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  • Siga sometiéndose al “espíritu [...] que es dador de vida”

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  • Siga sometiéndose al “espíritu [...] que es dador de vida”
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1987
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1987
w87 15/9 págs. 15-20

Siga sometiéndose al “espíritu [...] que es dador de vida”

“El espíritu es lo que es dador de vida; la carne no sirve para nada.” (JUAN 6:63.)

1. a) ¿Cómo ayuda Jehová a su pueblo a resistir la influencia del “aire” de este mundo? b) ¿Cómo nos ayudará a tener la inclinación mental apropiada el cultivo del fruto del espíritu de Dios?

TENER el espíritu santo de Jehová Dios es de importancia vital para resistir la influencia del “aire”, o las actitudes, de este mundo. (Efesios 2:1, 2.) También necesitamos la Biblia, que contiene los pensamientos de Dios escritos bajo la guía del espíritu santo. Y necesitamos una actitud de humildad cristiana, producida por el cultivo de los frutos del espíritu de Dios... “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio”. El apóstol Pablo instó: “Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal. Porque la carne está contra el espíritu en su deseo, y el espíritu contra la carne; porque estos están opuestos el uno al otro, de manera que las mismísimas cosas que ustedes quisieran hacer, no las hacen”. (Gálatas 5:16, 17, 22, 23.)

2. ¿Qué contraste existe entre lo que el espíritu de Dios produce y los resultados de adoptar “el espíritu del mundo”?

2 Pablo también escribió: “Nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente”. (1 Corintios 2:12.) El “aire”, o actitud mental, de este mundo mata, pero lo que Dios da por espíritu santo resulta en vida eterna a los que lo aceptan. Jesús dijo: “El espíritu es lo que es dador de vida; la carne no sirve para nada. Los dichos que yo les he hablado son espíritu y son vida”. (Juan 6:63.) Puesto que “la carne no sirve para nada”, necesitamos ayuda divina para vencer el pecado y resistir el espíritu del mundo.

3, 4. a) ¿Qué es la avidez, y cómo despierta ‘el gobernante del aire’ el deseo carnal de tener cosas materiales? b) ¿En qué sentido es idólatra el que se deja dominar por la avidez?

3 En el artículo anterior consideramos dos aspectos peligrosos del “aire” de este mundo: el jugar con lo inmoral y las modas impropias en el vestir y el arreglo personal. Pero hay muchos otros aspectos. Por ejemplo, la avidez, un intenso deseo egoísta de ventajas u objetos materiales, satura la atmósfera o ambiente de este mundo. ‘El gobernante del aire’ se ha encargado de que la propaganda y la publicidad de este mundo creen en uno un sentimiento de insatisfacción si no tiene una gran cantidad de posesiones materiales. Este aspecto del “aire” del mundo puede embriagarlo a uno con la idea de que estas son las cosas importantes de la vida. ¿Le ha afectado este “aire” materialista?

4 La Biblia dice: “Ningún fornicador, ni inmundo, ni persona dominada por la avidez —lo que significa ser idólatra— tiene herencia alguna en el reino del Cristo y de Dios”. (Efesios 5:5.) Note que la persona dominada por la avidez es en realidad un idólatra. Usted quizás piense: ‘Estoy seguro de que no llegaré al extremo de hacerme idólatra’. Pero ¿qué es idolatría? ¿No es poner otra cosa en el lugar de Jehová y su adoración, dar atención a tal objeto en vez de a Dios y su servicio? La avidez pudiera envolver lo que, para los efectos, fuera adoración del dinero y su poder e influencia. Si usted pone el obtener un nuevo automóvil, o un vídeo o cualquier otra cosa material por delante de aprovechar nuevas oportunidades en el servicio de Jehová, ¿no es eso prueba de que el “aire” de este mundo lo está afectando para su propio mal? ¿No se están convirtiendo en ídolos para usted las cosas materiales?

5. ¿De qué maneras está lleno de deseo egoísta de riquezas el “aire” de este mundo?

5 Si procura adelantar en su educación o busca un empleo lucrativo, ¿lo hace para enriquecerse y tener más ventajas materiales de las necesarias? ¿Le atraen los planes e intrigas que pudieran enriquecerlo rápidamente, y desea participar en ellos? El “aire” de este mundo está lleno de ese deseo egoísta de riquezas y de hacer trampas en el pago de los impuestos gubernamentales. En esa atmósfera florecen el juego de azar y actividades similares. No caiga en esa tentación. Los que evitan la influencia del “aire” cargado de avidez de este mundo descubren que la felicidad verdadera viene de estar contentos con las cosas necesarias y poner en primer lugar los intereses del Reino. (Mateo 6:25-34; 1 Juan 2:15-17.)

