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    La Atalaya 1970 | 15 de noviembre
    • Como dijo Pablo en Hechos 20:29, 30: “Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.”

      JUECES Y CONSEJEROS HOY

      10. ¿Cómo puede decirse que ha llegado el cumplimiento final de la profecía de Isaías?

      10 ¡Y ahora ha llegado el cumplimiento final y grandioso de la profecía de Isaías! De nuevo está establecida la organización de Jehová sobre una base plenamente teocrática, pues más de 25.000 congregaciones de los testigos de Jehová en todo el mundo se hallan en completa unidad y siguen la misma ley en toda congregación. Esta ley está con nosotros en la instrucción y consejo de Jesús y sus apóstoles y discípulos. La organización es apostólica, es decir, funciona como lo hacía bajo la supervisión inmediata de los apóstoles. Hombres maduros, fieles, son nombrados como superintendentes y siervos ministeriales para dirigir la congregación y tratar las violaciones a la ley de Dios.

      11. ¿Cómo constituye hoy la congregación del pueblo de Dios un baluarte para la adoración verdadera, y qué suministra para los que ven el fracaso de este mundo?

      11 Hoy se puede mantener limpia la congregación cristiana, manteniendo el favor de Dios y conservando la unidad al efectuar la obra. La congregación mundial del pueblo de Dios en la actualidad constituye un baluarte para la adoración verdadera. (1 Tim. 3:15) Así, todos los que ven el fracaso de este mundo y reconocen sus injusticias pueden acudir a un lugar donde se practica la justicia y pueden esperar con deleite el tiempo que se ha acercado en que la ley de Dios estará en vigor por toda la Tierra, administrando justicia y rectitud a todos, jamás permitiendo de nuevo que la rebelión produzca una caída. Prediciendo esto, Isaías 60:17, 18 dice: “En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro; y ciertamente nombraré la paz como tus superintendentes y la justicia como los que te asignan tus tareas. Ya no se oirá la violencia en tu tierra, despojo violento o quebranto dentro de tus límites. Y ciertamente llamarás a tus propios muros Salvación y a tus puertas Alabanza.”

      12. ¿Cómo son gobernadas hoy las congregaciones del pueblo de Dios?

      12 En estos “últimos días,” cuando la congregación cristiana ha llegado a la madurez plena, se han encomendado los intereses terrestres del Reino al “esclavo fiel y discreto,” la clase del “siervo” de Dios, compuesto de los miembros que quedan en la Tierra de los hermanos de Cristo, que son engendrados del espíritu. (Mat. 24:45-47) Acatando la ley de Cristo según se manifiesta en la Biblia, éstos dirigen las congregaciones de los testigos de Jehová por toda la Tierra. Por medio de ellos el espíritu santo ha hecho el nombramiento de hombres en las congregaciones, según los requisitos bíblicos, para que se encarguen de los asuntos que surjan en los cuales se viole la ley de Dios. Por consiguiente Pablo dijo en Hechos 20:28: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.”

      13. ¿Cuál es el arreglo para encargarse de violaciones graves de la ley de Dios?

      13 Por lo general hay tres hombres maduros que participan en considerar un caso de esa índole, a saber, el siervo o superintendente de congregación, el siervo auxiliar de congregación y el siervo de estudios bíblicos. Éstos tienen que ser hombres que hayan demostrado ser fieles y que amen la justicia y la misericordia. (1 Tim. 3:1-10) Estos tres hombres nombrados a los que se conoce como el “comité de servicio de la congregación” tratan casos de maldad grave que afectan la congregación y su posición con Dios así como las cosas que acarrean vituperio a la congregación. Estos hombres toman acción para salvaguardar la pureza doctrinal y moral de la congregación.—1 Tim. 4:11-16; 5:19-21; 6:3-5, 13, 14, 20; Tito 3:9-11.

      14. (a) ¿Cuál era el arreglo para tratar disputas en la congregación cristiana primitiva? (b) ¿Por qué no deben los cristianos formar litigios los unos contra los otros en los tribunales mundanos?

      14 En la congregación cristiana primitiva no había ninguna clase privilegiada. (Mat. 23:8; Rom. 12:10) Cada uno tenía la misma oportunidad y los mismos derechos delante de los superintendentes nombrados espiritualmente. (Pro. 28:21; 1 Tim. 5:21) Si había alguna dificultad entre los miembros de la congregación, ellos podían llevar la disputa ante estos hombres y obtener un juicio justo basado en la ley de Dios. El apóstol Pablo aconsejó que no había necesidad de que los cristianos se llevaran unos a otros a los tribunales del mundo; que debían llevar sus disputas delante de la congregación. Esto era razonable, porque, al debido tiempo de Dios, los que él había escogido para ser coherederos con Cristo en los cielos iban a juzgar al mundo, sí, hasta a ángeles. Por lo tanto, realmente era pasar por alto el arreglo teocrático y causarse una derrota a sí mismos como congregación cristiana el instituir litigios los unos contra los otros en los tribunales mundanos. Era un vituperio, una derrota para ellos. ¿Cómo podían decir que representaban a Dios el Juez de todos, y a su Hijo Jesucristo, sí, cómo podrían estimular a otros a dejar el mundo y unírseles a ellos si ellos mismos no podían arreglar sus propias diferencias?—1 Cor. 6:1-8.

      UN CASO QUE ILUSTRA

      15. (a) ¿Cuáles son los dos propósitos principales del comité al tratar casos de maldad? (b) En el caso que sirve de ilustración, ¿cuál es el marco de circunstancias?

      15 Para ilustrar cómo hoy la congregación expresa juicio contra la maldad, demos un informe abreviado de un caso imaginario que ha surgido en determinada congregación. Usted notará que el procedimiento es sencillo, sin complicaciones e informal. Los propósitos son: (1) Mantener limpia la congregación a la vista de Jehová y libre de vituperio; (2) ayudar al transgresor, si es posible. A todos los envueltos en el caso siempre se les trata bondadosamente. La situación envuelve a un muchacho adolescente dedicado cuyos padres son testigos de Jehová. Ha desobedecido el consejo de sus padres y ha caído en la mala compañía de algunos muchachos del vecindario, lo cual resultó con el tiempo en que hurtara. Los padres, al descubrir esto, saben que afecta la reputación de la congregación en la comunidad, porque no solo los padres son testigos de Jehová, sino que también el hijo es miembro dedicado de la congregación. Llaman el asunto a la atención de los miembros responsables de la congregación para que se administre corrección, de modo que se pueda borrar el vituperio de la congregación.

