La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yéarbook” para 1950 (en inglés)
COLOMBIA
Ha habido mucho tumulto en este país durante los últimos años, y esto quizá explique por qué la gente ya presta oído al mensaje consolador de la verdad. Cierto es que la organización católica no le ha traído al país la paz, el contento y la prosperidad. Por otra parte, los testigos de Jehová siguen el avance con el mismo mensaje de siempre, a saber, “El reino de los cielos se ha acercado.” Nuestras fuerzas misioneras han disminuído en Colombia, pues varios hermanos salieron del país y ha sido imposible reemplazarlos hasta ahora, debido a lo difícil que ha sido conseguir las visas para que entren otros misioneros. Sin embargo, la Sociedad acaba de recibir aviso de que el gobierno de Colombia ha concedido permiso para la entrada al país de otros cinco graduados de Galaad, quienes ayudarán a los que todavía siguen allí diligentes en su servicio al pueblo. Los hermanos allí han tenido unas experiencias muy interesantes durante el año, que han contribuído mucho al entusiasmo por la obra, y probablemente han servido para ayudar a alcanzar el promedio de 97 publicadores durante el año. Tenemos esperanzas bien fundadas de alcanzar todavía más expansión durante 1950 y sinceramente esperamos que se pueda cimentar el aumento ya logrado y aun avanzar. Nos presenta noticias interesantes el siervo de Sucursal en su informe, el cual sigue.
“La expansión que se esperó tan largo tiempo en Colombia por fin se manifestó en 1949. Una tendencia marcada de avance se manifestó en la obra al final del año de servicio de 1948, haciendo contraste con el anterior avance lento, y alcanzó un punto animador, proporcionando a los publicadores el goce por los privilegios que se derraman sobre los siervos del Señor por el mundo entero en estos días en que la verdad se extiende. Apenas empezó el año de servicio, cuando llegó a Colombia un representante especial de Bróoklyn, quien visitó a cuatro de las compañías y señaló el punto débil en la organización de servicio, a saber, falta de iniciativa para impulsar a las personas de buena voluntad a dar el paso progresivo de empezar en el servicio en el campo.
“Fueron múltiples las experiencias durante el año, pero sólo unas cuantas se pueden relatar. Servirán de ejemplo de las bendiciones de que gozan los hermanos que han permanecido en la obra en este país y que ahora cosechan una felicidad espiritual muy amplia. En Barranquilla un vendedor de billetes de lotería obtuvo revistas y libros de los publicadores que trabajaban en las calles. Era católico sincero; pero como deseaba saber lo que dice la Biblia, empezó a asistir a las reuniones en el Salón del Reino, atravesando a pie distancias largas para hacerlo. Dió a los hermanos su dirección pero antes de que ellos le pudieran visitar, encontró a un publicador que estaba dando el testimonio de casa en casa, y él, en lugar de seguir el viaje a su casa para merendar, se ocupó de enterarse de cómo se desempeña la obra del campo, no solamente con la observación, sino ‘ayudando’ al publicador a explicar el mensaje. Comenzando con el domingo siguiente destinó los domingos por la mañana para participar en el testimonio en grupo. Antes de haberse terminado los seis meses de publicación anterior a la carrera de precursor, su solicitud estaba ya en la oficina de la sucursal; y al indicar el registro que había sido buen publicador por seis meses, fué nombrado al servicio de precursor como representante de la Sociedad. La madre de este precursor le había advertido que si la Biblia entraba a la casa, él tenía que salir. ¿Podrá usted adivinar el resultado? Sí, ahora tanto la madre como la esposa y el hermano son publicadores del Reino.
“Al término del año, se celebró un bautismo en Barranquilla con 12 candidatos y 38 concurrentes. ¡Qué gusto dió ver a 50 publicadores en un solo grupo, muchos por primera vez, dirigiéndose todos a una aldea cercana, para darles a sus habitantes las buenas nuevas del reino de Dios!
“Un publicador nuevo, cuyo entusiasmo desbordaba, acompañó a uno de los graduados de Galaad a visitar a una persona de buena voluntad recientemente encontrada. El nuevo publicador no pudo contenerse, sino que preguntó a la persona que visitaban cuándo iba a participar en la testificación. Se ha notado que la gente de aquí puede hablar con toda franqueza a sus paisanos y que no les cae mal. Publicadores celosos colombianos han sido un verdadero factor para empujar el avance durante el año.
