BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w99 1/6 págs. 14-19
  • Valoremos las “dádivas en hombres”

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Valoremos las “dádivas en hombres”
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • ‘Somos sus colaboradores’
  • Se ayuda a todos a servir con gozo
  • ‘Sean obedientes y sumisos’
  • ‘Denles consideración más que extraordinaria’
  • “Dádivas en hombres” que cuidan de las ovejas de Jehová
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
  • “Respeten a los que trabajan duro entre ustedes”
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2011
  • Sean obedientes a los que llevan la delantera
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1989
  • La superintendencia amorosa edifica
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1976
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
w99 1/6 págs. 14-19

Valoremos las “dádivas en hombres”

“Respeten a los que trabajan duro entre ustedes y [...] [denles] consideración más que extraordinaria en amor por causa de su trabajo.” (1 TESALONICENSES 5:12, 13.)

1. ¿Qué produce el dar según Hechos 20:35? Ilústrelo.

“HAY más felicidad en dar que en recibir.” (Hechos 20:35.) ¿Recordamos la última vez que experimentamos la veracidad de esas palabras de Jesús? Posiblemente fue cuando hicimos un regalo a un ser querido. Lo escogimos con cuidado, pues queríamos que lo agradeciera de verdad. ¡Cuánto nos confortó ver la expresión de alegría en el rostro de ese ser querido! Dar con un motivo correcto es una expresión de amor, y expresar amor produce felicidad.

2, 3. a) ¿Por qué puede decirse que nadie es más feliz que Jehová, y cómo puede regocijar su corazón la provisión de “dádivas en hombres”? b) ¿Qué no debemos hacer con una dádiva de Dios?

2 ¿Quién, por tanto, puede ser más feliz que Jehová, el Dador de “toda dádiva buena”? (Santiago 1:17; 1 Timoteo 1:11.) Todas sus dádivas están motivadas por el amor (1 Juan 4:8). Así es también en el caso de las “dádivas en hombres” que Dios ha entregado a la congregación mediante Cristo (Efesios 4:8). La provisión de ancianos que cuiden del rebaño es una expresión del profundo amor que Dios le tiene a su pueblo. Estos hombres se escogen con cuidado, pues tienen que satisfacer ciertos requisitos bíblicos (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9). Saben que deben ‘tratar al rebaño con ternura’, pues así las ovejas podrán sentirse agradecidas por tales pastores amorosos (Hechos 20:29; Salmo 100:3). Cuando Jehová ve que sus ovejas sienten de corazón esa gratitud, no cabe duda de que su propio corazón se regocija (Proverbios 27:11).

3 De ningún modo deberíamos subestimar el valor de una dádiva de Dios ni verla con ingratitud. Por lo tanto, surgen dos preguntas: ¿Cómo deben considerar los ancianos su papel en la congregación? Y ¿cómo puede el resto del rebaño demostrar que valora las “dádivas en hombres”?

‘Somos sus colaboradores’

4, 5. a) ¿A qué compara Pablo la congregación, y por qué es una ilustración apropiada? b) ¿Qué muestra la ilustración de Pablo sobre cómo debemos vernos y tratarnos unos a otros?

4 Jehová ha confiado a las “dádivas en hombres” cierta autoridad en la congregación. Los ancianos no quieren abusar en absoluto de esa autoridad, aunque saben que es muy fácil que los seres humanos imperfectos incurran en ese error. ¿Cómo, entonces, deben verse a sí mismos en relación con el resto del rebaño? Repasemos la ilustración del apóstol Pablo. Después de explicar por qué se suministran las “dádivas en hombres”, Pablo escribió: “Por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo. De él todo el cuerpo, por estar unido armoniosamente y hacérsele cooperar mediante toda coyuntura que da lo que se necesita, conforme al funcionamiento de cada miembro respectivo en la medida debida, contribuye al crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor” (Efesios 4:15, 16). De modo que Pablo compara a la congregación —los ancianos y demás miembros— a un cuerpo humano. ¿Por qué es apropiada esa ilustración?

5 El cuerpo humano tiene muchos diferentes miembros, pero solo una cabeza. Sin embargo, nada del cuerpo, ni un solo músculo, nervio o vena, es inútil. Todos los miembros son valiosos y contribuyen de alguna manera a la salud y belleza del conjunto. De igual modo, la congregación está compuesta de muchos miembros diferentes, y cada uno de ellos, sea joven o mayor, fuerte o débil, puede contribuir algo a la salud y belleza espirituales del conjunto de la congregación (1 Corintios 12:14-26). Nadie debe pensar que no tiene ninguna importancia. Por otro lado, nadie debe creerse superior, pues todos —pastores y ovejas— somos parte del cuerpo, y solo hay una cabeza, Cristo. Pablo representa así de manera gráfica y cariñosa el amor, la consideración y el respeto que debemos tenernos unos a otros. Reconocer este hecho ayuda a los ancianos a tener un punto de vista humilde y equilibrado de su papel en la congregación.

6. ¿Cómo demostró Pablo una actitud humilde, pese a su autoridad apostólica?

6 Estas “dádivas en hombres” no procuran controlar la vida ni la fe de sus hermanos. Aunque Pablo tenía autoridad apostólica, dijo humildemente a los corintios: “No que seamos nosotros amos sobre la fe de ustedes, sino que somos colaboradores para su gozo, porque es por su fe que están firmes” (2 Corintios 1:24). Pablo no deseaba controlar la fe ni la manera de vivir de sus hermanos. En realidad, no vio ninguna necesidad de hacerlo, pues tenía la confianza de que ya eran hombres y mujeres fieles que estaban en la organización de Jehová porque querían hacer lo que era correcto. Es como si Pablo hubiera dicho de sí mismo y de su compañero de viaje, Timoteo: “Nuestra tarea es colaborar con ustedes para servir a Dios con gozo” (2 Corintios 1:1). ¡Qué actitud más humilde!

7. ¿Qué reconocen los ancianos humildes sobre su papel en la congregación, y qué confianza tienen en sus colaboradores?

7 Las “dádivas en hombres” tienen la misma responsabilidad hoy. Son ‘colaboradores para nuestro gozo’. Los ancianos humildes reconocen que no les toca a ellos decidir cuánto pueden hacer los demás en el servicio a Dios. Saben que aun cuando pueden animar a sus hermanos a ampliar o a mejorar su ministerio, el servicio a Dios debe emanar de un corazón dispuesto (compárese con 2 Corintios 9:7). Entienden que si sus colaboradores tienen gozo, harán todo lo que puedan. Así pues, su deseo sincero es ayudar a los hermanos a ‘servir a Jehová con regocijo’ (Salmo 100:2).

Se ayuda a todos a servir con gozo

8. ¿De qué maneras pueden los ancianos ayudar a sus hermanos a servir a Jehová con gozo?

8 Ancianos, ¿cómo pueden ayudar a sus hermanos a servir con gozo? Pueden animarlos mediante el ejemplo (1 Pedro 5:3). Que se vea su celo y gozo en el ministerio, y los demás se animarán a imitar su ejemplo. Encómielos por la labor que realizan de toda alma (Efesios 4:29). El encomio afectuoso y sincero los ayuda a sentirse útiles y necesitados. Anima a las ovejas a hacer todo lo que pueden en el servicio a Dios. No hagan comparaciones negativas (Gálatas 6:4). Tales comparaciones producen desánimo y no motivan a mejorar. Además, las ovejas de Jehová son personas que se encuentran en diferentes circunstancias y poseen distintas aptitudes. Al igual que Pablo, confíen en sus hermanos. El amor ‘cree todas las cosas’, de modo que hacemos bien en creer que nuestros hermanos aman a Dios y quieren agradarle (1 Corintios 13:7). Cuando ‘mostramos honra a los demás’, obtenemos lo mejor de ellos (Romanos 12:10). Podemos estar seguros de que cuando se anima y refresca a las ovejas, la mayoría va a hacer todo lo que pueda para servir a Dios, y va a hallar gozo en ese servicio (Mateo 11:28-30).