      16. (a) ¿Cuál es la actitud del muchacho delante del comité? (b) ¿Cómo efectúa el comité la audiencia?

      16 El muchacho, cuyo hurto fue descubierto por sus padres, había tratado de ocultar lo que había sucedido. Pero delante del comité de congregación discierne la gravedad del mal que ha cometido y lo confiesa, dando evidencia del espíritu de arrepentimiento y de su deseo de hacer lo que es correcto. Toda la evidencia, las circunstancias y los factores del caso se ponen claramente al descubierto. Se escuchan las expresiones de los padres, de la persona ofendida, y particularmente del muchacho. Uno de los miembros de la congregación es la persona de cuyo hogar él hurtó algún dinero para ir con sus amigos mundanos a un bar y salón de baile. La persona de la cual hurtó está dispuesta a perdonar al muchacho debido al arrepentimiento manifiesto. Entonces el comité se aparta y considera la aplicación de la ley de Dios a los hechos del caso y habla de nuevo con la familia. Oímos que el superintendente de congregación, el hermano Cristián, se dirige al muchacho, a quien llamaremos Juan del Desvío. (Se citan textos para mostrar los principios envueltos.)

      17. ¿Cómo coloca el siervo de congregación, el hermano Cristián, un fundamento para expresar el fallo del comité?

      17 Cristián: “Juan, el comité ha considerado la evidencia de este caso y todas las circunstancias y factores relacionados con él. Pues bien, como tú bien sabes, el practicar la cosa de la cual tú eres culpable podría impedir que entraras en el reino de Dios. Así de serio es. [1 Cor. 6:9, 10] Es obligatorio que la congregación cristiana se mantenga limpia de estas cosas, para mantener el espíritu de Jehová sobre la congregación. [Deu. 23:14] Anduviste en mala compañía, Juan, despreciando completamente el consejo de tus padres [Efe. 6:1] y hasta violando nuestra advertencia [Pro. 10:17; 12:1] y así caíste en este pecado contra Jehová.”

      18. (a) ¿Cómo parece expresar arrepentimiento verdadero Juan? (b) ¿Qué principios expresa el hermano Cristián en cuanto a la acción de Juan al mantener oculto el asunto, y en cuanto al arrepentimiento de Juan?

      18 Entonces el padre y la madre le hablan al muchacho acerca de la gravedad de no haber escuchado su consejo y los malos efectos de su asociación con la pandilla con la cual ha estado andando. Entonces la conversación transcurre como sigue:

      Juan: “Me pesa lo que hice, papá y mamá. Yo estaba completamente equivocado. Busqué mis asociaciones donde no era debido y ahora lo reconozco y confieso que he pecado contra Jehová y la congregación. Quiero continuar sirviendo a Dios como miembro de la congregación. Estoy dispuesto a hacer lo que el comité diga y a aceptar cualquier disciplina que me corresponda que me ayude a volver a estar en buena posición con la congregación y a volver al estado espiritual correcto delante de Jehová.”

      Cristián: “Bueno, Juan; tú has sido rebelde; tú has buscado asociación entre gente con la cual no debes asociarte. Ahora tienes diecinueve años de edad... ciertamente bastante edad para emprender por tu propia responsabilidad un proceder correcto. Pero tú hiciste algo malo y trataste de ocultarlo, y fue necesario que tus padres te trajeran a nosotros. [Job 31:33] Sin embargo, es bueno que, cuando tú discerniste lo malo que era tu posición delante de Jehová, confesaste [Sant. 5:16], y creemos que ahora muestras que te has entristecido de manera piadosa... arrepentimiento verdadero. [Pro. 28:13; 2 Cor. 7:9, 10] Creemos, también, que disciernes lo malas que fueron tus acciones y que quieres enderezar la situación delante de Jehová.”

      Juan: “Comprendo que no usé de buen juicio; no sé lo que me hizo desviarme tanto de la senda correcta. Ahora comprendo que realmente me sentía infeliz por lo que estaba haciendo. Y, hermanos, realmente quiero permanecer con la organización de Jehová si puedo. Como dije antes, estoy dando pasos para pagar lo que hurté. Estoy dispuesto a cooperar con cualquier cosa que ustedes crean que la ley de Dios requiere de mí.”

      19. (a) ¿Cómo señala el hermano Cristián la desobediencia a la ley de Dios que estaba en la raíz de la dificultad en que se encontró Juan? (b) ¿Con qué como base pudo evitar el comité expulsar a Juan?

      19 Cristián: “Bueno, Juan, es exactamente como dice la Biblia: ‘Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles’... así de sencillo es. [1 Cor. 15:33] Esto debe servirte de lección. Aunque te metiste en toda esta dificultad, ciertamente ahora muestras una actitud de arrepentimiento, y quieres servir con la organización de Jehová. Por lo tanto, se te puede extender misericordia sobre la base del sacrificio de Cristo, para cubrir tus pecados. [1 Juan 2:1, 2] De modo que el fallo del comité no es expulsarte de la congregación, Juan. [Sant. 2:13] Pero estamos fijando un período de prueba para ti.”

      Juan: “Hermano Cristián, aprecio la oportunidad de permanecer con la organización de Dios, y haré cualquier cosa que usted diga para tratar de arreglar las cosas hasta el mayor grado posible. Sé que pude haber sido expulsado por lo que hice.”

      Cristián: “Sí, pero ahora has recobrado el sentido; has confesado que hurtaste y la cantidad, y has dado el primer paso hacia hacer lo que es correcto al convenir en restaurar completamente lo que hurtaste.”

      Padre: “Yo me encargaré de que él haga eso, hermano Cristián.”

      20. (a) ¿Con qué como base pudo la congregación exigir que Juan pagara lo que había hurtado, con interés? (b) ¿Cómo podrían ayudar los padres a Juan, y por qué tiene que presentarse con regularidad ante un miembro del comité? (c) ¿De qué manera había llegado a ser realmente un esclavo Juan?