El uso correcto de la lengua

6. ¿Qué efecto pueden tener en nosotros como cristianos las costumbres mundanas respecto al habla?

6 ¿Qué se pudiera decir de nuestras costumbres relacionadas con el habla? Las obscenidades, las expresiones coléricas, la mentira... el “aire” de este mundo abunda en esa clase de contaminación del habla. Sin embargo, hasta el habla de algunos que se asocian con la congregación cristiana a veces refleja rudeza, hasta vulgaridad. Atinadamente, el discípulo Santiago nos dice: “De la misma boca salen bendición y maldición. No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera. La fuente no hace que lo dulce y lo amargo salgan burbujeando por la misma abertura, ¿verdad?”. (Santiago 3:10, 11.) ¿Se ha contagiado usted con parte del lenguaje vulgar del mundo? ¿Tiene dos vocabularios: uno para emplearlo entre cristianos, y otro para usarlo entre otras personas? Pablo escribió: “No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea bueno para edificación según haya necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes”. (Efesios 4:29.) ¡Cuán importante es usar lenguaje apropiado y limpio en todo tiempo!

7. ¿Qué abarca el que ‘desechemos la falsedad y hablemos la verdad’?

7 También tenemos que vigilar que siempre digamos la verdad. Realmente equivale a mentir el que nos expresemos tortuosamente o engañemos deliberadamente a otros para no llevar responsabilidad. Por eso, asegúrese de prestar atención a este consejo de Pablo: “Ahora que han desechado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo, porque somos miembros que nos pertenecemos unos a otros”. (Efesios 4:25; Proverbios 3:32.)

8. a) ¿Cómo actúan muchos mundanos cuando se les provoca? b) Si se nos provoca a la cólera, ¿qué debemos hacer?

8 El desfogar la cólera desenfrenadamente es otro aspecto del espíritu de este mundo. Muchos mundanos pierden fácilmente el dominio de sí mismos. Estallan de ira, y después se excusan diciendo que simplemente estaban desahogándose. Pero eso no fue lo que aconsejó Pablo, pues escribió: “Que se quiten toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa, junto con toda maldad”. (Efesios 4:31.) Pero ¿qué hay si la ira crece aunque estemos cultivando el autodominio y otros frutos del espíritu? “Estén airados, y, no obstante, no pequen —escribió Pablo—; que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado, ni dejen lugar para el Diablo.” (Efesios 4:26, 27.) Por eso, si se nos provoca y nos encolerizamos, debemos arreglar el asunto prontamente, antes de que el día termine. De otro modo, la amargura y el resentimiento empiezan a arraigarse en el corazón, y entonces es difícil desarraigarlos. ¡Luche contra respirar el “aire” envenenado de cólera y venganza de este mundo! (Salmo 37:8.)

9. ¿Qué actitudes son comunes en los empleados, y por qué deberíamos examinar nuestros hábitos de trabajo?

9 ¿Qué hay de sus hábitos de trabajo? Hoy día es común haraganear en el empleo y robar objetos que son propiedad del patrono. ¿Ha absorbido usted parte de este “aire”? ¿Se ha contagiado de la actitud de ‘hacer lo que todo el mundo hace’? Nunca olvide que nuestra labor como empleados cristianos afecta lo que otros opinan de Jehová y de su adoración verdadera. ¿Quisiera que alguien rechazara la verdad que un testigo de Jehová le llevara a su casa por la manera como usted actúa en su empleo? “El que hurta, ya no hurte más —dijo Pablo—, sino, más bien, que haga trabajo duro [...] para que tenga algo que distribuir a alguien que tenga necesidad.” (Efesios 4:28.)

10. En el trabajo seglar, ¿cómo podemos mostrar que no nos afecta el “aire” egoísta de este mundo?

10 Aunque hoy día es raro hallar la relación de amo y esclavo que existía en el primer siglo, los empleados cristianos pueden aprender una lección de lo que Pablo escribió a los esclavos cristianos en Efesios 6:5-8. Allí se dijo a los trabajadores que ‘fueran obedientes a las personas para quienes trabajaban, no simplemente por procurar agradar a los hombres, sino como esclavos de Cristo’. Por eso, el cristiano nunca debe manejárselas para no dar un día de trabajo completo o no suministrar los bienes o servicios que haya prometido. Si actuamos ‘como para Jehová’, tendremos la actitud correcta y no nos afectará el “aire” de egoísmo y pereza de este mundo.