“‘Seis años en una iglesia protestante no me han enseñado tanto como este libro (“La Verdad Os Hará Libres”),’ dijo un hombre de buena voluntad a un publicador cuando se le hizo la primera revisita. ‘Asista usted a nuestras reuniones en el Salón del Reino el domingo por la tarde,’ dijo el misionero. Asistió. Al anunciarse la obra de testimonio en grupo, preguntó si él les podría acompañar. ¿Por qué no? Desde entonces ha sido publicador regular y un poco después fué bautizado.
“Hace cosa de un año se colocó un libro con un negociante. Se inició un estudio con él y tomaron parte también sus cuatro hermanas. La política y la verdad no se llevan bien y él pronto abandonó el estudio. Mas, las hermanas siguieron y tres de ellas llegaron a ser publicadoras y fueron bautizadas. Puesto que tantos de la familia eran publicadores, antes de mucho tiempo el hermano empezó a estudiar otra vez y esta vez no se desvió sino que entró plenamente en el servicio y fué bautizado, junto con la cuarta hermana.
“Uno de los misioneros pasó sus vacaciones con un publicador aislado casi cien kilómetros río arriba en el interior. De 58 hogares en la pequeña aldea colocó literatura en todos menos dos. Más tarde 152 se congregaron al lado de una iglesia católica en construcción para oír un discurso público. Al saber de la actividad cristiana en la aldea, en la cual no se había podido mantener una iglesia, dos seudocristianos, con sus hábitos negros y acompañados de unas monjas ‘hermanas’, regresaron a la aldea para combatir la verdad publicada por los testigos de Jehová. Fué poco el éxito que lograron en su campaña de cambiar tratados católicos por los que publica la Sociedad de la Watch Tówer. Tampoco surtió efecto sobre el humilde pueblo de El Mamón la celebración de una misa diaria. Por fin se retiraron los religiosos, regresando a las comarcas de las cuales habían venido, y luego arrojaron su propaganda por medio de una hoja mensual denominada La Cruz. Dos meses después se organizó una compañía de tres publicadores para ayudar a las personas de buena voluntad en esa área.
“Es verdaderamente maravilloso ver cómo la mano del Señor sostiene a su pueblo y cómo éste reconoce la Señal, por aislada que sea su morada. Un ebanista obtuvo un libro en Bogotá pero después de unos cuantos estudios tuvo que salir de la capital. Después de una ausencia de muchos meses llegó a la Sucursal una carta de este cordero extraviado, expresando su deseo de obtener literatura y Biblias para poder seguir predicando en la ciudad donde estaba. Durante un año, sin tener contacto con la organización, había estudiado solo, y se había equipado con conocimiento; estaba convencido de la verdad y ahora ardía con el impulso de comunicarla a los demás. Dos visitas subsecuentes por el siervo de Sucursal le ayudaron a progresar en el servicio en esa ciudad, la cual se considera la más fanática del país. Cosa de dos años antes dos mujeres evangelistas fueron apedreadas y echadas de la ciudad. Ahora que otra persona también ha emprendido el servicio al lado de este publicador aislado, parece que está por formarse otra compañía en Colombia.”
COSTA RICA
Los testigos de Jehová en el pequeño país centroamericano de Costa Rica de hecho han alabado más y más al Señor durante el último año de servicio. Hace dos años lograron un aumento del 41 por ciento en el número de publicadores y ahora, durante el año de servicio de 1949 el aumento fué del 48 por ciento. En otras palabras, tienen un promedio de 307 más publicadores que toman parte activa en las actividades del Reino este año que el año pasado. Este aumento maravilloso no vino fácilmente sino que se debió al esfuerzo constante de los siervos maduros del Señor, los precursores, los graduados de Galaad y los siervos de circuito, pues todos ellos hicieron su parte en la obra. Hace justamente seis años que los primeros graduados de Galaad entraron a San José, Costa Rica, y empezaron sus actividades misioneras. Durante este período corto, es evidente que el Señor ha bendecido sus esfuerzos celosos y ahora se ha alcanzado un máximum de 1,069 publicadores. No cabe duda de que la gente del país y especialmente los religiosos han notado estos aumentos y que los que se oponen al Reino de Dios han estallado en guerra contra los testigos de Jehová y han intentado parar la obra. Pero el Señor conoce a sus “ovejas” y las encontrará y las llevará al redil. El informe del siervo de Sucursal de Costa Rica sostiene bien este punto y él relata muchas experiencias felices que les han causado gozo a los hermanos allí.
