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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1956 | 1 de julio
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conciencia y siendo acusados por su conciencia cuando hacían cosas indebidas.
No debe pasarse por alto este punto. Aun antes del rey babilonio Hamurabí, quien aparentemente fué contemporáneo de Abrahán, había grupos organizados y sociedades de hombres con leyes y precedentes judiciales que gobernaban su vida y sus prácticas. Por ejemplo, desde el diluvio del día de Noé en adelante Jehová trató con una sociedad patriarcal, una sociedad bajo la dirección de justas cabezas de familia, tales como Noé y Abrahán. Las acciones de estas sociedades en cuestiones de contratos y compras, derechos de propiedad, reglas de trabajo, responsabilidad de familia y de comunidad por los miembros individuales de ellas, transferencia de bienes raíces, robo, violación de los votos maritales, esclavitud, etc., se gobernaban por medio de códigos de leyes escritos o no escritos.
De manera que más bien que concluir que la ley y orden divinos fueron extraídos del código de Hamurabí o de otros códigos paganos, parece que las cosas fueron al contrario. Sir Charles Marston, en la página 51 de su libro The Bible Comes Alive, dice: “Parece cosa cierta que las leyes de Hamurabí fueron una codificación de las leyes y costumbres más antiguas y existentes de la raza semítica—la raza que brotó de Sem, el hijo de Noé, la raza a que pertenecieron los hebreos.” Por lo tanto la evidencia indica que las naciones paganas continuaron teniendo muchas de las leyes y costumbres antiguas del sistema de ley y orden de Noé, siendo éste el patrón que siguieron los fieles patriarcas hebreos.
Además, al examinar los dos sistemas de ley, el de Hamurabí y el que fué dado por medio de Moisés, se ve que este último es el más justo y equitativo de los dos y por ende el que se apega más fielmente al sistema jurídico original que llegó a existir entre el pueblo fiel de Dios. Por ejemplo, si un dueño de esclavos israelita se hacía brutal y golpeaba a un esclavo o a una esclava, haciéndole perder un ojo, tenía que darle al esclavo su libertad, pero bajo el código de Hamurabí se le excusaba sencillamente con el pago de la mitad del valor del esclavo. (Éxo. 21:26; Ham. núm. 199) El código de Hamurabí decía: “Si ella (una casa mal construída) causara la muerte de un hijo del dueño de la casa, darán muerte a un hijo de ese constructor.” (Ham. núm. 230) Pero el código de la ley mosaica específicamente prohibió el dar muerte a un hijo por el pecado de su padre: “No debería darse muerte a los padres a causa de los hijos y no debería darse muerte a los hijos a causa de los padres. Debería darse muerte a cada cual por su propio pecado.”—Deu. 24:16, NM.
De manera que no puede decirse que los estatutos de la ley mosaica fueron copiados del código de Hamurabí ni que reflejaron el mismo espíritu que ese código. Más bien, si hay relación alguna, el código de Hamurabí fué una corrupción pagana de los estatutos justos anteriores que la sociedad patriarcal semítica presentó bajo la dirección de Jehová.—La Atalaya, 1 de diciembre de 1952, página 722, párrafo 8.
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DECLARANDO NUESTRA ESPERANZA SIN TITUBEAR EN LAS REUNIONES—Heb. 10:23-25, NM.
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ESTUDIOS DE “LA ATALAYA” PARA LAS SEMANAS
12 de agosto: Cautelosos como serpientes entre lobos, §1-24. Página 396.
19 de agosto: Cautelosos como serpientes entre lobos, §25-50. Página 403.
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