Alimento, bebida y diversión

11. ¿Cómo afectó una actitud mundana hacia el alimento y la bebida a algunos del pueblo de Jehová de tiempos bíblicos?

11 ¿Le ha afectado el uso inmoderado de alimento y bebida del mundo? La actitud del mundo es ‘comamos, bebamos y alegrémonos, porque mañana quizás muramos’. (1 Corintios 15:32.) Y este espíritu ha afectado a siervos de Dios, aun desde la antigüedad. Recuerde la ocasión —allá en el desierto— en que los israelitas ‘se sentaron a comer y beber. Entonces se levantaron para divertirse’. (Éxodo 32:6.) Aquella ‘diversión’ condujo a un desenfreno de conducta relajada y a idolatría, de modo que la cólera divina ardió contra ellos. Nunca sigamos tal proceder. (1 Pedro 4:3-6.)

12. Si nuestros hábitos de comer y beber necesitan atención, ¿qué debemos hacer?

12 Jehová nos ha dado, en gran variedad, alimentos y bebidas que son deleitables, agradables a la vista y nutritivos, pero desea que los usemos con moderación. La Biblia condena la glotonería y la borrachera. (Proverbios 23:20, 21.) Por eso, sea honrado y pregúntese: ¿Puedo mejorar mis hábitos de comer y beber? Si necesita mayor dominio de sí mismo, reconózcalo y obre en armonía con sus oraciones por que el espíritu de Dios le ayude a resolver ese problema. “No anden emborrachándose con vino, en lo cual hay disolución, sino sigan llenándose de espíritu”, dijo Pablo. (Efesios 5:18.) Sí, ¡llénese del espíritu de Dios, y no ceda al espíritu desenfrenado de este mundo! “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10:31.) Sin embargo, si sus problemas persisten, busque la ayuda de hombres de madurez espiritual de la congregación. (Gálatas 6:1; Santiago 5:14, 15.)

13. a) ¿Cómo se ve que el Diablo ha corrompido gran parte de la diversión hoy? b) ¿Cómo podemos evitar la actitud mundana hacia la diversión?

13 Este mundo muestra demasiada afición a los deportes, la música y diversas formas de diversión. A menos que violen principios bíblicos, no es necesariamente malo disfrutar de estas cosas. Pero el problema es que Satanás, “el Príncipe del imperio del aire”, ha corrompido gran parte de la diversión de que se puede disfrutar hoy día. (Efesios 2:2, Biblia de Jerusalén.) Muchas veces se promueve la inmoralidad, se acepta tácitamente la violencia, y se pinta un cuadro de éxito logrado mediante engaño, fraude y hasta asesinato. Cuando observamos esto como entretenimiento, inhalamos estas actitudes hasta lo profundo de nuestro ser, y sus efectos tóxicos no pueden menos que causarnos daño. Además, hasta cuando algunas formas de diversión no estén condenadas por la Biblia, existe el peligro de aficionarnos a ellas, de modo que nos quede poco tiempo para actividades espirituales. Por eso, tenemos que seleccionar. Dedique tiempo a disfrutar con moderación de algún esparcimiento saludable y provechoso, pero evite imitar los excesos del mundo. Sea que el “aire” de este mundo tenga buen olor o un olor acre, ¡está contaminado y es mortífero! (Proverbios 11:19.)

El orgullo de raza: un viento nocivo

14. Respecto a problemas sociales, ¿cómo pudiera afectarnos el “aire” de este mundo?

14 Un aspecto algo sutil del “aire” de este mundo es el orgullo racial y nacional. Algunos promueven la idea errónea de que ciertas razas son superiores y otras inferiores. El nacionalismo anima a la gente a ver a su país nativo como superior a todos los demás. De hecho, muchos sufren innecesariamente y se ven privados de derechos humanos básicos y necesidades fundamentales debido al egoísmo y el prejuicio de otros. El resultado es resentimiento, hasta violencia. Muchos se levantan en rebelión y toman la justicia por sus manos, confiando en que pueden resolver los problemas sociales a su manera. Estas ideas pudieran afectarnos a nosotros también. Cuando observamos o padecemos injusticias y entonces oímos a los que abogan por el cambio social, si no tenemos cuidado pudiéramos vacilar bajo la influencia de esas personas. Pudiéramos empezar a abandonar nuestra neutralidad y ponernos de un lado o del otro. (Juan 15:19.) Más grave aún, pudiéramos sentir la tentación de participar en manifestaciones de piquetes, hacer campañas o recurrir a la violencia para lograr cambios a la fuerza.

