Asamblea de Distrito “Mensajeros de la paz de Dios” de 1996
1 El programa de la asamblea de distrito de este año nos ayudará a conservar la paz que Dios nos da, y explicará cómo podemos ayudar a otras personas a hallar dicha paz. Como se anunció en Nuestro Ministerio del Reino de enero de 1996, el título será “Mensajeros de la paz de Dios”. ¿Ha hecho planes para no perderse nada del programa?
2 Asamblea de tres días: Estamos seguros de que este año disfrutaremos plenamente de la asamblea y volveremos a casa con fuerzas renovadas. (2 Cró. 7:10.) El programa también será de tres días. ¿Ha pedido ya el tiempo necesario de su trabajo para asistir a toda la asamblea? Las primeras asambleas comenzarán antes de finalizar el curso escolar. ¿Ha informado respetuosamente a los profesores de sus hijos que estos faltarán a clase el viernes debido a tan importante aspecto de su formación religiosa?
3 La Atalaya del 15 de febrero de 1996 suministra una lista de las fechas y los lugares de las 198 asambleas que se celebrarán en el territorio de la sucursal estadounidense. Para este tiempo, el secretario de la congregación ya habrá informado a cuál les corresponde asistir. Además de asambleas en inglés, habrá en chino, coreano, español, francés, griego, italiano, japonés, lenguaje de señas americano, portugués, tagalo y vietnamita.
4 El programa comenzará los tres días a las 9.30 de la mañana, y terminará el domingo aproximadamente a las 4.00 de la tarde. Las puertas se abrirán a las 8.00. Solo se permitirá la entrada antes de esa hora a quienes tengan algún trabajo asignado, pero no podrán reservar asientos hasta que se abran las puertas del local para todos. ¿Manifestaremos bondad a nuestros hermanos de más edad y enfermos dejando libres los asientos de las zonas mejor situadas y más cómodas? Recordemos que “el amor [...] no busca sus propios intereses”. (1 Cor. 13:4, 5; Fili. 2:4.)
5 ¿Aguzaremos nuestros sentidos? Después de citar las palabras de Proverbios 27:17, “con hierro, el hierro mismo se aguza”, La Atalaya del 15 de agosto de 1993 hizo esta observación: “Somos como herramientas que hay que afilar cada cierto tiempo. En vista de que amar a Jehová y tomar decisiones acordes con nuestra fe implica ser diferentes del mundo, siempre tenemos que seguir, por decirlo así, una senda distinta a la de la mayoría”. ¿Cómo poner en práctica este consejo?
6 Somos, y debemos seguir siendo, diferentes del mundo. Con ese fin, tenemos que librar una lucha constante para continuar mostrando que somos celosos de obras excelentes. (Tito 2:14.) Por esa razón, el artículo antes citado de La Atalaya, añadió: “Cuando estamos en la compañía de los que aman a Jehová, nos aguzamos unos a otros: nos incitamos al amor y a las obras excelentes”. La asamblea de distrito es una de las provisiones procedentes de Jehová que nos ayudan a conservar nuestra agudeza espiritual. No podemos permitirnos perder nada del programa.
7 El sabio escuchará: Escuchar es un arte que debe cultivarse. Se dice que la persona de término medio recuerda solo la mitad de lo que oye, sin importar cuánta atención le parezca que está poniendo. Como vivimos en una era llena de distracciones, puede que a veces se nos haga difícil concentrarnos por largos períodos de tiempo. ¿Por qué no tratamos de aumentar nuestra capacidad de concentración, especialmente cuando nos sentamos en un gran auditorio para escuchar a alguien discursar? ¿Podríamos resumir el programa de cada día al regresar a casa? ¿Cómo podemos mejorar nuestra capacidad de escuchar y prestar atención a cada porción del programa de la asamblea?
8 Es esencial tener interés, pues sin él no funciona bien el don divino de la memoria. Así es, cuanto más se interesa alguien en un tema, más fácil le resulta recordar los puntos principales de un discurso o una sección del programa. Con todo, mucho depende de que prestemos más de la acostumbrada atención a las cosas que tenemos el privilegio de oír en las asambleas de distrito. El interés sincero y la atención a las porciones del programa tiene repercusión en nuestra condición espiritual ahora y en nuestras perspectivas para el futuro. En las asambleas aprendemos los caminos de Jehová y recibimos instrucciones para realizar una obra que salva vidas. (1 Tim. 4:16.) Somos como un barco zarandeado por una tempestad, cuya firme ancla esperanzadora son las promesas de Jehová. Si alguien no prestara atención a los programas cristianos y dejara que su mente divagase, se perdería consejo e instrucciones vitales que pudieran salvarle de naufragio espiritual. (Heb. 2:1; 6:19.)