      20 Cristián: “Muy bien, hermano Del Desvío. Usted debe encargarse de que él trabaje, ya sea para usted o para otro, para que gane suficiente dinero para pagar completamente, con interés, lo que hurtó. [Éxo. 22:3, 7] . . . Ahora bien, Juan, según la ley de Dios tus padres son responsables por ti; por lo tanto estamos permitiendo que ellos superentiendan esta situación y te ayuden a regresar a una condición espiritual saludable. Tus padres tendrán que restringirte en cuanto a andar con la pandilla de muchachos. [Pro. 22:15] También ayudarán a restaurarte, encargándose de que asistas a las reuniones de la congregación [Heb. 10:24, 25], y te ayudarán de otras maneras a recobrarte. Será necesario que te presentes delante de mí o de uno de los otros miembros del comité una vez al mes. El que te presentes así no es del todo con el propósito de vigilarte, Juan. También es para que el comité pueda ayudarte, así como saber si vas progresando [1 Tes. 5:14], para que la congregación no llegue a estar bajo el disfavor de Jehová por permitir que la maldad siga sin estorbo entre sus miembros. [1 Cor. 5:5, 6] Como ves, Juan, en vez de ser esclavo de Jehová, obedeciendo su ley, realmente te hiciste esclavo de esta pandilla mala de muchachos con la que andabas. [Rom. 6:16] Pensaste que era ser listo el hacer lo que ellos hacían, y no te diste cuenta de la esclavitud en que realmente habías caído.”

      21. (a) ¿En qué grave peligro se había puesto Juan al andar con la pandilla de muchachos mundanos? (b) ¿Qué hará feliz ahora a Juan así como a la congregación?

      21 Padre: “¡Sí, e imagínate, tú sabes cómo esos muchachos manejan sus autos! Hasta pudieras haber estado con ellos cuando hubieran matado a alguien. ¡Realmente pudieras haber llegado a ser culpable de homicidio delante de Jehová!”—Núm. 35:11, 25, 34.

      Cristián: “Eso es cierto, Juan. Bueno, hermano y hermana Del Desvío, si Juan hace lo que dice que se ha resuelto a hacer, y si ustedes le prestan atención y ayuda muy cuidadosa, le deberá ir bien, ¡y cuánto más felices eso nos hará a todos!”—Luc. 15:7; Sant. 5:19, 20.

      22. (a) ¿Es un asunto complicado la aplicación de la ley de Dios? (b) ¿Qué debe tratar de hacer siempre el comité si es posible, y con qué como base se hace?

      22 Esto ilustra la sencillez con la cual se trata un caso de esta clase. Uno se apega a la ley de Dios, tan clara y sencilla. No puede excusarse la maldad; no obstante, debe extenderse misericordia si se encuentra una base para ello cuando se consideran la actitud de la persona y las circunstancias. Aquí es donde entra el mérito del sacrificio de Cristo.

      23. Al extender misericordia a Juan, ¿qué expectativas están delante de él, y por qué no debe recaer?

      23 Si el muchacho se recobra, será restaurado con el tiempo a una posición de aprobación completa ante la congregación. Si recae en su proceder malo y es un pecador, ladrón o malhechor no arrepentido, o si persiste en asociarse con otros en la maldad, será expulsado, es decir, echado de la congregación cristiana.—1 Cor. 5:11-13.

      24. ¿Qué resultado ha tenido para los testigos de Jehová su empeño en seguir la ley de Dios y mantener limpia la congregación?

      24 A los cristianos les alegra que Jehová haya dado bondadosamente a la congregación “dones en la forma de hombres” en las personas de individuos maduros que entienden la ley de Dios y se adhieren a ella como jueces y consejeros. Los testigos de Jehová proceden de acuerdo con el bosquejo bíblico. Se encargan escrupulosamente de que la organización se mantenga limpia. Jehová ha demostrado que está con ellos al darles una posición excelente delante de él, y un excelente informe de personas del mundo en cuanto a su moralidad limpia y sus principios de observadores de la ley. (1 Tim. 3:7; 1 Ped. 4:15, 16) Dios está trayendo cada vez mayor prosperidad y aumento espirituales, pues cada año decenas de millares de personas se unen a sus filas, dedicando su vida a Jehová, teniendo en mira la vida en un nuevo orden sin desafuero. Como está escrito en Isaías 60:22: “El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo.”

  • Beneficiándose personalmente de las leyes y principios de la Biblia
    La Atalaya 1970 | 15 de noviembre
    • Beneficiándose personalmente de las leyes y principios de la Biblia

      “También, tu propio siervo ha sido advertido por ellas; en guardarlas hay grande galardón.”—Sal. 19:11.

      1. ¿Bajo qué ley viven hoy los cristianos, y por qué hay muchas semejanzas en la Ley dada a Israel?

      HOY los seguidores de Jesucristo viven bajo la ley del sistema de cosas cristiano. Jesucristo administra la ley, no bajo el antiguo pacto de la ley de Israel, sino bajo el nuevo pacto que puso en operación la sangre derramada de Cristo. En los estatutos bajo el pacto de la ley mosaica hay muchas semejanzas con los del sistema de cosas cristiano. Esto ha de esperarse porque ‘la Ley era santa, y el mandamiento santo y justo y bueno.’ Era “espiritual.” (Rom. 7:12, 14) Y al tener una sombra de las cosas buenas por venir, la Ley Mosaica nos muestra el modo de pensar de Dios y su manera de tratar a su pueblo.—Heb. 10:1.

      2. ¿Por qué necesitaban ayuda los judíos bajo la Ley, y qué ayuda proveyó Jehová?

      2 Pero la Ley condenaba a la nación de Israel porque ésta violaba el pacto de Dios. Se dijo que estaban bajo una maldición por ella. (Gál. 3:10) Por esta mismísima razón Jesucristo murió en un madero de tormento. Por su muerte podía redimir a los judíos de la pecaminosidad que habían heredado de su antepasado Adán. Además, por la manera en que murió podía remover la maldición adicional que la Ley les imponía a los judíos por haberla violado. El apóstol Pablo, siendo él mismo judío, explica esto cuando dice: “Cristo por compra nos libró de la maldición de la Ley llegando a ser una maldición en lugar de nosotros, porque está escrito: ‘Maldito es todo aquel que es colgado en un madero.’” (Gál. 3:13; Deu. 21:23) Los sacrificios del día de expiación que se hacían cada año, dice el apóstol, santificaban al grado de la limpieza de la carne, pero no podían impartir a los judíos limpieza de conciencia.—Heb. 9:9, 13, 14.

