BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • José, fiel testigo de Jehová
    La Atalaya 1961 | 1 de noviembre
    • “No teman, ¿pues acaso estoy yo en el lugar de Dios? En cuanto a ustedes, ustedes pensaron mal en contra mía. Dios lo pensó para bien con el propósito de obrar como en este día para conservar viva a mucha gente. Así que no teman ahora. Yo mismo seguiré proporcionando alimento a ustedes y sus hijitos.”—Gén. 49:29-32; 50:15-21.

      José sobrevivió a su padre por cincuenta y cinco años, alcanzando la edad de 110 años. Justamente antes de su muerte demostró de nuevo que era fiel testigo refiriéndose a la promesa de Dios a Abrahán: “Por fe José, aproximándose a su fin, hizo mención del éxodo de los hijos de Israel, y dio un mandato concerniente a sus huesos,” a saber, que cuando los israelitas finalmente partiesen de Egipto habrían de llevarse sus huesos con ellos. Sin duda este mandamiento de José les sirvió a los hijos de Israel como un rayo de esperanza agregado durante los largos años en que soportaron la esclavitud tiránica en Egipto.—Heb. 11:22; Gén. 50:24.

      Ciertamente José fue un fiel testigo de Jehová. Trajo honra a su Dios por su conducta hacia sus hermanastros, en la casa de Potifar, en la prisión del rey y como administrador de alimentos en Egipto. Y jamás dejó pasar una oportunidad de testificar de la supremacía de su Dios: a la esposa de Potifar, a sus compañeros en la prisión, a Faraón y luego repetidamente a sus hermanos. Con seguridad el registro de su vida ayuda a equiparnos completamente para toda buena obra.

      Además de su vida ejemplar, José nos interesa debido a que Jehová Dios lo usó para prefigurar al verdadero Salvador del mundo, a Jesucristo, el gran Administrador de alimentos espirituales. Y debido a su proceder fiel José en la resurrección será uno de aquellos de entre quienes Cristo, Aquel a quien él prefiguró, designará príncipes en toda la Tierra.—Sal. 45:16.

  • ‘No se necesitan sábados’
    La Atalaya 1961 | 1 de noviembre
    • ‘No se necesitan sábados’

      ◆ Dos escritores cristianos que vivieron en el segundo siglo después de Cristo hicieron estos interesantes comentarios en cuanto a períodos de descanso sabático: “No se necesitaban los sábados, ni días festivos, ni oblaciones antes de Moisés; así ahora, de la misma manera, no se les necesita, puesto que Jesucristo, el Hijo de Dios, por el consejo determinado de Dios nació de una virgen, de la simiente de Abrahán, sin pecado.”—Justino Mártir (Dial. cum. Triph. sec. 23).

      ◆ “Que me muestren que Adán sabatizó, o que Abel, al presentar su ofrenda santa a Dios, le agradó por observancia sabática, o que Enoc que fue trasladado, fue observador del sábado, o que Noé, el constructor del Arca, debido al gran diluvio, guardó el sábado, o que Abrahán en medio de la observancia del sábado ofreció a su hijo Isaac o que Melquisedec en su sacerdocio recibió la ley del sábado. . . . Nada tenemos que ver con los sábados, novilunios, y fiestas en que Dios antes se complacía.”—Tertuliano (De Idolatria c. 4 sec. 4; c. 14).

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir