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  • ¿Los ha llamado Dios a la paz?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
w88 1/11 págs. 26-30

¿Los ha llamado Dios a la paz?

“Si el incrédulo procede a irse, que se vaya; el hermano o la hermana no está en servidumbre en tales circunstancias; antes bien, Dios los ha llamado a ustedes a la paz.” (1 CORINTIOS 7:15.)

1. Bíblicamente, ¿cómo debe verse el matrimonio?

JEHOVÁ nunca se propuso que el matrimonio terminara en separación o divorcio dolorosos. El matrimonio habría de ser un enlace duradero que hiciera de los cónyuges “una sola carne” y redundara en gozo, descanso y paz. (Génesis 2:24; Rut 1:9.) En general las Escrituras aconsejan a los casados que permanezcan juntos, aunque uno de los cónyuges sea cristiano y el otro incrédulo. (1 Corintios 7:12-16.) Además, el que trata con traición a su cónyuge con el resultado de que se rompe el vínculo marital incurre en responsabilidad moral ante Dios, quien ‘odia un divorciarse’. (Malaquías 2:13-16.)

2. ¿Cómo consideran la separación y el divorcio los cristianos?

2 La imperfección humana y otros factores a veces han conducido a la separación o el divorcio hasta entre siervos bautizados de Dios. Sin embargo, debido a lo mucho que estiman los cristianos el matrimonio, por lo general estas medidas solo se toman después de esfuerzos persistentes por mantener unido el matrimonio. A este respecto, Dios mismo da el ejemplo supremo. Como “dueño marital” del antiguo Israel, él aguantó siglos de terquedad, rebelión y adulterio espiritual por su pueblo. (Isaías 54:1-5; Jeremías 3:14-17; Oseas 1:10, 11; 3:1-5.) Solo después que los israelitas se hicieron incorregibles los rechazó Jehová como nación. (Mateo 23:37, 38.)

3. a) ¿Qué razones bíblicamente permisibles pudieran llevar a un cristiano a separarse de su cónyuge? b) ¿Qué circunstancias hacen posible un divorcio bíblico?

3 Puede ser que a veces algunos cristianos acudan a los ancianos de la congregación por ayuda respecto a problemas maritales graves. Los ancianos no están autorizados para decirle a nadie que deje a su cónyuge o se divorcie de él, pero pueden señalar a lo que la Palabra de Dios dice sobre estos asuntos. Como lo muestra el artículo anterior, la separación es permisible bíblicamente cuando de propósito no se provee el sustento, o cuando hay abuso físico extremo o peligra por completo la espiritualidad del cónyuge cristiano. También se ha indicado que puede haber divorcio bíblico con la posibilidad de casarse después con otra persona si un cónyuge ha cometido “fornicación”, lo que abarca varias formas de relaciones sexuales inmorales. (Mateo 19:9.) Naturalmente, no se debe pensar en la separación ni en el divorcio como algo inevitable, puesto que quizás sea posible restaurar la paz en el matrimonio; el cónyuge inocente puede hasta perdonar el adulterio u otras formas de fornicación. (Mateo 5:31, 32; compárese con Oseas 3:1-3.)

4. a) Dé un resumen breve de lo que Pablo dijo a los cristianos casados en 1 Corintios 7:10-16. b) ¿Cuándo se puede decir: “Dios los ha llamado a ustedes a la paz”?

4 Como señalamos en el artículo anterior, el apóstol Pablo instó a los cristianos casados a no abandonar a su cónyuge. (1 Corintios 7:10-16.) En vista de las palabras de Pablo, si un cónyuge incrédulo opta por permanecer con su cónyuge cristiano, el creyente debería tratar de ayudarle en sentido espiritual. (1 Pedro 3:1-4.) Su conversión contribuiría mucho a que hubiera descanso y paz en el hogar. Sin embargo, si el incrédulo presenta tan vigorosas objeciones a la fe de su cónyuge creyente que finalmente opta por separarse, ¿qué puede hacer el cristiano? Si el cristiano tratara de obligar al cónyuge a permanecer con él, el incrédulo pudiera hacer tan desagradable la situación que privara totalmente de paz al cristiano. Por eso, en el interés de la paz, el creyente puede dejar que el incrédulo se vaya. (Mateo 5:9.) Solo cuando un cónyuge incrédulo se va, puede decirse: “Dios los ha llamado a ustedes a la paz”. Estas palabras no pueden usarse correctamente para justificar la separación de dos cónyuges cristianos sobre una base no bíblica o de poco peso.

5. ¿Qué preguntas merecen nuestra consideración ahora?