      LA LEY DEL SISTEMA CRISTIANO

      3. ¿Son condenados los cristianos por la ley del sistema cristiano, o es más fácil guardarla? Explique.

      3 ¿Son condenados de manera semejante los cristianos por la ley del sistema de cosas cristiano? ¿O es más fácil la ley cristiana, para que puedan vivir en conformidad con ella? ¡Ni una cosa ni la otra! La ley del sistema de cosas cristiano es de una norma aun más elevada, pues en Romanos 3:31 el apóstol Pablo escribe acerca de la fe cristiana y dice: “¿Abolimos ley, pues, por medio de nuestra fe? ¡Jamás suceda eso! Al contrario, establecemos ley.” Por medio de Cristo Jesús, Jehová restaura todas las cosas como se las propuso al principio, cuando consumó el matrimonio de Adán y Eva. Por ejemplo, bajo la ley judía se practicaba la poligamia, y se permitía el divorcio por otras razones además del adulterio. No era el tiempo de Dios para restaurar el matrimonio a su estado original. Jesucristo explicó que la Ley simplemente hizo una concesión a los judíos debido a la dureza de su corazón.—Mat. 19:7, 8.

      4. ¿Qué promesa hizo hace mucho tiempo Jehová respecto a sus leyes?

      4 Dios había prometido que con el tiempo haría posible que su pueblo guardara completamente sus leyes: “Ciertamente les daré un corazón nuevo, y un espíritu nuevo pondré dentro de ustedes, y ciertamente quitaré el corazón de piedra de su carne y les daré un corazón de carne. Y mi espíritu pondré dentro de ustedes, y ciertamente actuaré de modo que en mis disposiciones reglamentarias anden, y mis decisiones judiciales observen y realmente efectúen.”—Eze. 36:26, 27; Heb. 9:10.

      NO CONDENACIÓN, SINO VIDA

      5. ¿Cuál es la diferencia entre la situación de los cristianos y la de Israel de la antigüedad en cuanto a la ley de Dios?

      5 ¿Cuál, entonces, es la diferencia entre la situación de los cristianos y la de los israelitas que estuvieron bajo la Ley Mosaica y fueron condenados por ella? Esta: estaríamos incapacitados desesperadamente en cuanto a guardar la ley de Cristo (que es la ley de Dios para los cristianos) si no fuese por el hecho de que él suministró para nosotros un mejor sacrificio que aquel para el cual se hicieron arreglos bajo la Ley Mosaica. (Heb. 9:23; 10:8-10) Mientras que, hasta el tiempo del Pentecostés, en 33 E.C., toda la humanidad estaba bajo el régimen de los ‘reyes’ pecado y muerte, ahora la bondad inmerecida de Dios rige como rey. (Rom. 5:14, 21) El sacrificio de Cristo suministra perdón de pecado para todos los que cifran fe en él, pues leemos en 1 Juan 2:2: “Él es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados, empero, no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”

      6. ¿Por qué no podía nadie guardar la Ley, pero cómo pueden guardar la ley de Cristo los cristianos?

      6 Ahora bien, ningún hombre imperfecto bajo la ley perfecta que se manifestó por medio de Moisés podía guardarla. Como ilustración: quizás no cometiera asesinato o adulterio; quizás no fuese ladrón; pero el décimo mandamiento lo condenaría, porque prohibía el deseo incorrecto. El individuo jamás podría vencer la carne pecaminosa mediante sus propios esfuerzos. Bajo el pacto de la Ley, el espíritu de Dios funcionaba como ayuda a los hombres fieles en serle agradables a Él y en hacer la obra que les daba. Pero bajo la ley de Cristo se introduce la bondad inmerecida de Dios por medio del sacrificio de Cristo. Por medio de Cristo el cristiano realmente puede llegar a conocer a Dios y acercarse a él. (1 Juan 2:3, 4, 14; 4:8) El perdón de pecados le da una conciencia limpia. (Heb. 9:14; 1 Ped. 3:21) Realmente está en el camino a la vida. (Juan 17:3; 2 Tim. 1:10) El espíritu de Dios funciona de una manera que le ayuda a cambiar progresivamente su personalidad para acercarse más a la imagen de Dios.—Efe. 4:22-24; Col. 3:10.

      7. ¿Qué ayuda proporciona hoy Jehová para que podamos guardar sus leyes?

      7 Aunque no hay regla para toda acción suya, el cristiano tiene la ley de Dios escrita en su corazón y el espíritu de Dios mora en él a todo tiempo, ayudándole a discernir la manera correcta de proceder. El espíritu santo capacita al individuo a vencer los deseos de la carne. Cuando, debido a su pecaminosidad heredada, viola la ley de Dios, la bondad inmerecida y la misericordia entran en escena para perdonarlo por medio del sacrificio de Cristo. Así él mantiene una reputación limpia a todo tiempo delante de Dios. El cristiano sería condenado solo si llegase a ser un quebrantador deliberado, rebelde, de la ley de Dios. (Rom. 8:1-4) Por eso leemos lo siguiente en Hebreos 10:26-29: “Si practicamos el pecado voluntariosamente después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, sino que hay cierta horrenda expectativa de juicio y hay celo ardiente que va a consumir a los que se oponen. Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés muere sin compasión, por el testimonio de dos o tres. ¿De cuánto más severo castigo piensan ustedes que será considerado digno el que ha pisoteado al Hijo de Dios y que ha estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén el espíritu de bondad inmerecida?”

      LEYES Y PRINCIPIOS

      8. Cuando se trata de obediencia a las instrucciones de Dios, ¿por qué no podemos establecer una distinción entre “principio” y “ley”?

      8 Un principio se define como una verdad general o fundamental; una ley, doctrina o suposición comprensiva o fundamental sobre la cual se basan otras o de la cual se derivan otras; una ley de conducta que gobierna. Cuando se trata de obediencia a las instrucciones de Dios, no podemos establecer una distinción entre principios y leyes. Toda declaración de Dios que gobierna a su pueblo y toda decisión judicial de Dios es una ley para ellos.