9. ¿Cómo debe ver un anciano a los demás ancianos para servir con gozo?

9 El que nos veamos humildemente como “colaboradores”, nos ayudará a nosotros mismos a servir con gozo y agradecer los dones particulares de los demás ancianos. Cada uno de ellos tiene sus propios talentos y aptitudes que puede emplear para el beneficio de la congregación (1 Pedro 4:10). Uno quizá tenga el don de la enseñanza. Otro puede ser un buen organizador. Y otro tal vez sea muy abordable por su talante afectuoso y compasivo. El hecho es que ningún anciano tiene todos los dones al mismo grado. ¿Hace que un anciano sea superior a otro el que posea un don en particular, como el de la enseñanza? ¡De ningún modo! (1 Corintios 4:7.) Por otra parte, no hay por qué envidiar los dones de otros ancianos ni sentirse inferior cuando estos reciben encomio por sus aptitudes. Recordemos, nosotros tenemos dones que Jehová ve. Y él puede ayudarnos a cultivarlos y a utilizarlos para el beneficio de los hermanos (Filipenses 4:13).

‘Sean obedientes y sumisos’

10. ¿Por qué es apropiado expresar gratitud por las “dádivas en hombres”?

10 Cuando recibimos un regalo es propio dar las gracias. “Muéstrense agradecidos”, aconseja Colosenses 3:15. ¿Qué puede decirse, entonces, de las “dádivas en hombres”, el valioso regalo que Jehová nos ha hecho? Desde luego, primero damos gracias a Jehová, pues él es el Dador generoso. Pero ¿y las “dádivas en hombres” mismas? ¿Cómo podemos demostrar que las valoramos?

11. a) ¿Cómo podemos demostrar que valoramos a las “dádivas en hombres”? b) ¿Qué significan las expresiones “sean obedientes” y “sean sumisos”?

11 Podemos demostrar que valoramos a las “dádivas en hombres” acatando con presteza su consejo y decisiones basados en la Biblia. Esta nos aconseja: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes” (Hebreos 13:17). Observemos que no solo debemos “ser obedientes”, sino también “sumisos” a los que llevan la delantera. El verbo griego que se traduce por “sean sumisos” significa literalmente “estén cediendo bajo”. El biblista R. C. H. Lenski dice sobre las expresiones “ser obediente” y “ser sumiso”: “Obedecemos cuando concordamos con lo que se nos dice que hagamos, se nos persuade de su bondad y utilidad; cedemos [...] cuando nuestra opinión es contraria”. Cuando entendemos y estamos de acuerdo con la dirección de los hermanos que llevan la delantera, obedecemos de buena gana. Pero ¿y si no entendemos por qué se ha tomado una decisión en particular?

12. ¿Por qué debemos ser sumisos, o estar dispuestos a ceder, aun cuando no entendamos completamente la razón de alguna decisión en particular?

12 En ese caso es cuando quizá tengamos que ser sumisos o estar dispuestos a ceder. ¿Por qué? Por una parte tenemos que confiar en que estos hombres espiritualmente cualificados desean lo mejor para nosotros. Al fin y al cabo, saben bien que deben rendir cuentas a Jehová por las ovejas que se han puesto bajo su cuidado (Santiago 3:1). Además, hacemos bien en recordar que posiblemente no conozcamos todos los hechos confidenciales que los llevaron a tomar la decisión con conocimiento de causa (Proverbios 18:13).

13. ¿Qué puede ayudarnos a ser sumisos en cuanto a las decisiones judiciales de los ancianos?

