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  • La dedicación y la libertad de elección

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  • La dedicación y la libertad de elección
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1998
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1998
w98 15/3 págs. 12-17

La dedicación y la libertad de elección

“Para tal libertad Cristo nos libertó.” (GÁLATAS 5:1.)

1. ¿A qué se aplican principalmente las palabras hebreas y griegas que se traducen “dedicación”, “inauguración” y “consagración”?

LOS escritores de la Biblia utilizaron diversas palabras hebreas y griegas a fin de transmitir la idea de ser destinado o apartado para servir para un propósito sagrado. En las Biblias en español estas palabras se traducen por términos como “dedicación”, “inauguración” y “consagración”. En ocasiones se utilizan con relación a edificios, por lo general el templo de Dios de la antigua Jerusalén y la adoración que se rendía en él. Rara vez se emplean con referencia a asuntos civiles.

Dedicación al “Dios de Israel”

2. ¿Por qué se podía llamar correctamente a Jehová “el Dios de Israel”?

2 En el año 1513 a.E.C., Dios liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto. Poco después los apartó como su pueblo especial y los introdujo en una relación de pacto consigo. Les dijo: “Ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí” (Éxodo 19:5; Salmo 135:4). Dado que Jehová había hecho de los israelitas su propiedad especial, podía llamársele correctamente “el Dios de Israel” (Josué 24:23).

3. ¿Por qué no manifestó Jehová parcialidad al escoger a Israel como su pueblo?

3 Jehová no fue parcial cuando hizo de los israelitas su pueblo dedicado, pues amorosamente tuvo en cuenta también a quienes no formaban parte de Israel. Dio las siguientes instrucciones a su pueblo: “En caso de que un residente forastero resida contigo como forastero en la tierra de ustedes, no deben maltratarlo. El residente forastero que reside como forastero con ustedes debe llegar a serles como natural suyo; y tienes que amarlo como a ti mismo, porque ustedes llegaron a ser residentes forasteros en la tierra de Egipto. Yo soy Jehová el Dios de ustedes” (Levítico 19:33, 34). Siglos más tarde, Dios inculcó firmemente su manera de pensar en el apóstol Pedro, quien reconoció: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto” (Hechos 10:34, 35).

4. ¿Qué condiciones regulaban la relación entre Dios e Israel, y vivieron los israelitas de acuerdo con ellas?

4 Observe, asimismo, que para ser el pueblo dedicado de Dios se ponía una condición. Serían su “propiedad especial” solo si obedecían estrictamente la voz de Dios y guardaban su pacto. Lamentablemente, los israelitas no cumplieron estos requisitos. Tras rechazar al Mesías, a quien Dios envió en el siglo I E.C., perdieron su posición privilegiada. Jehová dejó de ser “el Dios de Israel”, y los israelitas naturales, su pueblo dedicado (compárese con Mateo 23:23).

Dedicación del “Israel de Dios”

5, 6. a) ¿Qué quiso decir Jesús con sus palabras proféticas que hallamos en Mateo 21:42, 43? b) ¿Cuándo y cómo llegó a existir el “Israel de Dios”?

5 ¿Significó lo antedicho que Jehová iba a estar entonces sin un pueblo dedicado? No. Citando del salmista, Jesucristo predijo: “¿Nunca han leído en las Escrituras: ‘La piedra que los edificadores rechazaron es la que ha llegado a ser la principal piedra angular. De parte de Jehová ha venido a ser esto, y es maravilloso a nuestros ojos’? Por eso les digo: El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos” (Mateo 21:42, 43).

6 La ‘nación que produciría sus frutos’ resultó ser la congregación cristiana. Durante su estancia en la Tierra, Jesús seleccionó a los primeros miembros futuros de esa nación. Pero en el día de Pentecostés de 33 E.C., fue Jehová Dios mismo quien fundó la congregación cristiana derramando Su espíritu santo sobre los primeros miembros de esta, que ascendían a unos ciento veinte (Hechos 1:15; 2:1-4). Como escribió el apóstol Pedro tiempo después, esta congregación recién formada se convirtió entonces en “una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial”. ¿Escogida con qué fin? Para que “[declararan] en público las excelencias de aquel que los [había llamado] de la oscuridad a su luz maravillosa” (1 Pedro 2:9). Los seguidores de Cristo, ungidos con el espíritu de Dios, eran entonces una nación dedicada, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16).

7. ¿De qué iban a disfrutar los miembros del Israel de Dios, y qué se les dijo, por tanto, que evitaran?

7 Aunque los miembros de la nación santa eran “un pueblo para posesión especial”, no se les había de esclavizar. Al contrario, iban a disfrutar de una libertad mayor que la que había poseído la nación dedicada del Israel natural. Jesús prometió a los futuros miembros de esta nueva nación: “Conocerán la verdad, y la verdad los libertará” (Juan 8:32). El apóstol Pablo señaló que a los cristianos se les había liberado de los requisitos del pacto de la Ley. En este sentido, advirtió a sus compañeros de creencia de Galacia: “Para tal libertad Cristo nos libertó. Por lo tanto, estén firmes, y no se dejen restringir otra vez en un yugo de esclavitud” (Gálatas 5:1).

8. ¿En qué sentido ofrece el sistema cristiano una libertad mayor que la que se experimentaba bajo el pacto de la Ley?

8 A diferencia del Israel natural de tiempos antiguos, hasta el presente el Israel de Dios ha obedecido estrictamente los requisitos de su dedicación, lo cual no debe sorprender, pues sus miembros optan libremente por obedecer. En tanto que los israelitas naturales estaban dedicados en virtud de su nacimiento, en el caso de los que pertenecen al Israel de Dios ha sido por elección. El sistema cristiano se contrapone así al pacto de la Ley judía, que imponía la dedicación a las personas sin permitirles libertad de elección.

9, 10. a) ¿Cómo indicó Jeremías que habría un cambio respecto a la dedicación? b) ¿Por qué diría usted que no todos los cristianos dedicados de hoy son miembros del Israel de Dios?

9 El profeta Jeremías predijo un cambio respecto a la dedicación cuando escribió: “‘¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente celebraré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto; no uno como el pacto que celebré con sus antepasados en el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, “el cual pacto mío ellos mismos quebrantaron, aunque yo mismo los poseía como dueño marital”, es la expresión de Jehová.’ ‘Porque este es el pacto que celebraré con la casa de Israel después de aquellos días —es la expresión de Jehová—. Ciertamente pondré mi ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré. Y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo’” (Jeremías 31:31-33).

10 Al tener la ley de Dios “dentro de ellos”, escrita, por decirlo así, “en su corazón”, quienes componen el Israel de Dios se sienten motivados a vivir en conformidad con su dedicación. Su motivación es más fuerte que la de los israelitas naturales, quienes estaban dedicados por nacimiento, no por elección. Hoy día, más de cinco millones de compañeros de adoración de todo el mundo sienten la misma motivación intensa de hacer la voluntad divina que siente el Israel de Dios. Ellos también han dedicado su vida a Jehová Dios para hacer Su voluntad. Si bien estas personas no comparten la esperanza del Israel de Dios de vivir en el cielo, les alegra la perspectiva de vivir para siempre en la Tierra bajo la gobernación del Reino celestial de Dios. Manifiestan su aprecio por el Israel espiritual ayudando activamente a los pocos que quedan a cumplir su asignación de “[declarar] en público las excelencias de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa”.

Empleo sabio de la libertad que Dios concede

11. ¿Con qué capacidad se creó al hombre, y cómo debe utilizarse?

11 Dios creó a los seres humanos para que tuvieran en gran estima la libertad. Les concedió libre albedrío. El primer matrimonio humano se valió de su libertad de elección. No obstante, con imprudencia y falta de amor, tomaron una decisión que los llevó al desastre a ellos y a su prole. De todas formas, este incidente demuestra con claridad que Jehová nunca obliga a las criaturas inteligentes a emprender un derrotero contrario a sus motivos o deseos internos. Y ya que “Dios ama al dador alegre”, la única dedicación que él acepta es la que se basa en el amor, la que se hace por voluntad propia y con alegría, que se fundamenta en la libertad de elección (2 Corintios 9:7). Toda otra clase de dedicación es inaceptable.

12, 13. ¿Cómo sirve de modelo el caso de Timoteo para la educación apropiada de los hijos, y cómo han seguido su ejemplo muchos jóvenes?

12 Con pleno reconocimiento de este requisito, los testigos de Jehová abogan por la dedicación de la persona a Dios, pero jamás coaccionan a nadie para que se dedique, ni siquiera a sus propios hijos. A diferencia de muchas iglesias, los Testigos no bautizan a sus hijos cuando son bebés, como si fuera posible forzarlos a dedicarse sin el beneficio de la elección personal. El modelo que dan las Escrituras es el que siguió el joven Timoteo. Cuando este ya era adulto, el apóstol Pablo le dijo: “Continúa en las cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer, sabiendo de qué personas las aprendiste, y que desde la infancia has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la salvación mediante la fe relacionada con Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:14, 15).

13 Es de interés que Timoteo conocía los santos escritos porque se los habían enseñado desde la infancia. Su madre y su abuela le habían persuadido, no obligado, a creer las enseñanzas cristianas (2 Timoteo 1:5). Como consecuencia, Timoteo vio la sabiduría de convertirse en un seguidor de Cristo y así tomó la decisión personal de dedicarse como cristiano. En nuestros tiempos, decenas de miles de jóvenes de ambos sexos cuyos padres son testigos de Jehová siguen ese ejemplo (Salmo 110:3). Otros no lo han hecho. Es una cuestión de elección personal.

¿De quién decidiremos ser esclavos?

14. ¿Qué nos dice Romanos 6:16 sobre la libertad absoluta?

14 Ningún ser humano es completamente libre. Las leyes físicas restringen la libertad de todo el mundo, como es el caso de la ley de la gravedad, que no puede pasarse por alto con impunidad. En sentido espiritual tampoco hay nadie completamente libre. Pablo razonó de este modo: “¿No saben que si siguen presentándose a alguien como esclavos para obedecerle son esclavos de él porque le obedecen, ya sea del pecado con la muerte en mira o de la obediencia con la justicia en mira?” (Romanos 6:16).

15. a) ¿Qué piensan las personas de ser esclavas, pero qué acaba haciendo la mayoría? b) ¿Qué preguntas pertinentes podríamos hacernos?

15 A la mayoría de las personas, la idea de ser esclavas les parece desagradable. No obstante, la realidad es que en el mundo actual, muchas veces se dejan manipular e influir de tantas maneras sutiles, que terminan haciendo involuntariamente lo que los demás desean. Por ejemplo, la industria de la publicidad y el mundo del entretenimiento tratan de uniformar a las personas y fijan normas que ellas han de seguir. Las organizaciones políticas y religiosas hacen que la población apoye sus ideas y objetivos, no siempre mediante argumentos convincentes, sino muchas veces apelando al sentido de la solidaridad o la lealtad. Dado que Pablo observó que ‘somos esclavos de aquellos a quienes obedecemos’, todos hacemos bien en preguntarnos: “¿De quiénes soy esclavo? ¿Quiénes son los que más influyen en mis decisiones y en mi modo de vivir? ¿Son acaso los ministros religiosos, los cabecillas políticos, los magnates económicos o las personalidades del mundo del entretenimiento? ¿A quién obedezco: a Dios, o a los hombres?”.

16. ¿En qué sentido son esclavos de Dios los cristianos, y cuál es la manera apropiada de ver esa esclavitud?

16 Los cristianos no consideran que la obediencia a Dios sea una violación injustificada de la libertad personal. Por voluntad propia hacen uso de su libertad del mismo modo que su Modelo, Jesucristo, y conforman sus deseos y prioridades personales a la voluntad de Dios (Juan 5:30; 6:38). Cultivan “la mente de Cristo” y se someten a él como Cabeza de la congregación (1 Corintios 2:14-16; Colosenses 1:15-18). Esta relación se parece mucho a la de la mujer que se casa y con gusto colabora con el hombre al que ama. De hecho, al cuerpo de cristianos ungidos se le compara a una virgen casta prometida en matrimonio al Cristo (2 Corintios 11:2; Efesios 5:23, 24; Revelación [Apocalipsis] 19:7, 8).

17. ¿En qué han decidido convertirse todos los testigos de Jehová?

17 Todos los testigos de Jehová, independientemente de que su esperanza sea celestial o terrestre, se han dedicado personalmente a Dios para hacer Su voluntad y obedecerle como Gobernante. Para todos los Testigos, la dedicación ha significado la elección personal de convertirse en esclavos de Dios en lugar de continuar siendo esclavos de los hombres, lo cual está en conformidad con el consejo del apóstol Pablo: “Ustedes fueron comprados por precio; dejen de hacerse esclavos de los hombres” (1 Corintios 7:23).

Aprendamos a beneficiarnos a nosotros mismos

18. ¿Cuándo llena los requisitos para el bautismo un posible Testigo?

18 Antes de que una persona pueda convertirse en testigo de Jehová, ha de reunir unos requisitos bíblicos. Los ancianos son cautelosos al decidir si un posible Testigo verdaderamente comprende las implicaciones de la dedicación cristiana. ¿De verdad desea ser testigo de Jehová? ¿Está dispuesto a vivir de acuerdo con lo que implica? Si no es así, no reúne las condiciones para el bautismo.

19. ¿Por qué no hay razón para criticar a quien decide hacerse siervo dedicado de Dios?

19 Ahora bien, si una persona satisface todos los requisitos, ¿por qué debe criticársela por tomar voluntariamente la decisión personal de dejarse influir por Dios y Su Palabra inspirada? ¿Acaso es menos aceptable dejarse influir por Dios que por los hombres? ¿O es de menos provecho? Los testigos de Jehová no lo creen así. Concuerdan sinceramente con las palabras de Dios que Isaías puso por escrito: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar” (Isaías 48:17).

20. ¿En qué sentidos libera la verdad bíblica a las personas?

20 La verdad bíblica libera a las personas de creer en doctrinas religiosas falsas, como la del tormento eterno en el infierno (Eclesiastés 9:5, 10). En lugar de eso, llena su corazón de gratitud por la verdadera esperanza para los muertos: la resurrección, que es posible en virtud del sacrificio de rescate de Jesucristo (Mateo 20:28; Hechos 24:15; Romanos 6:23). La verdad bíblica libera a las personas de las frustraciones de confiar en las promesas políticas, que invariablemente no se cumplen. En vez de eso, hace que su corazón rebose de gozo por saber que el Reino de Jehová ya gobierna en los cielos y que dentro de poco gobernará sobre toda la Tierra. La verdad bíblica libera a las personas de prácticas que, si bien atraen a la carne caída, deshonran a Dios y pasan una enorme factura en la forma de relaciones rotas, enfermedades y muerte prematura. En resumen: ser esclavo de Dios es muchísimo más provechoso que ser esclavo de los hombres. De hecho, la dedicación a Dios promete beneficios “en este período de tiempo [...] y en el sistema de cosas venidero vida eterna” (Marcos 10:29, 30).

21. ¿Cómo ven la dedicación a Dios los testigos de Jehová, y cuál es su deseo?

21 Los testigos de Jehová del presente no entran a formar parte de una nación dedicada por nacimiento, como fue el caso de los israelitas de tiempos antiguos. Forman parte de una congregación de cristianos dedicados. Todo Testigo bautizado ha llegado a ser tal haciendo uso individualmente de la libertad de elección al dedicarse. De hecho, para los testigos de Jehová, la dedicación resulta en una afectuosa relación personal con Dios caracterizada por un servicio de buen grado a él. Desean de todo corazón mantener esta gozosa relación, apegándose para siempre a la libertad para la cual Jesucristo los libertó.

¿Qué contesta usted?

◻ ¿Por qué no fue parcial Dios al escoger a Israel como su “propiedad especial”?

◻ ¿Por qué diría usted que la dedicación cristiana no implica una pérdida de libertad?

◻ ¿Cuáles son los beneficios de dedicarse a Jehová Dios?

◻ ¿Por qué es mejor ser siervo de Jehová que esclavo de los hombres?

[Ilustración de la página 15]

En el Israel antiguo, la dedicación a Dios dependía del nacimiento

[Ilustración de la página 16]

La dedicación cristiana es una cuestión de elección

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