“Durante la revolución de diciembre, en Liberia en la provincia de Guanacaste, los ‘pastores’ del rebaño huyeron para salvar su vida; mas los fieles precursores especiales radicados allí siguieron con su predicación y como resultado algunos del rebaño llegaron a comprender que en lugar de haber sido alimentados, se les había trasquilado. Cuando los predicadores evangélicos regresaron encontraron que algunas de sus ovejas se habían extraviado. Luego iniciaron una campaña de casa en casa en contra de los precursores y cuando encontraron a una de las hermanas, con rigor le prohibieron dirigir estudios con sus miembros. Al escribir a la oficina acerca del asunto, la hermana dijo: ‘Ellos visitan a todos nuestros estudios y le dicen a la gente que somos los testigos del Diablo y que no deben de escuchar nuestras doctrinas. Pero eso justamente revela a los que son en verdad ovejas del Señor, su verdadero modo de proceder.’ Y esto se ha confirmado porque al acontecer todo esto la nueva compañía en Liberia tenía 15 publicadores y terminaron el año con 20 que dieron informes en agosto.
“En San Isidro del General han sido más viles en sus ataques contra la única precursora, que trabaja allí sola. Este lugar es demasiado pequeño para tener un grupo de precursores; por eso, después de trabajar allí unos días en enero el hermano y la hermana Hardin, procedentes del hogar misionero en San José, acompañados por dos publicadores más del hogar misionero de San José, se decidió mandar a la hermana Joy Goodin para que trabajara con las personas de buena voluntad encontradas por los otros. Antes de pasar mucho tiempo, los católicos y los evangélicos se pusieron en movimiento. Los católicos cambiaron sacerdotes y los evangélicos lanzaron una campaña vilipendiadora. Declaró el predicador local que debían de colgar a la hermana y arrastrar su cuerpo por las calles de la población como ejemplo. Los nuevos sacerdotes iniciaron una campaña de recoger los libros, y como resultado se perdieron algunos estudios. Sin embargo, ha seguido la obra y se alcanzó un máximum de ocho publicadores. Entre los interesados hay una maestra de escuela. Le han amenazado con la pérdida de su empleo pero eso no la intimida.
“En San José los católicos emplean la radio cada semana, atacando todo lo que no sea romano; así es que les ha tocado a los testigos muchísima crítica. No todo el mundo está de acuerdo con la campaña y los que son de buena voluntad están identificándose de parte de La Teocracia. De manera que sus esfuerzos para suprimir la obra han sido una ayuda para extenderla entre los que ellos procuran que no oigan el mensaje.
“En San José se dividió la compañía en dos unidades en noviembre pasado, después de haber alcanzado un máximum de 266 publicadores en septiembre. Desde entonces las dos unidades han progresado bien. Las revisitas y los estudios bíblicos han aumentado y dieron cuenta de un máximum de 338 publicadores en julio. Ambas unidades han sido activas en cuanto a las series de reuniones públicas, no sólo en San José, sino en la ayuda de las compañías más pequeñas en su proximidad. En agosto se decidió celebrar series en las áreas de los estudios de libros y en cierta época se estaban presentando seis diferentes series en la ciudad con resultados que excedieron a lo que se esperaba. También se celebró una serie en el Salón del Reino de la unidad central, efectuando las reuniones la misma noche que en las áreas. Como resultado, varios asistieron que no podían hacerlo los domingos por la tarde. También dió la oportunidad a algunos de los hermanos inscritos en la escuela de ministerio de pronunciar por primera vez discursos de una hora.