5 Toda separación o divorcio tiene sus factores individuales, y no hay ninguna “fórmula” que abarque todo caso. Pero ¿a qué problemas pudiera enfrentarse el cristiano separado o divorciado? ¿Qué pudiera hacer al respecto? ¿Y cómo pueden otros dar ayuda?

Necesidades emocionales o sexuales

6. Respecto a problemas, ¿qué se puede decir de la separación o el divorcio?

6 Algunos problemas se resuelven cuando hay una separación o un divorcio con base bíblica. Pero básicamente esas medidas resultan en cambiar un conjunto de problemas por otro. Por ejemplo, una cristiana divorciada dijo: “Tengo que dar gracias a Jehová por la paz que tengo ahora”. Pero admitió: “No se me hace fácil criar a los hijos sola. Y a veces siento mucha soledad y depresión. Hasta en lo referente a lo sexual no es fácil. Una tiene que ajustarse a una vida totalmente diferente”a.

7. ¿Por qué debería el cristiano pensar cuidadosamente en las consecuencias de la separación o el divorcio?

7 Si el cristiano tiene opción, entonces debería pensar cuidadosamente en las posibles consecuencias de la separación o el divorcio. Por ejemplo, considere las necesidades emocionales, quizás el deseo femenino de la compañía masculina. (Compárese con Génesis 3:16.) Puede que la divorciada tenga grandes esperanzas de volver a casarse. Algunas desean verse libres de un matrimonio que les trae penalidades, pero ¿están dispuestas a aceptar la posibilidad de que quizás no tengan oportunidad de volver a casarse?

8. a) En vista de 1 Corintios 7:11, ¿qué deben considerar, con oración, los cristianos separados? b) ¿A qué necesidades no debe restárseles importancia cuando se considera la separación o el divorcio?

8 Pablo escribió: “Si de hecho se fuera, que permanezca sin casarse, o, si no, que se reconcilie con su esposo”. (1 Corintios 7:11.) Con algún esfuerzo, una mujer puede ‘reconciliarse’ con su esposo. Si dos cónyuges cristianos se han separado, entonces deben considerar seriamente la reconciliación y orar al respecto. Además, no deben pasar por alto el hecho de que los impulsos sexuales pudieran presentar un peligro. ¿Cómo los vería Dios si, por no haberse reconciliado, cayeran en inmoralidad? La experiencia de una bautizada ilustra este peligro. Después de divorciarse, empezó a concertar citas con un mundano, pronto quedó encinta, y fue expulsada de la congregación. Aunque después fue restablecida, su experiencia recalca la necesidad de ejercer cautela y de confiar, con oración, en Jehová para no ‘pecar contra Dios’. (Génesis 39:7-12.) También es obvio que no deben minimizarse las necesidades emocionales ni las sexuales cuando se empieza a considerar la separación o el divorcio.

Cómo aliviar la soledad

9. ¿Cómo pudiéramos ayudar a los cristianos separados o divorciados a combatir la soledad?

9 Si no se puede evitar la separación o el divorcio, habrá que afrontar los problemas resultantes. Por ejemplo, la soledad es un problema grave para algunos cristianos que se han separado o divorciado. ¿Qué pueden hacer otros en cuanto a esto? Pues bien, los ancianos de la congregación y otras personas pueden mostrar interés espiritual en ellos, y procurar animarlos. (Compárese con 1 Tesalonicenses 5:14.) Entre otras cosas, a veces pudiéramos invitar a estas personas y a sus hijos a nuestro hogar para una comida modesta y conversación edificante con nuestra familia. No es necesario preparar un gran banquete, porque “mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio”. (Proverbios 15:17.) La noche de la comida pudieran relatarse experiencias agradables del ministerio, o el grupo pudiera estudiar junto en preparación para una reunión cristiana.

10, 11. a) ¿De qué otras maneras se puede ayudar a un cristiano separado o divorciado? b) ¿Qué razón hay para cautela?

10 También puede aliviar la soledad del padre o la madre que se ha divorciado el pedirle a esa persona que ella y sus hijos participen con la familia de uno en el ministerio del campo. Por supuesto, ninguna otra persona puede ocupar el lugar del padre o la madre que falta, pero una cristiana divorciada dijo: “Algo que me ha sido muy útil en la difícil tarea de criar a mis hijos sin su padre en la casa ha sido la ayuda que en compensación práctica se han esforzado por darme ancianos y siervos de la congregación”.

