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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1970 | 1 de noviembre
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sido engendrados por el espíritu de Dios y llamados a la esperanza celestial están seguros de ello, tal como declara el apóstol Pablo: “El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Pues, si somos hijos, también somos herederos: herederos por cierto de Dios, mas coherederos con Cristo, con tal que suframos juntamente para que también seamos glorificados juntamente.”—Rom. 8:16, 17.
En el pasado, quizás alguien haya participado sinceramente de los emblemas en la celebración de la Cena del Señor pero más tarde haya comprendido que nunca había sido del “resto,” sino que era de la “grande muchedumbre.” ¿Lo hace esto culpable de haber participado de los emblemas “indignamente,” dentro del significado de las palabras de Pablo en 1 Corintios 11:27-34? No, no si no estaba mostrando intencionalmente falta de respeto al significado de estos emblemas.
El contexto muestra que, al hablar del juicio en el cual uno incurriría al participar indignamente de los emblemas, Pablo había considerado a personas que trataban aquella cena como simplemente parte de su cena regular, de modo que algunos hasta se embriagaban en aquella ocasión. Mostraban falta de respeto y por consiguiente le restaban importancia al valor del cuerpo y la sangre del Señor Jesucristo. (1 Cor. 11:20-22, 33, 34) Ciertamente los que participaran equivocadamente bajo una impresión incorrecta, pero con todo el respeto debido, no estaban tratando de hacer eso. Recuerde que Pablo les escribía a los “santificados,” “llamados a ser santos,” por lo tanto a cristianos que estaban bajo obligación de guardar la cena del Señor en memoria de él, participando de sus emblemas. (1 Cor. 1:2) Se desprende lógicamente también, que cualquier individuo que a sabiendas dice ser del “resto” y participa sin sinceridad, hipócritamente, incurriría en el disfavor de Dios. De modo que uno ciertamente debe escudriñar primero su corazón, junto con consideración seria de las Escrituras, antes de participar. Debe tener mucho cuidado, y estar plenamente convencido antes de participar.
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¿CONCUERDAN LA CIENCIA Y LA BIBLIA?
El conocimiento científico aumenta año tras año. De hecho, en solo unos cuantos años los libros de texto científicos quedan anticuados. Los que escribieron hace cien años pueden estar llenos de errores. Los anuncios solemnes de ayer quizás se despidan de hoy como meras especulaciones.
Entonces, ¿qué hay de la Biblia, gran parte de la cual se escribió hace más de 3.000 años? Aunque es cierto que no es un libro de ciencia, cuando trata asuntos científicos, ¿está anticuada, o al día?
¿Por qué no examina los hechos usted mismo? Es verdad que usted indudablemente ha oído a algunas personas decir: “Oh, la Biblia choca con la ciencia moderna.” Pero, ¿han podido probar que esté equivocado algún pasaje de la Biblia que trate de asuntos científicos?
Ciertamente le es imprescindible a usted enterarse de los hechos. Puede hacerlo con la ayuda del libro esclarecedor ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios? Puede conseguirse en cualquiera de los siguientes dieciséis idiomas:
alemán iloko
cebuano inglés
coreano italiano
danés japonés
español noruego
finlandés portugués
francés sueco
holandés tagalo
Se le enviará un ejemplar porte pagado por solo 25c de dólar.
ESTUDIOS DE “LA ATALAYA” PARA LAS SEMANAS
15 de noviembre: La ley justa del Rey Eterno es la verdad, §1-22. Página 652. Cánticos que se usarán: 21, 104.
22 de noviembre: La ley justa del Rey Eterno es la verdad, §23-31, y Una nación feliz y próspera bajo la ley de Dios, §1-10. Página 657. Cánticos que se usarán: 25, 40.
29 de noviembre: Una nación feliz y próspera bajo la ley de Dios, §11-30. Página 662. Cánticos que se usarán: 29, 34.
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