9 En muchos lugares del mundo, donde asistir a las reuniones supone un gran esfuerzo físico para nuestros hermanos, es maravilloso observar lo absortos que están en las asambleas. Pero en otras partes hay quienes provocan distracción dando vueltas por el local durante las sesiones; otros llegan tarde. En algunas asambleas ha resultado difícil escuchar los primeros minutos del programa debido a la cantidad de gente que deambula por los pasillos laterales y posteriores. Por lo general no se trata de hermanos que estén trabajando o de madres que estén atendiendo a sus pequeños. Gran parte del bullicio lo ocasionan personas que charlan. Este año el Departamento de Acomodadores pondrá más atención a este problema; se espera que todos nos sentemos cuando el presidente nos invite a hacerlo. Se agradecerá mucho su cooperación al respecto.
10 ¿Qué recomendaciones nos ayudarán a estar más atentos al programa de la asamblea y retener más de la información que se presente? Merece repetirse lo que se ha dicho en años anteriores: a) No perdamos de vista el motivo principal de ir a la ciudad donde se celebra la asamblea: escuchar y aprender, no divertirnos. (Deut. 31:12.) De modo que procuremos descansar lo suficiente por la noche. Si llegamos muy cansados a la asamblea, será difícil que nos concentremos. b) Lleguemos con suficiente tiempo para estacionar el auto y sentarnos antes de que empiece el programa. Si buscamos asiento apresuradamente en el último minuto, nos perderemos parte de la introducción. c) Tomemos apuntes breves de las ideas principales; hacer demasiadas anotaciones impediría que escucháramos bien. Si nos concentramos demasiado en lo que estamos escribiendo, perderemos otras ideas. d) Al introducirse cada porción, estemos pendientes de lo que viene. Preguntémonos: ‘¿Qué puedo aprender de esta parte del programa para aumentar mi aprecio y mi amor por Jehová? ¿Cómo puede ayudarme esta información a manifestar más de lleno la nueva personalidad? ¿Cómo me ayudará a mejorar en el ministerio?’.
11 Conducta que adorna nuestro ministerio: Pablo animó a Tito a ser “ejemplo de obras excelentes”. Tito ayudaría a otros a ‘adornar en todas las cosas la enseñanza de nuestro Salvador, Dios’ mostrando incorrupción en su enseñanza. (Tito 2:7, 10.) Cada año se nos recuerda amablemente por qué es tan importante la conducta piadosa al ir hacia la asamblea y al regresar, en nuestra estancia en hoteles y restaurantes y durante la asamblea misma. El año pasado volvimos a escuchar comentarios animadores que nos gustaría relatar.
12 El gerente de un hotel dijo: “Siempre es un placer alojar a los Testigos, pues son pacientes, cooperadores y vigilan a sus hijos”. Un recepcionista dijo que su trabajo “es mucho más sencillo al tratar con los Testigos porque, aunque tengan que hacer fila, siempre son educados, pacientes y comprensivos”. A una mujer de Nueva Inglaterra le impresionó tanto la conducta de los jóvenes Testigos que se hospedaban en el hotel, que pidió publicaciones acerca de nuestra organización.
13 Por otro lado, es necesario mejorar en algunos aspectos. He aquí algunas observaciones que se han enviado a la Sociedad. Un superintendente viajante informó que los hijos de los hermanos necesitan más supervisión en los hoteles. Se ha visto a algunos corriendo por los pasillos, subiendo y bajando en los ascensores, haciendo mucho ruido en la piscina y quedándose en ella más tiempo del que se permite, con lo cual han perturbado el descanso de otros huéspedes. Tenemos que enseñar a nuestros hijos a entender que la conducta cristiana no se limita a ciertas horas ni termina cuando salimos de la asamblea. Debe durar las veinticuatro horas del día. Nuestra conducta en el hotel, en los restaurantes y en la calle debe ser tan respetable como durante las sesiones, cuando nos sentamos con nuestros hermanos para recibir la enseñanza de Jehová. (Isa. 54:13; 1 Ped. 2:12.)
14 También quisiéramos hacerles un pequeño recordatorio en cuanto a las propinas. Los camareros, botones y otras personas con empleos similares dependen de las propinas para ganarse la vida. (Véase ¡Despertad! del 22 de junio de 1986, págs. 24 a 27.)