15. ¿Qué proceder recomienda la Biblia si nos inclinamos a ‘vengarnos’?

15 Sentimientos raciales o nacionalistas pudieran afectar adversamente el espíritu de una congregación. (Compárese con Hechos 6:1-7.) Pero tendremos el espíritu correcto si escuchamos este consejo: “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová’”. (Romanos 12:18, 19.) Puesto que todas las razas han procedido de la primera pareja de humanos, y Dios no es parcial, no hay lugar para el orgullo de raza ni de nacionalidad en la congregación cristiana. (Hechos 10:34, 35; 17:26; Romanos 10:12; Efesios 4:1-3.)

Siga respirando el “aire” que da vida

16. ¿Qué ayuda tenemos para evitar que nos afecte el espíritu de este mundo?

16 Hemos considerado los principales rasgos mortíferos del “aire” o espíritu de este mundo. Ese “aire” nos rodea, y ejerce tan fuerte presión que, si permitimos que en nuestra espiritualidad se desarrolle un vacío, este “aire” contaminado se apresurará a llenarlo. El poder resistirlo con éxito depende en gran manera de cuánto amamos lo que es puro, limpio y justo, y odiamos lo que es impuro, inmundo e inicuo. Seguiremos respirando el “aire” apropiado si seguimos cultivando la actitud mental apropiada en respuesta a la dirección del espíritu santo de Jehová. (Romanos 12:9; 2 Timoteo 1:7; Gálatas 6:7, 8.)

17. ¿Qué debemos hacer inmediatamente si detectamos que nos llega parte del “aire” de este mundo?

17 De ningún modo deje que el “aire” contaminado de este mundo empiece a atraerle como un olor agradable. El gobernante de este “aire” sabe precisamente lo que se necesita para agradar a los sentidos y generar un deseo que suele conducir al pecado. (Santiago 1:14, 15.) Manténgase en la sección donde está “Prohibido fumar”, el paraíso espiritual de Jehová. Cuando detecte que le llega una bocanada del “aire” de este mundo, huya de ella. Evítela como evitaría un veneno mortífero. “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos. Por esta razón dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.” (Efesios 5:15-17.)

18. ¿Qué espíritu manifestarán los que tengan el privilegio de vivir en una Tierra limpiada?

18 Es la voluntad de Dios que le sirvamos como personas que mantienen su integridad. El hacer esto significará vida en Su nuevo sistema ahora muy cercano. En aquel tiempo, cuando respiremos el aire, ¡cuán refrescante será! No habrá sustancias contaminadoras mortíferas, sino aire puro, sustentador de la vida. Eso será cierto del aire físico y, más importante todavía, del espíritu de los que tengan el privilegio de vivir en la Tierra ya limpiada. Estas personas tendrán una actitud de obediencia, de humildad, de estar dispuestas a responder debidamente. El “aire” de este viejo mundo, lleno de influencias de rebeldía, corrupción e impiedad, se habrá ido. (Revelación 21:5-8.)

19. ¿Quiénes entrarán como sobrevivientes en el nuevo sistema de Jehová?

19 De seguro no queremos estar entre los que estén respirando el “aire” de este sistema cuando Jehová acabe tanto con la contaminación como con los contaminadores en Armagedón. Cuando el viejo mundo se haya ido y ‘el gobernante del aire’ haya sido encerrado en el abismo, ¡qué alivio habrá! Todo el que ama a Jehová y sigue amando lo que es limpio, decente y justo estará allí. Jehová los desea allí y los ayudará mediante su espíritu. Les dará vida eterna en un nuevo sistema limpio y saludable. ¡No nos perdamos este privilegio por respirar el “aire” mortífero de este viejo sistema!

¿Qué respuesta daría usted?

◻ ¿Cómo se convierte en idólatra la persona dominada por la avidez?

◻ ¿Cómo pudiera afectar sus hábitos del habla el “aire” de este mundo?

◻ ¿Qué espíritu deben reflejar los empleados cristianos mientras desempeñan su labor seglar?

◻ ¿Cómo puede usted evitar que le afecte la actitud mundana respecto a los alimentos, la bebida y la diversión?

◻ ¿Qué espíritu en cuanto a raza y nacionalismo no debe introducirse en la congregación cristiana?

[Fotografía en la página 16]

¿Tiene su familia la fuerza espiritual necesaria para resistir el “aire” de este mundo?

[Fotografía en la página 17]

Si actuamos ‘como para Jehová’, el “aire” de egoísmo y pereza de este mundo no nos afectará

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