11 Sin embargo, hay razón para ejercer cautela. Una hermana confesó: “Puesto que mi hijo no tiene ahora un padre que lo atienda, un hermano, con gran bondad, se interesó en ayudarle. [...] Yo empecé a notar lo bondadoso y generoso que él era con mi hijo, y empecé a sentir deseos incorrectos respecto a aquel hermano. Fue como en el caso de David, que desarrolló un deseo incorrecto por algo que no era suyo”. (2 Samuel 11:1-4.) Aunque no hubo un caso de cometer inmoralidad sexual, esta cristiana se avergonzó de lo que pensaba y de sus flirteos, procuró el perdón de Jehová y rompió su asociación con aquel hermano. ¡Qué clara ilustración de que es necesario rechazar los deseos incorrectos y ‘abstenerse hasta de la apariencia del mal’! (1 Tesalonicenses 5:22, Nácar-Colunga; Gálatas 5:24.)

12. ¿Qué acción positiva pudiera aliviar la soledad de algunos?

12 Algo que puede aliviar la soledad es hacer bien a otros. “Si una se ocupa en extender su ayuda a otras personas, no le queda lugar para estar compadeciéndose de sí misma ni sentirse sola”, dijo una hermana que ya no vivía con su cónyuge. Ese ‘extenderse’ hacia otros por una persona separada o divorciada podría incluir invitar a una familia a su hogar para una noche de asociación edificante en sentido espiritual. Si esto rara vez es posible por razones financieras o de otra índole, uno pudiera visitar y estimular a los enfermos o a otras personas. También pudiera ayudar a los de edad avanzada a efectuar sus compras o diversas tareas. Dé de sí en esta forma y verá más prueba de que “hay más felicidad en dar que en recibir”. (Hechos 20:35.)

13. ¿De qué otra manera puede combatirse la soledad?

13 También ayuda a combatir la soledad el tomar la iniciativa de ir regularmente con sus compañeros de creencia a predicar el Reino. “Es verdad que a veces me siento sola por no tener un esposo —admite una hermana—, pero porque estoy más activa en el servicio del campo y puedo asociarme con los hermanos y las hermanas debido a mi nueva libertad, eso no ocurre con frecuencia ni dura mucho.” La testificación regular de casa en casa puede conducir a revisitas y estudios bíblicos en los hogares de los que muestran interés en la verdad, y algunos de estos quizás lleguen a ser siervos dedicados de Jehová. Por supuesto, no participamos en el ministerio con el fin de combatir la soledad, pero ese puede ser uno de los efectos de esta actividad gozosa y bendita. (Proverbios 10:22.)

14. ¿Qué actividades deberían ser beneficiosas a los cristianos separados o divorciados?

14 Todo el pueblo de Jehová puede beneficiarse espiritualmente de participar en el ministerio, en las reuniones cristianas y en ‘buscar primero el Reino’. (Mateo 6:33.) Puesto que estas actividades sanas tienen excelente efecto en los siervos de Jehová en general, también pueden edificar a los cristianos separados o divorciados. No, estas actividades no van a resolver todos los problemas de esas personas, pero deberían mejorar su punto de vista.

La oración y su papel vital

15. ¿Qué papel puede desempeñar la oración en la vida de los que tienen que reajustarse a la soltería?

15 A una cristiana que tuvo que ajustarse de nuevo a la soltería le fue útil también “seguir ocupada en el servicio del campo [...] y visitar a los enfermos, a los de edad avanzada y a los inactivos”. Pero añadió: “Siempre que me aflige la soledad, voy a visitar a otros y oro por fortaleza, pues sé que Satanás está muy ocupado”. Sí, la oración sincera es vital si uno quiere mantenerse íntegro ante Dios. Entre las cosas que los cristianos separados o divorciados pueden pedir a Dios está el espíritu de Jehová y su fruto de autodominio para mantener controlados los impulsos sexuales. (Lucas 11:13; Gálatas 5:22, 23; Colosenses 3:5, 6.) Además, puesto que el tomar las decisiones que antes tomaba un esposo puede presentarles problemas a algunas mujeres separadas o divorciadas, puede que también tengan que orar a Dios por ayuda para tomar decisiones sabias y enfrentarse a diversas pruebas. (Santiago 1:2-8.)

16. Respecto a la separación o el divorcio, ¿qué se pudiera decir sobre los sentimientos de culpa?

16 A veces sucede que ciertos sentimientos de culpa molestan. Una cristiana admitió: “La culpa que una siente por divorciarse, aunque no sea la culpable, puede ser arrolladora”. Por supuesto, se comprende que haya sentimientos de culpa si la separación o el divorcio ocurrieron debido a que uno o una, sin buena razón para ello, rehusó cumplir con sus obligaciones maritales. (1 Corintios 7:3-5.) Pero si la separación o el divorcio ocurrieron debido a una razón bíblica y después de haber meditado y haber orado sobre el asunto, sería apropiado orar por la ayuda de Jehová para combatir los sentimientos de culpa injustificados. Aquí sería apropiado mencionar también que los ancianos de la congregación deben cerciorarse de dar consejo fundado en la Biblia y no presentar su consejo de tal manera que el cristiano se sienta culpable por obtener o permitir una separación o un divorcio bíblicamente permisible.

