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Los fundamentos legales del nuevo mundoLa Atalaya 1954 | 1 de agosto
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los hombres porque todos habían pecado,” así también por medio de un hombre, “el hombre Cristo Jesús, el cual se dió a sí mismo como rescate correspondiente para todos,” Dios ha suministrado bondadosamente un “sacrificio propiciatorio por nuestros pecados, empero no sólo por los nuestros sino también por los de todo el mundo.” Por esto reconocemos gustosa y agradecidamente esta parte esencial de los fundamentos del nuevo mundo, que Dios ha suministrado legalmente en conformidad estricta con su ley fundamental de equidad. Le damos gracias a Dios por “el Cordero que fué degollado desde la fundación del mundo.”—Rom. 5:12; 1 Tim. 2:5, 6; 1 Juan 2:2; Apo. 13:8, NM.
25. ¿A qué pregunta y conclusión nos conduce un repaso de los fundamentos fuertes del nuevo mundo?
25 Así, por este repaso breve, hemos tratado en pocas palabras de colocar ante nuestra visión mental un estudio comprensivo de los poderosos fundamentos del nuevo mundo, inmutables y seguros. Considerando estos fundamentos, tan bien afianzados, nos sentirnos impelidos a preguntar, repitiendo la expresión que ya hemos usado, ¿Por qué se tornó Dios la molestia de hacer una promesa tras otra bajo juramento? Evidentemente Pablo consideró que estos fundamentos legales, cuando se aprecian correctamente, deben servir como un aguijón que nos incite a mantenernos diligentes aun hasta el fin, y acabar efectivamente con cualquier tendencia hacia la indolencia. Se considerará este tema en nuestro próximo artículo, porque ahora es el día en que necesitamos todo el ánimo que podemos adquirir, y también en que prestar atención a la amonestación que se ha dado divinamente.
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Estabilidad y permanenciaLa Atalaya 1954 | 1 de agosto
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Estabilidad y permanencia
“Entonces, siendo que habremos de recibir un reino que no puede ser conmovido, sigamos teniendo bondad inmerecida, por medio de la cual podamos rendirle a Dios servicio sagrado que sea acepto, con reverencia y temor piadoso.”—Heb. 12:28, NM.
1. ¿Cómo, y en quién, ha suministrado Dios un fundamento seguro para tener esperanza?
TODA persona recta ama lo que es fidedigno y veraz. Nuestro estudio confianza perdurable e inquebrantable en el Dios inmutable y en su Hijo, ‘Jesucristo, que es el mismo ayer y hoy, y eternamente.’ (Mal. 3:6; Heb. 13:8, NM.) Esto satisface el deseo vehemente que tenemos en este mundo tan incierto por alguna cosa estable y permanente en qué edificar una esperanza segura que sea “como ancla del alma, segura y firme.” (Heb. 6:19, NM) Esa esperanza, de acuerdo con el propósito de Dios, y desde cualquier ángulo que deseemos considerarla, según acabamos de discutir, está centrada en Cristo. Él es la “piedra angular de fundamento” en la gloriosa organización celestial, Sión, preciosa a la vista de Dios y preciosa a la vista de todo creyente verdadero, “y el que descansa su fe en ella de ninguna manera sufrirá desilusión.” Así como lo declara Pablo: “Porque no importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí por medio de él [Cristo Jesús].”—1 Ped. 2:6, 7; 2 Cor. 1:20, NM.
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