15 Aunque ya no se sirve alimento en las asambleas, sigue habiendo muchos gastos relacionados con el alquiler del local, el estacionamiento y diversos asuntos; nuestras donaciones voluntarias cubren estos gastos. Una hermana que llegó a la asamblea con sus hijos adolescentes tenía poco dinero. No obstante, ella y sus hijos hicieron una pequeña contribución. Lo que decida cada quien es asunto personal, pero sabemos que se apreciarán estos recordatorios. (Hech. 20:35; 2 Cor. 9:7.)
16 Se nos reconoce por el modo de vestir: Nuestro modo de vestir revela mucho en cuanto a nosotros y nuestra actitud para con los demás. En la escuela o el trabajo muchos adolescentes y adultos se ven rodeados de modas estrafalarias y descuidadas. Con el paso de los años, los estilos de ropa se vuelven más extremados, incluso escandalosos. Si no tenemos cuidado, podríamos ceder fácilmente a la influencia de nuestros coetáneos mundanos y llegar a vestir como ellos. Muchos de estos estilos no son apropiados para nuestras reuniones de adoración. Una nota que se recibió después de una de las asambleas del año pasado expresó agradecimiento por el programa, pero añadió: “Me pregunté por qué tantas jóvenes llevaban vestidos cortos, con mucho escote y grandes aberturas en las faldas”. Nuestro deseo debe ser vestir de una manera digna de ministros cristianos tanto en la asamblea como después del programa. Por ello conviene tener presente en todo momento el consejo del apóstol Pablo de que los cristianos se engalanen con “vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio”. (1 Tim. 2:9.)
17 ¿Quién determina lo que es ropa modesta y ‘bien arreglada’? La modestia implica “recato, decencia”. El diccionario también define modestia como “sencillez, falta de lujo”. Aunque ni la Sociedad ni los ancianos fijan reglas sobre el modo de vestir y arreglarse, ¿no es cierto que un cristiano debería tener bien claro qué estilos de ropa son inmodestos e indecentes? (Compárese con Filipenses 1:10.) La manera de arreglarnos y de vestir no debe atraer indebidamente la atención. Nuestra apariencia debe ser agradable, no mundana ni ofensiva. Dado que somos ministros de las buenas nuevas, vestirnos y arreglarnos bien mientras estamos en la sede de la asamblea honra a Jehová y habla bien de la organización. Por tanto, esperamos que los padres pongan el ejemplo y se aseguren de que sus hijos vistan correctamente para la ocasión. Los ancianos, además de poner un buen ejemplo también, deben ofrecer consejo bondadoso cuando sea necesario.
18 Hoteles: Ya hemos mencionado las observaciones de algunos empleados de hoteles que se impresionaron al ver que los hermanos fueron pacientes, educados y cooperadores. Sigamos manifestando estas cualidades cristianas si es necesario hacer fila para registrarnos. Agradecemos que los hoteles hayan cooperado con la Sociedad al proveer habitaciones a un precio asequible. Aunque tal vez estemos cansados por el viaje, no olvidemos tratar con amabilidad a los empleados del hotel. De este modo quizá haya quienes se sientan motivados a examinar la verdad más a fondo. Sírvase repasar Nuestro Ministerio del Reino de enero de 1996, donde hallará más información sobre el alojamiento en hoteles. Además, recuerde que no debe cocinarse en las habitaciones del hotel a menos que estas dispongan de cocinas para tal propósito.
19 Cámaras, videocámaras y grabadoras: Se permite el uso de cámaras y otros aparatos de grabación con tal de que mostremos consideración por los demás. Si nos movemos de un lado a otro sacando fotografías durante las sesiones, no solo distraeremos a otros que tratan de escuchar, sino que nosotros mismos nos perderemos parte del programa. Por lo general, nos beneficiamos más de la asamblea cuando prestamos mucha atención a los oradores y tomamos apuntes breves. Quizá grabar el programa sea útil para algún hermano, o hermana, que esté confinado en casa, pero no para nuestro uso personal, porque es posible que cuando volvamos a casa después de haber grabado muchas horas de programa no dispongamos de tiempo para repasar casi nada. Recordemos también que ningún aparato debe conectarse a la red eléctrica o al sistema de sonido, ni debe estorbarse el tránsito en los pasillos ni la visión de los demás.
20 Asientos: Seguimos notando mejoría con relación a reservar asientos. El año pasado, la mayoría siguió la instrucción de que SOLO SE PERMITE APARTAR ASIENTOS PARA LOS MIEMBROS DE SU FAMILIA CERCANA Y PARA QUIEN VIAJE EN EL AUTOMÓVIL CON USTED. Probablemente notó que hubo menos problemas debido a que muchos siguieron estas claras instrucciones. Lo que es más importante, su obediencia fue del agrado de Jehová y del “esclavo fiel”, que dispensa el alimento espiritual. (Mat. 24:45.)
