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  • Cuando las palabras se convierten en armas

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  • ¡Despertad! 1996
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¡Despertad! 1996
g96 22/10 págs. 3-4

Cuando las palabras se convierten en armas

“Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada.” (PROVERBIOS 12:18.)

“EMPEZÓ a las pocas semanas de habernos casado —dice Elaine—.a Comentarios crueles y denigrantes e intentos de humillarme. No podía competir con mi marido. Como era agudo de mente y de lengua, torcía y tergiversaba todo lo que yo decía.”

A lo largo de su vida matrimonial, Elaine se ha visto sometida a un tipo de maltrato insidioso que no deja cicatrices ni despierta mucha compasión. Lamentablemente, su situación no ha mejorado con el tiempo. “Ya llevamos más de doce años casados —dice—. No transcurre un día sin que me critique o se burle de mí con habla hiriente y vulgar.”

La Biblia no exagera cuando dice que la lengua puede ser “ingobernable y perjudicial” y estar “llena de veneno mortífero”. (Santiago 3:8; compárese con Salmo 140:3.) Esto es particularmente cierto en el matrimonio. “Quien dijo que ‘palos y piedras podrían romperme los huesos pero las palabras nunca me harían daño’ estaba completamente equivocado”, comenta una mujer casada llamada Lisa. (Proverbios 15:4.)

El marido también puede ser objeto de agresión verbal. “¿Se imagina lo que es vivir con una mujer que está llamándolo constantemente mentiroso, imbécil o cosas peores?”, pregunta Mike, cuyos cuatro años de matrimonio con Tracy están a punto de terminar en divorcio. “No me atrevo a repetir ante gente educada las cosas que me dice. Por eso no puedo hablar con ella y prefiero quedarme en el trabajo hasta tan tarde. Estoy mucho más tranquilo allí que en casa.” (Proverbios 27:15.)

Con razón el apóstol Pablo aconsejó a los cristianos: “Que se quiten toda [...] gritería y habla injuriosa”. (Efesios 4:31.) Pero ¿qué es “habla injuriosa”? Pablo la distingue de la “gritería” (griego, krau·gué), que tan solo denota alzar la voz. “Habla injuriosa” (griego, bla·sfe·mí·a) se refiere más bien al contenido del mensaje. Si este es tiránico, malicioso, degradante u ofensivo, sea que se profiera gritando o susurrando, se trata de habla injuriosa.

Hay palabras que hieren

El habla que siempre es hiriente debilita la unión matrimonial, tal como las olas del mar erosionan las rocas. “Cuanto más intensa y prolongada sea —escribe el doctor Daniel Goleman—, mayor es el peligro. [...] La crítica, el desprecio o la aversión habituales constituyen señales de peligro pues indican que, en su interior, la persona ya se ha formado una mala opinión de su cónyuge.” Como dice cierto libro, al disminuir el afecto, el marido y la mujer siguen “casados legalmente, pero no emocionalmente”. Y, con el tiempo, puede que incluso terminen divorciándose.

Pero el habla ofensiva no solo afecta la relación matrimonial. Un proverbio bíblico dice: “A causa del dolor del corazón hay un espíritu herido”. (Proverbios 15:13.) La tensión que genera recibir un aluvión constante de palabras hirientes puede debilitar mucho la salud. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Washington (E.U.A.) reveló que la mujer que es víctima de constantes injurias parece estar más propensa a los resfriados, problemas de vejiga, infecciones vaginales y trastornos gastrointestinales.

Muchas esposas que han aguantado maltrato físico y verbal dicen que las palabras pueden hacer más daño que los puños. “Los moretones causados por sus golpes desaparecían con el tiempo —dice Beverly—, pero jamás olvidaré las cosas horribles que decía sobre mi apariencia, mi forma de cocinar y mi manera de atender a los niños.” A Julia le pasa lo mismo. “Sé que parece un disparate —dice—, pero preferiría que me pegara, y así acabar de una vez, antes que aguantar ese tormento mental durante horas.”

Ahora bien, ¿por qué atacan e increpan algunos a la persona que decían amar? El siguiente artículo trata esta cuestión.

[Nota]

a Se han sustituido algunos nombres que aparecen en esta serie de artículos.

[Comentarios de la página 4]

“Preferiría que me pegara, y así acabar de una vez, antes que aguantar ese tormento mental durante horas”

“¿Se imagina lo que es vivir con una mujer que está llamándolo constantemente mentiroso, imbécil o cosas peores?”

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