÓMO SE HA CONVERTIDO “EL CHICO” EN “UNA NACIÓN PODEROSA”

“EL PEQUEÑO mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo.” (Is. 60:22.) ¿Cómo se ha cumplido esta profecía? ¿Qué efecto ha tenido su cumplimiento en Testigos de todo el mundo con mucha experiencia?

Börje Nilsson

Börje Nilsson (de 84 años y bautizado en 1943): “Recuerdo a un hermano ungido que en la década de 1920 era colportor [como se llamaba entonces a los precursores]. Cuando se le asignó casi la mitad de Suecia como su territorio para predicar, obedientemente lo aceptó. ¡Cuánto ha bendecido Jehová su labor y la de otros hermanos fieles! Hoy día tenemos más de 22.000 publicadores. Aunque ya estoy entrado en años, quiero seguir sirviendo obedientemente a Jehová. ¿Quién sabe qué sorpresas nos tiene reservadas él todavía?”.

Etienne Esterhuyse

Etienne Esterhuyse (de 83 años y bautizado en 1942): “Cuando miro atrás, me maravilla ver cómo el pueblo de Jehová en Sudáfrica ha aumentado de unos 1.500 en 1942 a más de 94.000 en la actualidad. ¡Cuánto fortalece la fe ser parte de una organización tan grande!”.

Keith Gaydon

Keith Gaydon (de 82 años y bautizado en 1948): “He visto aumentar la cantidad de publicadores en Gran Bretaña desde unos 13.700 en 1948 a casi 137.000, y eso me demuestra que esta es la obra de Jehová. Humanamente habría sido imposible, pero Jehová ‘hace maravillas’” (Éx. 15:11).

Ulrike Krolop

Ulrike Krolop (de 77 años y bautizada en 1952): “Después de la Segunda Guerra Mundial, algo que fortaleció a las congregaciones de Alemania fue el magnífico espíritu de los Testigos que habían aguantado la persecución nazi. La gente necesitaba consuelo, y nosotros podíamos dárselo con la conciencia tranquila porque no habíamos participado en aquella horrible guerra. En los últimos sesenta años he visto cómo el espíritu de Jehová ha guiado a su pueblo. Hoy tenemos más de 164.000 Testigos. ¡Qué resultados tan extraordinarios!”.

Mariya Brinetskaya

Mariya Brinetskaya (de 77 años y bautizada en 1955): “Para que no me arrestaran, me bauticé por la noche. Posteriormente, a mi esposo lo enviaron por ser Testigo a un campo de trabajos forzados que estaba muy lejos de casa. Yo seguí predicando con mucho cuidado en mi pueblo, aquí en Rusia, y varios vecinos aceptaron la verdad. En ese entonces éramos muy pocos, pero ¡qué feliz me hace ver que ahora hay más de 168.000 Testigos en Rusia!”.

Kimiko Yamano

Kimiko Yamano (de 79 años y bautizada en 1954): “Cuando en 1970 se nos dijo que teníamos 10.000 publicadores en Japón, lloré de alegría y le prometí de nuevo a Jehová: ‘Quiero serte fiel toda la vida’. ¡Imagínese lo feliz que me siento hoy de que seamos más de 216.000 publicadores!”.

Daniel Odogun

Daniel Odogun (de 83 años): “En 1950, cuando me bauticé, había 8.000 publicadores en Nigeria. Actualmente hay unos 351.000. Cuando voy a las asambleas, me conmueve ver tantos asistentes y pienso en lo que dice Ageo 2:7. No hay duda de que Jehová está meciendo las naciones y las cosas deseables están entrando. Todavía trato de hacer lo máximo posible en la predicación porque esa es mi manera de decir: ‘¡Gracias, Jehová!’”.

Carlos Silva

Carlos Silva (de 79 años): “Cuando me bauticé, en 1952, había 5.000 Testigos en Brasil. Aquel año tuvimos una asamblea en un gimnasio de São Paulo. Había dos autos en el estacionamiento. Un hermano me señaló el cercano Estadio Pacaembú y me preguntó: ‘¿Crees que algún día lo llenaremos?’. Parecía imposible, pero en 1973 lo conseguimos. Nos reunimos allí 94.586: el estadio estaba a rebosar. Hoy somos más de 767.000 Testigos. ¡Qué maravilla ver tanto aumento!”.

Carlos Cázares

Carlos Cázares (de 73 años): “En 1954, el año en que me bauticé, había 10.500 publicadores en México. Había tanta necesidad de predicadores que me nombraron superintendente de circuito a la edad de 21 años. Me siento bendecido por haber podido ver con mis propios ojos el cumplimiento de Isaías 60:22. Ahora tenemos más de 806.000 publicadores y más de un millón de estudios bíblicos. ¡Realmente asombroso!”.

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