Nos guarda “la paz de Dios”

17. ¿Qué puede ayudar a todo cristiano a ser feliz y estable en este mundo perturbado?

17 Por lo general los cristianos separados o divorciados tienen problemas singulares. Pero hasta cierto grado “las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la asociación de [nuestros] hermanos en el mundo”. (1 Pedro 5:6-11.) Por ejemplo, la persecución afecta a todos los que sirven a Jehová, y la mayoría de los cristianos afrontan problemas financieros o de salud, desilusiones, tentaciones, y así por el estilo. Por lo tanto, como otros testigos de Jehová, el cristiano separado o divorciado tiene que seguir satisfaciendo sus necesidades espirituales mediante estudiar la Biblia, asistir con regularidad a las reuniones, participar activamente en el ministerio del campo, llevar una vida equilibrada de servicio sagrado y orar constantemente para permanecer allegado a Jehová. (Mateo 5:3.) El no hacer eso pudiera poner en peligro la espiritualidad de cualquier cristiano, mientras que el ‘buscar primero el Reino’ da a cada leal testigo de Jehová una notable medida de felicidad y estabilidad en este mundo perturbado.

18. ¿Qué preguntas y medidas merecen seria consideración por los cónyuges cristianos separados?

18 Nuestra estabilidad espiritual depende de que personalmente apliquemos la Palabra de Dios. Por lo tanto, si usted es un cristiano que se ha separado de su cónyuge que también está dedicado a Dios, ¿ha tomado a pecho el consejo de Pablo en 1 Corintios 7:10-16? Particularmente si ustedes han estado separados ya por algún tiempo, usted debería considerar con oración sincera la posibilidad de una reconciliación. También pudiera preguntarse: ¿Qué espera Jehová de mí como persona casada? ¿No deberían conformar su vida a los requisitos divinos para los casados los cónyuges cristianos? ¿Pudiera ser que no estemos recibiendo la bendición de Jehová por no haber honrado nuestros votos matrimoniales? Tan solo piense en el bien que pudiera lograrse si consideraran su situación humildemente, oraran con sinceridad y se esforzaran diligentemente por aplicar la Palabra de Dios a su vida. ¡Qué excelente sería el que usted y su cónyuge resolvieran sus problemas maritales y de nuevo disfrutaran de la vida juntos en un hogar de descanso y paz!

19. Según Filipenses 4:6, 7, ¿de qué cosa preciosa puede disfrutar todo siervo de Jehová?

19 Todos los siervos fieles de Jehová necesitan algo precioso de que pueden disfrutar: “la paz de Dios que supera a todo pensamiento”. Como cristianos, podemos tener esta preciosa paz si prestamos atención a las palabras de Pablo: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6, 7.)

20. a) ¿Qué es “la paz de Dios”? b) Sea cual sea nuestro estado respecto al matrimonio, ¿qué debemos hacer?

20 Esa paz es una tranquilidad y calma que Dios da, hasta en medio de las circunstancias más penosas. Viene de una relación estrecha con Jehová y del conocimiento de que hacemos lo que le agrada. Los que poseen “la paz de Dios” permiten que Su espíritu los mueva, y la ansiedad no los agobia. ¿Por qué? Porque saben que nada les sucederá si no es por permiso divino. (Efesios 4:30; compárese con Hechos 11:26.) Por eso, seamos solteros o casados, separados o divorciados, atesoremos “la paz de Dios”. Y tengamos la misma confianza que tuvo David, quien declaró: “En paz ciertamente me acostaré y también dormiré, porque tú, sí, tú solo, oh Jehová, me haces morar en seguridad”. (Salmo 4:8.)

[Nota a pie de página]

a Para una consideración sobre familias con uno solo de los padres, sírvase ver La Atalaya del 1 de febrero de 1981, páginas 14-27.

¿Qué respuesta daría usted?

◻ ¿En qué circunstancias se puede decir: “Dios los ha llamado a ustedes a la paz”?

◻ ¿Cómo puede aliviarse la soledad?

◻ ¿Qué papel debe desempeñar la oración en la vida del cristiano separado o divorciado?

◻ ¿Cómo definiría usted “la paz de Dios” que guarda el corazón de los siervos de Jehová que son solteros, casados, separados o divorciados?

[Fotografía en la página 29]

La oración puede dar a todo cristiano fiel “la paz de Dios” que guardará su corazón y sus facultades mentales

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