      9. Aunque ninguna agencia humana podría imponer la vigencia de los dos mandamientos más grandes de la Ley, ¿pueden llamarse “leyes”?

      9 Jesús dijo que el mayor mandamiento de la Ley Mosaica era amar a Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerzas de uno, y que el segundo era amar uno a su prójimo como a sí mismo. (Mar. 12:29-33) Ahora bien, ni la Ley dada a Israel ni la ley de Cristo declaran ningún castigo específico que los agentes humanos debieran aplicar al israelita que no mostrara amor, a menos que el no mostrarlo se manifieste en alguna acción incorrecta patente, como el hurtar, asesinar, etc. No obstante, aunque no se decretaba ningún castigo porque uno no amara a Dios ni al prójimo, el escritor cristiano Santiago llama al mandato de amar uno a su prójimo una LEY, la “ley real.”—Sant. 2:8.

      DIVERSAS AUTORIDADES

      10, 11. (a) Mencione varias autoridades que pueden sostener la vigencia de leyes en los cristianos. (b) ¿Es posible evitar las consecuencias de violar una ley de Dios cuya vigencia las agencias humanas no pueden sostener?

      10 Al considerar este asunto, es bueno tener presente que hay diferentes grados de autoridad bajo la autoridad suprema de Jehová Dios. Por ejemplo, si violamos la ley que gobierna las cosas naturales, encontramos que la vigencia de ésta se impone simplemente por medio de procesos que Jehová ha colocado en estas cosas mismas y en la manera en que están relacionadas unas con otras. También hay la ley del esposo sobre la esposa, que confiere autoridad relativa, teniendo sus límites circunscriptivos. (Efe. 5:22-24) Hay la ley de las “autoridades superiores,” a quienes Dios no dio autoridad, pero a quienes permite ejercer autoridad en el campo gubernativo. Él manda al cristiano que obedezca a esta autoridad, pero ésta también es una autoridad relativa, inferior a la de Dios. En armonía con ello leemos, en Romanos 13:1-4: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas. Por lo tanto el que se opone a la autoridad se ha puesto en contra del arreglo de Dios; los que se han puesto en su contra recibirán juicio para sí mismos. Porque los que gobiernan no son objeto de temor para el hecho bueno, sino para el malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Sigue haciendo el bien, y tendrás alabanza de ella; porque es ministro de Dios para ti para bien tuyo. Pero si estás haciendo lo que es malo, teme: porque no es sin propósito que lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para expresar ira sobre el que practica lo que es malo.”

      11 Otra autoridad que se ejerce es la autoridad de la congregación sobre sus miembros. Es relativa, pues la congregación le responde a Dios y a Cristo. En el arreglo cristiano existen leyes cuya vigencia solo Dios puede sostener y hacer cumplir, como el que uno ame a sus hermanos cristianos, el honrar y respetar a otros y sus derechos y el evitar el deseo incorrecto y la codicia. Y él sostendrá su vigencia con sanciones. No podemos evitar las consecuencias de obrar mal. Dios claramente nos dice: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.”—Gál. 6:7.

      ÁNGELES SOSTIENEN VIGENCIA

      12. ¿Quiénes pueden sostener la vigencia de la ley de Dios en asuntos en los cuales la congregación no tiene el poder?

      12 Es bueno tener presente que los ángeles están en actividad ‘recogiendo del reino de Dios a todos los que cometen desafuero.’ (Mat. 13:41) Quizás esos individuos no cometan ningún mal por el cual la congregación pueda obrar para expulsarlos. No obstante, no obedecen la ley de Dios mediante Cristo, y por esa razón los ángeles sostienen la vigencia de la ley echándolos fuera.

      13. (a) ¿Por qué se dice que la dedicación del cristiano le obliga a obedecer toda palabra de Jehová? (b) En este sentido, ¿cuál es el contraste entre el espíritu del mundo y la actitud del cristiano?

      13 Los cristianos tienen que comprender estos hechos. Su dedicación no es a una organización ni a un trabajo. Tampoco es a un humano ni a un gobierno; solo es al Creador mismo, a Jehová Dios, por medio de Jesucristo. Por lo tanto, todo mandato de su boca es ley para ellos y ellos saben que tienen que vivir en armonía con ellos tal como Jesús le dijo al Diablo: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová.” (Mat. 4:4) Si no viven en armonía con ello, su vigencia se sostendrá con sanción contra ellos. El espíritu de Dios los impele a amarlo y a no pensar que pueden escoger cuáles de sus leyes obedecerán y cuáles desobedecerán o pasarán por alto. El espíritu del mundo es tratar de “salirse con la suya” en cuanto a cometer la maldad. El espíritu del mundo sostiene que, si a uno no se le aprehende, realmente ha evadido la pena de la ley. Como hizo notar un comentarista, muchas personas viven en armonía con un undécimo mandamiento: “No debes ser aprehendido.”

      TODAS LAS LEYES DE DIOS SOSTENIDAS CON SANCIÓN

      14. (a) ¿Salen impunes los que pecan y evitan que se les descubra? (b) ¿Qué regla declaró el apóstol Pablo acerca de esto?

      14 Es verdad que a menudo un individuo viola alguna ley del país y nunca se descubre el crimen. Por lo tanto, esa persona no sufre el castigo que impone la ley del país. Quizás algunos cometan adulterio y jamás se les descubra. Por consiguiente, creen que han evadido los castigos de la ley de la familia y la ley del país. Quizás en algunos casos hasta eviten que se descubra en la congregación cristiana, por lo menos por algún tiempo. Como resultado, creen que pueden continuar pecando impunemente. Como leemos, en Eclesiastés 8:11: “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, es por eso que el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo.” Pero, ¿realmente evitan estas personas las consecuencias de sus actos? ¡No! Por cuanto la vigencia de todas las leyes y principios de Dios ciertamente será sostenida por sanciones, ya sea por medio de procesos naturales, por una agencia de Dios o por Dios mismo. El apóstol Pablo expresa la regla que gobierna en estos asuntos: “Los pecados de algunos hombres son públicamente manifiestos, conduciendo directamente al juicio, mas en cuanto a otros hombres sus pecados también se hacen manifiestos más tarde.”—1 Tim. 5:24.

