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El camino para que el hombre llegue a la integridad perfectaLa Atalaya 1954 | 1 de septiembre
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23. ¿Cuál será el logro final de la elevación de la humanidad por Dios mediante el reino de mil años de Jesucristo?
23 Conmovedoramente esperamos todavía un estado mayor de felicidad, después del Armagedón, cuando comiencen las curaciones físicas para los sobrevivientes, su prole y los resucitados. Aunque la humanidad ha retrocedido en el pecado hasta un nivel muy por debajo de la norma original de Dios durante los pasados seis mil años, no obstante por medio de un programa acelerado Jesucristo efectuará la elevación de la nueva familia de humanos en mil años. Los recobrará cabalmente a la perfección completa en la carne y la mente para que con facilidad puedan llenar las condiciones nuevamente declaradas de perfección e integridad de Jehová. Desaparecidos de la memoria estarán entonces las dolencias, dolores, faltas, errores, debilidades, dificultades, pesares, deformidades, impedimentos físicos, enfermedades y negligencia de los días en que se estuvo bajo el duro dominio del pecado y el rey muerte. Entonces, también, durante la primera parte de esos mil años de reconstrucción, como un proyecto paralelo la entera tierra llegará a ser un paraíso edénico. Al terminar los mil años, después que las multitudes elevadas del género humano hagan frente a su prueba final para determinar que son dignos de la dádiva de una vida de duración interminable, la humanidad irradiando vida, en ese entonces santa, perfeccionada y verdaderamente leal, estará en el paraíso a la orilla de los siglos venideros. A medida que usen sus facultades de libre albedrío para mantener la gloria de su Dios Santo, los súbditos resplandecientes de la tierra pasarán de una hazaña alborozadora a otra y de un estado de felicidad completa a otro hasta la eternidad. (Efe. 1:21, NM) Para siempre mantendrán su integridad a Jehová Dios para vindicación de Él.
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Esparciendo alegría teocrática por toda la ArgentinaLa Atalaya 1954 | 1 de septiembre
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Esparciendo alegría teocrática por toda la Argentina
MIENTRAS el presidente de la Sociedad Watch Tówer, N. H. Knorr, estaba visitando a los hermanos de Mendoza, Argentina, el sábado 19 de diciembre, su secretario, M. G. Hénschel, estaba viajando de Asunción, Paraguay, a Buenos Aires, en camino a Neuquén, en el sur de la república de Argentina. Un graduado de la Escuela bíblica de Galaad de la Wátchtower, el hermano Hughes, fué a recibirlo, y lo llevó a la casa de un amigo en Buenos Aires, donde pasaron unas seis horas y descansaron un poco. Antes del amanecer volvieron al aeropuerto y tomaron un avión de línea argentina para su viaje de más de mil kilómetros a Neuquén, en el distrito frutal próspero de Río Negro, situado al sur del paralelo 38. Es la irrigación tomada del río lo que hace que una parte semejante a desierto en la Argentina produzca alguna de la fruta más deliciosa del mundo. Entre los que se dedican a la producción de fruta están algunos de los testigos de Jehová, y fué a la quinta de uno de éstos que los llevó el automóvil que los recogió en el aeropuerto.
Al entrar en la quinta, que estaba cercada de álamos altos que bordean los pequeños canales que llevan el agua dadora de vida a la tierra fértil, los hermanos visitantes observaron que un grupo de personas se dirigía hacia el coche
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