21 Cada vez hay más hermanos que tienen necesidades especiales debido a su salud. Algunos van a la asamblea en silla de ruedas y precisan del cuidado de sus familiares. Otros tienen que tomar medicamentos debido a males crónicos, como problemas cardíacos o convulsiones. Ciertamente es conmovedor ver a estos queridos hermanos y hermanas en la asamblea, resueltos a no perderse nada del alimento espiritual. No obstante, a veces ha surgido el problema de que algunos se han sentido mal durante la asamblea y no han contado con la ayuda de familiares ni hermanos de su congregación. En algunos casos ha sido necesario que la administración de la asamblea llame a algún servicio médico de urgencia para llevar al hermano al hospital. La responsabilidad de atender a los enfermos crónicos recae principalmente en los familiares y parientes cercanos. El departamento de Primeros Auxilios de la asamblea no puede atender a los enfermos crónicos. Si un familiar suyo precisa de cuidados especiales, asegúrese de no dejarlo solo por si se presenta alguna emergencia. Además, no habrá habitaciones especiales en las asambleas para quienes padezcan alergias que les impidan sentarse en la sección normal de asientos. Los ancianos deben estar al tanto de si alguien de su congregación tiene necesidades especiales debido a su salud y hacer preparativos con tiempo para que se le atienda.
22 Alimento durante la asamblea: Se han recibido muchos comentarios positivos acerca de las ventajas de llevar nuestra comida. Un hermano escribió: “Veo claramente un enorme beneficio espiritual. Podemos dedicar todo ese tiempo y energía a asuntos espirituales. No he oído ni un solo comentario negativo”. Una hermana escribió: “Ustedes nos animan con el ejemplo a examinarnos individualmente como cristianos para buscar maneras de simplificar nuestra vida y aumentar nuestra actividad teocrática”. Un superintendente viajante escribió lo siguiente acerca del sistema anterior de suministrar alimento: “El método anterior hacía que muchos hermanos se perdieran todo el programa de la asamblea”. Con respecto al alimento que llevaron los hermanos, un anciano escribió: “Comieron lo necesario sin tener que hacer fila para conseguirlo”. Por último, otra hermana escribió: “El ambiente después de las sesiones era pacífico y tranquilo, con cierto aire de alegría”. En efecto, cada cual llevó suficiente alimento para el día. Muchos comentaron que así tuvieron más tiempo para hablar con los hermanos.
23 Este año tampoco habrá servicio de alimentación. Dedique unos minutos a repasar el párrafo 26 del suplemento de Nuestro Ministerio del Reino de mayo de 1995, donde encontrará ideas sobre comida práctica y nutritiva para la asamblea. Recuerde que no deben introducirse en el local envases de vidrio ni bebidas alcohólicas. Si es necesario, puede llevar una nevera pequeña, siempre y cuando quepa debajo del asiento. Tenga presente que hay suficiente tiempo al mediodía para comer y beber lo que lleve. Al igual que en las reuniones de nuestro Salón del Reino, nos abstendremos de comer durante las sesiones de la asamblea. De este modo mostramos respeto por la provisión para adorar a Dios y recibir alimento espiritual.
24 Pronto comenzarán las Asambleas de Distrito “Mensajeros de la paz de Dios”. ¿Ha hecho ya los preparativos para asistir y está listo para disfrutar de tres días de compañerismo alegre y bendiciones espirituales? Pedimos sinceramente a Jehová que bendiga el esfuerzo que usted haga para asistir a la asamblea este verano.
[Recuadro de la página 6]
Recordatorios sobre la asamblea de distrito
Bautismo: Quienes vayan a bautizarse deben estar sentados en la sección designada antes de que empiece la sesión matinal del sábado. Se ha observado que algunos han llevado atuendo que no dignifica la ocasión, sino que la desvirtúa. Todo el que vaya a bautizarse debe llevar un traje de baño modesto y una toalla. Los ancianos de congregación que repasen las preguntas del libro Nuestro ministerio con quienes deseen bautizarse, se asegurarán de que los hermanos entienden estas instrucciones. Después del discurso de bautismo y la oración del discursante, el presidente de la reunión dará instrucciones breves a los que van a bautizarse e invitará al auditorio a entonar un cántico. Al concluir la última estrofa, los acomodadores dirigirán a quienes van a bautizarse al lugar de inmersión. Puesto que el bautismo en símbolo de la dedicación es un asunto personal e íntimo entre el individuo y Jehová, no deben efectuarse bautismos en grupo, aquellos en que dos o más personas se abrazan o se toman de las manos mientras son bautizadas.
Tarjetas de solapa: Sírvanse usar las tarjetas de solapa de 1996 durante la asamblea y en los viajes de ida y vuelta a esta. A menudo ello nos permite dar un buen testimonio mientras viajamos. Las tarjetas y los portatarjetas deben obtenerse en la congregación, pues no podrán conseguirse en la asamblea. No espere a pedir las tarjetas de su familia hasta que falten unos días para el comienzo de la asamblea. No se olvide de llevar su Directriz Médica actualizada.
Alojamiento: Pedimos que todos cooperen usando ÚNICAMENTE la relación de alojamientos que suministra la asamblea. Si pasamos por alto esta instrucción de la Sociedad y reservamos alguna habitación en un hotel que no está en la lista, o pagamos más de lo estipulado en uno que sí esté incluido, socavamos el arduo trabajo de los hermanos que negociaron con los hoteles para conseguir los mejores precios. SI TIENE PROBLEMAS EN UN HOTEL, no dude en llamar al supervisor del Departamento de Alojamiento de la asamblea para que él le ayude a resolverlos prontamente. Los secretarios de las congregaciones deben cerciorarse de que los formularios Special Needs Room Request se envíen sin dilación a la dirección de la asamblea correspondiente. Si tiene que cancelar el alojamiento que reservó por medio del formulario antes mencionado, debe notificarlo de inmediato, ya sea al amo de casa o al hotel y al Departamento de Alojamiento de la asamblea, para que pueda reasignarse la habitación.
Cochecitos de niños y sillas plegables: En la mayoría de las localidades no se permiten los cochecitos para bebés en los lugares para reuniones públicas. Los reglamentos contra incendios prohíben dejarlos en los pasillos o entre las filas de los asientos. Puesto que las multitudes pueden causar congestiones, estos cochecitos no solo son peligrosos para el bebé, sino también para cualquier persona que tropiece con ellos. Por consiguiente, no los lleve al lugar de asamblea. Ahora bien, sí se permiten las sillas que se usan en los autos, ya que estas pueden fijarse en los asientos al lado de los padres. Tampoco pueden usarse sillas plegables, pues son peligrosas y están prohibidas en los lugares públicos grandes. Agradecemos su cooperación al respecto.
Servicio voluntario: En vista de que ya no hay servicio de alimentos, los muchos hermanos voluntarios que anteriormente trabajaban en ese departamento están en posición de servir en otros trabajos. ¿Puede usted dedicar un tiempo durante la asamblea para colaborar en algún departamento? Servir a los hermanos, aunque sea por unas cuantas horas, será de gran ayuda y le proporcionará mucha satisfacción. Si le es posible servir, preséntese en el Departamento de Servicio Voluntario de la asamblea. Los menores de 16 años también pueden cooperar trabajando bajo la supervisión de alguno de sus padres o de otro adulto.
Unas palabras de advertencia: Manténgase alerta a los posibles problemas para ahorrarse sinsabores innecesarios. Con frecuencia ladrones e individuos sin escrúpulos se aprovechan de las personas que están lejos de su hogar. Asegúrese de que su vehículo esté cerrado con llave en todo momento y nunca deje a la vista objetos que tienten a alguien a robarlos. Los ladrones y los carteristas buscan las grandes concentraciones. No sería prudente dejar cosas valiosas en el asiento. No hay seguridad de que todos los que están a nuestro alrededor sean cristianos. ¿Por qué presentarles una tentación? Nos hemos enterado de que personas ajenas a la asamblea han intentado atraer a niños hacia fuera del lugar de asamblea. MANTENGA A SUS HIJOS A LA VISTA EN TODO MOMENTO.
Los servicios de televisión y vídeo que ofrecen algunos hoteles y moteles presentan con frecuencia programas obscenos y pornográficos. Cuídese de este lazo y no permita que los pequeños tengan acceso al televisor sin supervisión.
No llame ni escriba a la gerencia del lugar en que se realizará la asamblea para pedir información sobre esta. Si los ancianos no tienen los datos que usted necesita, escriba a la dirección de cualquier oficina de asamblea que se encuentre al dorso del formulario de alojamiento para quienes tienen necesidades especiales; un formulario de estos se coloca en el tablero de anuncios de la congregación.