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Seamos testigos para Jehová y no nos cansemosLa Atalaya 1989 | 15 de diciembre
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8. a) ¿Qué impulsó a Pablo a escribir su carta a los hebreos? b) ¿En qué aspecto de su carta vamos a concentrar la atención, y por qué?
8 Alrededor del año 61 E.C. Pablo había sido encarcelado en Roma, pero estaba enterado de lo que les ocurría a sus hermanos que vivían en Jerusalén. Por lo tanto, bajo la dirección del espíritu de Jehová, escribió su oportuna carta a los hebreos. Esa carta está llena de interés amoroso por sus hermanas y hermanos hebreos. Pablo sabía que necesitaban que se les fortaleciera su fe y confianza en Jehová como su Ayudante. Entonces podrían ‘correr con aguante la carrera puesta delante de ellos’ y decir con confianza: “Jehová es mi ayudante; no tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre?”. (Hebreos 12:1; 13:6.) Queremos concentrar la atención ahora en este aspecto de la carta de Pablo a los hebreos (Heb capítulos 11-13). ¿Por qué? Porque la situación a que se encararon aquellos cristianos primitivos es igual a la que afrontan los testigos de Jehová hoy día.
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Seamos testigos para Jehová y no nos cansemosLa Atalaya 1989 | 15 de diciembre
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11. ¿Cómo podemos beneficiarnos hoy de la “nube de testigos que nos cerca”?
11 Después del relato acerca de aquellos hombres y mujeres fieles, Pablo dice: “Pues, entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos que nos cerca, quitémonos nosotros también todo peso, y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros”. (Hebreos 12:1.) Aunque ahora duermen en el sepulcro, ¿están vivos en nuestro pensamiento aquellos fieles testigos ejemplares? ¿Conoce usted lo suficiente acerca de ellos y de sus experiencias como para contestar que sí? Esta es una de las muchas recompensas de estudiar la Biblia con regularidad y usar todos nuestros sentidos para vivir las experiencias emocionantes de esta “nube de testigos”. En verdad el tomar a pecho su ejemplo de fidelidad nos ayudará en gran manera a vencer cualquier debilidad en nuestra fe. Esto, a su vez, permitirá que demos testimonio de la verdad con denuedo, sin temor, en toda circunstancia. (Romanos 15:4.)
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