      PROPÓSITO DE LA ACCIÓN DE CONGREGACIÓN

      15. (a) ¿Cuál es el propósito principal de la acción de congregación contra un violador de la ley de Dios? (b) ¿Cuándo entra en escena la acción disciplinaria y hacia quién?

      15 En la congregación cristiana hay leyes definidas contra el adulterio, el incesto, la homosexualidad, la bestialidad, el asesinato, el hurto y otras cosas, cualquiera de las cuales, al ser cometida por un cristiano, resultaría en vituperio de parte del mundo a la congregación. La Biblia ha puesto estas cosas bajo la autoridad de la congregación, es decir, se requiere que ella emprenda alguna acción. (1 Cor. 5:1-5, 13) Esta acción no es el castigo que requiere la ley, por lo menos de ninguna manera es el castigo pleno por el hecho. La congregación obra, no principalmente para castigar a la persona, sino para limpiarse de vituperio, inmundicia y contaminación cortando (expulsando) a tal persona como miembro de la congregación. Si el individuo está arrepentido, la congregación puede tomar medidas disciplinarias e imponerle ciertas restricciones. Si es expulsado, no es para disciplinarlo, sino para echarlo de la organización limpia de Dios. La acción también sirve de ejemplo que obra para disciplinar a la congregación. Así es como hemos de entender 1 Timoteo 1:20; 5:20, donde leemos: “Himeneo y Alejandro pertenecen a éstos, y los he entregado a Satanás para que se les enseñe por disciplina a no blasfemar.” “Censura delante de todos los presentes a las personas que practican el pecado, para que los demás también tengan temor.”

      16. ¿Por qué podemos decir que la acción apropiada que la congregación toma contra un malhechor es una expresión de la voluntad de Dios?

      16 La congregación obra en armonía con la autoridad que Dios le ha dado para mantener la buena posición de la congregación delante de Dios y vindicar la justicia de Dios delante del mundo. Dios mismo ha expresado en 1 Corintios 6:9, 10 que el practicar esas cosas impide el que se entre en el Reino. En este caso aplican estas palabras de Jesús: “Cualesquier cosas que aten [los representantes terrestres de Dios] sobre la tierra serán cosas atadas en el cielo.” (Mat. 18:18) Dios ya ha aclarado cuál es su voluntad en el asunto. La congregación cristiana la lleva a cabo expulsando al ofensor.

      AMOR AL PRÓJIMO

      17. ¿De qué manera es más extensiva la ley de amar uno a su prójimo que lo que fue la Ley dada a Israel?

      17 Por otra parte, en el sistema de cosas cristiano también hay leyes como el amar a Dios y amar uno a su semejante; de hecho, la ley cristiana en este asunto es más extensiva que la ley de Moisés. ¿Por qué? Esta última ley mencionada decía: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Lev. 19:18) Pero Jesús dijo a sus apóstoles: “Este es mi mandamiento: que ustedes se amen unos a otros así como yo los he amado a ustedes.” Prosiguió y definió ese amor, diciendo: “Nadie tiene mayor amor que éste: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos.” (Juan 15:12, 13) Esto es una LEY. En lugares como Rusia, los testigos de Jehová están haciendo exactamente esto. Aman a los que aman a Dios y su ley, y a gran peligro de su libertad y hasta de su vida salen para llevar a estas personas las buenas nuevas del Reino. Es corolario la ley de que no debemos amar al mundo ni ser sus amigos. En 1 Juan 2:15 está escrito: “No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” También, en Santiago 4:4: “Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.”

      ASISTIR A LAS REUNIONES

      18, 19. ¿Por qué es la ley de asistir a las reuniones cristianas una ley que el cristiano debe considerar tan seriamente como otras leyes del arreglo cristiano?

      18 Entonces, hay una ley de que debemos asistir a las reuniones de estudio bíblico del pueblo de Dios, según se manifiesta en Hebreos 10:24, 25, que dice: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, no abandonando, el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose.” Se nos manda que ni siquiera tengamos los deseos y anhelos vehementes de este mundo por cosas materiales y sus anhelos de satisfacción sensual. (1 Juan 2:15, 16) Sobre estas cosas ciertamente hay una sanción o se exige una pena aunque la aplicación de la sanción no está dentro de la autoridad de la congregación; Dios mismo habrá de aplicarla. Por lo tanto, el que obedece o desobedece una de estas leyes ciertamente habrá de recibir el pago correspondiente. En cuanto a eso, ¿puede decirse que a la persona que viola la ley sobre el adulterio y es expulsada la congregación le aplica el castigo completo? No, porque si no se arrepiente, con el tiempo recibirá castigo completo, la muerte, no de la congregación, sino a manos de Dios.—Heb. 10:26-31.

      19 Digamos, con propósitos de ilustración, que un individuo persistentemente deja de asistir a las reuniones. Llega al punto en que está desasociado completamente de la congregación, sin importarle en absoluto los arreglos de Jehová para que Su pueblo se reúna. La congregación no emprende acción alguna contra él; ella ha reconocido el proceder incorrecto de él y ha tratado de ayudarlo; pero por su propia cuenta él se ha ido alejando y se ha desasociado. Ahora bien, si permanece en este estado, ¿está, sin embargo, sin peligro? Está en peligro grande, porque en la venidera “tribulación grande” será destruido tan ciertamente como el individuo que ha emprendido un derrotero obviamente incorrecto.—Mat. 24:21, 22.

      ASOCIACIONES

      20. ¿Cómo se sostendrá contra el violador la vigencia de la ley sobre las malas asociaciones?

      20 Otro ejemplo es la ley contra las malas asociaciones. Jehová mandó a los israelitas que no deberían practicar unión de fes ni hacer alianzas matrimoniales con las naciones paganas, porque esto resultaría en apartar a sus hijos de seguir a su Dios. (Deu. 7:2-4) Hoy le dice a su pueblo que no sea parte del mundo y, además, que ni siquiera se asocie en relación estrecha con los del mundo. El apóstol Pablo señala la razón: “Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.” (1 Cor. 15:33) La congregación no emprende acción adversa contra un individuo simplemente porque pase por alto esta ley. Pero él está en posición desfavorable delante de Dios. Además, con el tiempo las malas asociaciones ciertamente lo llevarán a cometer transgresiones, como borrachera, hurto o quizás aun peor, incurrir en alguna forma de culpa por homicidio debido a manejar temerariamente, quizás homicidio accidental o intencional.