13 ¿Qué puede decirse de ser sumisos en lo que respecta a las decisiones judiciales? Es cierto que tal vez no sea fácil, especialmente si se decide expulsar a alguien a quien amamos, sea un familiar o un amigo allegado. En este caso, de nuevo, lo mejor es ceder y aceptar el juicio de las “dádivas en hombres”. Estos hermanos están en condición de ser más objetivos que nosotros, y puede que conozcan mejor los hechos. Para ellos suele ser muy difícil tomar esas decisiones; es una grave responsabilidad ‘juzgar para Jehová’ (2 Crónicas 19:6). Intentan por todos los medios tener misericordia, pues saben que Dios está “listo para perdonar” (Salmo 86:5). Pero también deben mantener limpia la congregación, y para ello la Biblia manda que se expulse a los pecadores impenitentes (1 Corintios 5:11-13). En muchos casos, el mismo pecador acepta la decisión. Es posible que la disciplina sea justo lo que necesita para entrar en razón. Si nosotros, sus seres queridos, somos sumisos y aceptamos la decisión, tal vez le ayudemos a beneficiarse de la disciplina (Hebreos 12:11).

‘Denles consideración más que extraordinaria’

14, 15. a) ¿Por qué merecen consideración los ancianos según 1 Tesalonicenses 5:12, 13? b) ¿Por qué puede decirse que los ancianos ‘trabajan duro entre nosotros’?

14 También demostramos que apreciamos a las “dádivas en hombres” al tenerles consideración. Pablo aconsejó a los cristianos de la congregación de Tesalónica: “Respeten a los que trabajan duro entre ustedes y los presiden en el Señor y los amonestan; y [denles] consideración más que extraordinaria en amor por causa de su trabajo” (1 Tesalonicenses 5:12, 13). “Trabajan duro”, ¿no reflejan estas palabras la labor de los dedicados ancianos que altruistamente dan de sí mismos en favor nuestro? Pensemos por un momento en la pesada carga que estos queridos hermanos llevan.

15 En muchas ocasiones son hombres casados que trabajan seglarmente para mantener a su familia (1 Timoteo 5:8). Si el anciano tiene hijos, estos necesitan tiempo y atención del padre. Quizá tenga que ayudarles con las tareas escolares, así como programar algún tiempo para que consuman su energía juvenil en recreación sana (Eclesiastés 3:1, 4). Lo que es más importante, atiende las necesidades espirituales familiares, dirigiendo regularmente el estudio bíblico de familia, saliendo con ella al ministerio del campo y llevándola a las reuniones cristianas (Deuteronomio 6:4-7; Efesios 6:4). No olvidemos que además de estas responsabilidades comunes a muchos de nosotros, los ancianos tienen otras obligaciones: preparar partes de la reunión, hacer visitas de pastoreo, cuidar del bienestar espiritual de la congregación y, de ser necesario, atender casos judiciales. Algunos tienen además responsabilidades en las asambleas de circuito o de distrito, en la construcción de Salones del Reino y en los Comités de Enlace con los Hospitales. Sin lugar a dudas, estos hermanos “trabajan duro”.

16. ¿De qué maneras podemos tener consideración a los ancianos?

16 ¿Cómo podemos tenerles consideración? Un proverbio bíblico dice: “Una palabra a su tiempo apropiado, ¡oh, cuán buena es!” (Proverbios 15:23; 25:11). De modo que las palabras sinceras de agradecimiento y ánimo pueden mostrarles que no damos por sentado su duro trabajo. También debemos ser razonables en lo que esperamos de ellos. Por una parte, debemos sentirnos libres de acercarnos a ellos para pedirles ayuda. En ocasiones quizá ‘nuestro corazón esté con dolor fuerte’ y necesitemos que los que están ‘capacitados para enseñar’ la Palabra de Dios nos den ánimo, guía o consejo basado en las Escrituras (Salmo 55:4; 1 Timoteo 3:2). También debemos recordar que los ancianos solo pueden dedicarnos cierta cantidad de tiempo, pues no pueden descuidar las necesidades de su propia familia u otros miembros de la congregación. Si ‘compartimos sentimientos como compañeros’ con estos hermanos que trabajan duro, no exigiremos demasiado de ellos (1 Pedro 3:8). Antes bien, agradezcamos el tiempo y la atención que razonablemente puedan dedicarnos (Filipenses 4:5).