“Durante la primera parte de enero el siervo de circuito y tres precursores se fueron a Sixaola cerca de la frontera de Panamá por el lado atlántico, para ver lo que se podría lograr allí. Esta es una sección del país cultivada por la United Fruit Company y son esparcidos los poblados. Para ir de una parte a otra, los hermanos generalmente viajaban a pie, y también abordo del tren cuando se presentaba para recoger la cosecha de los cacaos. Celebraron cinco reuniones públicas al aire libre con una asistencia total de 174. Después de eso durante unos diez días de trabajo, lograron colocar 94 libros, 85 folletos, 10 Biblias, 101 revistas, consiguieron 51 suscripciones nuevas e hicieron 25 revisitas. Después de recibir en San José el informe del siervo de circuito, se mandaron a dos precursoras para hacer revisitas donde se había colocado literatura y para cuidar el interés que se había manifestado. Se formó una compañía y debido a los esfuerzos diligentes de estas hermanas, en junio se alcanzó un máximum de nueve publicadores.
“Es una asignación dura para dos hermanas, pues está en una región fronteriza y selvática. Posiblemente no les toca la oposición que algunos encuentran en otras secciones del país, pero un día estando en su trabajo, se encontraron cara a cara con un león. Sin embargo no se quejan, sino que sienten gusto de poder participar en la obra, dondequiera que sea. El Señor ha bendecido sus esfuerzos porque el número de publicadores que figuran en sus informes da prueba de su actividad diligente en una sección donde la gente se muda constantemente de una plantación a otra, desde el lado costarriqueño hasta Panamá o para el interior. Están colocando una buena cantidad de literatura y así están sembrando y, puesto que la obra se está extendiendo de un límite hasta el otro del país y desde el Atlántico hasta el Pacífico, otro puede regar lo que se ha plantado, aun en el caso de los que se trasladan de Sixaola para buscar trabajo en otra parte del país.
“Un buen ejemplo del beneficio que resulta de mudarse de una parte a otra se nota en Heredia, que es un nido de fanatismo. Esta ciudad está ubicada al noroeste de San José, a una distancia de doce kilómetros. Unos precursores habían trabajado allí y durante las asambleas celebradas en San José, varios grupos se han mandado a dar el testimonio allí. Hace unos dos años un individuo y su familia se mudaron desde la costa atlántica a San Rafael de Heredia, estableciéndose como a un kilómetro del centro de la ciudad. Los precursores que estaban de servicio allí entonces lo encontraron y ‘regaron’ la semilla que otro había sembrado. El cura amenazó a la familia con su expulsión del pueblo y causó que sus feligreses apedrearan a los publicadores cuando se presentaron. Partieron los precursores pero el hermano se mantuvo firme, asistía a las reuniones en San José con su familia siempre que podía y no cesó de publicar. En junio se formó una compañía allí e informaron que hubo doce publicadores en agosto.
“Al principio de este año el hermano Blackburn tuvo la oportunidad de visitar a los indios de la tribu Guatuso en la provincia de Guanacaste. Hizo el viaje a su territorio cuando estaba visitando la compañía de Argentina de Tilarán. Cuando hizo su última visita a Tilarán, 165 personas viniendo de un área de muchos kilómetros se reunieron para oír su discurso público. Algunos tuvieron dos días de camino para llegar. En esta ocasión el siervo de compañía pronunció un discurso sobre el bautismo y 15 personas simbolizaron su consagración, por medio del bautismo en agua. Los indios habían mandado a decir que querían que el hermano Blackburn pasara un día y una noche con ellos, lo cual hizo, encontrando a muchos de buena voluntad entre ellos.
“Uno de los problemas más grandes aquí es que muchas parejas viven juntas sin casarse y cuando aceptan la verdad tienen que arreglar su estado antes de entrar en el servicio. Muchos lo han hecho y han recibido las ricas bendiciones del Señor como resultado. Les hemos ayudado todo lo posible, consiguiendo sus actas de nacimiento en el Registro Civil, y de otros modos. Alguno que otro ha preferido vivir según la costumbre de generaciones en estos países católicos y éstos han salido de la organización, pero son excepciones estos casos.
“De modo que sentimos gozo en nuestros corazones al final de este gran año de servicio, comprendiendo que los esfuerzos de los siervos fieles de Jehová en este país han recibido sus bendiciones y su aprobación. Con ahinco contemplamos la parte que nos toque durante el nuevo año.”