      HÁBITOS CORRECTOS

      21. ¿Cómo debemos considerar el consejo respecto a peculiaridades, apariencia y cosas semejantes, y qué pudiéramos ganar o perder por obedecerlo o rechazarlo?

      21 También a veces se nos exhorta o se nos advierte, quizás con la Biblia, por medio de La Atalaya o por una persona responsable de la congregación, tocante a ciertas peculiaridades malas, o modo de vestir incorrecto; o quizás estemos observando costumbres que no sean compatibles con el comportamiento cristiano. Quizás nuestras acciones estén haciendo que otros se ofendan o tropiecen. Pueden causar una impresión incorrecta de nuestro ministerio en los de afuera. No debemos pasar por alto esa advertencia simplemente porque no haya castigo que la congregación pueda aplicar. Más bien, debemos prestar atención y rehacer nuestra personalidad, no dejarnos gobernar por los deseos engañosos de la vieja personalidad, sino ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa nuestra mente. (Efe. 4:22-24) No debemos resistir, con la actitud de que no queremos dejar que ninguna otra persona nos diga qué cosa es la que más nos conviene. Realmente Jehová es quien nos lo está diciendo, para que podamos conseguir la vida. En el nuevo orden de Dios tendremos que progresar espiritualmente primero a fin de alcanzar curación y perfección físicas. Si no hacemos este esfuerzo ahora, ¿seremos la clase de personas que Jehová querrá tener en su nueva tierra?

      PREDICANDO Y ENSEÑANDO

      22. ¿Cómo es la obediencia a la ley de predicar un asunto de vida o muerte para nosotros?

      22 Entonces hay esta ley que Jesús declaró: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14; 2 Tim. 4:2) Puesto que estamos dedicados a Jehová Dios y puesto que Cristo Jesús es el Agente Principal de Dios, por cuya sangre Dios nos compró, sus palabras son un mandato, una ley para nosotros. (Hech. 3:23; 20:28; 1 Cor. 6:20) De nuevo, en Mateo 28:19, 20, dice Jesús: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” ¿Se ejecuta un castigo inmediato si uno no predica? No. Sin embargo, el rehusar predicar las buenas nuevas del Reino puede impedir que uno entre en el reino de Dios, tal como el adulterio, la homosexualidad y el asesinato pueden impedirlo. En Romanos 10:10 leemos: “Con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.” Jesús expresó el parecer de Dios sobre esas cosas cuando, hablando acerca de la Ley Mosaica, dijo: “Cualquiera, pues, que quiebre uno de estos mandamientos más pequeños y enseñe así a la humanidad, será llamado ‘más pequeño’ con relación al reino de los cielos,” que significa que no estará allí en absoluto.—Mat. 5:19.

      GUARDE SU CORAZÓN

      23. ¿Qué hay, que es malo, en la persona que cuidadosamente obedece solo las leyes cuya vigencia sabe que los hombres pueden sostener con sanciones?

      23 Así pues, quizás una persona obedezca algunas de las leyes de Dios porque son asuntos en los cuales la congregación puede tomar medidas disciplinarias o de expulsión. Pero quizás pase por alto otras leyes de Dios cuya vigencia la autoridad humana no puede sostener. Esta persona no tiene la actitud mental correcta. Está pensando como el inicuo que dice: “Jah no ve.” (Sal. 94:7) Su espíritu es malo y su actitud es carnal, no espiritual. Es preciso que rehaga su mente y obtenga la “mente de Cristo.” (1 Cor. 2:14-16) La persona que procede así no le tiene amor en su corazón a Dios ni a su prójimo. Solo está pensando en sí misma y no reconoce que Jehová Dios requiere fidelidad en lo más mínimo y que exige que sus siervos le rindan cuentas de todas las cosas.—Luc. 16:10; Rom. 14:12; Heb. 4:13.

      24. ¿Qué ejemplo tenemos de la importancia de guardar el corazón?

      24 El cristiano tiene que estar seguro de que su corazón está bien, de que éste lo está impeliendo en la dirección correcta. Si no es así, debe dar atención a su corazón y comenzar a servir a Dios porque lo ama y ama su ley. Si una persona no ama a Jehová con todo el corazón resultará ser como los que mencionó el apóstol Juan que salieron de la congregación cristiana en la apostasía. Juan dijo: “Niñitos, es la última hora [antes de que se manifieste plenamente la gran apostasía (después que los apóstoles pasaran de la escena)], y, así como han oído que el anticristo viene, aun ahora han llegado a haber muchos anticristos; del cual hecho adquirimos el conocimiento de que es la última hora. Ellos salieron de entre nosotros, pero no eran de nuestra clase; porque si hubieran sido de nuestra clase, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para que se mostrase a las claras que no todos son de nuestra clase.” (1 Juan 2:18, 19) Estas personas no eran de la clase leal, que pensara correctamente. No habían usado su corazón y mente invocando a Dios, estudiando la ley del Cristo y luego aplicando estos principios en su vida.

      EL CRISTIANO PUEDE TENER ÉXITO

      25. ¿Pueden obedecer con buen éxito la ley de Cristo los cristianos? ¿Qué les hace posible lograr eso?

      25 Felizmente, los cristianos pueden obedecer la ley de Cristo y tener la aprobación de Dios. Esto es posible por medio de la bondad inmerecida de Dios que se ejerce hacia nosotros sobre la base del sacrificio de Cristo. No es la letra de la ley, sino el espíritu de Dios lo que nos dirige al éxito. (2 Cor. 3:6) Si nos dirige el espíritu, entonces no practicaremos ninguna maldad. Si andamos de acuerdo con el espíritu, haremos las obras del espíritu y no las de la carne. De hecho, aunque no estamos bajo la Ley Mosaica, ¡hasta podemos guardar el requisito justo de esa ley al andar de acuerdo con el espíritu! (Rom. 8:4, 5) Si, debido a nuestras debilidades carnales, inadvertidamente quebrantamos la ley de Dios dada por medio de Cristo, lo reconoceremos. Lo sentiremos, nos arrepentiremos, nos volveremos y cambiaremos nuestro derrotero e invocaremos a Dios por medio de Cristo Jesús para que nos perdone. Además, acudiremos a su organización por ayuda, y tendremos buen éxito. Esto se nos hace posible porque Cristo es nuestro gran Sumo Sacerdote, que ofreció su vida como rescate. Jehová suministrará bondad inmerecida y ayudará en tiempo de necesidad. En armonía con ello, leemos en Hebreos 4:16: “Acerquémonos, por lo tanto, con franqueza de expresión al trono de bondad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo oportuno.”

      26. ¿Cómo podemos sacar provecho en nuestro derrotero cristiano por medio de considerar a los hombres fieles de tiempos antiguos?

      26 Cuando reflexionamos en los ejemplos que Dios ha puesto ante nosotros en el pasado, encontramos que todos los de fe ‘anduvieron con Dios.’ Lo hicieron de corazón. Siguieron el camino de la verdad. No fue preciso que tuvieran una regla escrita que los guiara en todo paso que daban; antes bien, su amor a Dios fue recompensado con su favor y él los guió en el camino en que anduvieron de modo que no tropezaran en una caída completa. Si nos acercamos a Jehová, él se acercará a nosotros. (Sant. 4:8) Tenemos que estudiar su Palabra a fin de hacer esto. Es un almacén de sabiduría. De hecho, el escritor de Proverbios personifica la sabiduría y se le representa diciendo: “A los que me aman yo mismo los amo, y los que me buscan son los que me hallan. Riquezas y gloria están conmigo, valores hereditarios y justicia. Mi fruto es mejor que oro, aun que oro refinado, y mi producto que plata escogida. En el camino de la justicia ando yo, en medio de las veredas del juicio, para hacer que los que me aman tomen posesión de sustancia; y sus almacenes yo mantengo llenos.”—Pro. 8:17-21.

      27. ¿Cómo nos muestra el Salmo 19:9 que las leyes de Jehová son correctas desde los puntos de vista espiritual, moral y físico?

      27 Sí, las leyes de Jehová pueden guiarnos a la vida y son correctas desde todo punto de vista, espiritual, moral y físico. Él dice: “El temor de Jehová es puro, subsiste para siempre. Las decisiones judiciales de Jehová son verídicas; han resultado del todo justas.”—Sal. 19:9.

      [Ilustración de la página 692]

      Todo mandato de Dios es ley para los cristianos, sea que alguna agencia humana sostenga su vigencia o no

      [Ilustración de la página 694]

      La ley de Dios nos manda reunirnos para adorar. Si persistentemente la pasamos por alto, ¿nos preservará él a través de la “tribulación grande”?

      [Ilustración de la página 695]

      ¿Respondemos favorablemente al consejo de la Palabra de Dios sobre la necesidad de vestir modestamente?

      [Ilustración de la página 696]

      ¿Es verdaderamente amor a Jehová y a su ley lo que le impele a usted a predicar acerca de su reino? Eso es lo que le agrada a Dios

  • Lo que sucede en la iglesia
    La Atalaya 1970 | 15 de noviembre
    • Lo que sucede en la iglesia

      EN ENERO de 1969 un grupo teatral presentó la producción “El paraíso ahora” en la suburbana Primera Iglesia Unitaria de Shorewood Hills, en Madison, Wisconsin. Un auditorio de 500 personas que llenó el local observó la actuación de un reparto cuyos miembros estaban vestidos solo con taparrabos y blusas breves. Sin embargo, siete miembros del auditorio superaron a los actores al desnudarse por completo. Entonces hubo un “amontonamiento de carne,” cuando los actores y los miembros del auditorio se amontonaron unos sobre otros mientras repetían frases a favor de la revolución sexual. Más tarde un comité de la Sociedad Primera Unitaria defendió su decisión de permitir aquella función, y dijo que lamentaba que unas cuantas personas se hubieran perturbado.

      MARIHUANA EN LA IGLESIA

      ● Muchas personas están disgustadas con la religión hoy día debido a lo que está sucediendo en las iglesias. Por ejemplo, el vicario episcopal Robert Cromey testificó en un tribunal en septiembre de 1969 que él cree que la marihuana podría ser uno de los sacramentos, como pan y vino, en adoración religiosa “cristiana.” Confesó que él mismo fumaba esta droga ilegal y dijo que creía que el uso de las drogas había sido factor, probablemente, en muchas de las experiencias religiosas que se registran en la Biblia. No es raro que grandes muchedumbres de personas estén huyendo de las instituciones religiosas cuando se les expone a tal insensatez.

      UN “ESTADO DE IMPOTENCIA”

      ● ¿Cuál es la condición de las iglesias en Gran Bretaña, un país en que hay un abrazo legal entre la iglesia y el Estado? Un observador que escribió para Statesman de Austin (Texas) dijo: “La iglesia . . . ha llegado a ser un museo. La impresión que uno obtiene después de toda la vitalidad y excitación de la Gran Bretaña es que la religión ha llegado a ser una experiencia nostálgica. . . . Pero, ay, hay un gran vacío. No hay personas. Los turistas no son adoradores, y los viajeros no van a ocupar el lugar de los miembros regulares. La iglesia estatal, la Iglesia Anglicana, está bien situada con bienes raíces eclesiásticos. Sin embargo, el clero, el liderato laico, el cuerpo de su grupo de miembros está en un sacudidor estado de impotencia.”

      “LA IGLESIA DE HOY ES UNA CONFUSIÓN”

      ● Donald B. Ward, presidente del Colegio Yankton, en su artículo “La iglesia clandestina es insensatez,” dijo: “Sí, la iglesia de hoy es una confusión. Señor, ¡cómo necesita poner al día su liturgia, componer himnos pertinentes, rezar en el idioma de hoy día, ser completamente honrada consigo misma, dar empujones contra la condición actual! Pero, ¿una iglesia clandestina? Insensatez.” ¿Precisamente cuán enfermas están las iglesias? pregunta Ward. “Toda congregación tiene sus partes gangrenadas y sus relumbres de idoneidad. Pero ¿no es, más bien, asunto de actitudes individuales y relaciones personales más bien que una gran enfermedad institucional?” La Palabra de Dios muestra que es las dos cosas.

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