17, 18. ¿Qué sacrificios hacen muchas hermanas cuyos esposos son ancianos, y cómo podemos demostrar que valoramos a estas hermanas fieles?

17 ¿Y qué decir de las esposas de los ancianos? ¿No merecen también nuestra consideración? Al fin y al cabo, ellas comparten a su esposo con la congregación, lo que a menudo requiere sacrificios de su parte. En ocasiones, los ancianos tienen que dedicar horas por la noche, que podrían pasar con su familia, a atender asuntos de la congregación. En muchas congregaciones las cristianas fieles están dispuestas a hacer esos sacrificios para que sus esposos puedan cuidar de las ovejas de Jehová (compárese con 2 Corintios 12:15).

18 ¿Cómo podemos demostrar que valoramos a estas fieles hermanas cristianas? No exigiendo demasiado de sus esposos. Y no olvidemos la fuerza que tienen las palabras sencillas de agradecimiento. Proverbios 16:24 dice: “Los dichos agradables son un panal de miel, dulces al alma y una curación a los huesos”. He aquí una experiencia. Una pareja casada se acercó a un anciano después de una reunión cristiana para hablarle sobre su hijo adolescente. Mientras el anciano conversaba con la pareja, su esposa lo aguardó pacientemente. Al terminar, la madre se acercó a la esposa del anciano y le dijo: “Quiero agradecerle el tiempo que su esposo se tomó para ayudar a mi familia”. Esas palabras de agradecimiento, sencillas y dulces, conmovieron a la esposa del anciano.

19. a) ¿Qué objetivos están cumpliendo fielmente los ancianos en conjunto? b) ¿Qué debemos estar resueltos a hacer todos nosotros?

19 La provisión de ancianos que se interesan por las ovejas constituye una de las ‘buenas dádivas’ de Jehová (Santiago 1:17). No, estos hombres no son perfectos; como todos nosotros, cometen errores (1 Reyes 8:46). Sin embargo, en conjunto, los ancianos de las congregaciones de todo el mundo están cumpliendo fielmente los objetivos que Jehová tenía presentes para ellos, a saber, reajustar, edificar, unificar y proteger al rebaño. Que todos los ancianos estén resueltos a seguir cuidando tiernamente a las ovejas de Jehová, demostrando de ese modo que son una dádiva, o bendición, para sus hermanos. Y que todos nosotros evidenciemos que valoramos las “dádivas en hombres” siendo obedientes y sumisos a ellas y teniéndoles consideración por su duro trabajo. Debemos estar muy agradecidos de que Jehová haya suministrado amorosamente a hombres que, en esencia, están diciendo a las ovejas: “Nuestra tarea es ayudarles a servir a Dios con gozo”.

¿Qué respondería usted?

◻ ¿Por qué es apropiado comparar la congregación a un cuerpo?

◻ ¿Cómo pueden los ancianos ayudar a sus hermanos a servir a Jehová con gozo?

◻ ¿Por qué no debemos solo obedecer, sino también ser sumisos a los que llevan la delantera?

◻ ¿De qué maneras podemos tener consideración a los ancianos?

[Ilustración de la página 16]

Ancianos, encomien a sus hermanos por la labor que realizan de toda alma

[Ilustración de la página 17]

Por su celoso ejemplo en el ministerio, los ancianos pueden ayudar a sus familiares y a otros hermanos a servir con gozo

[Ilustraciones de la página 18]

Valoramos a los ancianos que trabajan duro

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir